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Mensaje: <blockquote data-quote="FloSof" data-source="post: 746242" data-attributes="member: 5836">Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 08 ) : 7.- La Operación Aerotransportada “ Lea” (7 Octubre-21 Noviembre de 1947) :La Semi-Brigada de Marcha Paracaidista (DBMP) que llega a Hanoï al principio de 1947 constituye el primer refuerzo serio desde el principio de la guerra en Tonkín. El teniente coronel Sauvagnac es un viejo paracaidista y sus tres comandantes de batallón sirvieron para el 1° RCP, en los SAS y en el Batallón de Choque y comandos en la Segunda Guerra Mundial. Su llegada permite relevar las compañías SAS destacadas en Cochinchina. La DBMP la constituyen dos de los tres batallones del 1° RCP, su Estado Mayor, y el 1° Batallón de Choque SAS, que ya estaba en Indochina y formaba parte de la Semi-Brigada SAS (DBSAS), pero que fue “prestado para la formación de la DBMP, y los elementos de apoyo paracaidistas. Hay que indicar que el 1° RCP era un regimiento bastante grande, al nivel de una semi-brigada, con tres batallones, pero cada batallón de tres compañías de paracaidistas cada uno.Con este regimiento llegó a Indochina un poco la modernidad en cuanto a equipamiento, paracaídas y uniformes. Aparecieron cosas como los cascos americanos M1C exclusivos para las unidades aerotransportadas, por tratarse de un casco de acero de combate, adaptados para casco de salto.<a href="http://imageshack.us"><img src="http://img356.imageshack.us/img356/6131/01bg1.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a>El cazador paracaidista Rodríguez del 1° RCP, en Setif, que será muerto en Indochina durante la operación “Dedale” en Nam Dinh, en enero de 1947.<a href="http://imageshack.us"><img src="http://img139.imageshack.us/img139/6042/casco07zk1.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a>Camión GMC del 1° RCP avanzando sobre Nam Dinh, durante la operación “Dedale” en enero de 1947.<a href="http://imageshack.us"><img src="http://img224.imageshack.us/img224/8923/03ht6.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img122.imageshack.us/img122/2424/04tb2.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a>Paracaidistas del 1° RCP en Nam Dinh, durante la operación “Dedale” en enero de 1947.<a href="http://imageshack.us"><img src="http://img382.imageshack.us/img382/5905/casco05nq8.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a>El teniente Cozette del 1° RCP posa frente a un C-47 Dakota antes de la operación “Aphrodite”, contra en campo del Vietminh en Phu To, en mayo de 1947.<a href="http://imageshack.us"><img src="http://img224.imageshack.us/img224/3488/06tp4.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a>Alineamiento de equipos y armamentos del 1° RCP frente a un C-47 Dakota antes del embarque del personal durante la operación “Aphrodite”, contra en campo del Vietminh en Phu To, en mayo de 1947.Además de estos paracaidistas, viene una valiosa carga, un grupo suplementario de aviones de transporte que se instalará en Tonkín. El general Valluy, por fin,  dispone de medios que le permitirá multiplicar las acciones encomendadas conforme con las instrucciones que el nuevo Alto Comisario recibió del gobierno antes de su salida de metrópoli. Aunque París ha aceptado una ofensiva en, el esfuerzo militar que implica ésta, verdaderamente, no es aceptada. Los efectivos que dispone el general en jefe no sobrepasan los 12.000 hombres, faltando unos 20.000. Y el plazo de seis meses inicialmente concedido para la acción es reducido a tres. Además,  el comandante en Tonkín no dispone de la sorpresa estratégica, porque el desembarco de los batallones de refuerzo venidos de Cochinchina a partir de septiembre y la concentración de las unidades operacionales a ambas riveras del Delta no deja ninguna duda sobre sus intenciones ofensivas. Sólo los paracaidistas, a pesar de su pequeño número, pueden asegurarle la sorpresa táctica indispensable y dar un golpe, y en los plazos que se tienen para cumplir los principales objetivos.De esta forma , el general Salan hace preparar una acción aerotransportada bautizada “Léa”, cuyo fin es “cortar el principal camino de abastecimiento que conecta al Vietminh con China, fracturar el reducto nacional Vietminh identificado en la región de Bac Kan, Chiem Hoa, Tuyen Quang, Thao Nguyen, destruyéndolo”. Espera del mismo modo, poner la mano sobre Ho Chi Minh, que ha establecido su gobierno en la región de Bac Kan, una zona montañosa, arbolada y caótica de 80 km de largo. “Léa”, para tener algunas posibilidades de éxito, debe ser puesta en marcha desde finales de la estación de las lluvias. Articulada en tres destacamentos que corresponden a los tres objetivos, el Grupo Sauvagnac, comprenden el EM (Estado Mayor) y el 1° Batallón de Paracaidistas de Choque del comandante Clauzon (destacamento “A”), y el III/1° RCP (destacamentos “B” y “C”) del comandante Fossey-François, el que está cargo de la acción principal. Por su parte, el destacamento de De Vismes, compuesto de I/1° RCP menos una compañía mantenida en reserva, debe apoderarse de Cao Bang e impedir la destrucción de los puentes antes de la llegada del Grupo Terrestre Beaufre. Si bien es cierto la acción principal esta a cargo del III/1° RCP del comandante Fossey-François, la acción políticamente más importante se la llevada a cabo por 1° Choc del comandante Clauzon, ya que su objetivo es virtualmente Ho Chi Minh.De esta forma, toda la DBMP saltará, más o menos tres batallones. Hará falta que los aviones efectúen varias vueltas, porque el potencial aéreo de CEFEO (Cuerpo Expedicionario Francés en Extremo Oriente), es débil. Francia es pobre, tanto en medios materiales como en determinación.De este modo, la puesta en tierra de los cuatro destacamentos está prevista sobre ocho DZ en varias oleadas en el tiempo, en razón particularmente por el número limitado de aparatos de transporte :Destacamento : A (Objetivo Bac Kan) Lanzamientos : DZ 1 : 327 hombres (día J, 08:35 hrs., 6 Ju-52 y 10 C-47) DZ 2 : 32 hombres (día J, 08:35 hrs., 2 Ju-52) DZ 3 : 16 hombres (día J, 08:35 hrs., 1 Ju-52) DZ 1 : 85 hombres (día J, 10:35 hrs., 4 Ju-52) DZ 2 : 231 hombres (día J, 10:35 hrs., 5 Ju-52 y 10 C-47) Destacamento : B (Objetivo Cho Moi) Lanzamientos : DZ 1 : 250 hombres y 2 ton. de abastecimiento (día J, 14:30 hrs., 4 Ju-52 y 10 C-47) Destacamento : C (Objetivo Cho Don) Lanzamientos : DZ 1 : 280 hombres ( día J+1, 13:00 hrs., 5 Ju-52 y 8 C-47 ) DZ 1 : 40 hombres ( día J+1, 17:50 hrs., 2 Ju-52 ) Destacamento : De Visnes (Objetivo Cao Bang) Lanzamientos : DZ 1 : 160 hombres (día J+2, 11:35 hrs, 10 Ju-52) DZ 2 : 200 hombres (día J+5, 17:00 hrs, 10 C-47 ) <a href="http://imageshack.us"><img src="http://img75.imageshack.us/img75/9830/mapalea00nc9.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a>La Operación “Lea”. Los abastecimientos por aire efectuados :Destacamento : A (Objetivo Bac Kan) Lanzamientos pertrechos : DZ 1 : 8 ton. (día J) DZ 1 : 22 ton. (día J+1) DZ 1 : 8 ton. (día J+2) DZ 1 : 5 ton. (día J+3) Total Destacamento A : 43 ton. Destacamento : B (Objetivo Cho Moi) Lanzamientos pertrechos : DZ 1 : 8 ton. (día J+1) DZ 1 : 3 ton. (día J+2) DZ 1 : 2 ton. (día J+3) Total Destacamento B : 13 ton. Destacamento : C (Objetivo Cho Don) Lanzamientos pertrechos : DZ 1 : 10 ton. (día J+1) DZ 1 : 5 ton. (día J+2) DZ 1 : 2 ton. (día J+3) Total Destacamento C : 17 ton. Destacamento : De Visnes (Objetivo Cao Bang) Lanzamientos pertrechos : DZ 1 : 10 ton. (según demanda) Total Destacamento De Visnes : 10 ton. Un total de 1.630 hombres y 85 toneladas son largados.<a href="http://imageshack.us"><img src="http://img227.imageshack.us/img227/8183/10kd4.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a>Tres paracaidistas del I/1° RCP delante de un Ju-52, antes de su salto en la operación “Lea”.“Léa” es puesta en marcha el 7 de octubre de 1947. Aquel día, en el aeródromo de Gia Lam, los 510 hombres del 1° Choc, o destacamento “A”, están listos para saltar sobre Bac Kan, capital del gobierno Ho Chi Minh. Esperaban desde finales de la noche anterior cerca de los paracaídas y las armas preparadas, entre los Dakotas y los viejos Ju-52. La excitación, que parecía haber caído, pero renace cuando aterriza un observador meteorológico. El avión había ido a verificar el tiempo que hacía en la Región Media, sobre las montañas del noroeste de la delta del río Rojo. Un jeep del Ejército del Aire se adelanta rápidamente frente a los aparatos: - ¡ Embarque! ¡ Embarque! Las hélices comienzan a soplar y gruñir. Ayudándose mutuamente, los paracaidistas escalan las escalas de metal y desaparecen. Los pesados y lentos Ju-52 despegan primero. Los Dakotas se les reunirán en seguida, con el fin de que todos los aviones larguen sus cargas al mismo tiempo. Doce Ju-52 y cinco Dakotas se llevan la primera oleada. El comandante Clauzon se desembarazó de los dos paracaídas que le aplastan. En el momento del despegue, el piloto le confirma que el vuelo duraría no más de tres cuartos de hora y agrega : - Vuelo a 3.000 pies, lanzamiento en aproximación directa a 50 pies. El oficial le mira por la puerta abierta, sin ver demasiado, observa el delta que desfila bajo él; espejos de agua, los cuadrados verdes de los arrozales, los cuadrados sombríos de tierra removida, grisácea de lodo y de campos secos, colinas rojizas, un camino, la RC3 (Ruta Colonial 3), que va a lo largo del vuelo del avión. El camino se ve no habilitado debido a los cortes y barricadas, a los levantamientos de tierra y los puentes demolidos. Las columnas terrestres no llevarán las de ganar para reunirse con el batallón en Bac Kan. El plano de operación prevé un aislamiento de una semana para los paracaidistas. La experiencia de Charles Clauzon hace que desconfíe, desde hace tiempo, de los planes del Estado Mayor. Además, esta vez, las ambiciones del mando son bastante grandes. El general Salan quiere dislocar el dispositivo Viêt-minh del “Reducto Nacional”. Los paracaidistas saltarán en Bac Kan, en Cao Bang, en Cho Moi, en Cho Don, en el corazón del santuario enemigo. Cuatro columnas terrestres, venidas de los cuatro puntos cardinales, abordarán simultáneamente la zona donde, alrededor de las instalaciones y depósitos, está una fuerza estimada en 20.000 hombres, entre los que por lo menos la mitad está bien armada y entrenada.Esto pasa como una exhalación en el espíritu del comandante; vuelve en seguida a su sola preocupación : la operación. Saltará él primero, por supuesto, sus hombres detrás de él, es por ellos que es cuidadoso. No piensa en sí mismo; su papel es hacer ejecutar la maniobra, de ganar. Pero desea ganar al menor costo.Cuando cierra los ojos, tiene a la vista el terreno de salto, la ciudad de Bac Kan, las colinas arboladas, el río, los emplazamientos de DCA. Hizo falta una preparación más larga para la puesta a punto del asunto.Su espíritu está totalmente impregnado, no necesita más mapas, fotografías aéreas. Ya está en Bac Kan.- Equípese, llegamos.Clauzon se deja ataviar por el monitor. El salto no le preocupa. El paracaídas es sólo un medio de transporte excepcional y un poco anormal para poner a los hombres dispuestos a trabajar.El suboficial de lanzamiento se inclina en al vacío. El viento choca contra su cara. Se levanta y sonríe señalando una dirección al suelo:- ¡Es allí!En el avión, un suboficial verifica los equipos y las cinchas de abertura automática. Por encima de la puerta, una luz roja se enciende.- ¡En posición!La carga humana estornuda y patalea. La lámpara pasa a verde, mientras que la bocina resuena, ronca. Son las 8:10 horas.Así, la primera oleada del destacamento “A” cae a tierra sobre el DZ de Bac Kan. Las zonas de salto están rodeadas por cerros y están salpicadas por puntas (casi como agujas) de bambúes. Desde su salida de los aparatos, los hombres son cogidos por un nutrido fuego de un batallón Vietminh.La tela del paracaídas cruje abriéndose. Clauzon abre los ojos, jamás ha podido mantenerlos abiertos durante la caída libre. Ya, la tierra va a su encuentro, muy rápidamente, o él a ella. Siluetas sombrías corren bajo él, tiran, las balas suenan. Justo tiene tiempo para observar que algunos de sus hombres que aterrizan antes que él ruedan en la hierba. Aprieta las piernas, el choque lo sacude violentamente. Sus manos febriles desabrochan el cerrojo.Al mismo momento, el teniente Hentic, el oficial de informaciones, dejó el “Ju” N° 1. Desde hace varios minutos, doblaba su alto cuerpo para intentar enganchar su paracaídas. Pero está pronto a bajar, y observa a las orillas de la ciudad, en el norte sobre todo, las columnas de humo de los incendios provocados por el ataque de los cazas suben al cielo.-  ¡No hay viento!Con satisfacción, reconoce sin dificultad los detalles revelados por el estereoscopio sobre las aerofotografías. La ciudadela, la boca de Sông Câu, el puente sobre el río el que su amigo Grenet debe dominar.El teniente imagina a Grenet en una posición análoga, en la puerta del otro avión, el N° 2, que vuela, paralelamente, a algunas decenas de metros. En este instante, ambos aparatos se apartan uno del otro.- Cada uno para sí, piensa Hentic.Verde, suena la bocina. Repara fácilmente en su zona de aterrizaje, una colina en la cumbre desnuda, en el sur del poblado. El camino que lleva a Thai Nguyen pasa al pie del promontorio. Es tan estrecha esta zona de aterrizaje, que el Junker larga sólo tres hombres a la vez.En el norte, las ametralladoras de los Spitfires le ponen nervioso.Hentic, es una fuerza de la naturaleza, un viejo soldado también. Narvik con los cazadores, la Resistencia, la Gestapo, la deportación, voluntario para los paracaidistas en Indochina. El batallón es atacado por un grupo de guerrilleros. Hoy, durante varias horas, serán dieciséis alrededor de él, casi todos los anamitas. Porque es prudente, pero también porque es el más forzudo, salta con fusil ametrallador, con los cargadores llenos en sus bolsillos, y así logra repelerlos.Son tres los que abandonan sus paracaídas, los Viets no están en la cita, pero no habrían de tardar.A tres kilómetros en el norte, hacia Bac Kan, los paracaídas se extienden por todas partes. Un velamen rojo,  flota, sobre la ciudadela, muy cerca de unas ramas de un álamo. Allá, los disparos desgarran el aire fresco de mañana. Son claramente audibles las explosiones de granadas y las ráfagas de metralleta. Mientras que un Ju-52 vuelve a pasar en su cabeza y mientras que sus hombres llegan en formación de a tres, Hentic escucha la radio, apasionadamente.Hicieron falta dos pasadas de los aviones para poner a todo el mundo en el suelo, las zonas de salto son exiguas; una buena parte del terreno utilizable está cubierta de bambúes afilados.El enemigo, rápidamente desorientado, tiroteado durante la bajada de los paracaidistas, reacciona mal,  sólo con tiros de fusil. Aparentemente, el adversario no dispone ni de DCA ni de armas automáticas.El teniente del Paty, después de haber evitado difícilmente las pirámides de bambúes puntiagudos que cubren el estadio, ha sido tomado a partido por tres Viets armados de machetes y de granadas, antes de haber podido desenvainar su arma. Su suboficial adjunto intervino exactamente a tiempo. Los enemigos muertos son jóvenes, aparentemente bien alimentados y valientes.El cabo Jussot no ha salido todavía por su voltereta cuando dos guerrilleros saltan sobre él. Se defenderá sólo, su paracaídas todavía enganchado en los hombros, a golpes de su pesado casco, antes de ser socorrido Un poco más lejos, el sargento Agussol, herido por dos balas al aterrizaje, se pelea sólo con su puñal contra dos agresores. Hiere a uno, el otro huye. Puede entonces soltar su arma de los arreos del paracaídas. Un paracaidista es herido por varias balas tiradas de una espesura muy próxima. Es puesto fuera de combate, sin haber visto al enemigo. Los guerrilleros huyen, pero los fugitivos son abatidos como conejos.“Parece que hemos caído sobre reclutas en instrucción. Las que disponen de fusiles pero con pocos cartuchos”, dice el capitán Genestout a su asistente. Ambos, rodeados de algunos paracaidistas, corren hacia los objetivos. Todavía le parece escuchar las órdenes de Clauzon durante el entrenamiento : “La 1ª Compañía, en el norte, ocupará el hospital, el mercado, la concesión china, la estación de la radiodifusora, la residencia de Hô Chi Minh. Neutralizará por su fuego el cuartel de la guardia. En el sur, Jaussaud, con la 4ª Compañía, ocupará la casa de la aduana, la casa del veterinario y los edificios del centro administrativo”. “La segunda oleada, con la 3ª Compañía del capitán Vermonet, se reunirá, en el norte, con la sección Grenet, y ocupará el antiguo campo de aviación, al otro lado del río. Hará frente a todo contraataque posible que vendrá del norte, de la dirección de Cao Bang. En cuanto a la 2ª Compañía de Fournier, se reunirá con el comando Hentic para hacer frente en el sur, hacia Thai Nguyen; ayudando a la 4ª Compañía que tomará la ciudadela”. El comandante Clauzon instaló su PC en una cabaña en el ribete de la zona principal de salto. Son las 8:35 horas. Saltó hace veinticinco minutos. Los enlaces radio funcionan bien. “Salan está en el avión”, le recuerda el capitán Buchoud, indicando vagamente al Catalina barrigudo que gira incansablemente por encima de la vasta hondonada. Clauzon se encoge de hombros, la posición de sus elementos de maniobra le preocupa más. - El comando Hentic está en posición, con todos sus miembros allí.Los mensajes llegan por fin : “los hombres de Grenet ocupan ambas extremidades del puente sobre Sông Câu, la reacción enemiga débil, dos heridos leves”. El comandante se inquieta : “¿cuál es la naturaleza de las heridas?”. Sabe así que el cabo Demay había sufrido una fractura del pie. Un viet, particularmente fanático, se echó sobre él en el momento del aterrizaje. Se pelearon, al cuerpo a cuerpo, sin guantes. El anamita rompió el tobillo del paracaidista, que pudo utilizar por fin su metralleta para cerrar la disputa. Ambos comandantes de compañía, se contentan con hablar de resistencia esporádica delante de ellos. El puente de Bac Kan está entre sus manos. Se lanzan al ataque. Son las 8:45 horas. El grupo de morteros de 81 mm. tira algunas granadas sobre las colinas, en el norte de Bac Kan. De ahí se ven disparos. El comandante no está en el lugar, y consulta sin cesar su reloj, hostiga a Buchoud, su asistente, al aspirante Rialland, el oficiar transmisiones, al capitán médico Avezou. Genestout se manifiesta por fin : - La 1ª Compañía ocupa la estación de la radiodifusora y el hospital. Ninguna pérdida. El avance continúa hacia la Residencia. Resistencia enemiga débil y desorganizada. - Son las 9:00 horas, nos adelantamos sobre el horario, se regocija Buchoud. - Cuanto más rápidamente vayamos, menos tendremos posibilidad de fractura, masculla Clauzon. - La 4ª Compañía ocupa la casa del veterinario. Tienen problemas delante de los edificios del tribunal. Los mensajes se suceden ahora, se vuelven más numerosos, las voces de los comandantes de unidad reflejan su satisfacción. - La 1ª Compañía ocupa la Residencia, pérdidas enemigas elevadas. - La 4ª Compañía tiene el tribunal y avanza hacia la aduana. El enemigo se repliega en desorden. Explosiones y ráfagas de armas automáticas sacuden el poblado. Del lado de Grenet y del lado de Hentic todo parece tranquilo. A las 10:45 horas, el cielo se llena del estruendo de los aviones. La segunda oleada llega. Es compuesta por la 3ª Compañía del capitán Vermonet, de la 2ª  del teniente Fournier y comprende, además, el grueso del Estado Mayor del coronel Sauvagnac. Las corolas de los paracaídas se abren en el aire todavía fresco. Los viets se esconden siempre cerca de la zona de salto. Tiran con algunos fusiles. El cabo Fleury es muerto durante la bajada de una bala en la garganta. Otra lo alcanzó el muslo. No verá nada del combate. Escenas análogas a las del aterrizaje precedente se celebran, porque la primera oleada no procedió a una limpieza sistemática, preocupada por su misión. Un paracaidista es herido por hombres armados de lanzas de bambú. El aspirante Quignard es arrastrado en el suelo por los viets tomándolo del velamen de su paracaídas. En Bac Kan, la 4ª Compañía señala que ocupa el centro administrativo. La 3ª Compañía entra en contacto con el enemigo en el norte de Sông Câu, cerca del antiguo campo de aviación. Los viets, esperaban allí un lanzamiento eventual de paracaidistas. Los accesos de la pista son llenados por bambúes aguzados, y una  sección bastante poderosa está instalada en los ruinosos edificios. La resistencia es derribada en algunos minutos, perdiendo una ametralladora, dos morteros, una treintena de fusiles y la mitad de su efectivo. El resto es apresado. Con el lanzamiento de la segunda oleada bloquea los contrataques de los viets fuera de la ciudad, y tanto la población, como los servicios públicos, los documentos y una gran parte del material no pueden ser evacuados.<a href="http://imageshack.us"><img src="http://img368.imageshack.us/img368/6919/09aq3.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a>Ciudadela de Bac Kan, asaltada y tomada por los paracaidistas del 1° Choc, el 7 de octubre de 1947.A las 11:45 horas, la ciudadela está ocupada por la 3ª Compañía. La escuela viet de entrenamiento del personal está vacía; profesores y alumnos huyeron. Al pie de la colina, el teniente Hentic es rebosado por sus presos. Más de una centena de hombres, guerrilleros y militares, vinieron para echarse en su emboscada. Son sentados, inmóviles, las manos en la cabeza, amontonados sobre el costado de la pista, vigilados por sus hombres. Las armas y los bultos son amontonados un poco más lejos. No hubo combate. Entre algunos vehículos, un muy bello V8 ha sido tomado. Según el intérprete, es el coche de Ho Chi Minh. No debería estar lejos, pero el teniente sólo dice  : “que no estaba dentro”.</blockquote>

Verificación: Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982