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<blockquote data-quote="FloSof" data-source="post: 746247" data-attributes="member: 5836"><p><strong>Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 15) :</strong></p><p></p><p></p><p><strong>10.- Los Paracaidistas Franceses en la RC 4. El infierno (parte 02) :</strong></p><p></p><p>El 16 de septiembre, los viets, con cinco batallones de infantería y uno de las armas pesadas, cercan el puesto de Dong Khé. El sitio es defendido desde el 8 de septiembre por 5ª y 6ª Compañía del 2/3° REI (2° Batallón del 3° Regimiento Extranjero de Infantería), es decir cerca de 300 hombres apoyados por un cañón de 105 mm. y uno del 57 mm. </p><p></p><p>La preparación de artillería destruye las fortificaciones a pesar de la intervención de los “kingcobras” de la fuerza aérea que procura silenciar las piezas de artillería enemigas por la tarde. Los bo doï (soldados regulares del Ejército del Viet-minh) se lanzan al asalto, y después de ocho tentativas, penetran en el recinto del puesto. La guarnición cuenta a ya 40 muertos y 86 heridos. Un violento contraataque les permite recuperar un poco de terreno perdido. Los combates se prosiguen toda noche. Ciertos blocaos cambian de manos repetidas veces antes de estar perdido definitivamente. El fortín del sudeste se hunde hacia las 6 de la mañana. Un solo superviviente puede reunir a la treintena de supervivientes en la ciudadela.</p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img376.imageshack.us/img376/1937/a10yu3.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>“Kingcobras” franceses en Indochina.</strong></p><p></p><p></p><p></p><p>Después de un último mensaje radio al amanecer, los legionarios resisten todavía todo el día. El capitán Jaugeon distribuye a los 19 legionarios todavía válidos para el combate los 300 últimos cartuchos. Tres grupos intentan infiltrarse en las líneas enemigas escondidos en la oscuridad. Cinco días más tarde, el capitán Allioux llega a That Khé con 8 legionarios guiñaposos y agotados. En los días siguientes, dos cabos, y luego un sargento se les reúnen después de haberse evadido. Otros llegan en los días siguientes. 85 legionarios murieron. Otros 140 tomaron el camino de la cautividad, heridos o sepultados bajo una marea humana. Las pérdidas enemigas probablemente oscilan entre 500 y 800 hombres fuera de combate.</p><p></p><p>A pesar de la caída de Dong Khé, la evacuación de Cao Bang y la RC 4 es mantenida. Lo que causa el enojo del coronel Charton, advertido en el último momento por el general Alessandri, el que también no es partidario de la operación. La guarnición consta del 3/3° REI (600 hombres) del comandante Forget, un batallón de partisanos, una sección de ingenieros, una sección de artillería y 600 goumiers del 3° Tabor (Batallón de Tiradores Marroquíes) recientemente aerotransportados de refuerzo. </p><p></p><p>Los 1.600 hombres de la columna deja a Cao Bang el 1° de octubre después de haber destruido 150 toneladas de municiones y las fortificaciones del puesto. Consta de algunos vehículos y cerca de 600 civiles que temen las represalias de los viets y no pudieron ser evacuados por avión. Hay que sin embargo recorrer 22 kilómetros sobre la RC 4 para reunirse con el grupo “Bayard” del coronel Lepage que está frente a 3.500 hombres. El alto mando piensa así tomar a los viets por sorpresa y constituir una fuerza capaz de rechazar todos los ataques.</p><p></p><p>Protegido por la selva, el Viet-minh compromete sin despertar la atención los regimientos 36, 88, 99, 165, 174, 175, 209 y 246 pero también la Brigada 308 (la famosa “brigada de hierro”, transformada unidad de élite y pronto en división.), además de unidades regionales, es decir en resumen una treintena de batallones entre las que están 6 o 7 de las armas pesadas. Para dirigir a esta masa de 20.000 hombres, Giap dispone por primera vez de medios de radios.</p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img139.imageshack.us/img139/8167/27uk7.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>Legionarios del 2/3 REI en la región de That Khé en septiembre de 1950.</strong></p><p></p><p></p><p></p><p>Vemos al grupo “Bayard”.</p><p></p><p>Lepage que no tenía orden formal de abrirse camino al encuentro de la guarnición de Cao Bang, pero que lo sospechaba, ya no estaba nada contento al principio. Artillero, esperaba la orden de regreso a su país una vez finalizada su “estancia normal”. En lugar de eso, le colocan este grupo, extrañamente llamado “Bayard” y compuesto por tres batallones de norte-africanos cansados también al final de la campaña, el 1°, 8° y 11° Tabors, más unidades de apoyo. Su misión consistirá en no recorrer más de 6 kilómetros para encontrarse con la columna que viene de Cao Bang.</p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img218.imageshack.us/img218/3369/38dc5.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>El comandante De Chergé, el teniente coronel Lepage y el general Carpentier. </strong></p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img66.imageshack.us/img66/7421/a01wg4.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img66.imageshack.us/img66/6793/a02uv8.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>Tabors marroquíes en la Guerra de Indochina. En la segunda foto se observa al coronel Constans, al mando de la guarnición de Lang Son.</strong></p><p></p><p></p><p></p><p>Por lo tanto solicita, únicamente para dar un poco de tono a su columna, el refuerzo de una unidad de paracaidistas. Le han enviado al 1° Batallón Extranjero de Paracaidistas (1° BEP). Unidad que también está finalizando su estancia, pero no le importa.</p><p></p><p>Los legionarios paracaidistas saltan sobre That Khé la víspera de la llegada de Lepage, el 18 de septiembre. Es una de las mejores unidades de Indochina. Mandada por un hombre de hierro, el comandante Segretain, cuenta con unos oficiales tan duros, o más : Jeanpierre, Faulques, Marcé y Leduq. Sin hablar de los suboficiales y legionarios que desde hace dos años (1948 es la fecha de creación del batallón) arrastran sus botas por los azares de la Guerra de Indochina.</p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img91.imageshack.us/img91/2333/18tp7.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img84.imageshack.us/img84/3549/19jh7.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>Paracaidistas del 1° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas), en las primeras operaciones en la retirada de la RC 4, en septiembre de 1950. </strong></p><p></p><p></p><p></p><p>Esperan durante una semana, Lepage no tiene órdenes y no las pide. El 1° BEP se pregunta para qué ha venido.</p><p></p><p>¡Menudo aburrimiento!, gruñen los legionarios.</p><p></p><p>¿Qué demonios hacemos aquí?, añaden los oficiales.</p><p></p><p>¿Qué esperamos?, pregunta Segretain.</p><p></p><p>Esperamos órdenes, explica Lepage, un hombre disciplinado y piadoso que comulga todas las mañanas.</p><p></p><p>De todas formas, al cabo de ocho días parece que el Alto Mando empieza a dejar entrever sus intenciones.</p><p></p><p>Lanzan en paracaídas un montón de muñecos de soldados, ni siquiera son nuevos, están remendados.</p><p></p><p>Es una pista; quiere decir que habrá que andar, pero que la Intendencia no tiene esperanzas de volverlos a ver...</p><p></p><p>El 30 de septiembre, un mensaje : “Orden de tomar Dong Khé antes del 2 de octubre a mediodía”. Lepage intenta protestar, pero la orden ha sido confirmada. Por la noche, reúne a sus jefes de cuerpo. Es deprimente : después de haber dado a conocer las instrucciones, el coronel añade : </p><p></p><p>Espero que Dong Khé no esté en poder de los viets, ya que en ese caso no sé cómo lo haremos para tomarlo...</p><p></p><p>Los jóvenes oficiales y los paracaidistas se encogen de hombros. Ya desde el principio se han sentido superiores y lo serán hasta el final.</p><p></p><p>La RC 4 está desierta. Ni un viet. Ni un disparo.</p><p></p><p>Esto me huele mal, dice Carla, un italiano, antiguo campeón de boxeo y “guardia de cuerpo” del teniente Faulques.</p><p></p><p>Pero a los legionarios les importa un bledo : es el Pelotón de Estudiantes Graduados (PEG) el que abre el camino. Se bambolean como pavos reales llevando en el corazón el deseo de destacar, de actuar mejor que los otros, y no solamente para ganar un lugar en la clasificación final, sino porque son graduados en potencia. A pesar de todo lo encuentran fácil. Demasiado fácil.</p><p></p><p>Por la noche el BEP llega al antiguo puesto de Na Pa. Los viets siguen sin aparecer mientras que la vegetación lleva sus matorrales inextricables hasta la carretera.</p><p></p><p><strong>Que carretera, si no es más que un camino de montaña, de superficie de tierra. Recuerdan esa película con Mel Gibson del año 2002 llamada, por lo menos con ese nombre llego a Chile, “Cuando Eramos Soldados”, recuerdan al comienzo cuando una columna francesa era atacada y destruida por los viets, así más menos era la RC 4.</strong></p><p></p><p>Bueno volvamos al BEP en la RC 4 de 1950.</p><p></p><p>Sin embargo y pese a lo tranquilo que todo se veía para el BEP, Faulques cae por la mañana sobre una patrulla viet. Mata a tres, pero dos tienen tiempo de huir.</p><p></p><p>Por radio, el capitán Jeanpierre ordena : “Abre la brecha con tu pelotón. Es nuestra única posibilidad de tomar Dong Khé si el puesto está vacío”.</p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img225.imageshack.us/img225/8961/26px3.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>Vista aérea del puesto de Dong Khé dominado por las alturas vecinas.</strong></p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img383.imageshack.us/img383/9743/40ue1.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>Otra vista aérea de Dong Khé.</strong></p><p></p><p></p><p></p><p>El PEG se lanza en avalancha. Recorren kilómetros y kilómetros. Al pasar el último puesto, se encuentran ante el espectáculo de los arrozales y las ruinas del puesto. Pero ni un movimiento, ni un ruido, ni un viet.</p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img227.imageshack.us/img227/3315/a03ri3.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>Miembros del PEG disparando una ametralladora.</strong></p><p></p><p></p><p></p><p>Faulques se pregunta : ¿Dónde estarán?</p><p></p><p>Su instinto de luchador le dice que están allí, escondidos, al acecho. Pero ¿donde? A grandes cansadas los estudiantes graduados descienden a la hondonada, franquean los obstáculos y llegan al borde de un riachuelo cerca del puente al pie de la colina. Son las cinco de la tarde. De una pequeña pagoda que los franceses habían dispuesto como blocao, los viets abren fuego. Morteros y ametralladoras forman una barrera infranqueable. El PEG queda clavado al suelo instantáneamente.</p><p></p><p>Detrás, el resto de la compañía que le seguía intenta acudir en ayuda de Faulques, pero es en vano.</p><p></p><p>Bajo los obuses, Jeanpierre se reúne con Faulques :</p><p></p><p>No creo que haya muchos viets aquí. Si Lepage baja y lanza su columna al asalto, tomamos el puesto.</p><p></p><p>Pero no viene nadie. El coronel tergiversa las cosas, y piensa en una gran operación. Operación pospuesta para el día siguiente : ha pedido el lanzamiento en paracaídas de dos cañones.</p><p></p><p>Por la noche, la situación sigue igual. Los viets están ahí. Todo el ejército viet ni se mueve, ni se deja ver. Espera. Los franceses tampoco se mueven.</p><p></p><p>En la llanura el PEG está en mala situación; en cuanto se mueve un hombre, los viets abren fuego.</p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img91.imageshack.us/img91/873/20wk8.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img87.imageshack.us/img87/5599/a04cc0.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>Miembros de las secciones de morteros del 1° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas), en el ataque a Dong Khé, en la RC 4, en octubre de 1950. </strong></p><p></p><p></p><p></p><p>Jeanpierre se harta. Se levanta y le dice a Faulques :</p><p></p><p>Vayamos de reconocimiento más al norte, quizás encontremos un mejor ángulo de ataque.</p><p></p><p>Algunos legionarios se levantan, siguen el ejemplo de sus oficiales, pero muchos son alcanzados. Sin embargo, un puñado de hombres consigue llegar a unos cien metros de las ruinas del puesto. Jeanpierre llama por radio a Lepage : “Podemos engañar a los viets, déjenos actuar”. Lepage no acepta.</p><p></p><p>Al día siguiente, 2 de octubre, se efectúa la maniobra prevista.</p><p></p><p>La idea del coronel es tomar Dong Khé por tenaza, los norte-africanos por el sur, y el BEP por el norte.</p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img218.imageshack.us/img218/2572/29tq2.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>Apoyo de la artillería de That Khé a la columna Lepage que avanza hacia Dong Khé.</strong></p><p></p><p></p><p></p><p>Pasando por las cimas, el grupo “Bayard” se introduce en la jungla. ¡Pero que jungla! Un universo inhumano de espinas y rocas, en el cual desaparecen los hombres, las radios no sirven de nada, donde se avanza cortando vegetación sin ver nada, ni el cielo, ni a los compañeros, ni al enemigo. Pues éstos están ahí, emboscados en medio de los franceses. También están sorprendidos, tienen las mismas dificultades para orientarse. Su única ventaja es que llevan más tiempo allí que el grupo “Bayard” y que por lo tanto conocen algo mejor el terreno. Atacan a bocajarro, se repliegan, atacan de nuevo, mientras los franceses dan vueltas y vueltas si saber dónde están, sobre lo que disparan y si el objetivo que conquistan es correcto.</p><p></p><p>Parece un combate dentro de un túnel. Es una pesadilla.</p><p></p><p>Lepage rinde cuentas. El mando francés todavía está a tiempo de renunciar a su maniobra suicida, de hacer que se repliegue Lepage ya que de nada sirve el heroísmo ante el desastre que se vislumbra. Además, el 3° BCCP no está demasiado lejos tampoco, ya que si se el Alto Mando lo decide, en un par de días podría estar en That Khé. Pero las órdenes siguen en pié, un mensaje lanzado por avión le recuerda que la evacuación de Cao Bang sigue su curso y su misión de reunión con ellos.</p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img160.imageshack.us/img160/8384/13me8.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>Vista aérea del RC 4, en la planicie en el sur de Dong Khe. Es en estos macizos montañosos donde la columna Lepage fue rechazada y aniquilada por las unidades de la Brigada 308 del Viêt-minh. </strong><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"><span style="font-size: 9px">---------- Post added at 08:43 ---------- Previous post was at 08:41 ----------</span></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span><strong>Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 16) :</strong></p><p></p><p></p><p><strong>10.- Los Paracaidistas Franceses en la RC 4. El infierno (parte 03) :</strong></p><p></p><p>Se ordena al grupo “Bayard” que tome a través del monte el camino a Nam Nang, por el que se desviará la columna que viene de Cao Bang. Cae la noche.</p><p></p><p>Empieza la pesadilla. Esta jungla es la peor que uno se puede imaginar. Hay que llevar de todo hasta agua.</p><p></p><p>Ha llegado la hora del triunfo de Giap. Lepage ha dejado al BEP en el camino, formando un tapón. Pero a las ocho de la mañana del 3 de octubre, contraorden :</p><p></p><p>Los viets han aniquilado al 8° Tabor. Corran en su socorro.</p><p></p><p>El BEP marcha, con los cañones hacia Na Kéo, donde se debaten los supervivientes del 8° Tabor. Se encuentra cara a cara con los viets que dan el asalto. Al clarín.</p><p></p><p>El BEP sufre todo el día asaltos ininterrumpidos. Los viets están allí a miles. Salen de la vegetación mineral, surgiendo detrás de cada roca, de cada matorral, y fusilan a los legionarios a quemarropa.</p><p></p><p>El enemigo impide toda tentativa de reagrupamiento. Las pendientes están sembradas de cadáveres. Es alucinante. Por la tarde un viejo “Junker” asmático lanza bombas sobre los viets.</p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img221.imageshack.us/img221/7762/ju527ta8.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>Seis bombarderos AAC-1 “Toucan” franceses (ex Junker Ju-52) del Grupo de Transporte 2/62 “Franche-Comté”, llevando cada uno una docena de bombas de 50 kg. bajo sus alas, ruedan sobre el aeródromo de Bach Maï, para apoyar a los elementos de las columnas Lepage y Charton en la RC 4.</strong></p><p></p><p></p><p></p><p>A las 17 horas, el BEP percibe que el 8° Tabor se está retirando por las cimas. El cerco se empequeñece alrededor de los paracaidistas que contraatacan para abrirse paso. ¡Paso!</p><p></p><p>Pero ¿hacia dónde?</p><p></p><p>El oeste, es decir, la dirección por donde se ha marchado la columna Lepage, está negra de viets. Es un suicidio arriesgarse por los caminos, cuando los hay, como lo es intentar infiltrarse por las colinas ya que hay baterías que impiden el paso.</p><p></p><p>Además, el comandante Segretain se plantea el problema de los heridos. Son varios cientos. ¿Dónde ponerlos? ¿Dónde replegarlos? El puesto de Na Pa, abandonado hace dos días, está plagado de viets que esperan allí el reflujo de los franceses.</p><p></p><p>Por la noche, después de una conversación dramática con Lepage, que se debate algo más lejos contra el aniquilamiento, Segretain obtiene el permiso para dirigirse hasta Luong Phai con los heridos para tratar de alcanzar a la columna Charton, de la que se sabe que los elementos de cabeza están próximos.</p><p></p><p>Pues, paradójicamente, el grupo “Bayard” era el que en un principio tenía que venir en ayuda de Charton, sin embargo ahora todas las esperanzas están puestas en él.</p><p></p><p>La cita tendrá lugar dentro de dos días. Pero Lepage no hará otra cosa que arrastrar a Charton al desastre.</p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img136.imageshack.us/img136/5536/30nx8.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>Recorrido de la columna Charton.</strong></p><p></p><p></p><p></p><p>Mientras tanto, el BEP marcha a través de la espesura. Hace rato que es de noche. Se reúne con los tabors que se han visto retrasados en la 73/2, una trinchera natural que forma una especie de refugio, exactamente en el ángulo del avance. Pero antes ha habido que desalojar a los viets de allí.</p><p></p><p>Extenuados, los paracaidistas, que hace tres días y dos noches que andan y luchan sin parar, creen haber llegado.</p><p></p><p>De hecho, asisten al espectáculo de la aniquilación de los tabors, literalmente tragados por una espantosa emboscada.</p><p></p><p>Segretain pide un nuevo esfuerzo a sus hombres. Hay que pasar. Otro asalto, más heridos, más muertos. Pero el BEP rechaza al enemigo, lo manda de nuevo a la jungla. La noche es negra, el terreno espantoso, apenas recorren doscientos metros por hora. Además, hay que escalar las rocas, subir hasta las cimas. Una y otra vez.</p><p></p><p>Los viets les pisan los talones, ya gritan victoria y cantan.</p><p></p><p>Los heridos se quejan sin cesar, bamboleados de roca en roca, jaleados por sus compañeros que los posan sin dulzura alguna el tiempo de respirar, de abrirse camino a través de un desfiladero, de un camino o de un cerro.</p><p></p><p>No obstante todas estas dificultades, de madrugada, el BEP consigue reagruparse en un emplazamiento defendible. Entonces los paracaidistas se derrumban, agotados, muertos de sueño, mientras velan algunos centinelas a los que se les ha distribuido “Maxiton”.</p><p></p><p>Cuando ya es totalmente de día, Lepage, que sigue sin darse cuenta que su situación es desesperada si no utiliza el grueso de sus hombres para un ataque de ruptura, divide todavía más su dispositivo. Envía al BEP a patrullar las colinas al encuentro del grupo Charton.</p><p></p><p>Luego, bruscamente, los viets aparecen de nuevo, por todas partes. Han aprovechado las divagaciones de Lepage para infiltrarse en la selva y meterse en esta ratonera en la que agoniza la columna, como una gran serpiente cortada en trozos que se agitan desesperadamente.</p><p></p><p>Desde el cuartel general de Lang Son, el mando francés envía a Charton a su socorro por el camino de Quang Liet.</p><p></p><p>Lepage sólo tiene una salida : lanzarse al “abismo” de Coc Xa. Una especie de hondonada, de paredes abruptas como un circo vertical, repleto de vegetación.</p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img222.imageshack.us/img222/8337/a11pj6.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>Coc Xa.</strong></p><p></p><p></p><p></p><p>Una vez allí, Lepage espera ganar tiempo hasta la llegada del salvador, Charton. Además, por el momento, los bordes del “abismo” no están ocupados por el enemigo.</p><p></p><p>Será por poco tiempo.</p><p></p><p>Además de la “ventaja” estratégica momentánea de Coc Xa, existe otra mucho menos desdeñable : una fuente de agua potable. Un verdadero tesoro para este grupo que lleva ahora tres noches luchando sin avituallamiento ni agua.</p><p></p><p>El grupo “Bayard” sólo desea unas horas de descanso. Lepage ha pedido el lanzamiento de municiones en paracaídas : caen demasiado lejos, donde es encuentran los viets.</p><p></p><p>Todo el día lo pasa el grupo “Bayard” en el agujero, contando efectivos, escuchando el informe de los oficiales. Durante todo ese tiempo, el BEP se encuentra sólo a dos kilómetros de allí, sobre el acantilado.</p><p></p><p>Cercado por todos lados y corto de municiones, el batallón intenta salir de un cerco que, ha tomado el aspecto de una apisonadora.</p><p></p><p>Por su parte, Charton recibe sus nuevas órdenes sólo el día 4. Destruye sus vehículos y sus armas pesadas luego pierde del tiempo para encontrar la entrada del camino, abandonado desde hace muchos años. Cada hora día del 4, el avance es lento porque hay que abrir el camino al machete.<span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"><span style="font-size: 9px">---------- Post added at 08:43 ---------- Previous post was at 08:43 ----------</span></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span><strong>Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 17) :</strong></p><p></p><p></p><p><strong>10.- Los Paracaidistas Franceses en la RC 4. El infierno (parte 04) :</strong></p><p></p><p>Giap pone en práctica su táctica : dividir las fuerzas francesas, aislarlas en pequeños grupos para acabar con ellas sin arriesgarse demasiado; pues, a pesar de su superioridad numérica siente que el grupo “Bayard” entero es un pedazo demasiado grande para él.</p><p></p><p>Es exactamente lo que piensa Segretain; intenta hablar por radio con Lepage para suplicarle, ¡así estamos!, que le deje seguir para aliviar la terrible presión que soporta.</p><p></p><p>Pero con Lepage no se puede hablar, no se da cuenta de los acontecimientos. Espera :</p><p></p><p>¡Quédese ahí arriba! Necesitamos una cobertura sobre nuestro flanco. Si los viets se instalan sobre Coc Xa, estamos perdidos.</p><p></p><p>En resumen, lo que le pide al BEP es que se deje asesinar para garantizar la seguridad del grupo.</p><p></p><p>¡No comprende que nuestra única posibilidad de salir con bien de esto es actuar juntos! ¡Y en seguida!</p><p></p><p>Segretain se ha enfadado. Recibe severas palabras de reproche, se le recuerda “el respeto a la jerarquía”.</p><p></p><p>Chilla :</p><p></p><p>¡Pero estamos acorralados sobre el precipicio! ¡Dentro de una hora estaremos muertos o precipitados al vacío!</p><p></p><p>Y no es una metáfora. Los legionarios están luchando con arma blanca en una proporción de uno contra cien, con la espalda en el “abismo”.</p><p></p><p>Carta, el ordenanza de Faulques, dice :</p><p></p><p>Mi teniente, hay un sendero que desciende hasta el valle....</p><p></p><p>Para el BEP es la única salida para librarse de estas tenazas. Pero cae la noche y los viets parece que se retiran : seguramente para tomar aliento y empezar de nuevo.</p><p></p><p>Es entonces cuando Lepage cambia de opinión :</p><p></p><p>¡Bajen a reunirse con nosotros!</p><p></p><p>En plena noche, es una locura. El “sendero” descubierto por Carta no es más que una falla geológica del terreno que va todo a lo largo de la pared en vertical. De día ya es peligroso, pues imaginemos ahora y con los heridos.</p><p></p><p>Lepage mantiene su orden : por la tarde sus exploradores le han señalado que los viets están descendiendo a la hondonada. Y quiere disponer de un “batallón fresco” que se oponga a ellos. Repliega al BEP, pero es para enviarlo a hacerse matar en otro lugar.</p><p></p><p>A partir de la medianoche, los paracaidistas emprenden el descenso al “abismo” ayudándose de lianas. Es peor que todo lo que han pasado hasta ahora.</p><p></p><p>Algunos legionarios resbalan y van a estrellarse, lanzando gritos desesperados, doscientos metros más abajo. Algunos heridos balanceados, caen rodando a lo largo de las paredes.</p><p></p><p>Y lo peor : los viets han conseguido infiltrarse en el “sendero”.</p><p></p><p>En medio de la noche, una mano se extiende. El legionario la coge, es la de un enemigo que lo precipita en el abismo. Se fusilan, se dan puñetazos y patadas a tientas.</p><p></p><p>Poco a poco los viets se acercan a los grupos de camilleros. Es necesario amordazar a los heridos que gimen para pasar desapercibidos....</p><p></p><p>La pesadilla dura toda la noche.</p><p></p><p>Apenas el BEP llega abajo, Lepage decide enviarlo hacia delante, por otro sendero, a través del cual ya se distingue a lo lejos los elementos de la columna Charton.</p><p></p><p>Más o menos en el mismo momento, el 3/3° REI desemboca en el valle de Quang Liet y se encuentra inmediatamente atacado por el enemigo. Charton debe desbordarse por las crestas para que la columna pueda perseguir su marcha. Al atardecer, establece por fin un contacto radio directo con Lepage y se informa de la gravedad de la situación. Sin embargo la unión no puede efectuarse el día siguiente. El terreno más que el enemigo afloja el paso de una columna cada vez más estirada. Por la tarde del 6, el 3/3° REI alcanza solamente la una de las colinas después de severos combates de retaguardia.</p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img215.imageshack.us/img215/7560/31iw4.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>La columna Charton cerca del valle de Quang Liet. </strong></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img218.imageshack.us/img218/4403/36ri0.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img215.imageshack.us/img215/2745/35qo2.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>El avance del 3/3° REI en la RC 4.</strong></p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img218.imageshack.us/img218/9720/37en0.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>Contraataque de elementos del 3/3° REI durante el avance de la columna Charton.</strong></p><p></p><p></p><p></p><p>Hay que marcharse de nuevo. Lepage decide esperar hasta la mañana. Pero, cuando es de día, los elementos enviados por el comandante Segretain para jalonar el camino, anuncian que la “fuente” está en manos de los viets. Para pasar, habrá que volver, ¡otra vez!, a dar el asalto.</p><p></p><p>De los seiscientos legionarios que eran en un principio, apenas quedan doscientos en condiciones reales de combatir.</p><p></p><p>Los oficiales van a ver a Lepage. Le dicen :</p><p></p><p>Ya no tenemos hombres. Casi no nos quedan municiones. Si intentamos abrir la brecha sin apoyo, iremos directamente a la masacre. Avise a Carpentier, pídale toda la aviación posible para la madrugada de mañana. Sólo con esta condición podremos escapar de la catástrofe.</p><p></p><p>Lepage divaga, acaba por aceptar sus razones.</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="FloSof, post: 746247, member: 5836"] [b]Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 15) :[/b] [b]10.- Los Paracaidistas Franceses en la RC 4. El infierno (parte 02) :[/b] El 16 de septiembre, los viets, con cinco batallones de infantería y uno de las armas pesadas, cercan el puesto de Dong Khé. El sitio es defendido desde el 8 de septiembre por 5ª y 6ª Compañía del 2/3° REI (2° Batallón del 3° Regimiento Extranjero de Infantería), es decir cerca de 300 hombres apoyados por un cañón de 105 mm. y uno del 57 mm. La preparación de artillería destruye las fortificaciones a pesar de la intervención de los “kingcobras” de la fuerza aérea que procura silenciar las piezas de artillería enemigas por la tarde. Los bo doï (soldados regulares del Ejército del Viet-minh) se lanzan al asalto, y después de ocho tentativas, penetran en el recinto del puesto. La guarnición cuenta a ya 40 muertos y 86 heridos. Un violento contraataque les permite recuperar un poco de terreno perdido. Los combates se prosiguen toda noche. Ciertos blocaos cambian de manos repetidas veces antes de estar perdido definitivamente. El fortín del sudeste se hunde hacia las 6 de la mañana. Un solo superviviente puede reunir a la treintena de supervivientes en la ciudadela. [URL=http://imageshack.us][img]http://img376.imageshack.us/img376/1937/a10yu3.jpg[/img][/URL] [b]“Kingcobras” franceses en Indochina.[/b] Después de un último mensaje radio al amanecer, los legionarios resisten todavía todo el día. El capitán Jaugeon distribuye a los 19 legionarios todavía válidos para el combate los 300 últimos cartuchos. Tres grupos intentan infiltrarse en las líneas enemigas escondidos en la oscuridad. Cinco días más tarde, el capitán Allioux llega a That Khé con 8 legionarios guiñaposos y agotados. En los días siguientes, dos cabos, y luego un sargento se les reúnen después de haberse evadido. Otros llegan en los días siguientes. 85 legionarios murieron. Otros 140 tomaron el camino de la cautividad, heridos o sepultados bajo una marea humana. Las pérdidas enemigas probablemente oscilan entre 500 y 800 hombres fuera de combate. A pesar de la caída de Dong Khé, la evacuación de Cao Bang y la RC 4 es mantenida. Lo que causa el enojo del coronel Charton, advertido en el último momento por el general Alessandri, el que también no es partidario de la operación. La guarnición consta del 3/3° REI (600 hombres) del comandante Forget, un batallón de partisanos, una sección de ingenieros, una sección de artillería y 600 goumiers del 3° Tabor (Batallón de Tiradores Marroquíes) recientemente aerotransportados de refuerzo. Los 1.600 hombres de la columna deja a Cao Bang el 1° de octubre después de haber destruido 150 toneladas de municiones y las fortificaciones del puesto. Consta de algunos vehículos y cerca de 600 civiles que temen las represalias de los viets y no pudieron ser evacuados por avión. Hay que sin embargo recorrer 22 kilómetros sobre la RC 4 para reunirse con el grupo “Bayard” del coronel Lepage que está frente a 3.500 hombres. El alto mando piensa así tomar a los viets por sorpresa y constituir una fuerza capaz de rechazar todos los ataques. Protegido por la selva, el Viet-minh compromete sin despertar la atención los regimientos 36, 88, 99, 165, 174, 175, 209 y 246 pero también la Brigada 308 (la famosa “brigada de hierro”, transformada unidad de élite y pronto en división.), además de unidades regionales, es decir en resumen una treintena de batallones entre las que están 6 o 7 de las armas pesadas. Para dirigir a esta masa de 20.000 hombres, Giap dispone por primera vez de medios de radios. [URL=http://imageshack.us][img]http://img139.imageshack.us/img139/8167/27uk7.jpg[/img][/URL] [b]Legionarios del 2/3 REI en la región de That Khé en septiembre de 1950.[/b] Vemos al grupo “Bayard”. Lepage que no tenía orden formal de abrirse camino al encuentro de la guarnición de Cao Bang, pero que lo sospechaba, ya no estaba nada contento al principio. Artillero, esperaba la orden de regreso a su país una vez finalizada su “estancia normal”. En lugar de eso, le colocan este grupo, extrañamente llamado “Bayard” y compuesto por tres batallones de norte-africanos cansados también al final de la campaña, el 1°, 8° y 11° Tabors, más unidades de apoyo. Su misión consistirá en no recorrer más de 6 kilómetros para encontrarse con la columna que viene de Cao Bang. [URL=http://imageshack.us][img]http://img218.imageshack.us/img218/3369/38dc5.jpg[/img][/URL] [b]El comandante De Chergé, el teniente coronel Lepage y el general Carpentier. [/b] [URL=http://imageshack.us][img]http://img66.imageshack.us/img66/7421/a01wg4.jpg[/img][/URL] [URL=http://imageshack.us][img]http://img66.imageshack.us/img66/6793/a02uv8.jpg[/img][/URL] [b]Tabors marroquíes en la Guerra de Indochina. En la segunda foto se observa al coronel Constans, al mando de la guarnición de Lang Son.[/b] Por lo tanto solicita, únicamente para dar un poco de tono a su columna, el refuerzo de una unidad de paracaidistas. Le han enviado al 1° Batallón Extranjero de Paracaidistas (1° BEP). Unidad que también está finalizando su estancia, pero no le importa. Los legionarios paracaidistas saltan sobre That Khé la víspera de la llegada de Lepage, el 18 de septiembre. Es una de las mejores unidades de Indochina. Mandada por un hombre de hierro, el comandante Segretain, cuenta con unos oficiales tan duros, o más : Jeanpierre, Faulques, Marcé y Leduq. Sin hablar de los suboficiales y legionarios que desde hace dos años (1948 es la fecha de creación del batallón) arrastran sus botas por los azares de la Guerra de Indochina. [URL=http://imageshack.us][img]http://img91.imageshack.us/img91/2333/18tp7.jpg[/img][/URL] [URL=http://imageshack.us][img]http://img84.imageshack.us/img84/3549/19jh7.jpg[/img][/URL] [b]Paracaidistas del 1° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas), en las primeras operaciones en la retirada de la RC 4, en septiembre de 1950. [/b] Esperan durante una semana, Lepage no tiene órdenes y no las pide. El 1° BEP se pregunta para qué ha venido. ¡Menudo aburrimiento!, gruñen los legionarios. ¿Qué demonios hacemos aquí?, añaden los oficiales. ¿Qué esperamos?, pregunta Segretain. Esperamos órdenes, explica Lepage, un hombre disciplinado y piadoso que comulga todas las mañanas. De todas formas, al cabo de ocho días parece que el Alto Mando empieza a dejar entrever sus intenciones. Lanzan en paracaídas un montón de muñecos de soldados, ni siquiera son nuevos, están remendados. Es una pista; quiere decir que habrá que andar, pero que la Intendencia no tiene esperanzas de volverlos a ver... El 30 de septiembre, un mensaje : “Orden de tomar Dong Khé antes del 2 de octubre a mediodía”. Lepage intenta protestar, pero la orden ha sido confirmada. Por la noche, reúne a sus jefes de cuerpo. Es deprimente : después de haber dado a conocer las instrucciones, el coronel añade : Espero que Dong Khé no esté en poder de los viets, ya que en ese caso no sé cómo lo haremos para tomarlo... Los jóvenes oficiales y los paracaidistas se encogen de hombros. Ya desde el principio se han sentido superiores y lo serán hasta el final. La RC 4 está desierta. Ni un viet. Ni un disparo. Esto me huele mal, dice Carla, un italiano, antiguo campeón de boxeo y “guardia de cuerpo” del teniente Faulques. Pero a los legionarios les importa un bledo : es el Pelotón de Estudiantes Graduados (PEG) el que abre el camino. Se bambolean como pavos reales llevando en el corazón el deseo de destacar, de actuar mejor que los otros, y no solamente para ganar un lugar en la clasificación final, sino porque son graduados en potencia. A pesar de todo lo encuentran fácil. Demasiado fácil. Por la noche el BEP llega al antiguo puesto de Na Pa. Los viets siguen sin aparecer mientras que la vegetación lleva sus matorrales inextricables hasta la carretera. [b]Que carretera, si no es más que un camino de montaña, de superficie de tierra. Recuerdan esa película con Mel Gibson del año 2002 llamada, por lo menos con ese nombre llego a Chile, “Cuando Eramos Soldados”, recuerdan al comienzo cuando una columna francesa era atacada y destruida por los viets, así más menos era la RC 4.[/b] Bueno volvamos al BEP en la RC 4 de 1950. Sin embargo y pese a lo tranquilo que todo se veía para el BEP, Faulques cae por la mañana sobre una patrulla viet. Mata a tres, pero dos tienen tiempo de huir. Por radio, el capitán Jeanpierre ordena : “Abre la brecha con tu pelotón. Es nuestra única posibilidad de tomar Dong Khé si el puesto está vacío”. [URL=http://imageshack.us][img]http://img225.imageshack.us/img225/8961/26px3.jpg[/img][/URL] [b]Vista aérea del puesto de Dong Khé dominado por las alturas vecinas.[/b] [URL=http://imageshack.us][img]http://img383.imageshack.us/img383/9743/40ue1.jpg[/img][/URL] [b]Otra vista aérea de Dong Khé.[/b] El PEG se lanza en avalancha. Recorren kilómetros y kilómetros. Al pasar el último puesto, se encuentran ante el espectáculo de los arrozales y las ruinas del puesto. Pero ni un movimiento, ni un ruido, ni un viet. [URL=http://imageshack.us][img]http://img227.imageshack.us/img227/3315/a03ri3.jpg[/img][/URL] [b]Miembros del PEG disparando una ametralladora.[/b] Faulques se pregunta : ¿Dónde estarán? Su instinto de luchador le dice que están allí, escondidos, al acecho. Pero ¿donde? A grandes cansadas los estudiantes graduados descienden a la hondonada, franquean los obstáculos y llegan al borde de un riachuelo cerca del puente al pie de la colina. Son las cinco de la tarde. De una pequeña pagoda que los franceses habían dispuesto como blocao, los viets abren fuego. Morteros y ametralladoras forman una barrera infranqueable. El PEG queda clavado al suelo instantáneamente. Detrás, el resto de la compañía que le seguía intenta acudir en ayuda de Faulques, pero es en vano. Bajo los obuses, Jeanpierre se reúne con Faulques : No creo que haya muchos viets aquí. Si Lepage baja y lanza su columna al asalto, tomamos el puesto. Pero no viene nadie. El coronel tergiversa las cosas, y piensa en una gran operación. Operación pospuesta para el día siguiente : ha pedido el lanzamiento en paracaídas de dos cañones. Por la noche, la situación sigue igual. Los viets están ahí. Todo el ejército viet ni se mueve, ni se deja ver. Espera. Los franceses tampoco se mueven. En la llanura el PEG está en mala situación; en cuanto se mueve un hombre, los viets abren fuego. [URL=http://imageshack.us][img]http://img91.imageshack.us/img91/873/20wk8.jpg[/img][/URL] [URL=http://imageshack.us][img]http://img87.imageshack.us/img87/5599/a04cc0.jpg[/img][/URL] [b]Miembros de las secciones de morteros del 1° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas), en el ataque a Dong Khé, en la RC 4, en octubre de 1950. [/b] Jeanpierre se harta. Se levanta y le dice a Faulques : Vayamos de reconocimiento más al norte, quizás encontremos un mejor ángulo de ataque. Algunos legionarios se levantan, siguen el ejemplo de sus oficiales, pero muchos son alcanzados. Sin embargo, un puñado de hombres consigue llegar a unos cien metros de las ruinas del puesto. Jeanpierre llama por radio a Lepage : “Podemos engañar a los viets, déjenos actuar”. Lepage no acepta. Al día siguiente, 2 de octubre, se efectúa la maniobra prevista. La idea del coronel es tomar Dong Khé por tenaza, los norte-africanos por el sur, y el BEP por el norte. [URL=http://imageshack.us][img]http://img218.imageshack.us/img218/2572/29tq2.jpg[/img][/URL] [b]Apoyo de la artillería de That Khé a la columna Lepage que avanza hacia Dong Khé.[/b] Pasando por las cimas, el grupo “Bayard” se introduce en la jungla. ¡Pero que jungla! Un universo inhumano de espinas y rocas, en el cual desaparecen los hombres, las radios no sirven de nada, donde se avanza cortando vegetación sin ver nada, ni el cielo, ni a los compañeros, ni al enemigo. Pues éstos están ahí, emboscados en medio de los franceses. También están sorprendidos, tienen las mismas dificultades para orientarse. Su única ventaja es que llevan más tiempo allí que el grupo “Bayard” y que por lo tanto conocen algo mejor el terreno. Atacan a bocajarro, se repliegan, atacan de nuevo, mientras los franceses dan vueltas y vueltas si saber dónde están, sobre lo que disparan y si el objetivo que conquistan es correcto. Parece un combate dentro de un túnel. Es una pesadilla. Lepage rinde cuentas. El mando francés todavía está a tiempo de renunciar a su maniobra suicida, de hacer que se repliegue Lepage ya que de nada sirve el heroísmo ante el desastre que se vislumbra. Además, el 3° BCCP no está demasiado lejos tampoco, ya que si se el Alto Mando lo decide, en un par de días podría estar en That Khé. Pero las órdenes siguen en pié, un mensaje lanzado por avión le recuerda que la evacuación de Cao Bang sigue su curso y su misión de reunión con ellos. [URL=http://imageshack.us][img]http://img160.imageshack.us/img160/8384/13me8.jpg[/img][/URL] [b]Vista aérea del RC 4, en la planicie en el sur de Dong Khe. Es en estos macizos montañosos donde la columna Lepage fue rechazada y aniquilada por las unidades de la Brigada 308 del Viêt-minh. [/b][COLOR="Silver"] [SIZE=1]---------- Post added at 08:43 ---------- Previous post was at 08:41 ----------[/SIZE] [/COLOR][b]Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 16) :[/b] [b]10.- Los Paracaidistas Franceses en la RC 4. El infierno (parte 03) :[/b] Se ordena al grupo “Bayard” que tome a través del monte el camino a Nam Nang, por el que se desviará la columna que viene de Cao Bang. Cae la noche. Empieza la pesadilla. Esta jungla es la peor que uno se puede imaginar. Hay que llevar de todo hasta agua. Ha llegado la hora del triunfo de Giap. Lepage ha dejado al BEP en el camino, formando un tapón. Pero a las ocho de la mañana del 3 de octubre, contraorden : Los viets han aniquilado al 8° Tabor. Corran en su socorro. El BEP marcha, con los cañones hacia Na Kéo, donde se debaten los supervivientes del 8° Tabor. Se encuentra cara a cara con los viets que dan el asalto. Al clarín. El BEP sufre todo el día asaltos ininterrumpidos. Los viets están allí a miles. Salen de la vegetación mineral, surgiendo detrás de cada roca, de cada matorral, y fusilan a los legionarios a quemarropa. El enemigo impide toda tentativa de reagrupamiento. Las pendientes están sembradas de cadáveres. Es alucinante. Por la tarde un viejo “Junker” asmático lanza bombas sobre los viets. [URL=http://imageshack.us][img]http://img221.imageshack.us/img221/7762/ju527ta8.jpg[/img][/URL] [b]Seis bombarderos AAC-1 “Toucan” franceses (ex Junker Ju-52) del Grupo de Transporte 2/62 “Franche-Comté”, llevando cada uno una docena de bombas de 50 kg. bajo sus alas, ruedan sobre el aeródromo de Bach Maï, para apoyar a los elementos de las columnas Lepage y Charton en la RC 4.[/b] A las 17 horas, el BEP percibe que el 8° Tabor se está retirando por las cimas. El cerco se empequeñece alrededor de los paracaidistas que contraatacan para abrirse paso. ¡Paso! Pero ¿hacia dónde? El oeste, es decir, la dirección por donde se ha marchado la columna Lepage, está negra de viets. Es un suicidio arriesgarse por los caminos, cuando los hay, como lo es intentar infiltrarse por las colinas ya que hay baterías que impiden el paso. Además, el comandante Segretain se plantea el problema de los heridos. Son varios cientos. ¿Dónde ponerlos? ¿Dónde replegarlos? El puesto de Na Pa, abandonado hace dos días, está plagado de viets que esperan allí el reflujo de los franceses. Por la noche, después de una conversación dramática con Lepage, que se debate algo más lejos contra el aniquilamiento, Segretain obtiene el permiso para dirigirse hasta Luong Phai con los heridos para tratar de alcanzar a la columna Charton, de la que se sabe que los elementos de cabeza están próximos. Pues, paradójicamente, el grupo “Bayard” era el que en un principio tenía que venir en ayuda de Charton, sin embargo ahora todas las esperanzas están puestas en él. La cita tendrá lugar dentro de dos días. Pero Lepage no hará otra cosa que arrastrar a Charton al desastre. [URL=http://imageshack.us][img]http://img136.imageshack.us/img136/5536/30nx8.jpg[/img][/URL] [b]Recorrido de la columna Charton.[/b] Mientras tanto, el BEP marcha a través de la espesura. Hace rato que es de noche. Se reúne con los tabors que se han visto retrasados en la 73/2, una trinchera natural que forma una especie de refugio, exactamente en el ángulo del avance. Pero antes ha habido que desalojar a los viets de allí. Extenuados, los paracaidistas, que hace tres días y dos noches que andan y luchan sin parar, creen haber llegado. De hecho, asisten al espectáculo de la aniquilación de los tabors, literalmente tragados por una espantosa emboscada. Segretain pide un nuevo esfuerzo a sus hombres. Hay que pasar. Otro asalto, más heridos, más muertos. Pero el BEP rechaza al enemigo, lo manda de nuevo a la jungla. La noche es negra, el terreno espantoso, apenas recorren doscientos metros por hora. Además, hay que escalar las rocas, subir hasta las cimas. Una y otra vez. Los viets les pisan los talones, ya gritan victoria y cantan. Los heridos se quejan sin cesar, bamboleados de roca en roca, jaleados por sus compañeros que los posan sin dulzura alguna el tiempo de respirar, de abrirse camino a través de un desfiladero, de un camino o de un cerro. No obstante todas estas dificultades, de madrugada, el BEP consigue reagruparse en un emplazamiento defendible. Entonces los paracaidistas se derrumban, agotados, muertos de sueño, mientras velan algunos centinelas a los que se les ha distribuido “Maxiton”. Cuando ya es totalmente de día, Lepage, que sigue sin darse cuenta que su situación es desesperada si no utiliza el grueso de sus hombres para un ataque de ruptura, divide todavía más su dispositivo. Envía al BEP a patrullar las colinas al encuentro del grupo Charton. Luego, bruscamente, los viets aparecen de nuevo, por todas partes. Han aprovechado las divagaciones de Lepage para infiltrarse en la selva y meterse en esta ratonera en la que agoniza la columna, como una gran serpiente cortada en trozos que se agitan desesperadamente. Desde el cuartel general de Lang Son, el mando francés envía a Charton a su socorro por el camino de Quang Liet. Lepage sólo tiene una salida : lanzarse al “abismo” de Coc Xa. Una especie de hondonada, de paredes abruptas como un circo vertical, repleto de vegetación. [URL=http://imageshack.us][img]http://img222.imageshack.us/img222/8337/a11pj6.jpg[/img][/URL] [b]Coc Xa.[/b] Una vez allí, Lepage espera ganar tiempo hasta la llegada del salvador, Charton. Además, por el momento, los bordes del “abismo” no están ocupados por el enemigo. Será por poco tiempo. Además de la “ventaja” estratégica momentánea de Coc Xa, existe otra mucho menos desdeñable : una fuente de agua potable. Un verdadero tesoro para este grupo que lleva ahora tres noches luchando sin avituallamiento ni agua. El grupo “Bayard” sólo desea unas horas de descanso. Lepage ha pedido el lanzamiento de municiones en paracaídas : caen demasiado lejos, donde es encuentran los viets. Todo el día lo pasa el grupo “Bayard” en el agujero, contando efectivos, escuchando el informe de los oficiales. Durante todo ese tiempo, el BEP se encuentra sólo a dos kilómetros de allí, sobre el acantilado. Cercado por todos lados y corto de municiones, el batallón intenta salir de un cerco que, ha tomado el aspecto de una apisonadora. Por su parte, Charton recibe sus nuevas órdenes sólo el día 4. Destruye sus vehículos y sus armas pesadas luego pierde del tiempo para encontrar la entrada del camino, abandonado desde hace muchos años. Cada hora día del 4, el avance es lento porque hay que abrir el camino al machete.[COLOR="Silver"] [SIZE=1]---------- Post added at 08:43 ---------- Previous post was at 08:43 ----------[/SIZE] [/COLOR][b]Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 17) :[/b] [b]10.- Los Paracaidistas Franceses en la RC 4. El infierno (parte 04) :[/b] Giap pone en práctica su táctica : dividir las fuerzas francesas, aislarlas en pequeños grupos para acabar con ellas sin arriesgarse demasiado; pues, a pesar de su superioridad numérica siente que el grupo “Bayard” entero es un pedazo demasiado grande para él. Es exactamente lo que piensa Segretain; intenta hablar por radio con Lepage para suplicarle, ¡así estamos!, que le deje seguir para aliviar la terrible presión que soporta. Pero con Lepage no se puede hablar, no se da cuenta de los acontecimientos. Espera : ¡Quédese ahí arriba! Necesitamos una cobertura sobre nuestro flanco. Si los viets se instalan sobre Coc Xa, estamos perdidos. En resumen, lo que le pide al BEP es que se deje asesinar para garantizar la seguridad del grupo. ¡No comprende que nuestra única posibilidad de salir con bien de esto es actuar juntos! ¡Y en seguida! Segretain se ha enfadado. Recibe severas palabras de reproche, se le recuerda “el respeto a la jerarquía”. Chilla : ¡Pero estamos acorralados sobre el precipicio! ¡Dentro de una hora estaremos muertos o precipitados al vacío! Y no es una metáfora. Los legionarios están luchando con arma blanca en una proporción de uno contra cien, con la espalda en el “abismo”. Carta, el ordenanza de Faulques, dice : Mi teniente, hay un sendero que desciende hasta el valle.... Para el BEP es la única salida para librarse de estas tenazas. Pero cae la noche y los viets parece que se retiran : seguramente para tomar aliento y empezar de nuevo. Es entonces cuando Lepage cambia de opinión : ¡Bajen a reunirse con nosotros! En plena noche, es una locura. El “sendero” descubierto por Carta no es más que una falla geológica del terreno que va todo a lo largo de la pared en vertical. De día ya es peligroso, pues imaginemos ahora y con los heridos. Lepage mantiene su orden : por la tarde sus exploradores le han señalado que los viets están descendiendo a la hondonada. Y quiere disponer de un “batallón fresco” que se oponga a ellos. Repliega al BEP, pero es para enviarlo a hacerse matar en otro lugar. A partir de la medianoche, los paracaidistas emprenden el descenso al “abismo” ayudándose de lianas. Es peor que todo lo que han pasado hasta ahora. Algunos legionarios resbalan y van a estrellarse, lanzando gritos desesperados, doscientos metros más abajo. Algunos heridos balanceados, caen rodando a lo largo de las paredes. Y lo peor : los viets han conseguido infiltrarse en el “sendero”. En medio de la noche, una mano se extiende. El legionario la coge, es la de un enemigo que lo precipita en el abismo. Se fusilan, se dan puñetazos y patadas a tientas. Poco a poco los viets se acercan a los grupos de camilleros. Es necesario amordazar a los heridos que gimen para pasar desapercibidos.... La pesadilla dura toda la noche. Apenas el BEP llega abajo, Lepage decide enviarlo hacia delante, por otro sendero, a través del cual ya se distingue a lo lejos los elementos de la columna Charton. Más o menos en el mismo momento, el 3/3° REI desemboca en el valle de Quang Liet y se encuentra inmediatamente atacado por el enemigo. Charton debe desbordarse por las crestas para que la columna pueda perseguir su marcha. Al atardecer, establece por fin un contacto radio directo con Lepage y se informa de la gravedad de la situación. Sin embargo la unión no puede efectuarse el día siguiente. El terreno más que el enemigo afloja el paso de una columna cada vez más estirada. Por la tarde del 6, el 3/3° REI alcanza solamente la una de las colinas después de severos combates de retaguardia. [URL=http://imageshack.us][img]http://img215.imageshack.us/img215/7560/31iw4.jpg[/img][/URL] [b]La columna Charton cerca del valle de Quang Liet. [/b] [URL=http://imageshack.us][img]http://img218.imageshack.us/img218/4403/36ri0.jpg[/img][/URL] [URL=http://imageshack.us][img]http://img215.imageshack.us/img215/2745/35qo2.jpg[/img][/URL] [b]El avance del 3/3° REI en la RC 4.[/b] [URL=http://imageshack.us][img]http://img218.imageshack.us/img218/9720/37en0.jpg[/img][/URL] [b]Contraataque de elementos del 3/3° REI durante el avance de la columna Charton.[/b] Hay que marcharse de nuevo. Lepage decide esperar hasta la mañana. Pero, cuando es de día, los elementos enviados por el comandante Segretain para jalonar el camino, anuncian que la “fuente” está en manos de los viets. Para pasar, habrá que volver, ¡otra vez!, a dar el asalto. De los seiscientos legionarios que eran en un principio, apenas quedan doscientos en condiciones reales de combatir. Los oficiales van a ver a Lepage. Le dicen : Ya no tenemos hombres. Casi no nos quedan municiones. Si intentamos abrir la brecha sin apoyo, iremos directamente a la masacre. Avise a Carpentier, pídale toda la aviación posible para la madrugada de mañana. Sólo con esta condición podremos escapar de la catástrofe. Lepage divaga, acaba por aceptar sus razones. [/QUOTE]
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Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
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