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<blockquote data-quote="FloSof" data-source="post: 746260" data-attributes="member: 5836"><p><strong>Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 40) : </strong></p><p></p><p></p><p><strong>22.- Los Paracaidistas Franceses en Dien Bien Phu (parte 02) : </strong></p><p></p><p></p><p><strong>B.- PIMs Paracaidistas en Dien Bien Phu :</strong> </p><p></p><p>- ¡No te has mirado bien! ¡Tienes una pinta!</p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://img142.imageshack.us/i/pim01.jpg/"><img src="http://img142.imageshack.us/img142/8924/pim01.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>Puesto de radio del 6° BCCP durante la operación “Claude”, en 1949. Nótese a un PIM (“Prisionero Interno Militar”), usando la manivela del equipo de energía.</strong></p><p></p><p></p><p></p><p>El sargento Ganzer no se ríe. Desde las cinco de la tarde de ese 13 de Marzo de 1954 no han dejado de ser atacados desde todas partes. Un diluvio de hierro y de fuego que lo llena todo de un humo amargo y de un polvo ocre que se levanta con las explosione y que nunca llega a caer del todo. Y, en medio del infierno de estas primeras horas de lo que se convertirá en la batalla de Dien Bien Phu, el sargento, para no desfallecer, se pelea con su miedo, con sus hombres, con los viets. No se encuentra en primera línea, pero está tan expuesto como los legionarios de Beatrice, que luchan en este momento contra las tropas asaltantes. Su trabajo consiste en asegurar el tiro de una de las piezas de mortero de 120, colocada en los flancos de Dominique 2, contra viento y marea. Principalmente contra unas condiciones terriblemente adversas, ya que en el espacio de dos horas, en esta posición donde los combatientes se ven obligados a mantener el busto fuera del agujero, más de la mitad del efectivo de la compañía ha sido matado.</p><p></p><p>- ¡ Ganzer ! – vocifera el jefe de sección, que se encuentra muy cerca, en el Puesto Central, una especie de cabaña medio derruida -. Envía dos tipos a la segunda pieza, el cabo Drescher y los cuatro ayudantes acaban de ser matados...</p><p></p><p>- Ya no me queda nadie, mi teniente. Acabo de enviar a Scoch y a Pfenning a atender la pieza número tres...</p><p></p><p>Es entonces cuanto Tu – llamado Toutou por la sección de morteros – ofrece sus servicios para asegurar la permanencia del tiro en la segunda pieza.</p><p></p><p>Ganzer observa al pequeño vietnamita. Con su sombrero plano, arrugado como una pasa, sus ojos tan redondos y una nariz aplastada, curiosamente vuelta hacia arriba, parece un payaso en espera de su número.</p><p></p><p>“¡No te has mirado bien! ¡Tienes una pinta!”</p><p></p><p>Pero Tu no se pica. No entra dentro de sus atribuciones el picarse. Es un PIM.</p><p></p><p>Los PIM son los “Prisioneros Internos Militares” que siguen a las compañías como auxiliares encargados de las tareas de poca responsabilidad, como transportar las cargas, los aparatos de radio, cocinar un poco, hacer algo de colada. Este nombre genérico encierra dos categorías : los “PIM de hecho”, que son “propiedad privada de las unidades. Recogido generalmente en el curso de las operaciones, con un viejo fusil – o sólo con la “pinta de viet” -, recibieron primero una paliza, pero el mismo día compartieron las raciones de los que les habían hecho prisioneros. Al día siguiente, prepararon la comida, después de haber llevado el aparato de radio del jefe; con lo que las dos partes sacarán provecho de la situación. Quince días más tarde, estaban ya “integrados” en la compañía. Con una paciencia completamente asiática, se habían confeccionado un uniforme – ni del todo civil, ni completamente militar – y a partir de entonces unían su destino al de la unidad.</p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://img142.imageshack.us/i/pim02m.jpg/"><img src="http://img142.imageshack.us/img142/1568/pim02m.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>En el curso de un reconocimiento del GMNA (Grupo Móvil Norafricano) en el pueblo de Dong Luong, los tiradores y los PIMs (“Prisioneros Internos Militares”) de la unidad se ponen a cubierto. Uno de estos últimos es portador de una emisora receptora BC-1000, uno de las tareas tradicionalmente destinado a los PIMs, al igual que el transporte de las municiones y de los heridos. Foto de junio de 1951.</strong></p><p></p><p></p><p></p><p>Al contrario de los “PIM de hecho” (clandestinos por definición), los “PIM de derecho” son recogidos por la Cruz Roja y “prestados” a las compañías durante la duración de una operación. Pero, si ésta lo permite, siguen la suerte de los primeros : integrados rápidamente, se convierten en “PIM orgánicos”, figurando en los controles del material junto a las carabinas, las lonas de las tiendas de campaña o los equipos colectivos.</p><p></p><p>Tu es un “PIM de derecho”. Pero es también un “clandestino”, paradójicamente. Hace ya seis meses que pertenece a la sección paracaidista de morteros pesados. Es lo mismo que decir que conoce el material tan bien como sus propios miembros; en la práctica tanto como el jefe de pieza. Por otra parte, ha saltado sobre Dien Bien Phu con los legionarios. Lo que, por supuesto, es completamente ilegal.</p><p></p><p>Antes de partir, al pie de los aviones, cuyos motores ya estaban en marcha, el teniente Molinet, al mando de la compañía de morteros, se lo indicó al jefe de sección. Pero éste contestó tranquilamente :</p><p></p><p>- No tiene importancia. Lo he declarado evadido desde hace dos días y lo he enrolado bajo un nombre falso...</p><p></p><p>- ¿Por qué?</p><p></p><p>- Porque es el ordenanza más potable que he tenido sede hace años. Y eso bien vale una pequeña trampa : es la única cosa que hace soportable las guerras...</p><p></p><p>Desde el 20 de Noviembre, Tu, conservando siempre su título de “PIM orgánico”, forma parte de la sección ( con un estatuto híbrido que contiene algo de turista admitido y algo de postulante tolerado ), a condición de permanecer en un papel subalterno y de no mezclarse en trabajos serios. Sobre todo, cuando da comienzo el combate.</p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://img142.imageshack.us/i/pim03.jpg/"><img src="http://img142.imageshack.us/img142/5410/pim03.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>Revisión diaria matinal de PIMs (“Prisioneros Internos Militares”), en el campo de Kompong Cham. Foto de mayo 1952.</strong></p><p></p><p></p><p></p><p>Tu sonríe dulcemente al sargento Ganzer. Siempre sonríe, incluso cuando el teniente, para desahogarse, lo insulta o lo maltrata. Normalmente, sabe cuál es su sitio.</p><p></p><p>- ¿Qué hacer, entonces? – le pregunta a Ganzer -. Si Drescher muerto, la segunda pieza ya no poder tirar. Con Tu, poder... </p><p></p><p>Con el rostro brillante de sudor, el cuerpo manchado de polvo, Ganzer apenas interrumpe la alimentación de su pieza para suspirar :</p><p></p><p>- No tengo tiempo para discutir. No eres capaz... no sirves para esto. ¡Aparta! – Se da vuelta y ordena - ¡Fuego!</p><p></p><p>- En primer lugar, no sabrías arreglártelas.</p><p></p><p>- ¡Sí, jefe! Yo he mirado bien cómo hacer para tirar. Yo saberlo bien.</p><p></p><p>Ganzer se rinde. Si este obstinado PIM continúa dándole lata, seguro que cometerá un error. Y, allí, en Beatrice, no es el momento adecuado. Los compañeros necesitan la ayuda de los 120.</p><p></p><p>- Si tanto sabes, ve – contesta -. Pero espabílate.</p><p></p><p>Tu saluda, recoge al pasar un casco abandonado, y corre hacia el alvéolo. Está sólo. A su alrededor, cuatro cuerpos hechos pedazos. Camaradas, casi amigos. Drescher, el cabo, con su fino bigote rubio y una nariz tremendamente larga. Runde, el borracho, con sus labios rojos a pesar de la sangre derramada. Minitti, el italiano; y Scoch, un antiguo boxeador austríaco, con la cabeza afeitada y el rostro marcado.</p><p></p><p>Tu, amistosamente, les dirige una sonrisa afectuosa. En seis meses había aprendido a conocerlos y había entre ellos la complicidad y la lástima de los viejos soldados. Pega un ojo en el punto de mira, corrige la puntería, coloca la “bola” en su lugar y anuncia :</p><p></p><p>- ¡Pieza lista! – reglamentario hasta el final.</p><p></p><p>- ¡Fuego! – contesta Ganzer, sorprendido y emocionado a la vez.</p><p></p><p>Durante toda la noche, a pesar del tiro de contrabatería enemigo que matará aún a muchos – entre los cuales Ganzer -, y a pesar de su cansancio, Tu reemplaza él sólo a los seis soldados habituales. Asegurará, sin desfallecer, la misión de la segunda pieza de artillería.</p><p></p><p>Por la mañana, cuando la “hondonada” de Dien Bien Phu se presente soleada, negra por la pólvora y gris por las cenizas, despedazada, maltratada, pero a la vez extrañamente silenciosa, en Dominique 2, en medio del alvéolo trastornado de un mortero de 120, un PIM agotado se derrumbará sobre el tubo.</p><p></p><p>Humildemente, como excusándose por haber usurpado el lugar de un combatiente, preguntará a su jefe de sección :</p><p></p><p>- ¿Quizás, ahora podré llevar la boina de paracaidista?</p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://img142.imageshack.us/i/pim04.jpg/"><img src="http://img142.imageshack.us/img142/4148/pim04.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>Paracaidistas franceses seguidos por un PIM (“Prisionero Interno Militar”) en Dien Bien Phu. Fecha marzo de 1954. </strong></p><p></p><p></p><p></p><p>Esta historia refleja algo de lo que fueron los PIM en Dien Bien Phu, y además la importancia que ha tenido y tiene la boina para los paracaidistas franceses, y quizás para los paracaidistas de todo el mundo.......la boina es un símbolo en las tropas paracaidistas de casi todo el planeta.</p><p></p><p></p><p><strong>Fuente :</strong></p><p></p><p>Les Paras (E. Bergot ).</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="FloSof, post: 746260, member: 5836"] [b]Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 40) : [/b] [b]22.- Los Paracaidistas Franceses en Dien Bien Phu (parte 02) : [/b] [b]B.- PIMs Paracaidistas en Dien Bien Phu :[/b] - ¡No te has mirado bien! ¡Tienes una pinta! [URL=http://img142.imageshack.us/i/pim01.jpg/][img]http://img142.imageshack.us/img142/8924/pim01.jpg[/img][/URL] [b]Puesto de radio del 6° BCCP durante la operación “Claude”, en 1949. Nótese a un PIM (“Prisionero Interno Militar”), usando la manivela del equipo de energía.[/b] El sargento Ganzer no se ríe. Desde las cinco de la tarde de ese 13 de Marzo de 1954 no han dejado de ser atacados desde todas partes. Un diluvio de hierro y de fuego que lo llena todo de un humo amargo y de un polvo ocre que se levanta con las explosione y que nunca llega a caer del todo. Y, en medio del infierno de estas primeras horas de lo que se convertirá en la batalla de Dien Bien Phu, el sargento, para no desfallecer, se pelea con su miedo, con sus hombres, con los viets. No se encuentra en primera línea, pero está tan expuesto como los legionarios de Beatrice, que luchan en este momento contra las tropas asaltantes. Su trabajo consiste en asegurar el tiro de una de las piezas de mortero de 120, colocada en los flancos de Dominique 2, contra viento y marea. Principalmente contra unas condiciones terriblemente adversas, ya que en el espacio de dos horas, en esta posición donde los combatientes se ven obligados a mantener el busto fuera del agujero, más de la mitad del efectivo de la compañía ha sido matado. - ¡ Ganzer ! – vocifera el jefe de sección, que se encuentra muy cerca, en el Puesto Central, una especie de cabaña medio derruida -. Envía dos tipos a la segunda pieza, el cabo Drescher y los cuatro ayudantes acaban de ser matados... - Ya no me queda nadie, mi teniente. Acabo de enviar a Scoch y a Pfenning a atender la pieza número tres... Es entonces cuanto Tu – llamado Toutou por la sección de morteros – ofrece sus servicios para asegurar la permanencia del tiro en la segunda pieza. Ganzer observa al pequeño vietnamita. Con su sombrero plano, arrugado como una pasa, sus ojos tan redondos y una nariz aplastada, curiosamente vuelta hacia arriba, parece un payaso en espera de su número. “¡No te has mirado bien! ¡Tienes una pinta!” Pero Tu no se pica. No entra dentro de sus atribuciones el picarse. Es un PIM. Los PIM son los “Prisioneros Internos Militares” que siguen a las compañías como auxiliares encargados de las tareas de poca responsabilidad, como transportar las cargas, los aparatos de radio, cocinar un poco, hacer algo de colada. Este nombre genérico encierra dos categorías : los “PIM de hecho”, que son “propiedad privada de las unidades. Recogido generalmente en el curso de las operaciones, con un viejo fusil – o sólo con la “pinta de viet” -, recibieron primero una paliza, pero el mismo día compartieron las raciones de los que les habían hecho prisioneros. Al día siguiente, prepararon la comida, después de haber llevado el aparato de radio del jefe; con lo que las dos partes sacarán provecho de la situación. Quince días más tarde, estaban ya “integrados” en la compañía. Con una paciencia completamente asiática, se habían confeccionado un uniforme – ni del todo civil, ni completamente militar – y a partir de entonces unían su destino al de la unidad. [URL=http://img142.imageshack.us/i/pim02m.jpg/][img]http://img142.imageshack.us/img142/1568/pim02m.jpg[/img][/URL] [b]En el curso de un reconocimiento del GMNA (Grupo Móvil Norafricano) en el pueblo de Dong Luong, los tiradores y los PIMs (“Prisioneros Internos Militares”) de la unidad se ponen a cubierto. Uno de estos últimos es portador de una emisora receptora BC-1000, uno de las tareas tradicionalmente destinado a los PIMs, al igual que el transporte de las municiones y de los heridos. Foto de junio de 1951.[/b] Al contrario de los “PIM de hecho” (clandestinos por definición), los “PIM de derecho” son recogidos por la Cruz Roja y “prestados” a las compañías durante la duración de una operación. Pero, si ésta lo permite, siguen la suerte de los primeros : integrados rápidamente, se convierten en “PIM orgánicos”, figurando en los controles del material junto a las carabinas, las lonas de las tiendas de campaña o los equipos colectivos. Tu es un “PIM de derecho”. Pero es también un “clandestino”, paradójicamente. Hace ya seis meses que pertenece a la sección paracaidista de morteros pesados. Es lo mismo que decir que conoce el material tan bien como sus propios miembros; en la práctica tanto como el jefe de pieza. Por otra parte, ha saltado sobre Dien Bien Phu con los legionarios. Lo que, por supuesto, es completamente ilegal. Antes de partir, al pie de los aviones, cuyos motores ya estaban en marcha, el teniente Molinet, al mando de la compañía de morteros, se lo indicó al jefe de sección. Pero éste contestó tranquilamente : - No tiene importancia. Lo he declarado evadido desde hace dos días y lo he enrolado bajo un nombre falso... - ¿Por qué? - Porque es el ordenanza más potable que he tenido sede hace años. Y eso bien vale una pequeña trampa : es la única cosa que hace soportable las guerras... Desde el 20 de Noviembre, Tu, conservando siempre su título de “PIM orgánico”, forma parte de la sección ( con un estatuto híbrido que contiene algo de turista admitido y algo de postulante tolerado ), a condición de permanecer en un papel subalterno y de no mezclarse en trabajos serios. Sobre todo, cuando da comienzo el combate. [URL=http://img142.imageshack.us/i/pim03.jpg/][img]http://img142.imageshack.us/img142/5410/pim03.jpg[/img][/URL] [b]Revisión diaria matinal de PIMs (“Prisioneros Internos Militares”), en el campo de Kompong Cham. Foto de mayo 1952.[/b] Tu sonríe dulcemente al sargento Ganzer. Siempre sonríe, incluso cuando el teniente, para desahogarse, lo insulta o lo maltrata. Normalmente, sabe cuál es su sitio. - ¿Qué hacer, entonces? – le pregunta a Ganzer -. Si Drescher muerto, la segunda pieza ya no poder tirar. Con Tu, poder... Con el rostro brillante de sudor, el cuerpo manchado de polvo, Ganzer apenas interrumpe la alimentación de su pieza para suspirar : - No tengo tiempo para discutir. No eres capaz... no sirves para esto. ¡Aparta! – Se da vuelta y ordena - ¡Fuego! - En primer lugar, no sabrías arreglártelas. - ¡Sí, jefe! Yo he mirado bien cómo hacer para tirar. Yo saberlo bien. Ganzer se rinde. Si este obstinado PIM continúa dándole lata, seguro que cometerá un error. Y, allí, en Beatrice, no es el momento adecuado. Los compañeros necesitan la ayuda de los 120. - Si tanto sabes, ve – contesta -. Pero espabílate. Tu saluda, recoge al pasar un casco abandonado, y corre hacia el alvéolo. Está sólo. A su alrededor, cuatro cuerpos hechos pedazos. Camaradas, casi amigos. Drescher, el cabo, con su fino bigote rubio y una nariz tremendamente larga. Runde, el borracho, con sus labios rojos a pesar de la sangre derramada. Minitti, el italiano; y Scoch, un antiguo boxeador austríaco, con la cabeza afeitada y el rostro marcado. Tu, amistosamente, les dirige una sonrisa afectuosa. En seis meses había aprendido a conocerlos y había entre ellos la complicidad y la lástima de los viejos soldados. Pega un ojo en el punto de mira, corrige la puntería, coloca la “bola” en su lugar y anuncia : - ¡Pieza lista! – reglamentario hasta el final. - ¡Fuego! – contesta Ganzer, sorprendido y emocionado a la vez. Durante toda la noche, a pesar del tiro de contrabatería enemigo que matará aún a muchos – entre los cuales Ganzer -, y a pesar de su cansancio, Tu reemplaza él sólo a los seis soldados habituales. Asegurará, sin desfallecer, la misión de la segunda pieza de artillería. Por la mañana, cuando la “hondonada” de Dien Bien Phu se presente soleada, negra por la pólvora y gris por las cenizas, despedazada, maltratada, pero a la vez extrañamente silenciosa, en Dominique 2, en medio del alvéolo trastornado de un mortero de 120, un PIM agotado se derrumbará sobre el tubo. Humildemente, como excusándose por haber usurpado el lugar de un combatiente, preguntará a su jefe de sección : - ¿Quizás, ahora podré llevar la boina de paracaidista? [URL=http://img142.imageshack.us/i/pim04.jpg/][img]http://img142.imageshack.us/img142/4148/pim04.jpg[/img][/URL] [b]Paracaidistas franceses seguidos por un PIM (“Prisionero Interno Militar”) en Dien Bien Phu. Fecha marzo de 1954. [/b] Esta historia refleja algo de lo que fueron los PIM en Dien Bien Phu, y además la importancia que ha tenido y tiene la boina para los paracaidistas franceses, y quizás para los paracaidistas de todo el mundo.......la boina es un símbolo en las tropas paracaidistas de casi todo el planeta. [b]Fuente :[/b] Les Paras (E. Bergot ). [/QUOTE]
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