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<blockquote data-quote="FloSof" data-source="post: 746261" data-attributes="member: 5836"><p><strong>Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 41) : </strong></p><p></p><p></p><p><strong>22.- Los Paracaidistas Franceses en Dien Bien Phu (parte 03) : </strong></p><p></p><p></p><p><strong>C.- “Bréche” y sus muchachos :</strong></p><p></p><p>Los franceses del estado mayor “Centro-Este”, que por otra parte se confundía con el estado mayor paracaidista, discutían acaloradamente. Bigeard y la mayoría de los comandantes estaban a favor de reemprender la ofensiva.</p><p></p><p>Algunas de las colinas estaban perdidas, pero otras se podían recuperar. Entre ellas Eliane 1, abandonada el 30 de marzo. Para esta operación hacía falta un batallón. El 1° de abril es lanzado en paracaídas el II/1° RCP (2° Batallón del 1° Regimiento de Cazadores Paracaidistas) de Bréchignac, su comandante.</p><p></p><p>Este batallón, que había sido formado en base al antiguo 10° de paracaidistas de cazadores a pie en 1952, ya había estado antes en Dien Bien Phu, en la operación Castor, en noviembre de 1953, y había sido retirado, y no para descansar, ya que ha participando en muchas otras operaciones desde esa fecha.</p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img381.imageshack.us/img381/1990/dbprcp00iq6.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>El II/1° RCP después de su salto en Dien Bien Phu en noviembre de 1953. </strong></p><p></p><p></p><p></p><p>Este era el único batallón del 1° RCP que quedó en Indochina desde 1952. A pesar que llevaba la boina roja, el II/1° RCP era un batallón “boina azul” (paracaidistas metropolitanos). Es decir, que, junto a la Legión, un caso particular, era la única unidad paracaidista esencialmente metropolitana. Por este hecho, reinaba cierta rivalidad entre Bréchignac y Bigeard. Cada uno a su estilo había conseguido “su” batallón.</p><p></p><p>Bigeard a su manera efectuó golpes espectaculares, con algo de teatro y mucha agilidad. En el 6° BPC trabajaban como el jefe, con una vivacidad nerviosa y muy fluida.</p><p></p><p>Por el contrario, el II/1° RCP había adoptado las cualidades y defectos de su jefe. La disciplina era allí más visible, la maniobra más rigurosa. Bréchignac era achaparrado, macizo, indestructible. Su ascendencia campesina le hacía poner un pie después del otro, asegurar una conquista antes de ir en busca de la siguiente. Su batallón era menos brillante, más discreto que el 6° BPC, pero igualmente eficaz. Con poca publicidad este batallón se había ganado el respeto de sus pares, se presentaba sólido, coherente, homogéneo, lo que exactamente se necesitaba en la hondonada. </p><p></p><p>Es a Bréchignac, a quien Bigeard entregó la “antorcha de los paracaidistas”, cuando partió hacia Dien Bien Phu consiente del abismo al que se le mandaba. Bréchignac, sencillamente, fingió tomar esta “antorcha” que únicamente existía en la imaginación de Bigeard.</p><p></p><p>También sencillamente se reunió con los otros en la hondonada. Incluso haciendo algo mejor que ellos : inauguró los saltos de noche.</p><p></p><p>En Hanoi le habían dicho : ¡Es una locura! La pista de aviación está abatida por los viets y tendrá muchas dificultades.</p><p></p><p>Tranquilo, Bréchignac, se encogió de hombros; sabía que las dificultades no sobrevendrían en el momento de aterrizar...</p><p></p><p>Antes de partir, el coronel Sauvagnac, que mandaba el grupo aerotransportado del que dependía el 1° RCP, recomendó a los comandantes de compañía : Oriéntense hacia el Sur-Sureste...</p><p></p><p>Una bonita teoría.</p><p></p><p>En la realidad durante el trayecto hacia Dien Bien Phu, Langlais cambia los planes. Más que arriesgarse a los azares del largaje y de las pérdidas, tomó la decisión de posar al II/1° RCP directamente sobre el campo cercado, en medio de las trincheras, de las alambradas de púas, de los piquetes de hierro y de los obstáculos de todo tipo que, ya en pleno día, harían lanzar gritos despavoridos a los teóricos del paracaidismo.</p><p></p><p>El II/1° RCP saltó.</p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img230.imageshack.us/img230/4411/dbprcp01si1.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>Zona de salto del II/1° RCP en Dien Bien Phu. </strong></p><p></p><p></p><p></p><p>La idea era lanzar todo el batallón, pero cuando los aviones que lo transportaban aparecieron sobre el valle antes del amanecer del 1° de abril, el oficial de la fuerza aérea que mandaba la operación se atuvo estrechamente a las normas prescritas para el lanzamiento que sólo pudo descender algo más de una compañía (la 1ª) antes que diera por concluida la misión. Lo mismo sucedería en cuatro días sucesivos, de tal forma que hasta el 6 de abril no se tuvo reunidos a todos los hombres del II/1° RCP, y eso gracias a que Langlais había obligado, ceñudo, al jefe de la fuerza aérea, a que permitiera un lanzamiento disperso por toda el área del campo.</p><p></p><p>Tanto los paracaidistas del II/1° RCP, como el creciente número de voluntarios que venían a ocupar puestos de especialistas, de los cuales en muchos casos realizaban su primer salto en paracaídas, que fueron lanzados entre el 1 y 6 de abril de 1954, aterrizaron en medio de la lucha porque justo en ese lapso los viets presionó en su ofensiva sin descanso, mientras los franceses contraatacaban para recuperar posiciones claves.</p><p></p><p>Pero volvamos al 1° de abril. Ese día, el capitán Marcel Clédic se encontraba en el avión de cabeza. Había repetido las consignas a todos los muchachos y el “Sur-Sureste” era la obsesión de los paracaidistas de la 1ª Compañía. También lo era de los otros.</p><p></p><p>La oscuridad era total en la hondonada. Durante el descenso, los que se acordaban aproximadamente del eje del avión se olvidaban de todo. Intentaron más bien adivinar dónde se encontraba el suelo.</p><p></p><p>Los hombres tocaron tierra, no importando dónde, entre unas trincheras silenciosas o agitadas, entre ataque y el contraataque. Estaban completamente perdidos.</p><p></p><p>Clédic se levantó. Había caído duramente sobre el parapeto de una especie de blocao del que no salía ningún ruido. Se acostumbró a la oscuridad y adivinó a sus pies el zigzag oscuro de un ramal de trinchera. No vio a nadie.</p><p></p><p>Se preguntó : ¿Dónde estoy?</p><p></p><p>Se desabrochó a tientas, tomó su carabina que calaba bajo el brazo y decidió esperar a que llegara el día para orientarse y, eventualmente, defender la piel.</p><p></p><p>No quería pensar en ello, pero al igual que todos los que habían llegado con él, temía vagamente estar en zona viet. A algunos pasos, se reagrupaban unas siluetas. ¿Amigos? ¿Enemigos? Clédic no lo sabía.</p><p></p><p>Se aplastó contra el suelo y, sin grandes esperanzas, dio una voz a los soldados : ¡Anuncien color!</p><p></p><p>Le contestó una carcajada : ¡Somos los morteros de la Legión, muchacho!</p><p></p><p>Clédic suspiró aliviado. Estaba entre amigos. No era el único : a través del campo atrincherado, corrió un inmenso caudal absorbido por los “habitantes” de las trincheras y de las trampas del tránsito. Casi tan deprisa, como un grupo normal, lo que se pudo lanzar del II/1° RCP fue reunido alrededor del PC de Langlais.</p><p></p><p>Bréchignac apareció en el refugio donde se encontraban los comandantes de las unidades, Botella, del 5° BPVN, Guiraud, del 1° BEP, y Thomas (que acababa de tomar a su cargo el 6° BPC, ya que Bigeard había sido nombrado adjunto de Langlais). No pudieron evitar una carcajada : Bréchignac estaba hecho jirones.</p><p></p><p>Este murmuró : Me he peleado con unas alambradas.</p><p></p><p>Langlais le dio la bienvenida y le hizo la pregunta tradicional : ¿El largaje ha estado OK?</p><p></p><p>Era como un test. Esperaba que las pérdidas no hubieran sido tan grandes, pues en la hondonada quedaban trescientos paracaidistas.</p><p></p><p>Bréchignac, contesta : Un esguince, eso es todo.</p><p></p><p>Nadie dijo nada, pero todos pensaron lo mismo : es más que una hazaña. No era un hecho nada corriente, incluso sobre una DZ normal, llana y sin obstáculos.</p><p></p><p>En pocas palabras, Langlais trazó para el recién llegado el balance de la batalla y expuso sus proyectos. Bréchignac no dijo nada. Escuchó y aprobó.</p><p></p><p>En medio de esa exposición, crepitó la radio : Huguette 6 acaba de ser atacada.</p><p></p><p>Huguette era uno de los puntos sensibles : un pequeño punto de apoyo, situado al Noroeste, al final de la pista de aviación. Lo ocupaban cien legionarios del capitán Rastouil. No quedaba nadie para enviar allí, pues los paracaidistas estaban ocupados al Este tapando la brecha de las Elianes.</p><p></p><p>Bréchignac se inclinó sobre el plan direccional, rasgado por grandes trazos azules y rojos.</p><p></p><p>Es ahí, dijo Botella, señalando con el dedo índice un punto rojo, a un kilómetro del campamento.</p><p></p><p>Bréchignac dijo : Ok. Voy a enviar a la 1ª Compañía, una estupenda entrada en materia.</p><p></p><p>Llegó Clédic. Su rostro era cuadrado, sus manos grandes como palas, y su pelo negro y abundante. Frunció sus grandes cejas, al mismo tiempo que escuchaba. Serenamente, dijo : De acuerdo. ¡Allá vamos!</p><p></p><p>No conocía el terreno. Además, de noche, le era imposible maniobrar adecuadamente. También resultaba peligroso seguir las trincheras que podían conducirle no sabía a dónde. Por lo que salió a descubierto y avanzó, al “cañón”, manteniendo aproximadamente el eje de progresión.</p><p></p><p>Clédic se acercó y encontró una especie de trinchera que lo condujo a su objetivo : el encañado de la pista de aviación. Era un itinerario demasiado arriesgado para las tropas de contraataque y que nadie tomaba jamás. Por esta razón, milagrosamente, los viet no lo habían vigilado.</p><p></p><p>Clédic tomó en un segundo una decisión : nada de utilizar subterfugios. No tenía idea de lo que ocurría, lo único que sabía era que los viets estaban allí.</p><p></p><p>Ordenó : Primera sección a la derecha, segunda a la izquierda, tercera al centro. Adelante y límpienme todo esto...</p><p></p><p>Hacia las seis de la mañana, justo antes del amanecer, el general viet al mando de la División 312, se da cuenta que su asunto no avanzaba según el plan previsto. Algo o alguien había intervenido y sembraba confusión. Hizo intervenir entonces a su último batallón, hasta el momento en reserva.</p><p></p><p>Clédic aguantó el golpe. Fue duro, pero por suerte ya empezaba a clarear y pudo entonces darse cuenta de la situación y del terreno. Llamó a la artillería por radio y, sin conocer los códigos ni las posiciones de las piezas, reguló el tiro.</p><p></p><p>Ante esto los viets se replegaron lentamente, primero en orden. Iban atravesando en sentido contrario a la brecha de alambradas.</p><p></p><p>Clédic barreó, literalmente : ¡Al asalto!</p><p></p><p>Sus hombres salieron de las trincheras y se lanzaron hacia los supervivientes viets. Secciones enteras de enemigos, al encontrar la salida ocupada, echaron a correr por los ramales de las trincheras bajo los disparos de los 105.</p><p></p><p>A las diez de la mañana, Clédic se vio obligado a llamar a sus hombres que perseguían a los viets fuera del alcance de la protección de los cañones.</p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img230.imageshack.us/img230/9048/dbprcp02cp1.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>El II/1° RCP en Dien Bien Phu. Fecha abril de 1954. </strong></p><p></p><p></p><p></p><p>Cuando volvieron, los que, al igual que el general Cogny en Hanoi, empezaban a creer que “todo estaba perdido”, se preguntaron si no deberían cambiar de punto de vista.</p><p></p><p>Los muchachos de “Bréche” (clave radial de Bréchignac) tenían un estilo que inspiraba confianza.</p><p></p><p>Es sin duda lo que hizo que Langlais decidiera emprender la reconquista de Eliane 1.</p><p></p><p></p><p><strong>Fuentes :</strong></p><p></p><p>Les Paras (E. Bergot). </p><p></p><p>Dien Bien Phu (J. Keegan).<span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"><span style="font-size: 9px">---------- Post added at 09:14 ---------- Previous post was at 09:13 ----------</span></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span><strong>Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 42) : </strong></p><p></p><p></p><p><strong>22.- Los Paracaidistas Franceses en Dien Bien Phu (parte 04) : </strong></p><p></p><p></p><p><strong>D.- El paracaidista que podría haber muerto casi diez años antes :</strong></p><p></p><p></p><p><strong>Bretaña, Francia, junio de 1944 :</strong></p><p></p><p>Yves Prigent, tiene una historia particular. En agosto de 1943 llegó a Inglaterra, procedente de Nueva York, no era más que un desertor de la Marina. Junto con unos amigos, había abandonado su barco, el Montcalm, anclado en Filadelfia. El barco pretendía seguir fiel a Francia y dudaba entre “la disidencia” y el “Mariscal”. Prigent escogió.</p><p></p><p>Se enroló en los paracaidistas de la Francia Libre. A su llegada sus compañeros le dieron un apoyo que llevó durante mucho tiempo, hasta Dien Bien Phu. Para todos Prigent fue a partir del momento de su llegada el “Grumete” Prigent.</p><p></p><p>Destinado al 2° RCP (Regimiento de Cazadores Paracaidistas), el 5 de junio de 1944 salta en Bretaña con su jefe, el teniente André Botella, que en Dien Bien Phu estará al mando del 5° BPVN (Batallón de Paracaidistas Vietnamitas). Para esta patrulla como para todas las que saltaron esa misma noche, la misión era preparar el terreno al regimiento, tomar contacto con la resistencia para, juntos, bloquear a los ciento cincuenta mil alemanes de Bretaña, con el fin de evitar que vayan a aumentar los efectivos que pudieran oponerse al desembarco aliado en Normandía.</p><p></p><p>Pero la misión se transformó en algo mayor.</p><p></p><p>Las patrullas de los tenientes Leblond y Botella, que habían sido largados en la noche entre el 5 y 6 de junio, se establecen en el bosque de Duault, en las Costas del Norte, cerca de Guingamp. En el lugar reuniendo a los partisanos, formaron una base que se denominó “Samwest”. El 11 de junio son descubiertos por los alemanes, y al día siguiente son atacados por numerosas tropas, siendo el campo destruido. Que coincidencia Prigent y Botella en un campo fortificado en el medio de la zona enemiga, que pasará diez años después.</p><p></p><p>Leblond con los pocos hombres que le quedan ilesos, entre ellos el “Grumete” Prigent, logra salir del bosque, y alcanzar en pequeños grupos la base que los tenientes Marianne y Deplant han organizado cerca de Ploërmel, en el pueblo de Saint Marcel. </p><p></p><p>De nuevo se formó allí otro campo fortificado, llamado Sain Marcel, siguen las coincidencias otro campo fortificado más, y bastante más grande que “Samwest”. Llegan más paracaidistas SAS y más partisanos. Los alemanes atacaron el 18 de junio, con el apoyo de blindados. Aunque los paracaidistas se defendieron, al final fueron sobrepasados y tuvieron que retirarse, haciendo explotar antes los explosivos y las municiones. Cuando llegan los alemanes sólo quedaban allí una treintena de paracaidistas y partisanos heridos, entre ellos el “Grumete” Prigent, los que son tomados prisioneros.</p><p></p><p>El 19 de junio Prigent y el resto de los prisioneros, fue llevado ante los edificios de una granja. Allí, un pelotón de fusilamiento dispara con ametralladoras contra ellos. </p><p></p><p>En un último movimiento reflejo, Prigent se tiró al suelo antes de que le alcanzase la ráfaga mortífera. Luego, de noche, después de conseguir salir del montón de cadáveres bajo los que estaba enterrado, surge justo debajo de las narices de un centinela enemigo. </p><p></p><p>Había conseguido conservar el “Colt”. Bastó una bala. El centinela alemán cae, sin un grito. Entonces, Prigent, echó a correr, sin saber en que dirección, sólo escuchando los gritos de los otros alemanes, siempre recto hacia delante. Corrió casi desnudo, a través del bosque, sin preocuparse de las espinas que laceraban su cuerpo y golpeaban la profunda herida que tenía en el hombro. Corrió casi como un demente recto hacia delante, como si huyese del infierno, únicamente guiado por un reflejo primitivo, salvaje, no quería morir. Por lo menos, no así. Sólo tenía dieciocho años.</p><p></p><p></p><p><strong>Dien Bien Phu, Indochina, abril de 1954 :</strong></p><p></p><p>Eliane 1 fue perdida por los franceses el 30 de marzo y luego recuperada el 31 de marzo a las 15:00 y vuelta a abandonar el mismo día cerca de las 18:00 por orden de coronel Langlais, debido a la falta de refuerzos no lanzados en paracaídas, por lo que fue recobrada por el enemigo.</p><p></p><p>El “Grumete” Prigent fue nombrado adjunto el 1° de abril, pero este ascenso no lo ha conmovido de sobremanera. Le habían dado a elegir entre preparar un pelotón de alumnos oficiales o ser ascendido. Pero él no había querido abandonar a sus compañeros. </p><p></p><p>Prigent mandaba una sección de “pimpims”, es decir antiguos viets, o antiguos PIM (prisioneros internos militares), o nuevos paracaidistas. “Actúo como adulto”, decía él mismo con aire jovial y una sonrisa pícara bajo un bigote a lo “RAF”, herencia de las SAS.</p><p></p><p>El “Grumete” y sus amigos eran casi una leyenda en el seno del 6° BPC (Batallón de Paracaidistas Coloniales). Estos amigos eran dos sargentos : Balliste y Gosse. Uno de ellos era bajito, delgado y seco, con rostro de asceta como le gustaban a Bigeard. El segundo era un “pied noir” ( francés de Argelia) de Oran, con ese rostro demasiado regular, demasiado de “romano decadente”, propio de los hombres del Mediterráneo. Balliste tenía veintiocho años, y Gosse veinte.</p><p></p><p>Los tres valían por una compañía, sobre todo cuando los “pimpims” entraban en juerga.</p><p></p><p>La llegada en primer lugar del II/1° RCP (2° Batallón del 1° Regimiento de Cazadores Paracaidistas), entre el 1° y 6 de abril, es lo que sin duda decide a Langlais a emprender la reconquista de Eliane 1. La posterior llegada de una compañía del 2° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas), el 9 de abril, sólo alentó más este hecho. </p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://img134.imageshack.us/i/dbpbep102.jpg/"><img src="http://img134.imageshack.us/img134/7205/dbpbep102.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>El comandante Liesenfeld, al mando del 2° BEP en Dien Bien Phu. </strong></p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img213.imageshack.us/img213/7858/dbpbep112ve7.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>Salto del 2° BEP en Dien Bien Phu. Abril de 1954. </strong></p><p></p><p></p><p></p><p>En un principio pensaba en utilizar como elemento de punta de lanza a los hombres del II/1° RCP, más fresco y cuyas compañías contaban con el pleno de los efectivos. Pero Bigeard, que tenía miedo de que le birlaran este asunto en el que tenía gran interés, presenta otro plan, diciéndole : Utilice a “Bréche” si lo desea. Pero después como elemento de relevo. Yo me comprometo a recuperar Eliane 1 con dos compañías. Las conozco y respondo por los oficiales que las mandan : Lepage (1ª Compañía) y Trapp (2ª Compañía). Conseguirán el objetivo...... Una vez echo esto, el resto es para el II/1° RCP.</p><p></p><p>Langlais titubeó y lo consultó con de Castries. Este, que sentía debilidad por el penacho de Bigeard, aprobó el plan.</p><p></p><p>El día “J”, fue fijado para el 10 de abril. Para esta operación, de la que dependía la supervivencia del campo atrincherado, toda la artillería se puso a las órdenes de los paracaidistas, así como toda la aviación, la cuál se ocuparía del objetivo al amanecer.</p><p></p><p>Bigeard se instaló lo más cerca posible, en la colina perpendicular, a unos cien metros de allí, donde disponía de perspectiva directa. A su alrededor, como una mesa de director de orquesta, el montón de aparatos de radio.</p><p></p><p>Todo empezó a las 05:30, con una intensa preparación de artillería que puso en movimiento todo lo que Dien Bien Phu poseía como cañones.</p><p></p><p>Son las 06:00.</p><p></p><p>El director de orquesta (Bigeard), ordena : ¡Alto el fuego!</p><p></p><p>Trapp se encuentra preparado en su base de partida, en la cual recibe la instrucción : Hervé (clave de Trapp) de Bruno (clave de Bigeard), su turno. Respondiendo : Recibido......</p><p></p><p>La voz de Trapp no tembló. Era alto, tan alto como Bigeard, pero seco y huesudo. Sus hombres lo llamaban la “araña”. Esbozaba una media sonrisa con el borde de los labios, medio socarrona, medio cómplice. Habían días en que se le mataría a causa de esa sonrisa. Pero esa mañana, le contestan otras sonrisas. Todos los paracaidistas de la compañía (100 hombres aproximadamente), crispados sobre sus armas, sabían lo que tenían que hacer. Algunos, que sabían que iba a ser duro, no quitaban los ojos de su jefe, con una mirada que quiere ser optimista, pero que reflejaba algo de inquietud. Este, con un guiño, dio la orden : ¡Adelante!</p><p></p><p>Se lanzaron tres hombres hacia delante, el primer equipo de ruptura del dispositivo viet. El que siempre tiene mayor trabajo. Balliste, Gosse, su adjunto, y Kerkérian, el kurdo de tez morena, antiguo guerrero de Irak a las órdenes del “general” Barzani. Un duro a quien nada asustaba.</p><p></p><p>Corrieron, escalaron los flancos de Eliane 1 y llegaron a las primeras trincheras. Los viets, acosados por la artillería, tardaron en reaccionar.</p><p></p><p>“Adelante, adelante”, repetía Balliste. El cuidado de perfeccionar la limpieza lo dejó a los otros. Lo único que contaba para él era llegar al centro nervioso de la colina, al PC viet. Se encontró frente a él al cabo de media hora, después de un combate que se fue haciendo más y más duro a medida que se efectuaba la infiltración. En segunda línea, se habían rehecho los viets. Resistían, pero no atacaban.</p><p></p><p>Balliste no llegó al PC. A las 08:30, le alcanza una bala en plena frente, justo al pie del blocao. Gosse yace un poco más lejos. Una granada lo hirió en las piernas y otra le explotó en el rostro. Se quedó ciego.</p><p></p><p>Pero la sección Samalens estaba ahí, detrás de Balliste. Llegó con fuerza apartando los últimos obstáculos. Delante de ella, como punta de lanza, los tres mejores vietnamitas del 6° BPC : Tho, un alto tonkinés de rostro angelical, Diem, llamado “con vit” (el pato), por su peculiar forma de andar, y Viet-Viet, un cabo seco y arrugado como una pasa, a quien nunca molestó su nombre. Son los primeros en entrar donde se encuentra el comandante enemigo. Asombrado al ver a unos “compatriotas”, fue apresado sin reaccionar.</p><p></p><p>Trapp ordenó : Colóquense en defensiva, el contraataque no tardará en llegar.</p><p></p><p>En un momento, las trincheras cambiaron de mano, los ramales de dirección. El dispositivo empezó a girar hacia el Este. La reacción viet fue violenta, pero olía a despecho e ira. Los contraataques improvisados empezaron mal. Eran apresurados y torpes. Además, el tiro de batería al mando de Bigeard, que se encontraba al corriente de todo gracias a la escucha de los aparatos de radio de sus secciones, causó grandes estragos.</p><p></p><p>El “Grumete” Prigent se encontraba a la izquierda de la compañía Trapp. Junto con sus “pimpims” que aguantaron los golpes sin dificultades. Incluso se dieron el lujo de replicar a los enemigos lanzando órdenes, las cuales, alocados los bô dôï, obedecieron algunas veces.</p><p></p><p>Hacia el mediodía, Lepage, después de haberse abierto camino por la derecha, llegó también a su objetivo. Y allí avisó al jefe : Bruno de Lepage, estamos sobre nuestros objetivos...... </p><p></p><p>Bigeard respiró aliviado. No había subestimado a sus hombres y entregó Eliane 1, reconquistada, a Bréchignac y su II/1° RCP, que fue a ocuparla.</p><p></p><p></p><p></p><p><a href="http://imageshack.us"><img src="http://img148.imageshack.us/img148/4207/langson11bt5.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></a></p><p></p><p><strong>Los “amigos” del 6° BPC, durante la operación “Hirondelle” : de izquierda a derecha, el sargento primero Balliste, el sargento Gosse y el adjunto Prigent, todos muertos en Dien Bien Phu y el cabo Cazeneuve, que será uno de los pocos supervivientes de la 2ª Compañía del teniente Trapp. Foto sacada durante la operación “Hirondelle”, el 17 de julio de 1953. </strong></p><p></p><p></p><p></p><p>El relevo fue organizado hacia las 16:00. Las dos compañías del 6° BPC descendieron de regreso con sus muertos y heridos. Balliste en primer lugar.</p><p></p><p>Detrás, el “Grumete” Prigent, que también murió de una bala en la cabeza, al igual que su compañero.</p><p></p><p>Gosse sobrevivió únicamente algunas horas, ya que el convoy de heridos de que formaba parte cayó bajo un tiroteo viet al pie de Eliane 1.</p><p></p><p></p><p><strong>Actualmente, un monumento conmemorativo lleva grabado el nombre de los héroes y mártires de la Resistencia, que murieron en Sain Marcel en junio de 1944. </strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>Un hombre falta a la llamada : Yves Prigent, el “Grumete”. Murió el 10 de abril de 1954 en Dien Bien Phu, al otro lado del mundo, casi diez años después de haber sido fusilado en Sain Marcel.</strong></p><p></p><p></p><p><strong>Fuentes :</strong></p><p></p><p>Les Paras (E. Bergot). </p><p></p><p>Bataillon Bigeard (E. Bergot). </p><p></p><p>Dien Bien Phu (J. Keegan).</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="FloSof, post: 746261, member: 5836"] [b]Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 41) : [/b] [b]22.- Los Paracaidistas Franceses en Dien Bien Phu (parte 03) : [/b] [b]C.- “Bréche” y sus muchachos :[/b] Los franceses del estado mayor “Centro-Este”, que por otra parte se confundía con el estado mayor paracaidista, discutían acaloradamente. Bigeard y la mayoría de los comandantes estaban a favor de reemprender la ofensiva. Algunas de las colinas estaban perdidas, pero otras se podían recuperar. Entre ellas Eliane 1, abandonada el 30 de marzo. Para esta operación hacía falta un batallón. El 1° de abril es lanzado en paracaídas el II/1° RCP (2° Batallón del 1° Regimiento de Cazadores Paracaidistas) de Bréchignac, su comandante. Este batallón, que había sido formado en base al antiguo 10° de paracaidistas de cazadores a pie en 1952, ya había estado antes en Dien Bien Phu, en la operación Castor, en noviembre de 1953, y había sido retirado, y no para descansar, ya que ha participando en muchas otras operaciones desde esa fecha. [URL=http://imageshack.us][img]http://img381.imageshack.us/img381/1990/dbprcp00iq6.jpg[/img][/URL] [b]El II/1° RCP después de su salto en Dien Bien Phu en noviembre de 1953. [/b] Este era el único batallón del 1° RCP que quedó en Indochina desde 1952. A pesar que llevaba la boina roja, el II/1° RCP era un batallón “boina azul” (paracaidistas metropolitanos). Es decir, que, junto a la Legión, un caso particular, era la única unidad paracaidista esencialmente metropolitana. Por este hecho, reinaba cierta rivalidad entre Bréchignac y Bigeard. Cada uno a su estilo había conseguido “su” batallón. Bigeard a su manera efectuó golpes espectaculares, con algo de teatro y mucha agilidad. En el 6° BPC trabajaban como el jefe, con una vivacidad nerviosa y muy fluida. Por el contrario, el II/1° RCP había adoptado las cualidades y defectos de su jefe. La disciplina era allí más visible, la maniobra más rigurosa. Bréchignac era achaparrado, macizo, indestructible. Su ascendencia campesina le hacía poner un pie después del otro, asegurar una conquista antes de ir en busca de la siguiente. Su batallón era menos brillante, más discreto que el 6° BPC, pero igualmente eficaz. Con poca publicidad este batallón se había ganado el respeto de sus pares, se presentaba sólido, coherente, homogéneo, lo que exactamente se necesitaba en la hondonada. Es a Bréchignac, a quien Bigeard entregó la “antorcha de los paracaidistas”, cuando partió hacia Dien Bien Phu consiente del abismo al que se le mandaba. Bréchignac, sencillamente, fingió tomar esta “antorcha” que únicamente existía en la imaginación de Bigeard. También sencillamente se reunió con los otros en la hondonada. Incluso haciendo algo mejor que ellos : inauguró los saltos de noche. En Hanoi le habían dicho : ¡Es una locura! La pista de aviación está abatida por los viets y tendrá muchas dificultades. Tranquilo, Bréchignac, se encogió de hombros; sabía que las dificultades no sobrevendrían en el momento de aterrizar... Antes de partir, el coronel Sauvagnac, que mandaba el grupo aerotransportado del que dependía el 1° RCP, recomendó a los comandantes de compañía : Oriéntense hacia el Sur-Sureste... Una bonita teoría. En la realidad durante el trayecto hacia Dien Bien Phu, Langlais cambia los planes. Más que arriesgarse a los azares del largaje y de las pérdidas, tomó la decisión de posar al II/1° RCP directamente sobre el campo cercado, en medio de las trincheras, de las alambradas de púas, de los piquetes de hierro y de los obstáculos de todo tipo que, ya en pleno día, harían lanzar gritos despavoridos a los teóricos del paracaidismo. El II/1° RCP saltó. [URL=http://imageshack.us][img]http://img230.imageshack.us/img230/4411/dbprcp01si1.jpg[/img][/URL] [b]Zona de salto del II/1° RCP en Dien Bien Phu. [/b] La idea era lanzar todo el batallón, pero cuando los aviones que lo transportaban aparecieron sobre el valle antes del amanecer del 1° de abril, el oficial de la fuerza aérea que mandaba la operación se atuvo estrechamente a las normas prescritas para el lanzamiento que sólo pudo descender algo más de una compañía (la 1ª) antes que diera por concluida la misión. Lo mismo sucedería en cuatro días sucesivos, de tal forma que hasta el 6 de abril no se tuvo reunidos a todos los hombres del II/1° RCP, y eso gracias a que Langlais había obligado, ceñudo, al jefe de la fuerza aérea, a que permitiera un lanzamiento disperso por toda el área del campo. Tanto los paracaidistas del II/1° RCP, como el creciente número de voluntarios que venían a ocupar puestos de especialistas, de los cuales en muchos casos realizaban su primer salto en paracaídas, que fueron lanzados entre el 1 y 6 de abril de 1954, aterrizaron en medio de la lucha porque justo en ese lapso los viets presionó en su ofensiva sin descanso, mientras los franceses contraatacaban para recuperar posiciones claves. Pero volvamos al 1° de abril. Ese día, el capitán Marcel Clédic se encontraba en el avión de cabeza. Había repetido las consignas a todos los muchachos y el “Sur-Sureste” era la obsesión de los paracaidistas de la 1ª Compañía. También lo era de los otros. La oscuridad era total en la hondonada. Durante el descenso, los que se acordaban aproximadamente del eje del avión se olvidaban de todo. Intentaron más bien adivinar dónde se encontraba el suelo. Los hombres tocaron tierra, no importando dónde, entre unas trincheras silenciosas o agitadas, entre ataque y el contraataque. Estaban completamente perdidos. Clédic se levantó. Había caído duramente sobre el parapeto de una especie de blocao del que no salía ningún ruido. Se acostumbró a la oscuridad y adivinó a sus pies el zigzag oscuro de un ramal de trinchera. No vio a nadie. Se preguntó : ¿Dónde estoy? Se desabrochó a tientas, tomó su carabina que calaba bajo el brazo y decidió esperar a que llegara el día para orientarse y, eventualmente, defender la piel. No quería pensar en ello, pero al igual que todos los que habían llegado con él, temía vagamente estar en zona viet. A algunos pasos, se reagrupaban unas siluetas. ¿Amigos? ¿Enemigos? Clédic no lo sabía. Se aplastó contra el suelo y, sin grandes esperanzas, dio una voz a los soldados : ¡Anuncien color! Le contestó una carcajada : ¡Somos los morteros de la Legión, muchacho! Clédic suspiró aliviado. Estaba entre amigos. No era el único : a través del campo atrincherado, corrió un inmenso caudal absorbido por los “habitantes” de las trincheras y de las trampas del tránsito. Casi tan deprisa, como un grupo normal, lo que se pudo lanzar del II/1° RCP fue reunido alrededor del PC de Langlais. Bréchignac apareció en el refugio donde se encontraban los comandantes de las unidades, Botella, del 5° BPVN, Guiraud, del 1° BEP, y Thomas (que acababa de tomar a su cargo el 6° BPC, ya que Bigeard había sido nombrado adjunto de Langlais). No pudieron evitar una carcajada : Bréchignac estaba hecho jirones. Este murmuró : Me he peleado con unas alambradas. Langlais le dio la bienvenida y le hizo la pregunta tradicional : ¿El largaje ha estado OK? Era como un test. Esperaba que las pérdidas no hubieran sido tan grandes, pues en la hondonada quedaban trescientos paracaidistas. Bréchignac, contesta : Un esguince, eso es todo. Nadie dijo nada, pero todos pensaron lo mismo : es más que una hazaña. No era un hecho nada corriente, incluso sobre una DZ normal, llana y sin obstáculos. En pocas palabras, Langlais trazó para el recién llegado el balance de la batalla y expuso sus proyectos. Bréchignac no dijo nada. Escuchó y aprobó. En medio de esa exposición, crepitó la radio : Huguette 6 acaba de ser atacada. Huguette era uno de los puntos sensibles : un pequeño punto de apoyo, situado al Noroeste, al final de la pista de aviación. Lo ocupaban cien legionarios del capitán Rastouil. No quedaba nadie para enviar allí, pues los paracaidistas estaban ocupados al Este tapando la brecha de las Elianes. Bréchignac se inclinó sobre el plan direccional, rasgado por grandes trazos azules y rojos. Es ahí, dijo Botella, señalando con el dedo índice un punto rojo, a un kilómetro del campamento. Bréchignac dijo : Ok. Voy a enviar a la 1ª Compañía, una estupenda entrada en materia. Llegó Clédic. Su rostro era cuadrado, sus manos grandes como palas, y su pelo negro y abundante. Frunció sus grandes cejas, al mismo tiempo que escuchaba. Serenamente, dijo : De acuerdo. ¡Allá vamos! No conocía el terreno. Además, de noche, le era imposible maniobrar adecuadamente. También resultaba peligroso seguir las trincheras que podían conducirle no sabía a dónde. Por lo que salió a descubierto y avanzó, al “cañón”, manteniendo aproximadamente el eje de progresión. Clédic se acercó y encontró una especie de trinchera que lo condujo a su objetivo : el encañado de la pista de aviación. Era un itinerario demasiado arriesgado para las tropas de contraataque y que nadie tomaba jamás. Por esta razón, milagrosamente, los viet no lo habían vigilado. Clédic tomó en un segundo una decisión : nada de utilizar subterfugios. No tenía idea de lo que ocurría, lo único que sabía era que los viets estaban allí. Ordenó : Primera sección a la derecha, segunda a la izquierda, tercera al centro. Adelante y límpienme todo esto... Hacia las seis de la mañana, justo antes del amanecer, el general viet al mando de la División 312, se da cuenta que su asunto no avanzaba según el plan previsto. Algo o alguien había intervenido y sembraba confusión. Hizo intervenir entonces a su último batallón, hasta el momento en reserva. Clédic aguantó el golpe. Fue duro, pero por suerte ya empezaba a clarear y pudo entonces darse cuenta de la situación y del terreno. Llamó a la artillería por radio y, sin conocer los códigos ni las posiciones de las piezas, reguló el tiro. Ante esto los viets se replegaron lentamente, primero en orden. Iban atravesando en sentido contrario a la brecha de alambradas. Clédic barreó, literalmente : ¡Al asalto! Sus hombres salieron de las trincheras y se lanzaron hacia los supervivientes viets. Secciones enteras de enemigos, al encontrar la salida ocupada, echaron a correr por los ramales de las trincheras bajo los disparos de los 105. A las diez de la mañana, Clédic se vio obligado a llamar a sus hombres que perseguían a los viets fuera del alcance de la protección de los cañones. [URL=http://imageshack.us][img]http://img230.imageshack.us/img230/9048/dbprcp02cp1.jpg[/img][/URL] [b]El II/1° RCP en Dien Bien Phu. Fecha abril de 1954. [/b] Cuando volvieron, los que, al igual que el general Cogny en Hanoi, empezaban a creer que “todo estaba perdido”, se preguntaron si no deberían cambiar de punto de vista. Los muchachos de “Bréche” (clave radial de Bréchignac) tenían un estilo que inspiraba confianza. Es sin duda lo que hizo que Langlais decidiera emprender la reconquista de Eliane 1. [b]Fuentes :[/b] Les Paras (E. Bergot). Dien Bien Phu (J. Keegan).[COLOR="Silver"] [SIZE=1]---------- Post added at 09:14 ---------- Previous post was at 09:13 ----------[/SIZE] [/COLOR][b]Los Paracaidistas Franceses en Indochina 1945-1954 (parte 42) : [/b] [b]22.- Los Paracaidistas Franceses en Dien Bien Phu (parte 04) : [/b] [b]D.- El paracaidista que podría haber muerto casi diez años antes :[/b] [b]Bretaña, Francia, junio de 1944 :[/b] Yves Prigent, tiene una historia particular. En agosto de 1943 llegó a Inglaterra, procedente de Nueva York, no era más que un desertor de la Marina. Junto con unos amigos, había abandonado su barco, el Montcalm, anclado en Filadelfia. El barco pretendía seguir fiel a Francia y dudaba entre “la disidencia” y el “Mariscal”. Prigent escogió. Se enroló en los paracaidistas de la Francia Libre. A su llegada sus compañeros le dieron un apoyo que llevó durante mucho tiempo, hasta Dien Bien Phu. Para todos Prigent fue a partir del momento de su llegada el “Grumete” Prigent. Destinado al 2° RCP (Regimiento de Cazadores Paracaidistas), el 5 de junio de 1944 salta en Bretaña con su jefe, el teniente André Botella, que en Dien Bien Phu estará al mando del 5° BPVN (Batallón de Paracaidistas Vietnamitas). Para esta patrulla como para todas las que saltaron esa misma noche, la misión era preparar el terreno al regimiento, tomar contacto con la resistencia para, juntos, bloquear a los ciento cincuenta mil alemanes de Bretaña, con el fin de evitar que vayan a aumentar los efectivos que pudieran oponerse al desembarco aliado en Normandía. Pero la misión se transformó en algo mayor. Las patrullas de los tenientes Leblond y Botella, que habían sido largados en la noche entre el 5 y 6 de junio, se establecen en el bosque de Duault, en las Costas del Norte, cerca de Guingamp. En el lugar reuniendo a los partisanos, formaron una base que se denominó “Samwest”. El 11 de junio son descubiertos por los alemanes, y al día siguiente son atacados por numerosas tropas, siendo el campo destruido. Que coincidencia Prigent y Botella en un campo fortificado en el medio de la zona enemiga, que pasará diez años después. Leblond con los pocos hombres que le quedan ilesos, entre ellos el “Grumete” Prigent, logra salir del bosque, y alcanzar en pequeños grupos la base que los tenientes Marianne y Deplant han organizado cerca de Ploërmel, en el pueblo de Saint Marcel. De nuevo se formó allí otro campo fortificado, llamado Sain Marcel, siguen las coincidencias otro campo fortificado más, y bastante más grande que “Samwest”. Llegan más paracaidistas SAS y más partisanos. Los alemanes atacaron el 18 de junio, con el apoyo de blindados. Aunque los paracaidistas se defendieron, al final fueron sobrepasados y tuvieron que retirarse, haciendo explotar antes los explosivos y las municiones. Cuando llegan los alemanes sólo quedaban allí una treintena de paracaidistas y partisanos heridos, entre ellos el “Grumete” Prigent, los que son tomados prisioneros. El 19 de junio Prigent y el resto de los prisioneros, fue llevado ante los edificios de una granja. Allí, un pelotón de fusilamiento dispara con ametralladoras contra ellos. En un último movimiento reflejo, Prigent se tiró al suelo antes de que le alcanzase la ráfaga mortífera. Luego, de noche, después de conseguir salir del montón de cadáveres bajo los que estaba enterrado, surge justo debajo de las narices de un centinela enemigo. Había conseguido conservar el “Colt”. Bastó una bala. El centinela alemán cae, sin un grito. Entonces, Prigent, echó a correr, sin saber en que dirección, sólo escuchando los gritos de los otros alemanes, siempre recto hacia delante. Corrió casi desnudo, a través del bosque, sin preocuparse de las espinas que laceraban su cuerpo y golpeaban la profunda herida que tenía en el hombro. Corrió casi como un demente recto hacia delante, como si huyese del infierno, únicamente guiado por un reflejo primitivo, salvaje, no quería morir. Por lo menos, no así. Sólo tenía dieciocho años. [b]Dien Bien Phu, Indochina, abril de 1954 :[/b] Eliane 1 fue perdida por los franceses el 30 de marzo y luego recuperada el 31 de marzo a las 15:00 y vuelta a abandonar el mismo día cerca de las 18:00 por orden de coronel Langlais, debido a la falta de refuerzos no lanzados en paracaídas, por lo que fue recobrada por el enemigo. El “Grumete” Prigent fue nombrado adjunto el 1° de abril, pero este ascenso no lo ha conmovido de sobremanera. Le habían dado a elegir entre preparar un pelotón de alumnos oficiales o ser ascendido. Pero él no había querido abandonar a sus compañeros. Prigent mandaba una sección de “pimpims”, es decir antiguos viets, o antiguos PIM (prisioneros internos militares), o nuevos paracaidistas. “Actúo como adulto”, decía él mismo con aire jovial y una sonrisa pícara bajo un bigote a lo “RAF”, herencia de las SAS. El “Grumete” y sus amigos eran casi una leyenda en el seno del 6° BPC (Batallón de Paracaidistas Coloniales). Estos amigos eran dos sargentos : Balliste y Gosse. Uno de ellos era bajito, delgado y seco, con rostro de asceta como le gustaban a Bigeard. El segundo era un “pied noir” ( francés de Argelia) de Oran, con ese rostro demasiado regular, demasiado de “romano decadente”, propio de los hombres del Mediterráneo. Balliste tenía veintiocho años, y Gosse veinte. Los tres valían por una compañía, sobre todo cuando los “pimpims” entraban en juerga. La llegada en primer lugar del II/1° RCP (2° Batallón del 1° Regimiento de Cazadores Paracaidistas), entre el 1° y 6 de abril, es lo que sin duda decide a Langlais a emprender la reconquista de Eliane 1. La posterior llegada de una compañía del 2° BEP (Batallón Extranjero de Paracaidistas), el 9 de abril, sólo alentó más este hecho. [URL=http://img134.imageshack.us/i/dbpbep102.jpg/][img]http://img134.imageshack.us/img134/7205/dbpbep102.jpg[/img][/URL] [b]El comandante Liesenfeld, al mando del 2° BEP en Dien Bien Phu. [/b] [URL=http://imageshack.us][img]http://img213.imageshack.us/img213/7858/dbpbep112ve7.jpg[/img][/URL] [b]Salto del 2° BEP en Dien Bien Phu. Abril de 1954. [/b] En un principio pensaba en utilizar como elemento de punta de lanza a los hombres del II/1° RCP, más fresco y cuyas compañías contaban con el pleno de los efectivos. Pero Bigeard, que tenía miedo de que le birlaran este asunto en el que tenía gran interés, presenta otro plan, diciéndole : Utilice a “Bréche” si lo desea. Pero después como elemento de relevo. Yo me comprometo a recuperar Eliane 1 con dos compañías. Las conozco y respondo por los oficiales que las mandan : Lepage (1ª Compañía) y Trapp (2ª Compañía). Conseguirán el objetivo...... Una vez echo esto, el resto es para el II/1° RCP. Langlais titubeó y lo consultó con de Castries. Este, que sentía debilidad por el penacho de Bigeard, aprobó el plan. El día “J”, fue fijado para el 10 de abril. Para esta operación, de la que dependía la supervivencia del campo atrincherado, toda la artillería se puso a las órdenes de los paracaidistas, así como toda la aviación, la cuál se ocuparía del objetivo al amanecer. Bigeard se instaló lo más cerca posible, en la colina perpendicular, a unos cien metros de allí, donde disponía de perspectiva directa. A su alrededor, como una mesa de director de orquesta, el montón de aparatos de radio. Todo empezó a las 05:30, con una intensa preparación de artillería que puso en movimiento todo lo que Dien Bien Phu poseía como cañones. Son las 06:00. El director de orquesta (Bigeard), ordena : ¡Alto el fuego! Trapp se encuentra preparado en su base de partida, en la cual recibe la instrucción : Hervé (clave de Trapp) de Bruno (clave de Bigeard), su turno. Respondiendo : Recibido...... La voz de Trapp no tembló. Era alto, tan alto como Bigeard, pero seco y huesudo. Sus hombres lo llamaban la “araña”. Esbozaba una media sonrisa con el borde de los labios, medio socarrona, medio cómplice. Habían días en que se le mataría a causa de esa sonrisa. Pero esa mañana, le contestan otras sonrisas. Todos los paracaidistas de la compañía (100 hombres aproximadamente), crispados sobre sus armas, sabían lo que tenían que hacer. Algunos, que sabían que iba a ser duro, no quitaban los ojos de su jefe, con una mirada que quiere ser optimista, pero que reflejaba algo de inquietud. Este, con un guiño, dio la orden : ¡Adelante! Se lanzaron tres hombres hacia delante, el primer equipo de ruptura del dispositivo viet. El que siempre tiene mayor trabajo. Balliste, Gosse, su adjunto, y Kerkérian, el kurdo de tez morena, antiguo guerrero de Irak a las órdenes del “general” Barzani. Un duro a quien nada asustaba. Corrieron, escalaron los flancos de Eliane 1 y llegaron a las primeras trincheras. Los viets, acosados por la artillería, tardaron en reaccionar. “Adelante, adelante”, repetía Balliste. El cuidado de perfeccionar la limpieza lo dejó a los otros. Lo único que contaba para él era llegar al centro nervioso de la colina, al PC viet. Se encontró frente a él al cabo de media hora, después de un combate que se fue haciendo más y más duro a medida que se efectuaba la infiltración. En segunda línea, se habían rehecho los viets. Resistían, pero no atacaban. Balliste no llegó al PC. A las 08:30, le alcanza una bala en plena frente, justo al pie del blocao. Gosse yace un poco más lejos. Una granada lo hirió en las piernas y otra le explotó en el rostro. Se quedó ciego. Pero la sección Samalens estaba ahí, detrás de Balliste. Llegó con fuerza apartando los últimos obstáculos. Delante de ella, como punta de lanza, los tres mejores vietnamitas del 6° BPC : Tho, un alto tonkinés de rostro angelical, Diem, llamado “con vit” (el pato), por su peculiar forma de andar, y Viet-Viet, un cabo seco y arrugado como una pasa, a quien nunca molestó su nombre. Son los primeros en entrar donde se encuentra el comandante enemigo. Asombrado al ver a unos “compatriotas”, fue apresado sin reaccionar. Trapp ordenó : Colóquense en defensiva, el contraataque no tardará en llegar. En un momento, las trincheras cambiaron de mano, los ramales de dirección. El dispositivo empezó a girar hacia el Este. La reacción viet fue violenta, pero olía a despecho e ira. Los contraataques improvisados empezaron mal. Eran apresurados y torpes. Además, el tiro de batería al mando de Bigeard, que se encontraba al corriente de todo gracias a la escucha de los aparatos de radio de sus secciones, causó grandes estragos. El “Grumete” Prigent se encontraba a la izquierda de la compañía Trapp. Junto con sus “pimpims” que aguantaron los golpes sin dificultades. Incluso se dieron el lujo de replicar a los enemigos lanzando órdenes, las cuales, alocados los bô dôï, obedecieron algunas veces. Hacia el mediodía, Lepage, después de haberse abierto camino por la derecha, llegó también a su objetivo. Y allí avisó al jefe : Bruno de Lepage, estamos sobre nuestros objetivos...... Bigeard respiró aliviado. No había subestimado a sus hombres y entregó Eliane 1, reconquistada, a Bréchignac y su II/1° RCP, que fue a ocuparla. [URL=http://imageshack.us][img]http://img148.imageshack.us/img148/4207/langson11bt5.jpg[/img][/URL] [b]Los “amigos” del 6° BPC, durante la operación “Hirondelle” : de izquierda a derecha, el sargento primero Balliste, el sargento Gosse y el adjunto Prigent, todos muertos en Dien Bien Phu y el cabo Cazeneuve, que será uno de los pocos supervivientes de la 2ª Compañía del teniente Trapp. Foto sacada durante la operación “Hirondelle”, el 17 de julio de 1953. [/b] El relevo fue organizado hacia las 16:00. Las dos compañías del 6° BPC descendieron de regreso con sus muertos y heridos. Balliste en primer lugar. Detrás, el “Grumete” Prigent, que también murió de una bala en la cabeza, al igual que su compañero. Gosse sobrevivió únicamente algunas horas, ya que el convoy de heridos de que formaba parte cayó bajo un tiroteo viet al pie de Eliane 1. [b]Actualmente, un monumento conmemorativo lleva grabado el nombre de los héroes y mártires de la Resistencia, que murieron en Sain Marcel en junio de 1944. Un hombre falta a la llamada : Yves Prigent, el “Grumete”. Murió el 10 de abril de 1954 en Dien Bien Phu, al otro lado del mundo, casi diez años después de haber sido fusilado en Sain Marcel.[/b] [b]Fuentes :[/b] Les Paras (E. Bergot). Bataillon Bigeard (E. Bergot). Dien Bien Phu (J. Keegan). [/QUOTE]
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Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
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