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Malvinas 1982
Visión filosófica e histórica de un militar uruguayo sobre MLV
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<blockquote data-quote="dad33" data-source="post: 651865" data-attributes="member: 101"><p><span style="font-size: 15px">La Teoría de la Guerra Principio de los Planes</span></p><p><span style="font-size: 15px"></span></p><p><span style="font-size: 15px">Para Clausewitz, el principio de los planes consiste en reducir la potencia enemiga a un número lo más pequeño posible, es decir al aniquilamiento de su capacidad combativa: "La destrucción de las fuerzas del enemigo siempre surge como el mayor y más eficaz medio, al que deben ceder sus lugares todos los demás."11 Por su parte Gran Bretaña, desde el 19 de Febrero de 1976, contaba con tres cursos de acción para defender las Islas Malvinas: 1º) Se descartaba el empleo del medio aéreo. 2º) Repeler una invasión mediante fuerzas (anfibias) de rápido desplazamiento previamente embarcadas. 3º) Recapturar las islas militarmente. Los cursos de acción fueron confeccionados por los Jefes de Estado Mayor de las tres FF.AA., basados siempre en que Argentina las ocuparía para luego proceder a recapturarlas militarmente y lograr así el objetivo político británico, "Malvinas Fortress", y desentenderse de futuras negociaciones por la soberanía de las islas.</span></p><p><span style="font-size: 15px"></span></p><p><span style="font-size: 15px">Para ventaja de Gran Bretaña, quien fuera el Comandante de la Task Force 317, el Almirante Sandy Woodward, poseía conocimiento de los Planes desde 1974 cuando se desempeñaba como Director Asistente de Planificación Naval (Ministerio de Defensa británico).12 Fue evidente la habilidad británica para desarrollar sus planes y combinar cada elemento a fin de reducir a la mínima expresión las capacidades combativas del enemigo. Es así, que el 2 de Abril de 1982, cuando comenzaba la operación anfibia de desembarco en las Islas Malvinas ("Operación Rosario"), simultáneamente, el Alm. Woodward recibía la orden de iniciar la "Operación Corporate".13</span></p><p><span style="font-size: 15px"></span></p><p><span style="font-size: 15px">La rápida respuesta británica asombró, pero no alteró la opinión popular argentina, sin embargo los Estados Mayores de las Fuerzas Armadas demostraban profunda preocupación al ser cambiado el objetivo político, "Ocupar para negociar" por "Defender las islas", procediéndose el 4 de Abril a realizar un análisis de la situación al nivel más alto operacional conjunto. Tomado conocimiento los mandos argentinos de la cantidad y capacidad operacional de la Task Force 317, en especial sus fuerzas anfibias y la probable aplicación de un bloqueo marítimo utilizando los submarinos nucleares, comprometían la mayor participación posible de la Fuerza Aérea Argentina (F.A.A.). Ésta, además de cumplir con todas las tareas que su doctrina le imponía, sería el único medio de enlace entre las islas y el continente de producirse el bloqueo marítimo. La designación generalizada e imprecisa de las operaciones aéreas, autorizaba a la F.A.A. a ejecutar toda misión capaz de materializar.</span></p><p><span style="font-size: 15px"></span></p><p><span style="font-size: 15px">Para la defensa terrestre de las islas, se decidió aumentar de los quinientos hombres del plan inicial a trece mil, los que fueron trasladados por medios aéreos durante el mes de Abril. Es evidente la ausencia de un plan defensivo meticulosamente estudiado por los Estados Mayores Argentinos, remitiéndose a tomar medidas apresuradas, condicionadas por la velocidad de reacción de las fuerzas británicas y el cambio repentino del objetivo político.</span></p><p><span style="font-size: 15px">Centro de Gravedad</span></p><p><span style="font-size: 15px"></span></p><p><span style="font-size: 15px">En el Capítulo IV del Octavo Libro, Clausewitz define el centro de gravedad de la siguiente manera: ". . . es necesario no perder de vista jamás las relaciones predominantes de los Estados beligerantes. Los intereses que con ellos se relacionan formarán un centro de potencia y movimiento que arrastra todo lo demás. Es contra este centro de gravedad contra el que debe ser dirigido el choque colectivo de todas las fuerzas." Ambas fuerzas habían definido claramente sus centros de gravedad. Gran Bretaña eligió Puerto Argentino (Puerto Argentino), por representar el centro neurálgico (la capital) de las Islas Malvinas, y por encontrarse allí el Mando Militar que conducía la defensa de las islas.</span></p><p><span style="font-size: 15px"></span></p><p><span style="font-size: 15px">Para lograr el objetivo, el Gobierno Británico formó la Task Force 317, que llegó a contar con veinticinco mil hombres, cuyo componente naval superó los cien buques.14 Entre ellos; cuarenta naves de guerra: dos portaaviones, tres cruceros, nueve destructores, veinte fragatas, dos buques de asalto y cuatro submarinos. El resto, unos sesenta buques, eran de apoyo: seis de desembarco logístico, veinte buques tanque, trece de carga general, ocho de transporte de personal, dos de servicios especiales, tres buques hospital, cuatro remolcadores y cuatro barcos de pesca adaptados. La mayor parte de los buques de guerra tenían equipos electrónicos sumamente modernos y efectivos para la época: radares de vigilancia, radares de control para guía de misiles, sistema IFF y de contramedidas electrónicas. Entre el armamento aéreo defensivo que contaba la flota se destacaban los misiles Sea Dart de largo alcance (hasta sesenta kilómetros), Sea Wolf para ataques de mediana y baja cota, Sea Cat, cañones anti-aéreos de veinte y cuarenta milímetros.</span></p><p><span style="font-size: 15px">Con respecto al material aéreo, el principal avión de combate utilizado fue el Harrier, en sus dos versiones, FRS 1 Sea Harrier de la Armada Real y el Harrier GR 3 de la Real Fuerza Aérea. Ambas versiones poseían seis estaciones para carga de armas: en las dos internas llevaban los cañones de treinta milímetros, en las dos intermedias tanques de combustibles o bombas y en las dos externas misiles AIM-9L Sidewinder infrarrojos de tercera generación (campo de visión de noventa a ciento veinte grados y seis millas de alcance efectivo). Además del despliegue de esta fuerza a través de catorce mil kilómetros, el 12 de Abril Gran Bretaña delimita la Zona de Exclusión Total, un círculo de doscientas millas náuticas de radio con centro en las Islas Malvinas.</span></p><p><span style="font-size: 15px"></span></p><p><span style="font-size: 15px">Por el lado argentino, el centro de gravedad para la defensa de las islas lo formaba el Componente Naval Británico, su objetivo era hostigar a la fuerza de mar lo más lejos de la costa posible, para impedir que su armamento alcanzara las islas y sus tropas pudieran desembarcar. La F.A.A. era la única que podría cumplir con el cometido, pues el otro medio era la Armada, que luego de sufrir el hundimiento del crucero ARA "General Belgrano" (el 2 de Mayo) por el submarino nuclear HMS "Conqueror", debió recluir su flota en la seguridad de los puertos. Los medios aéreos utilizados eran de la F.A.A. y del Comando de Aviación Naval, y los aviones de combate que tuvieron implicancia directa en los ataques a la flota y tropas británicas fueron de la F.A.A.: Mirage III EA, Mirage 5 Dagger, Skayhawk A-4 B/C, Canberra MK 62, IA-58 Pucará; y del Comando de Aviación Naval: Súper Etendard, Skayhawk A-4 Q, Aermacchi MB 339.</span></p><p><span style="font-size: 15px"></span></p><p><span style="font-size: 15px">El armamento utilizado para los ataques a objetivos de superficie era en su mayoría del tipo convencional: bombas de cola libre o frenadas de mil, quinientas y doscientas cincuenta libras; cohetes de dos con setenta y cinco y dos con veinticinco pulgadas; cañones de treinta y veinte milímetros; y ametralladoras de siete con sesenta y dos milímetros. Únicamente el sistema de armas Súper Etendard tenía la capacidad de lanzar armamento de última generación guiado por radar, el misil Exocet AM 39, con alcance de treinta millas y seiscientos kilos de peso total; el stock era reducido, sólo poseían cinco misiles. Para el combate aéreo solamente el Mirage tenía capacidad misilística, el Matra 530, proyectil infrarrojo de seis millas de alcance, con campo de visión limitado de treinta a cuarenta grados (la aeronave debía colocarse detrás de su oponente).</span></p><p><span style="font-size: 15px"></span></p><p><span style="font-size: 15px">El reto del Componente Aéreo Argentino era superar la barrera tecnológica y armamentista para alcanzar sus objetivos, una difícil misión a cumplir. Esto, permite citar nuevamente a Clausewitz, cuando hacía referencia al objetivo político de la guerra: "Pero el objetivo político no es un tirano, debe adaptarse a la naturaleza de los medios, y por ello puede ser alterado con frecuencia, mas siempre debe atenderse a él preferentemente. . . . en cuanto el gasto de la fuerza sea tan grande que el objetivo político ya no se corresponda, este objetivo deberá ser abandonado y el resultado será la paz."15</span></p><p><span style="font-size: 15px"></span></p><p><span style="font-size: 15px">La Defensiva</span></p><p><span style="font-size: 15px"></span></p><p><span style="font-size: 15px">La sorpresiva reacción británica de recapturar las islas por medio de acciones militares, obligó al Gobierno Militar Argentino a seguir cursos de acción para los cuales no había planificado, su actitud invasora le exigía adoptar una posición defensiva. La celeridad con que se formó la Task Force, producto del excelente Servicio de Inteligencia Británico que había alertado a su Gobierno sobre la invasión, instó al Gral. Galtieri a enviar más tropas a las islas, sin consultar al Estado Mayor Conjunto. Las fuerzas trasladadas pertenecían a la Brigada de Infantería Mecanizada X (sin sus vehículos blindados) y la Brigada de Infantería III, que junto a la Brigada de Infantería de Marina 5, asentada en las islas desde la ocupación, integrarían la defensa terrestre. Esta operación exigió el apoyo de la aviación de transporte, trasladándose más de diez mil efectivos y material logístico durante todo el mes de Abril. Se podrá apreciar más adelante, como esta decisión afectó negativamente el curso de la guerra.</span></p><p><span style="font-size: 15px"></span></p><p><span style="font-size: 15px">El 5 de abril se crea la Fuerza Aérea Sur (F.A.S.) bajo el comando del Brigadier General Ernesto H. Crespo, con asiento en Comodoro Rivadavia. De él dependerían todas las unidades aéreas designadas por la F.A.A. y el Comando de Aviación Naval con base en el continente, y ubicado orgánicamente en subordinación directa a la Junta Militar. El Comandante del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (C.T.O.A.S.), Vice-Almirante Juan Lombardo, dirigiría las Unidades Navales Argentinas y la Guarnición de Malvinas, esta última a través del Gral. Menéndez (Ejército Argentino). El Gral. Menéndez, además de las Unidades Terrestres, contaba para la defensa de las islas con aeronaves de la F.A.A. (IA-58 Pucará) y el Comando de Aviación Naval (Aermacchi MB 339 y Mentor T-34C). Lo expresado demuestra que la organización del Comando argentino para dirigir las operaciones era contraria al principio de operación conjunta: "Mando centralizado, máxima integración, plena utilización de las fuerzas y apoyo mutuo".</span></p><p><span style="font-size: 15px"></span></p><p><span style="font-size: 15px">Clausewitz, en el Capítulo I del Sexto Libro, se refiere a la defensa como la forma más fuerte de hacer la guerra: "Pero para el que se defiende haga también la guerra, debe asestar golpes, es decir dedicarse a la ofensiva. Así la guerra defensiva comprende actos ofensivos que forman parte de una defensiva de un orden más o menos elevados." El Brig. Crespo, inmediatamente de hacerse cargo de la F.A.S., ordena el adiestramiento de las tripulaciones en ataques a buques, utilizando como objetivo simulado un moderno destructor de la Armada Argentina Tipo 42. Los resultados no fueron alentadores, se concluyó que los pilotos sufrirían un cincuenta por ciento de bajas durante los ataques, a pesar de ello, los entrenamientos continuaron hasta el inicio de la guerra, demostrando el Brig. Crespo tener inteligencia y juicio intuitivo para enfrentar al poderoso enemigo.16</span></p><p><span style="font-size: 15px"></span></p><p><span style="font-size: 15px">El Desarrollo de la Guerra Táctica y Estrategia</span></p><p><span style="font-size: 15px"></span></p><p><span style="font-size: 15px">"De aquí se disparan dos actividades diferenciadas: preparar y conducir separadamente los encuentros y combinarlos unos con otros para lograr el objetivo de la guerra. La primera actividad se denomina táctica y la segunda estrategia."17 De esta definición de Clausewitz, se puede concluir que la táctica es sólo un medio que emplea la estrategia para conseguir el fin político de la guerra. Como se ha expresado anteriormente, la posición argentina era defensiva, y así lo indicaba el objetivo político: "Permanecer en las islas y enfrentar la embestida naval británica". Para ello, la estrategia se fundamentaba en negarle a la flota británica acercarse a las costas para cumplir su cometido, y la Fuerza Aérea Sur era el único medio que podía cumplir con esta misión.</span></p><p><span style="font-size: 15px">Pero el Brig. Crespo, se encontraría con distintos obstáculos que impedirían el mejor desempeño de sus fuerzas. Estos obstáculos, respondieron algunos a las carencias tecnológicas y otros, increíblemente, a aspectos organizacionales de la propia Comandancia General. Durante la constitución de la defensa de las islas, se enmarcó la acción caprichosa del Gral. Galtieri, quien decidió arbitrariamente el envío de más tropas a las mismas. Esta actividad duró todo el mes de Abril, e involucró a la fuerza de transporte disponible, cuatro C-130 y algunos F-27. La limitada fuerza de transporte y el pequeño tamaño del campo aéreo (mil trescientos cincuenta metros), imposibilitó trasladar las piezas de artillería de mayor calibre y los vehículos blindados.</span></p><p><span style="font-size: 15px"></span></p><p><span style="font-size: 15px">La escasa inteligencia del Gral. Galtieri, a la que hace referencia Clausewitz en el Capítulo III de su Primer Libro: "El Genio de la Guerra", no le permitió intuir la necesidad de ampliar la pista de Puerto Argentino, para que la aviación de combate pudiera operar desde allí. La F.A.A. poseía los medios para llevar a cabo la obra en poco más de una semana, de haberse construido, el resultado de la guerra podría haber sido diferente.18 Como consecuencia, la F.A.S. debió operar desde bases ubicadas en el continente distante de las islas: BAM Comodoro Rivadavia (860 kms.), BAM San Julián (700 kms.), BAM Río Gallegos (750 kms.), BAM Río Grande (690 kms.) y BNA Trelew (1000 kms.). En las cuatro últimas distribuyó la aviación de combate: M III EA, M5, A-4 B/C/Q, Súper Etendard y Canberra. En Comodoro Rivadavia destacó las aeronaves de transporte, cisterna, vigilancia, diversión, búsqueda y salvamento; compuesta por aviones: C-130, KC-130, Lear-jet 35, F-27 y helicópteros.</span></p><p><span style="font-size: 15px"></span></p><p><span style="font-size: 15px">De la flota de combate, sólo los A-4 y Súper Etendard tenían capacidad de recarga aérea, procedimiento que debían efectuar de ida y regreso de sus misiones a las islas. La distancia entre las bases y las islas, limitaban la operación de los M III y M5 al máximo de diez minutos, evitando para ello el uso de la post combustión. Esta limitación no permitió lograr la superioridad aérea argentina sobre las islas, ni brindar cobertura aérea a toda aquella misión fuera del límite de la autonomía de los aviones interceptores. Además, la poca disponibilidad de aviones cisternas (dos KC-130), también imposibilitó ataques masivos sobre la flota.19 A pesar de estas restricciones, los pilotos con uso de su ingenio y valentía lograron éxitos tan importantes, que llevaron a ser dudar al Alm. Woodward sobre el futuro de la guerra:"La guerra se había convertido, en aquella etapa en una lucha por el premio entre la Royal Navy y la Fuerza Aérea Argentina. ¿Quién iba ganando en aquel momento precisamente? Me temo que no éramos nosotros." 20</span></p><p><span style="font-size: 15px"></span></p><p><span style="font-size: 15px">Los derribos del 1º de Mayo (Dos M III EA y un Canberra), día del bautismo de fuego de la F.A.A., dejaron como enseñanza al Brig. Crespo, que los ataques en altura hacían vulnerables a las aeronaves argentinas de los radares de vigilancia y los Harriers británicos. Desde ese día, las operaciones se hicieron rasante sobre las olas, y este fue el procedimiento táctico aplicado durante todo el conflicto para vencer el escudo protector tecnológico de la flota británica.</span></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="dad33, post: 651865, member: 101"] [SIZE="4"]La Teoría de la Guerra Principio de los Planes Para Clausewitz, el principio de los planes consiste en reducir la potencia enemiga a un número lo más pequeño posible, es decir al aniquilamiento de su capacidad combativa: "La destrucción de las fuerzas del enemigo siempre surge como el mayor y más eficaz medio, al que deben ceder sus lugares todos los demás."11 Por su parte Gran Bretaña, desde el 19 de Febrero de 1976, contaba con tres cursos de acción para defender las Islas Malvinas: 1º) Se descartaba el empleo del medio aéreo. 2º) Repeler una invasión mediante fuerzas (anfibias) de rápido desplazamiento previamente embarcadas. 3º) Recapturar las islas militarmente. Los cursos de acción fueron confeccionados por los Jefes de Estado Mayor de las tres FF.AA., basados siempre en que Argentina las ocuparía para luego proceder a recapturarlas militarmente y lograr así el objetivo político británico, "Malvinas Fortress", y desentenderse de futuras negociaciones por la soberanía de las islas. Para ventaja de Gran Bretaña, quien fuera el Comandante de la Task Force 317, el Almirante Sandy Woodward, poseía conocimiento de los Planes desde 1974 cuando se desempeñaba como Director Asistente de Planificación Naval (Ministerio de Defensa británico).12 Fue evidente la habilidad británica para desarrollar sus planes y combinar cada elemento a fin de reducir a la mínima expresión las capacidades combativas del enemigo. Es así, que el 2 de Abril de 1982, cuando comenzaba la operación anfibia de desembarco en las Islas Malvinas ("Operación Rosario"), simultáneamente, el Alm. Woodward recibía la orden de iniciar la "Operación Corporate".13 La rápida respuesta británica asombró, pero no alteró la opinión popular argentina, sin embargo los Estados Mayores de las Fuerzas Armadas demostraban profunda preocupación al ser cambiado el objetivo político, "Ocupar para negociar" por "Defender las islas", procediéndose el 4 de Abril a realizar un análisis de la situación al nivel más alto operacional conjunto. Tomado conocimiento los mandos argentinos de la cantidad y capacidad operacional de la Task Force 317, en especial sus fuerzas anfibias y la probable aplicación de un bloqueo marítimo utilizando los submarinos nucleares, comprometían la mayor participación posible de la Fuerza Aérea Argentina (F.A.A.). Ésta, además de cumplir con todas las tareas que su doctrina le imponía, sería el único medio de enlace entre las islas y el continente de producirse el bloqueo marítimo. La designación generalizada e imprecisa de las operaciones aéreas, autorizaba a la F.A.A. a ejecutar toda misión capaz de materializar. Para la defensa terrestre de las islas, se decidió aumentar de los quinientos hombres del plan inicial a trece mil, los que fueron trasladados por medios aéreos durante el mes de Abril. Es evidente la ausencia de un plan defensivo meticulosamente estudiado por los Estados Mayores Argentinos, remitiéndose a tomar medidas apresuradas, condicionadas por la velocidad de reacción de las fuerzas británicas y el cambio repentino del objetivo político. Centro de Gravedad En el Capítulo IV del Octavo Libro, Clausewitz define el centro de gravedad de la siguiente manera: ". . . es necesario no perder de vista jamás las relaciones predominantes de los Estados beligerantes. Los intereses que con ellos se relacionan formarán un centro de potencia y movimiento que arrastra todo lo demás. Es contra este centro de gravedad contra el que debe ser dirigido el choque colectivo de todas las fuerzas." Ambas fuerzas habían definido claramente sus centros de gravedad. Gran Bretaña eligió Puerto Argentino (Puerto Argentino), por representar el centro neurálgico (la capital) de las Islas Malvinas, y por encontrarse allí el Mando Militar que conducía la defensa de las islas. Para lograr el objetivo, el Gobierno Británico formó la Task Force 317, que llegó a contar con veinticinco mil hombres, cuyo componente naval superó los cien buques.14 Entre ellos; cuarenta naves de guerra: dos portaaviones, tres cruceros, nueve destructores, veinte fragatas, dos buques de asalto y cuatro submarinos. El resto, unos sesenta buques, eran de apoyo: seis de desembarco logístico, veinte buques tanque, trece de carga general, ocho de transporte de personal, dos de servicios especiales, tres buques hospital, cuatro remolcadores y cuatro barcos de pesca adaptados. La mayor parte de los buques de guerra tenían equipos electrónicos sumamente modernos y efectivos para la época: radares de vigilancia, radares de control para guía de misiles, sistema IFF y de contramedidas electrónicas. Entre el armamento aéreo defensivo que contaba la flota se destacaban los misiles Sea Dart de largo alcance (hasta sesenta kilómetros), Sea Wolf para ataques de mediana y baja cota, Sea Cat, cañones anti-aéreos de veinte y cuarenta milímetros. Con respecto al material aéreo, el principal avión de combate utilizado fue el Harrier, en sus dos versiones, FRS 1 Sea Harrier de la Armada Real y el Harrier GR 3 de la Real Fuerza Aérea. Ambas versiones poseían seis estaciones para carga de armas: en las dos internas llevaban los cañones de treinta milímetros, en las dos intermedias tanques de combustibles o bombas y en las dos externas misiles AIM-9L Sidewinder infrarrojos de tercera generación (campo de visión de noventa a ciento veinte grados y seis millas de alcance efectivo). Además del despliegue de esta fuerza a través de catorce mil kilómetros, el 12 de Abril Gran Bretaña delimita la Zona de Exclusión Total, un círculo de doscientas millas náuticas de radio con centro en las Islas Malvinas. Por el lado argentino, el centro de gravedad para la defensa de las islas lo formaba el Componente Naval Británico, su objetivo era hostigar a la fuerza de mar lo más lejos de la costa posible, para impedir que su armamento alcanzara las islas y sus tropas pudieran desembarcar. La F.A.A. era la única que podría cumplir con el cometido, pues el otro medio era la Armada, que luego de sufrir el hundimiento del crucero ARA "General Belgrano" (el 2 de Mayo) por el submarino nuclear HMS "Conqueror", debió recluir su flota en la seguridad de los puertos. Los medios aéreos utilizados eran de la F.A.A. y del Comando de Aviación Naval, y los aviones de combate que tuvieron implicancia directa en los ataques a la flota y tropas británicas fueron de la F.A.A.: Mirage III EA, Mirage 5 Dagger, Skayhawk A-4 B/C, Canberra MK 62, IA-58 Pucará; y del Comando de Aviación Naval: Súper Etendard, Skayhawk A-4 Q, Aermacchi MB 339. El armamento utilizado para los ataques a objetivos de superficie era en su mayoría del tipo convencional: bombas de cola libre o frenadas de mil, quinientas y doscientas cincuenta libras; cohetes de dos con setenta y cinco y dos con veinticinco pulgadas; cañones de treinta y veinte milímetros; y ametralladoras de siete con sesenta y dos milímetros. Únicamente el sistema de armas Súper Etendard tenía la capacidad de lanzar armamento de última generación guiado por radar, el misil Exocet AM 39, con alcance de treinta millas y seiscientos kilos de peso total; el stock era reducido, sólo poseían cinco misiles. Para el combate aéreo solamente el Mirage tenía capacidad misilística, el Matra 530, proyectil infrarrojo de seis millas de alcance, con campo de visión limitado de treinta a cuarenta grados (la aeronave debía colocarse detrás de su oponente). El reto del Componente Aéreo Argentino era superar la barrera tecnológica y armamentista para alcanzar sus objetivos, una difícil misión a cumplir. Esto, permite citar nuevamente a Clausewitz, cuando hacía referencia al objetivo político de la guerra: "Pero el objetivo político no es un tirano, debe adaptarse a la naturaleza de los medios, y por ello puede ser alterado con frecuencia, mas siempre debe atenderse a él preferentemente. . . . en cuanto el gasto de la fuerza sea tan grande que el objetivo político ya no se corresponda, este objetivo deberá ser abandonado y el resultado será la paz."15 La Defensiva La sorpresiva reacción británica de recapturar las islas por medio de acciones militares, obligó al Gobierno Militar Argentino a seguir cursos de acción para los cuales no había planificado, su actitud invasora le exigía adoptar una posición defensiva. La celeridad con que se formó la Task Force, producto del excelente Servicio de Inteligencia Británico que había alertado a su Gobierno sobre la invasión, instó al Gral. Galtieri a enviar más tropas a las islas, sin consultar al Estado Mayor Conjunto. Las fuerzas trasladadas pertenecían a la Brigada de Infantería Mecanizada X (sin sus vehículos blindados) y la Brigada de Infantería III, que junto a la Brigada de Infantería de Marina 5, asentada en las islas desde la ocupación, integrarían la defensa terrestre. Esta operación exigió el apoyo de la aviación de transporte, trasladándose más de diez mil efectivos y material logístico durante todo el mes de Abril. Se podrá apreciar más adelante, como esta decisión afectó negativamente el curso de la guerra. El 5 de abril se crea la Fuerza Aérea Sur (F.A.S.) bajo el comando del Brigadier General Ernesto H. Crespo, con asiento en Comodoro Rivadavia. De él dependerían todas las unidades aéreas designadas por la F.A.A. y el Comando de Aviación Naval con base en el continente, y ubicado orgánicamente en subordinación directa a la Junta Militar. El Comandante del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (C.T.O.A.S.), Vice-Almirante Juan Lombardo, dirigiría las Unidades Navales Argentinas y la Guarnición de Malvinas, esta última a través del Gral. Menéndez (Ejército Argentino). El Gral. Menéndez, además de las Unidades Terrestres, contaba para la defensa de las islas con aeronaves de la F.A.A. (IA-58 Pucará) y el Comando de Aviación Naval (Aermacchi MB 339 y Mentor T-34C). Lo expresado demuestra que la organización del Comando argentino para dirigir las operaciones era contraria al principio de operación conjunta: "Mando centralizado, máxima integración, plena utilización de las fuerzas y apoyo mutuo". Clausewitz, en el Capítulo I del Sexto Libro, se refiere a la defensa como la forma más fuerte de hacer la guerra: "Pero para el que se defiende haga también la guerra, debe asestar golpes, es decir dedicarse a la ofensiva. Así la guerra defensiva comprende actos ofensivos que forman parte de una defensiva de un orden más o menos elevados." El Brig. Crespo, inmediatamente de hacerse cargo de la F.A.S., ordena el adiestramiento de las tripulaciones en ataques a buques, utilizando como objetivo simulado un moderno destructor de la Armada Argentina Tipo 42. Los resultados no fueron alentadores, se concluyó que los pilotos sufrirían un cincuenta por ciento de bajas durante los ataques, a pesar de ello, los entrenamientos continuaron hasta el inicio de la guerra, demostrando el Brig. Crespo tener inteligencia y juicio intuitivo para enfrentar al poderoso enemigo.16 El Desarrollo de la Guerra Táctica y Estrategia "De aquí se disparan dos actividades diferenciadas: preparar y conducir separadamente los encuentros y combinarlos unos con otros para lograr el objetivo de la guerra. La primera actividad se denomina táctica y la segunda estrategia."17 De esta definición de Clausewitz, se puede concluir que la táctica es sólo un medio que emplea la estrategia para conseguir el fin político de la guerra. Como se ha expresado anteriormente, la posición argentina era defensiva, y así lo indicaba el objetivo político: "Permanecer en las islas y enfrentar la embestida naval británica". Para ello, la estrategia se fundamentaba en negarle a la flota británica acercarse a las costas para cumplir su cometido, y la Fuerza Aérea Sur era el único medio que podía cumplir con esta misión. Pero el Brig. Crespo, se encontraría con distintos obstáculos que impedirían el mejor desempeño de sus fuerzas. Estos obstáculos, respondieron algunos a las carencias tecnológicas y otros, increíblemente, a aspectos organizacionales de la propia Comandancia General. Durante la constitución de la defensa de las islas, se enmarcó la acción caprichosa del Gral. Galtieri, quien decidió arbitrariamente el envío de más tropas a las mismas. Esta actividad duró todo el mes de Abril, e involucró a la fuerza de transporte disponible, cuatro C-130 y algunos F-27. La limitada fuerza de transporte y el pequeño tamaño del campo aéreo (mil trescientos cincuenta metros), imposibilitó trasladar las piezas de artillería de mayor calibre y los vehículos blindados. La escasa inteligencia del Gral. Galtieri, a la que hace referencia Clausewitz en el Capítulo III de su Primer Libro: "El Genio de la Guerra", no le permitió intuir la necesidad de ampliar la pista de Puerto Argentino, para que la aviación de combate pudiera operar desde allí. La F.A.A. poseía los medios para llevar a cabo la obra en poco más de una semana, de haberse construido, el resultado de la guerra podría haber sido diferente.18 Como consecuencia, la F.A.S. debió operar desde bases ubicadas en el continente distante de las islas: BAM Comodoro Rivadavia (860 kms.), BAM San Julián (700 kms.), BAM Río Gallegos (750 kms.), BAM Río Grande (690 kms.) y BNA Trelew (1000 kms.). En las cuatro últimas distribuyó la aviación de combate: M III EA, M5, A-4 B/C/Q, Súper Etendard y Canberra. En Comodoro Rivadavia destacó las aeronaves de transporte, cisterna, vigilancia, diversión, búsqueda y salvamento; compuesta por aviones: C-130, KC-130, Lear-jet 35, F-27 y helicópteros. De la flota de combate, sólo los A-4 y Súper Etendard tenían capacidad de recarga aérea, procedimiento que debían efectuar de ida y regreso de sus misiones a las islas. La distancia entre las bases y las islas, limitaban la operación de los M III y M5 al máximo de diez minutos, evitando para ello el uso de la post combustión. Esta limitación no permitió lograr la superioridad aérea argentina sobre las islas, ni brindar cobertura aérea a toda aquella misión fuera del límite de la autonomía de los aviones interceptores. Además, la poca disponibilidad de aviones cisternas (dos KC-130), también imposibilitó ataques masivos sobre la flota.19 A pesar de estas restricciones, los pilotos con uso de su ingenio y valentía lograron éxitos tan importantes, que llevaron a ser dudar al Alm. Woodward sobre el futuro de la guerra:"La guerra se había convertido, en aquella etapa en una lucha por el premio entre la Royal Navy y la Fuerza Aérea Argentina. ¿Quién iba ganando en aquel momento precisamente? Me temo que no éramos nosotros." 20 Los derribos del 1º de Mayo (Dos M III EA y un Canberra), día del bautismo de fuego de la F.A.A., dejaron como enseñanza al Brig. Crespo, que los ataques en altura hacían vulnerables a las aeronaves argentinas de los radares de vigilancia y los Harriers británicos. Desde ese día, las operaciones se hicieron rasante sobre las olas, y este fue el procedimiento táctico aplicado durante todo el conflicto para vencer el escudo protector tecnológico de la flota británica.[/SIZE] [/QUOTE]
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