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Mensaje: <blockquote data-quote="GABINOSUAREZ" data-source="post: 1247909" data-attributes="member: 7043">Eso de pegarse un cañonazo en la botas me recuerda a mis inicios como oficial instructor.No sé como denominan los navales al llamado de atención pedagógico, en el EA lo resolvieron en una forma muy simple, práctica y que fundamentalmente ahorraba mucho tiempo en la preparación de la clase y durante la ejecución de la misma: ATENDER ACA!!!, y como por arte de magía, parece ser, el personal del EA concentraba la voluntad de atender de su personal a cargo. Muy distinto nos enseñó un Capitán de la FAA y como a mi me gustan las cosas que son distintas y fundamentalmente raras, ese llamado de atención del capitán, alado en sus solapas de diario, me quedó grabado para siempre. Consistía en utilizar parte del tiempo disponible de la preparación de la clase en un llamado de atención, sin tener que pedirlo. Era como ganarse la voluntad de atender del auditorio (semicírculo de reclutas) lo que resultaba atractivo pue me atendían porque les interesaba y no porque así lo ordenara.El tema que me toco dar era seguridad en el uso del armamento durante el servicio de Guardia. Por aquel entonces, después de algunas horas de comenzar el servicio, muchos no sabían que más hacer con ese pesado instrumento llamado Fusil. Asi pués era común ver que muchos apoyaban la boca del cañón sobre el borcego. Asi los esperé al costado de mi porta láminas cuya primera hoja anunciaba el título del tema "Seguridad  en el uso del armamento......". Había preparado mi fusil con munición de fogueo, y la boca del caón sobre el borcego, justo ente el dedo gordo del pié y el dedo siguiente. Cuando estaban todos listos, en perfecto semicírculo, disparé mi fusil sobre mi pié con la munición de fogueo. Evidentemente me salió muy bien el llamado de atención ya que nadie sacaba los ojos de mi borcegui. Por más que hablaba y hablaba, nadie dejaba de mirar mi borceguí. Mientras tanto por dentro pensaba en quien había sido el *** nque me había cambiado el fusil mientras sentía el latido de mis dedos atrapados dentro del borseguí. Llegue a pensar que me estaba desangrando. Pero ni por casualidad dirigía mi vista hacia mi pié, me la bancaba como el mejor pelo..do. Hasta que me resultaba incontrolable la instrucción ya que nadie me daba bolilla alguna sino que no dejaban de ver el agujero en mi borceguí. Llegó el momento en que me tenía que sacar la duda y levantando el pié le mostré la suela a mi auditorio. Al ver sus caras de alivio me di cuenta que no había agujero de salida y recien allí mire yo también, como para no tener dudas.No se como será tirarse un cañonazo en el pié, pero un fogueó te chamusca los dedos, les saca la piel y hasta bastante sangre. Claro los cursantes nunca se enteraron. Pero pasé muchos días para curarme de la estupidéz que había cometido.Eso si, y no falló nunca, me gané la voluntad de atender. Con el tiempo aprendí a ser más cauto con esas cosas.Un abrazo.</blockquote>

Verificación: Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982