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Area Militar General
Malvinas 1982
Vivencias día a día del conflicto por las Islas Malvinas
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<blockquote data-quote="GABINOSUAREZ" data-source="post: 1290565" data-attributes="member: 7043"><p>Estimados camaradas de "El Fogón de Naval"</p><p></p><p>Evidentemente hay algunas diferencias en las experiencias personales de cada uno.</p><p>Lo más agradable para un superior es escuchar, por ejemplo, "Ya lo hice" inmediatamente después de impartir una orden. Como si esa orden hubiese sido impartida unas oras atrás. Lo que comunmente se llama "Estar en la intención del superior".</p><p>Hay cosas que se caen de maduro deben ser hechas, asi pues, si hay que dar la orden verbal para que se hagan, muestra claramente que el personal no piensa sino hasta el momento de recibir la orden. Hay quienes piensan en como cumplir la órden, hay quienes piensan en como no cumplirlas, y hay quienes piensan en como fue que no se dieron cuenta de que pudieron hacerla sin la orden previa. Yo elijo al personal involucrado en el tercer grupo.</p><p>El Cabo Dátoli, el sargento Squaglia, el Cbo 1ro Diaz, el Suboficial Mayor Suarez, eran de esos personajes que casi siempre se adelantaban a la orden verbal y tenían todo listo antes de tiempo. Había también soldados que ponpian todo de si para que las cosas salieran de la mejor forma posible.</p><p>Siempre dedique algo de tiempo para entender el por qué sucedían estas cosas. Una de ellas es la siguiente historia:</p><p>Cuando llegamos al GA4 nos dieron como Batería (edificio) uno que eran practicamente ruinas. Tubimos que hacerla entre Oficiales, Suboficiales y Soldados. El personal fue un rejunte, salvo algunas excepciones, nos dieron a todo aquel que no querían en las otras Baterías. Llegamos a tener la mejor Batería porque la hicimos a nuestro gusto y porque cada uno puso se grano de arena en lo que sería nuestra casa. Sobraba voluntad, en algunos casos por despecho, pero sobraba.</p><p>Nos fuimos conociendo unos entre otros, superiores y subalternos, todo bajo el doble sacrificio que la tarea imponía, la instrucción y la construcción, lo que nos ocupaba casi las 24 horas del día. Tuvimos el apoyo de la Jefatura de la Unidad. En realidad no le quedaba otra y al decir la verdad a nostros tampoco.</p><p>En ese trabajo donde desde el jefe de batería hasta el ultimo soldado, hacíamos de albañiles, electricistas y plomeros, fue que nos fuimos conociendo hasta en como nos movíamos para hacer las cosas. Para la carpintería el Jefe de la Unidad nos dió uno que sabía bien su oficio (Civil claro) (El carpintero militar era alérgico a la madera, y no es joda).</p><p>Creo que todo ese esfuerzo nos unió para luego poder decir que pudimos hacer las cosas bien o mejor dicho muy bien. Pero para el resto siempre la Batería C era ese rejunte de personas que...... muchos no querían tener.</p><p>Nuestro Jefe de Batería, Jorge M. Cerezo, muy inteligente por cierto, creo se dió cuenta de los bueyes con quienes araba. si bien existían algunos casos que cumplían con la ley del menor esfuerzo, salvo algunas recomendaciones especiales, nos dejaba planificar y trabajar. A los más bisoños nos controlaba mejor, pero realmente me dejó hacer cosas que creo que ningún otro Jefe me lo hubiera permitido. Lo más importante fue que pudimos aplicar los conceptos que traíamos del CMN, algunos bastantes modernos que a él lo alcanzaron pero no a los más viejos. Bueno, para que se den una idea de lo que digo, a la hora de la formación, formaban las baterías Cdo, La de Tiro A, la B, La Servicios y la Batería de Albañiles. Todos prolijamente almidonados, menos nosotros. Nuestro aspecto no era el mejor, pero funcionábamos como un relojito.</p><p>Al final del Camino logramos obtener el título de la Mejor Batería en Malvinas.</p><p>Conclusión: El esfuerzo y el sacrificio unen y, las apariencias engañan.</p><p>Cuando los jefes comparten ese esfuerzo y sacrificio que hacen los hombres bajo su mando, las cosas cambian radicalmente y los hombres se identifican con sus superiores, aprenden a valorarlos como personas y luego como jefes.</p><p></p><p>Les mando un abrazo.</p><p>Gabino</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="GABINOSUAREZ, post: 1290565, member: 7043"] Estimados camaradas de "El Fogón de Naval" Evidentemente hay algunas diferencias en las experiencias personales de cada uno. Lo más agradable para un superior es escuchar, por ejemplo, "Ya lo hice" inmediatamente después de impartir una orden. Como si esa orden hubiese sido impartida unas oras atrás. Lo que comunmente se llama "Estar en la intención del superior". Hay cosas que se caen de maduro deben ser hechas, asi pues, si hay que dar la orden verbal para que se hagan, muestra claramente que el personal no piensa sino hasta el momento de recibir la orden. Hay quienes piensan en como cumplir la órden, hay quienes piensan en como no cumplirlas, y hay quienes piensan en como fue que no se dieron cuenta de que pudieron hacerla sin la orden previa. Yo elijo al personal involucrado en el tercer grupo. El Cabo Dátoli, el sargento Squaglia, el Cbo 1ro Diaz, el Suboficial Mayor Suarez, eran de esos personajes que casi siempre se adelantaban a la orden verbal y tenían todo listo antes de tiempo. Había también soldados que ponpian todo de si para que las cosas salieran de la mejor forma posible. Siempre dedique algo de tiempo para entender el por qué sucedían estas cosas. Una de ellas es la siguiente historia: Cuando llegamos al GA4 nos dieron como Batería (edificio) uno que eran practicamente ruinas. Tubimos que hacerla entre Oficiales, Suboficiales y Soldados. El personal fue un rejunte, salvo algunas excepciones, nos dieron a todo aquel que no querían en las otras Baterías. Llegamos a tener la mejor Batería porque la hicimos a nuestro gusto y porque cada uno puso se grano de arena en lo que sería nuestra casa. Sobraba voluntad, en algunos casos por despecho, pero sobraba. Nos fuimos conociendo unos entre otros, superiores y subalternos, todo bajo el doble sacrificio que la tarea imponía, la instrucción y la construcción, lo que nos ocupaba casi las 24 horas del día. Tuvimos el apoyo de la Jefatura de la Unidad. En realidad no le quedaba otra y al decir la verdad a nostros tampoco. En ese trabajo donde desde el jefe de batería hasta el ultimo soldado, hacíamos de albañiles, electricistas y plomeros, fue que nos fuimos conociendo hasta en como nos movíamos para hacer las cosas. Para la carpintería el Jefe de la Unidad nos dió uno que sabía bien su oficio (Civil claro) (El carpintero militar era alérgico a la madera, y no es joda). Creo que todo ese esfuerzo nos unió para luego poder decir que pudimos hacer las cosas bien o mejor dicho muy bien. Pero para el resto siempre la Batería C era ese rejunte de personas que...... muchos no querían tener. Nuestro Jefe de Batería, Jorge M. Cerezo, muy inteligente por cierto, creo se dió cuenta de los bueyes con quienes araba. si bien existían algunos casos que cumplían con la ley del menor esfuerzo, salvo algunas recomendaciones especiales, nos dejaba planificar y trabajar. A los más bisoños nos controlaba mejor, pero realmente me dejó hacer cosas que creo que ningún otro Jefe me lo hubiera permitido. Lo más importante fue que pudimos aplicar los conceptos que traíamos del CMN, algunos bastantes modernos que a él lo alcanzaron pero no a los más viejos. Bueno, para que se den una idea de lo que digo, a la hora de la formación, formaban las baterías Cdo, La de Tiro A, la B, La Servicios y la Batería de Albañiles. Todos prolijamente almidonados, menos nosotros. Nuestro aspecto no era el mejor, pero funcionábamos como un relojito. Al final del Camino logramos obtener el título de la Mejor Batería en Malvinas. Conclusión: El esfuerzo y el sacrificio unen y, las apariencias engañan. Cuando los jefes comparten ese esfuerzo y sacrificio que hacen los hombres bajo su mando, las cosas cambian radicalmente y los hombres se identifican con sus superiores, aprenden a valorarlos como personas y luego como jefes. Les mando un abrazo. Gabino [/QUOTE]
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Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
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