El pasado 2 de mayo, las aguas del Mar Mediterráneo fueron el lugar para el encuentro de dos gigantes: el portaaviones Charles de Gaulle de la Marina Nacional de Francia y el USS Dwight D. Eisenhower de la Armada de EE.UU. Ambos buques están participando de actividades operacionales en el marco de la OTAN y de los lineamientos de Washington, respectivamente.
En el caso del portaaviones galo, el buque está operando como parte de la misión Akila de la OTAN. La presencia del Grupo Aeronaval encabezado por el Charles de Gaulle incluye fragatas multipropósito y de defensa aérea, un submarino de ataque y el ala embarcada integrada por cazas Rafale Marine, aviones de alerta temprana Hawkeye E-2C y helicópteros. Desde tierra, aviones de vigilancia marina Atlantique 2 brindan apoyo a la formación naval.
La misión Akila tiene por objetivo principal llevar adelante una demostración de la capacidad de disuasión de la OTAN en el Mar Mediterráneo, teniendo como gran foco la guerra en Ucrania, lo que en palabras del portavoz de la OTAN, Farah Dakhlallah, implica una muestra del “…compromiso común de reforzar la cooperación y garantizar la interoperabilidad…”.
Una de las grandes novedades de la operación Akila es que el Grupo Aeronaval francés está por primera vez bajo mando conjunto de la Alianza Atlántica. Como ocurre en otras misiones de la OTAN, el mando de la flota está en manos del Naval Striking and Support Forces NATO (STRIKFORNATO).
Por su parte, el portaaviones USS Dwight D. Eisenhower CVN 69 acaba de finalizar un despliegue de casi 6 meses en el área de responsabilidad del Comando Central de EE.UU. Durante su presencia en Medio Oriente, el Grupo de Ataque del Eisenhower no solo brindó protección a Israel tras los ataques del 7 de octubre de 2023, sino que fue una de las piezas claves en las operaciones defensivas y ofensivas contra las fuerzas hutíes en Yemen.
Los cazabombarderos F/A-18E/F Super Hornet del Eisenhower formaron parte del dispositivo defensivo dispuesto para garantizar la libertad de navegación de buques mercantes, misión durante la cual no solo derribaron varios drones hutíes, sino que también participaron de los ataques contra infraestructura, posiciones o objetivos estratégicos en Yemen.
Tanto el Charles de Gaulle como el USS Eisenhower representan la capacidad de proyección de fuerza de Francia y EE.UU. En el caso galo, se trata del único buque de este tipo en servicio con la Marine Nationale, unidad que será reemplazada en el mediano plazo por el portaaviones de nueva generación (PANG). Situación muy distinta es la de la Armada de EE.UU. la cual dispone de once portaaviones entre los de la clase Nimitz y Gerald R. Ford.
Se espera que el portaaviones nuclear USS Dwight D. Eisenhower permanezca en servicio hasta el final de esta década. Pese a que en abril de 2022 se había anunciado su desprogramación para 2027, los retrasos en las pruebas de aceptación en el nuevo portaaviones USS Gerald R. Ford motivó la extensión de la vida operativa del buque.
Imagen de portada: Marine Nationale
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