ASI PASO
Este episodio es el último en una serie de actitudes discriminatorias, de falta de respeto y destrato sufridas en su ámbito de trabajo por el veterano de guerra Rubén Daniel Listorti, por parte de la vicedirectora de la escuela EPB N° 8 de Haedo “Bernardino Rivadavia”, la sra. Norma Doretti. El hecho al que me refiero se presentó en la escuela el jueves 28 de abril, día anterior a la boda real en Inglaterra.
En el hall de entrada, la sra. Doretti le comentó a las docentes que se estaban retirando por el cambio de turno al mediodía: “Chicas: mañana vamos a poner una pantalla gigante para ver el casamiento de la princesa”. A lo que agregó dirigiéndose al ex combatiente, delante de todos: “Y ustedes, los veteranos, le tendrían que pedir perdón a los ingleses por haberle usurpado las islas”.
Rubén, consternado por esa actitud, se dirigió a la cocina, y angustiado por semejante provocación, sólo atinó a llorar. Los directivos de la escuela, en lugar de acercarse preocupados para ver como estaba, decidieron llamar a la comisaría de la zona para que enviaran un par de policías a calmarlo, como si se tratara de una persona peligrosa para el resto de la sociedad.
Sin embargo, este tipo de actitudes por parte de un funcionario público en un ámbito tan importante y sensible como es el de la educación, no termina allí.
El año pasado, en su primer día de trabajo, la vicedirectora recibió a Rubén con la siguiente frase: “Espero que usted no sea tan vago como el veterano que tuve en otra escuela”. Esta persona no tuvo solamente actos discriminatorios para con el ex combatiente, sino que además viene maltratando a otra compañera, salteña ella, simplemente por el color de su piel. Y el año pasado, un profesor había organizado con sus alumnos de 6° grado una presentación en conmemoración del 24 de marzo, y a último momento se lo impidieron las autoridades de la escuela.
Muchas veces Rubén tuvo que soportar que la vicedirectora se acercara a la cocina hablando maravillas de los ingleses, que quería viajar a Inglaterra para presenciar la boda real y además comentó varias veces su sueño de irse a vivir a Malvinas cuando se jubilara. Y estas actitudes siempre estuvieron al tanto la directora, sra. Beatriz Ghergo, quien le dijo en más de una ocasión que “ella es así”, y que le tuviera paciencia.
Llamativamente, a la semana siguiente de producido este hecho, la directora convocó a una reunión de maestros, supuestamente por una “cuestión pedagógica”. Allí le bajó línea a las docentes para unificar el discurso, e indicar como único culpable de esta situación a Rubén, en medio de un clima de miedo y dominación por parte de las autoridades hacia con el cuerpo docente y auxiliares. Sin embargo, dos auxiliares que presenciaron ese episodio, dan fe de lo sucedido.
Incorporar a veteranos de guerra como auxiliares en las escuelas es una reinvindicación social que tiene por objetivo que sean incluidos en el campo laboral, gracias a una ley implementanda por la Dirección General de Escuelas, como parte de una política del Estado Provincial. Y este tipo de actitudes no hace más que retroceder a la triste época de discriminación que sufrimos muchos ex combatientes durante años; ya que además del abandono por parte del Estado que nos había enviado a pelear por nuestro país y de la indiferencia de la Sociedad, se nos hizo muy difícil durante años conseguir trabajo porque nos consideraban “los loquitos de la guerra”.
Como solución, le ofrecieron al veterano cambiar de escuela, pero si este hecho no tiene conocimiento en la opinión pública y pasa inadvertido, sería darle la razón a la sra. Doretti, quién surtió este tipo de expresiones repudiables y discriminatorias hacia una persona que, como miles de jóvenes de 18 y 19 años, defendió nuestra soberanía en cumplimiento de un deber civil (el servicio militar obligatorio). Rubén cumple con sus funciones de portero con responsabilidad y sin ningún tipo de observación negativa en su legajo, y que por su forma de ser y actuar recibió el reconocimiento de directivos en otras escuelas donde trabajó.
Para nosotros fue un orgullo el haber defendido a nuestro país en una guerra desigual contra la tercera potencia mundial en 1982, y en la actualidad tenemos que seguir luchando para que no sucedan este tipo de hechos, que por suerte se tratan de excepciones ya que recibimos a diario el reconocimiento de la gente. Sin embargo, pese a tratarse de una situación aislada, no puede justificarse de ninguna manera y mucho menos que quede impune.
Nosotros en Morón, al igual que en otros lugares del país, desarrollamos actividades para avanzar en la misión de malvinizar, en un ejercicio activo de la memoria: talleres en las escuelas, actos y homenajes a nuestros hermanos caídos, libros y documentales, para que esto no se pierda en el olvido, y fundamentalmente para que ningún compatriota tenga que vivir una guerra, nunca más.
El año pasado, la directora de una escuela de La Pampa, incluyó al dictador Leopoldo Fortunato Galtieri entre los “personajes del bicentenario”, y cuando se hizo público, esta persona fue separada de su cargo. Sin embargo, siguen sucediendo hechos de estas características, y lamentablemente en el ámbito donde se forman millones de niños y adolescentes.
Yo me pregunto quien le ofrecio como solucion cambiar de escuela?
Se esta poniendo interesante el tema, voy a llamar a Arce para ver que pasa, y luego publicare la respuesta de este VG al que conozco de hace mas de 25 años.
NOBLEX