Asumió Paz en la Armada y ratifican a los jefes militares
ASUNCIÓN. EL NUEVO JEFE DE LA ARMADA, CARLOS PAZ (DER.), JUNTO AL MINISTRO PURICELLI Y AL Compartir
El nuevo jefe de la Armada, el vicealmirante Carlos Alberto Paz,
fue puesto en funciones ayer en el Edificio Libertad – sede de la fuerza-, en una ceremonia en la plaza de armas y en la que
el protagonismo lo tuvo la despedida del almirante Jorge Godoy , quien dio el único discurso de la tarde y dejó la conducción después de ocho años.
“Estamos construyendo una transición no exenta de asperezas ni de zozobras”, sostuvo Godoy, quien pasó a retiro tras ser procesado días atrás en la causa por espionaje ilegal desde la Base Almirante Zar, de Trelew, entre 2003 y 2006.
Pese a las versiones de cambios, su reemplazo es el único que decidió la presidenta Cristina Kirchner entre los máximos jefes militares. Hoy está previsto en la Casa Rosada la tradicional ceremonia de entrega de sables e insignias a los oficiales superiores de las tres fuerzas, recién ascendidos. Se espera que poco antes de ese acto,
Cristina reciba a los jefes para formalizarles la ratificación en sus cargos .
Estarán, además del recién asumido Paz, el jefe del Estado Mayor Conjunto, brigadier general Jorge Chevalier; del Ejército, teniente general Luis Pozzi, y de la Fuerza Aérea, brigadier general Normando Costantino. Chevalier tiene el récord de permanencia y quedará como
el único superviviente de la cúpula que nombró Néstor Kirchner en mayo de 2003 tras operar una profunda purga de mandos.
La despedida de Godoy se dio en el mismo escenario que el 3 de marzo de 2004 diera
su histórico discurso de autocrítica de los crímenes perpetrados durante la represión de la dictadura , cuando reconoció que la ESMA había sido usada “para la ejecución de hechos calificados como aberrantes y agraviantes a la dignidad humana, la ética y la ley, para acabar convirtiéndose en un símbolo de barbarie e irracionalidad”.
En estos ocho años Godoy – quien luego aceptó la cesión de la ESMA para convertirla en espacio para la memoria- no volvió a hacer a hacer alusión a ese discurso que abrió una brecha definitiva con generaciones de marinos que habían actuado y justificaban el terrorismo de Estado.
Godoy se centró ayer en cuestiones más institucionales y agradecimientos, y tampoco hizo mención a su procesamiento, salvo alusiones elípticas – de interpretación amplia- a “sinsabores y padecimientos” que, dijo, “el tiempo se encargará de reducir a amargas anécdotas”.
Néstor y luego Cristina Kirchner sostuvieron a rajatabla al almirante pese a la ofensiva de sectores más ideológicos del oficialismo y organismos como el CELS que pedían su cabeza, entre muchas cosas, por un tema supuestamente sensible para el kirchnerismo como el espionaje a políticos, dirigentes sociales y estudiantes que se hacía desde la base Zar.
Delante de varios centenares de marinos formados y de muchos invitados, el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, le tomó el juramento al vicealmirante Paz – hasta ayer subjefe naval-, un oficial que ha actuado en el área de política y estrategia de la Armada y se destaca por su perfil académico. Es abogado de la UBA, tiene dos posgrados y
está por recibirse de licenciado en Filosofía . Especialista en Comunicaciones, es veterano de la guerra de Malvinas, donde actuó como jefe de Comunicaciones de la Fuerza Aeronaval, aunque no estuvo en las Islas. Godoy se despidió deseándole “buenos vientos y aguas claras”.
clarin