Es un escenario planteado por los diarios británicos más importantes. La tensión se agravó por una disputa sobre la pesca en torno al peñón, cuya soberanía se disputan ambas capitales. La Reina Sofía decidió no ir al jubileo de Isabel II.
La ausencia de la Reina Sofía de España a la comida por el jubileo de Isabel II primero fue calificada como un “desaire” por la prensa británica. Pero ayer y cuando Gran Bretaña se preparaba para festejar los 60 años de la coronación de su actual monarca, los titulares fueron de guerra. Así el foco de atención iluminó la causa del faltazo: la disputa territorial por Gibraltar, que se ha vuelto a tensar debido a un conflicto sobre la pesca.
“La tensión en Gibraltar se acerca al punto de encendido”, tituló ayer el diario The Times y afirmó que “el desacuerdo entre Reino Unido y España por los derechos de pesca se ha convertido en una disputa diplomática que ha implicado a las dos Casas Reales y que podría desencadenar un enfrentamiento militar en las aguas de Gibraltar ”. El artículo causó sorpresa, pero The Times no fue el único medio que reflejó la crispación.
La cadena BBC y los diarios The Guardian , The Sun y The Daily Telegraph también subrayaron el gesto de la reina Sofía en el mismo tono. Así el territorio de apenas 6,5 kilómetros cuadrados, colonia que Gran Bretaña mantiene desde 1713 en el sur de la Península Ibérica, sigue siendo el gran problema en las relaciones entre España y Reino Unido.
La mayoría de la prensa británica entendió como “un desaire” que el gobierno español haya pedido a la reina española que no asista al almuerzo que Isabel II y el duque de Edimburgo ofrecieron a las monarquías de todo el mundo por considerarlo “poco adecuado” en las “circunstancias actuales”, según explicó el miércoles un comunicado del Palacio de la Zarzuela.
La cancelación del viaje se debió a los últimos roces con Reino Unido por Gibraltar. La semana pasada, el Ejecutivo español protestó por la visita programada del Príncipe Eduardo, hijo menor de Isabel II, a ese territorio, a lo que se ha unido en las últimas horas la ruptura de las negociaciones entre pescadores españoles de la Bahía de Algeciras –que pretenden faenar en las aguas cercanas a la costa del Peñón– con el Ejecutivo del enclave británico.
No es la primera vez que la disputa territorial complica las relaciones entre la familia real española y la inglesa. En 1981, los reyes españoles no fueron al casamiento del Carlos y Diana porque los novios tenían previsto iniciar su luna de miel en Gibraltar.
La presencia de la Casa Real de España en la comida de ayer estaba confirmada. Iría la reina, ya que el rey se había excusado por estar recuperándose de una operación de cadera. Hace solo unos días, el gobierno de Rajoy consideró que, a pesar de la situación planteada con la visita del hijo menor de Isabel II a Gibraltar, el viaje de Sofía era privado. Pero el criterio oficial cambió y la reina –emparentada con Isabel II– terminó sin ir. Para The Times, el gesto demuestra que “España y el Reino Unido están envueltos en una nueva disputa diplomática” y el diario sensacionalista The Sun afirmó que “España ha elevado la tensión” a “un nuevo nivel”.
The Times va más allá y explica cómo podría dispararse el choque militar. El periódico explica que, si los pescadores españoles se acercan a la costa del peñón escoltados por la Guardia Civil, desde Gibraltar pueden solicitar la intervención de “barcos de guerra de la Marina Real” británica, lo cual “podría llevar a un punto de ignición”. Para sostener esta hipótesis de conflicto cita a un vocero del gobierno de Gibraltar quien dijo: “Esperamos que no ocurra porque, como poco, esto podría generar más tensión ”.
El Telegraph, tras comparar el caso con el de las Malvinas, critica la actitud de Eduardo, hijo de la reina, de festejar con su mujer en Gibraltar el 60° aniversario de la coronación de Isabel II. “Ir por ahí haciendo como que tu país tiene una especie de derecho divino a poseer una pequeña parte del mundo es, sencillamente, estúpido ”, se lee sin vueltas. “Se trata de seres humanos –por los gibraltareños– que pueden decidir qué país les gobierna. Lo demás es patrioterismo”, concluye el artículo que dio que hablar en Londres y Madrid.
clarin
La ausencia de la Reina Sofía de España a la comida por el jubileo de Isabel II primero fue calificada como un “desaire” por la prensa británica. Pero ayer y cuando Gran Bretaña se preparaba para festejar los 60 años de la coronación de su actual monarca, los titulares fueron de guerra. Así el foco de atención iluminó la causa del faltazo: la disputa territorial por Gibraltar, que se ha vuelto a tensar debido a un conflicto sobre la pesca.
“La tensión en Gibraltar se acerca al punto de encendido”, tituló ayer el diario The Times y afirmó que “el desacuerdo entre Reino Unido y España por los derechos de pesca se ha convertido en una disputa diplomática que ha implicado a las dos Casas Reales y que podría desencadenar un enfrentamiento militar en las aguas de Gibraltar ”. El artículo causó sorpresa, pero The Times no fue el único medio que reflejó la crispación.
La cadena BBC y los diarios The Guardian , The Sun y The Daily Telegraph también subrayaron el gesto de la reina Sofía en el mismo tono. Así el territorio de apenas 6,5 kilómetros cuadrados, colonia que Gran Bretaña mantiene desde 1713 en el sur de la Península Ibérica, sigue siendo el gran problema en las relaciones entre España y Reino Unido.
La mayoría de la prensa británica entendió como “un desaire” que el gobierno español haya pedido a la reina española que no asista al almuerzo que Isabel II y el duque de Edimburgo ofrecieron a las monarquías de todo el mundo por considerarlo “poco adecuado” en las “circunstancias actuales”, según explicó el miércoles un comunicado del Palacio de la Zarzuela.
La cancelación del viaje se debió a los últimos roces con Reino Unido por Gibraltar. La semana pasada, el Ejecutivo español protestó por la visita programada del Príncipe Eduardo, hijo menor de Isabel II, a ese territorio, a lo que se ha unido en las últimas horas la ruptura de las negociaciones entre pescadores españoles de la Bahía de Algeciras –que pretenden faenar en las aguas cercanas a la costa del Peñón– con el Ejecutivo del enclave británico.
No es la primera vez que la disputa territorial complica las relaciones entre la familia real española y la inglesa. En 1981, los reyes españoles no fueron al casamiento del Carlos y Diana porque los novios tenían previsto iniciar su luna de miel en Gibraltar.
La presencia de la Casa Real de España en la comida de ayer estaba confirmada. Iría la reina, ya que el rey se había excusado por estar recuperándose de una operación de cadera. Hace solo unos días, el gobierno de Rajoy consideró que, a pesar de la situación planteada con la visita del hijo menor de Isabel II a Gibraltar, el viaje de Sofía era privado. Pero el criterio oficial cambió y la reina –emparentada con Isabel II– terminó sin ir. Para The Times, el gesto demuestra que “España y el Reino Unido están envueltos en una nueva disputa diplomática” y el diario sensacionalista The Sun afirmó que “España ha elevado la tensión” a “un nuevo nivel”.
The Times va más allá y explica cómo podría dispararse el choque militar. El periódico explica que, si los pescadores españoles se acercan a la costa del peñón escoltados por la Guardia Civil, desde Gibraltar pueden solicitar la intervención de “barcos de guerra de la Marina Real” británica, lo cual “podría llevar a un punto de ignición”. Para sostener esta hipótesis de conflicto cita a un vocero del gobierno de Gibraltar quien dijo: “Esperamos que no ocurra porque, como poco, esto podría generar más tensión ”.
El Telegraph, tras comparar el caso con el de las Malvinas, critica la actitud de Eduardo, hijo de la reina, de festejar con su mujer en Gibraltar el 60° aniversario de la coronación de Isabel II. “Ir por ahí haciendo como que tu país tiene una especie de derecho divino a poseer una pequeña parte del mundo es, sencillamente, estúpido ”, se lee sin vueltas. “Se trata de seres humanos –por los gibraltareños– que pueden decidir qué país les gobierna. Lo demás es patrioterismo”, concluye el artículo que dio que hablar en Londres y Madrid.
clarin