Ultimamente se están desarrollando varias iniciativas de coordinación de políticas de Defensa latinoamericanas, en general, y sudamericanas, en particular. A diferencia de la OEA y el TIAR, tienen como común denominador la ausencia Estados Unidos y Canadá.
Ahora bien, ninguno se está planteando abandonar bloques u organizaciones preexistentes, ni optar por una nueva en detrimento de las demás. El resultado parece ser una tendencia a la creación de un entramado de instituciones superpuestas más o menos coordinadas, incluyendo a la OEA, UNASUR y el ALBA, sin perder de vista al viejo Grupo Río. Los Estados partes de una también son Estados partes de las otras y/o de varias.
Casi todas estas iniciativas han incorporado en sus agendas temas de defensa y de seguridad.
Por ejemplo, ya se creo en el seno de la UNASUR un espacio institucional para discutir este tipo de cosas, del cual han comenzado a participar tanto los estados mayores como los ministros de defensa de los Estados miembros.
Es probable que internamente ya se hayan tocado este tipo de temas ya que el presidente de Bolivia no habla de estos asuntos desconociendo lo que se ha estado trabajando allí.
Ahora bien, por lo pronto se avanza más bien por la generación de instrumentos de confianza mutua. En este marco se estarían estudiando la posibilidad de replicar los instrumentos implementados entre Argentina y Chile y que ambos países han presentado oportunamente como ejemplos de éxito. Hasta parece que esto influyo en la decisión de Brasil de incorporarse a la fuerza binacional Cruz del Sur.
Independientemente de lo que estén desarrollando, veo muy lejano un acuerdo con las implicancias de la OTAN. Imagino más bien algo mucho más limitado.
Tenemos un antecedente en el costado financiero: el Banco del Sur de reciente creación. Su fin era ser una alternativa autónoma frente a la influencia del BIRDy el BM. En los hechos termina con una conformación mucho más tardía y financieramente limitada de lo que propusiera el presidente ecuatoriano Correa en su momento. Finalmente, tampoco ha implicado una ruptura con el BIRD y el BM. Más bien es un crecimiento de la oferta. Pero esto no menosprecia el hecho de que finalmente se creo, esta funcionando y presenta características propias y autónomas para los Estados partes.
Pues bien, creo que terminarán pasando cosas parecidas en el ámbito de la defensa latinoamericana. La "OTAN del ALBA" y/o la "OTAN de la UNASUR" no serán comparables en su armado institucional a la famosa alianza del Atlántico Norte. Aunque probablemente no les cueste mucho ir un poco más allá del casi inexistente TIAR.
Y esto es un punto importante. Quizás mucho lo olviden, pero la OTAN es sólo una de las organizaciones de defensa existentes en el mundo. Es la más famosa e importante, pero no necesariamente el modelo a seguir.