Colombia: la corrupción en el ejército como campo de batalla
Arturo Wallace
BBC Mundo, Bogotá (@bbc_wallace)
Miércoles, 19 de febrero de 2014
Santos ordenó la destitución del comandante de las Furezas Militares, general Leonardo Barrero.
No son estos días fáciles para el ejército colombiano. Pero tampoco para el presidente Juan Manuel Santos.
Un escándalo por alegaciones de corrupción en el interior de las fuerzas armadas, que estalló tan sólo dos semanas después de que sus servicios de inteligencia también fueran acusados de actividades ilegales, obligó al mandatario a ordenar este martes importantes cambios a la cabeza de las fuerzas militares.
Pero las opiniones en torno a la salida del máximo comandante de la fuerza, general Leonardo Barrero, están divididas entre quienes la consideraban inevitable, los que creen que la medida es insuficiente y aquellos que la consideran un acto de politiquería que podría terminar debilitando al ejército.
Y el tema podría terminar teniendo implicaciones tanto para las aspiraciones reeleccionistas de Santos como para el proceso de paz con las FARC.
"Yo siempre he defendido la institucionalidad. Y a las Fuerzas Armadas las he considerado siempre como la columna vertebral de nuestra democracia", dijo Santos en la alocución en la que anunció el retiro de Barrero.
"(Pero) hay que actuar de manera clara y contundente contra de los enemigos externos e internos de nuestras instituciones. Y dentro los enemigos internos de nuestras instituciones están aquellos que se lucran o permiten la corrupción", agregó.
Grabación polémica
Aunque las investigaciones apenas empiezan, entre las medidas ordenadas por Santos también figura la salida de otros cuatro generales que, según el mandatario, "sabían de las irregularidades y no actuaron".
"Mi retiro obedece a una decisión política"
General Leonardo Barrero
Pero el presidente colombiano también fue enfático al especificar que el retiro de Barrero no era por sospechas de corrupción sino por algunas expresiones "irrespetuosas y desobligantes" en contra del poder judicial registradas en las grabaciones que hicieron estallar el escándalo.
En dichas grabaciones, hechas públicas el pasado domingo por la revista Semana, se puede escuchar cómo el militar le recomienda al principal implicado –un teniente coronel que también está siendo investigado por presuntas ejecuciones extrajudicales, conocidas en Colombia como "falsos positivos"– que "hagan una mafia para denunciar fiscales y esa güevonada".
Y Barrero, quien ya había ofrecido disculpas públicas por la expresión, lamentó tener que poner fin a una carrera de más de 30 años en las fuerzas armadas por causa de una conversación privada "que ocurrió hace más de dos años".
"Mi retiro obedece a una decisión política", dijo además el excomandante de las Fuerzas Militares.
Y su declaración seguramente le dará más munición a los críticos del presidente que lo acusan de estar tomando decisiones pensando en su reelección.
"Conspiración"
Algunos creen que los señalamientos en contra del ejército pueden debilitarlos en su lucha con las FARC.
Un ejemplo de esos críticos es el expresidente Álvaro Uribe, quien arremetió en contra del mandatario por tomar decisiones sin esperar a la conclusión las investigaciones que él mismo ordenó.
Y el descontento de algunos militares, activos y en retiro, ya también había sido verbalizado por el excomandante del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares, general Javier Rey, quien presentó su renuncia el domingo pasado "por honor", luego de que Santos se declarara "indignado" por la denuncia de Semana.
"Me dolió (la actitud del presidente Santos), porque lo primero que debe hacer un líder es creer en sus hombres", dijo Rey en diálogo con la televisora local RCN.
"Colombia tiene unos generales que merecen ser respetados y tienen que respetarnos como institución. ¿Dónde está el debido proceso? A la paloma se le quitan las plumas, pero ¿quién se las pone después?", agregó.
Mientras que el convencimiento de Rey de que las revelaciones de Semana son parte de un complot en contra de las fuerzas militares también fue compartido por el presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro, Jaime Ruíz Barrera.
"El interés es atacar la figura institucional, atacar al ejército, atacar a sus mandos. Esa es la guerra jurídica, esa es la guerra política que venimos enfrentando desde tiempo atrás", dijo Ruíz Barrera en un tenso diálogo con la emisora local La FM.
"Esto a quien favorece es al grupo terrorista FARC", dijo el general retirado. "(Somos) exitosos en el campo de combate, pero humillados, ofendidos y postrado en los estrados judiciales", agregó.
Impunidad
Para otros, sin embargo, el principal problema es que las fuerzas militares colombianas llevan años abusando de este argumento para evadir responsabilidades.
"Las FARC... son es la gran excusa que tapa y justifica la inacción ante corrupción, abuso e impunidad"
Claudia López
"Las FARC son un problema, no el principal. Lo que sí son es la gran excusa que tapa y justifica la inacción ante corrupción, abuso e impunidad", dijo, por ejemplo, la analista política y actual candidata al senado por la Alianza Verde Claudia López.
Y López tampoco parece comprar el argumento de que las críticas y denuncias en contra del ejército pueden terminar desmoralizando a las tropas y, dado que el gobierno considera que la presión militar es la que obligó a la guerrilla a sentarse en la mesa de negociaciones, poner así en peligro a las posibilidades de paz.
"Lo que atenta contra la paz no son las denuncias de corrupción sino la impunidad que rodea la corrupción de políticos, contratistas y militares", dijo la analista a través de su cuenta de Twitter.
Por eso, hay sectores que celebran el rápido actuar de Santos.
Aunque sus medidas tampoco han dejado completamente satisfechos a los actores políticos que se ubican al otro extremo de Uribe.
Movimientos como la izquierdista Marcha Patriótica, por ejemplo, no han dejado de reclamarle al presidente la cabeza del ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.
Con miedo
Por lo demás, las airadas reacciones en algunos sectores de las fuerzas armadas también han encendido las alarmas en algunos sectores.
En anteriores oportunidades la revista Semana ya había denunciado irregularidades en el seno del ejército.
"Le confieso que me dejan con miedo sus palabras acerca del examen que ustedes han hecho de mis palabras", le dijo la periodista de La Fm Vicky Dávila al presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro luego de que este criticara su actuación y la de algunos medios de comunicación.
"Muchos interpretamos a veces sus posiciones como totalmente adversas, de persecución y de daño. Ayer en la reunión comentamos su posición en particular", le había con anterioridad a Dávila el general retirado Ruíz Barrera.
"Hay periodistas insidiosos, dañinos, que buscan causar efectos como este. Y cuando un tema se maneja insidiosamente, mal intencionadamente, entonces surgen las reacciones", agregó además el exmilitar.
Las declaraciones les hicieron recordar a muchos el atentado en contra el jefe de investigaciones de la revista Semana, Ricardo Calderón, en mayo pasado, luego de que este publicara varias denuncias que también afectaba al ejército.
Y también que las investigaciones oficiales sobre ese atentado todavía no han arrojado ningún resultado.
Cabe esperar, sin embargo, que corran mejor suerte las que están intentando aclarar la verdad detrás de las sospechas de escuchas ilegales y una posible red de corrupción.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias...cion_ejercito_destituciones_polemica_aw.shtml