Safran y Rolls-Royce a bordo del futuro avión de combate europeo.
Snecma, la filial de motores de Safran, va a desarrollar con su contraparte británica el sistema de propulsión del futuro avión de combate europeo, que deberá hacer el relevo de los Rafale y los Eurofighter en el horizonte del 2040.
Poco a poco, el futuro avión de combate europeo deja su nido. Una semana después del anuncio en Londres de un primer contrato con Dassault Aviation y BAE Systems para el lanzamiento de los estudios preliminares, una nueva etapa se franqueó el lunes, con la firma de un contrato equivalente con Snecma y Rolls-Royce. La filial del grupo Safran y su contraparte británica unirán sus esfuerzos para concebir, en el seno de una filial común, los motores del lejano y aún nebuloso, Sistema de combate aéreo futuro (SCAF).
Un futuro avión de combate se anunció en febrero pasado dentro de la estela del acuerdo franco-británico de noviembre de 2010, donde sólo se pudo saber algunas cosas, al menos que será el reemplazante de los Rafale y Eurofighter... al horizonte del 2040.
En el estado actual de las cosas, el objetivo sería conseguir un avión de combate furtivo y sin piloto, capaz de efectuar tanto misiones aire-aire como aire-tierra. De todos modos una opción con piloto será contemplada para las misiones nucleares.
Los detalles del proyecto son aún más vagos, ya que, en este estadío, las tecnologías necesarias para la realización de tal drone de combate permanecen desconocidas. Por ahora, los modelos más competitivos de drones armados están muy lejos de poder rivalizar con el más berreta de los aviones de combate.
“Todavía estamos en la fase de preparación, lo básico es ligarse a las mejores tecnologías, lo que llevará varios años, antes de la fase siguiente de demostración, que será seguida por la tercera fase de desarrollo”, explica Simon Gavillet, miembro del consejo de administración de Rolls-Royce Snecma Ltd, la coempresa encargada del proyecto.
Modesto esfuerzo financiero.
En esta etapa, el esfuerzo financiero es modesto para Francia y Gran Bretaña, es del orden de los 13 millones de euros solamente, 50 y 50 entre Londres y París, por el primer contrato firmado entre las dos empresas, Dassault Aviation y BAE Systems, y ciertamente menos por el contrato entre Snecma y Rolls-Royce. Pero, en comparación, Rolls-Royce y GE van a engullir varios miles de millones de dólares en el proyecto de motor para el F-35 norteamericano, que no fue finalmente aceptado por el Pentágono.
Se espera un gran éxito con esta nueva cooperación entre Snecma-Safran y Rolls-Royce, quienes ya han trabajado juntos, en el pasado en los motores del Concorde, los del Jaguar y, más recientemente, en los del Airbus A400M. “Las relaciones entre Rolls-Royce y Snecma son excelentes”, asegura Simon Gavillet. Sin embargo, los dos grupos compiten frente a frente en programas civiles. Por otra parte, si el proyecto permanece hoy limitado a una cooperación franco-británica, París no esconde su voluntad de asociar a EADS y sus socios alemanes, muy presentes en el Eurofighter. De aquí surge una complicación en la futura repartición de roles.
Fuente: Les Echos por Bruno Trévidic 01.08.2012
[el subrayado es mío]
http://www.lesechos.fr/entreprises-...-du-futur-avion-de-combat-europeen-349481.php
http://www.snecma.com/snecma-groupe-safran-et-rolls.html?lang=fr
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Snecma, la filial de motores de Safran, va a desarrollar con su contraparte británica el sistema de propulsión del futuro avión de combate europeo, que deberá hacer el relevo de los Rafale y los Eurofighter en el horizonte del 2040.
Poco a poco, el futuro avión de combate europeo deja su nido. Una semana después del anuncio en Londres de un primer contrato con Dassault Aviation y BAE Systems para el lanzamiento de los estudios preliminares, una nueva etapa se franqueó el lunes, con la firma de un contrato equivalente con Snecma y Rolls-Royce. La filial del grupo Safran y su contraparte británica unirán sus esfuerzos para concebir, en el seno de una filial común, los motores del lejano y aún nebuloso, Sistema de combate aéreo futuro (SCAF).
Un futuro avión de combate se anunció en febrero pasado dentro de la estela del acuerdo franco-británico de noviembre de 2010, donde sólo se pudo saber algunas cosas, al menos que será el reemplazante de los Rafale y Eurofighter... al horizonte del 2040.
En el estado actual de las cosas, el objetivo sería conseguir un avión de combate furtivo y sin piloto, capaz de efectuar tanto misiones aire-aire como aire-tierra. De todos modos una opción con piloto será contemplada para las misiones nucleares.
Los detalles del proyecto son aún más vagos, ya que, en este estadío, las tecnologías necesarias para la realización de tal drone de combate permanecen desconocidas. Por ahora, los modelos más competitivos de drones armados están muy lejos de poder rivalizar con el más berreta de los aviones de combate.
“Todavía estamos en la fase de preparación, lo básico es ligarse a las mejores tecnologías, lo que llevará varios años, antes de la fase siguiente de demostración, que será seguida por la tercera fase de desarrollo”, explica Simon Gavillet, miembro del consejo de administración de Rolls-Royce Snecma Ltd, la coempresa encargada del proyecto.
Modesto esfuerzo financiero.
En esta etapa, el esfuerzo financiero es modesto para Francia y Gran Bretaña, es del orden de los 13 millones de euros solamente, 50 y 50 entre Londres y París, por el primer contrato firmado entre las dos empresas, Dassault Aviation y BAE Systems, y ciertamente menos por el contrato entre Snecma y Rolls-Royce. Pero, en comparación, Rolls-Royce y GE van a engullir varios miles de millones de dólares en el proyecto de motor para el F-35 norteamericano, que no fue finalmente aceptado por el Pentágono.
Se espera un gran éxito con esta nueva cooperación entre Snecma-Safran y Rolls-Royce, quienes ya han trabajado juntos, en el pasado en los motores del Concorde, los del Jaguar y, más recientemente, en los del Airbus A400M. “Las relaciones entre Rolls-Royce y Snecma son excelentes”, asegura Simon Gavillet. Sin embargo, los dos grupos compiten frente a frente en programas civiles. Por otra parte, si el proyecto permanece hoy limitado a una cooperación franco-británica, París no esconde su voluntad de asociar a EADS y sus socios alemanes, muy presentes en el Eurofighter. De aquí surge una complicación en la futura repartición de roles.
Fuente: Les Echos por Bruno Trévidic 01.08.2012
[el subrayado es mío]
http://www.lesechos.fr/entreprises-...-du-futur-avion-de-combat-europeen-349481.php
http://www.snecma.com/snecma-groupe-safran-et-rolls.html?lang=fr
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