me parece que todos tenemos que estudiar mas historia, estamos haciendo supuestos basados en la imaginacion
la invasion de 1806 fue muy bien recibida por unos cuantos circulos de buena posicion en Buenos Aires, tal es asi que oficiales ingleses asistieron a fiestas con lo mas granado de la sociedad.
y los inngleses no vinienron a "conquistarnos" como parte del imperio, simplemente fue un golpe corsario para apoderarse del tesoro del virreinato que estaba para enviarse a España, y a "abrir" Buenos Aires y todo el hinterland correspondiente al vierreinato al comercio "Libre" propuesto por los mercantilistas ingleses, (Mun ppr ejemplo).
Carta del comandante comodoro Popham a Lord Castlereagh
Fuente: Las invasiones inglesas, de Isaac R. Pearson, Litografía e imprenta Méjico, Buenos Aires, 1901.
Buenos Aires es la mejor situación comercial de Sud América. Es el gran centro y emporio del comercio de todas sus provincias, es el canal por el que anualmente pasa una gran porción de las riquezas de los reinos de Chile y del Perú. Estas ventajas han sido tan fuertemente excitadas en una publicación provincial y semanal, que tengo en mi poder (El Telégrafo Mercantil de Buenos Aires), que el gobierno español fue obligado a intervenir y detener su ulterior progreso; puesto que estaba evidentemente escrito para inducir á la Gran Bretaña a que se aprovechase del negligente estado en que se dejaban esas valiosas colonias de la madre patria. (...) Aparece también, por obra ya citada, que anualmente entran en el puerto de Montevideo seiscientos buques costaneros, y ciento treinta buques europeos; y que próximamente sale el mismo número; pero en esta comunicación comercial las exacciones, impuestos y restricciones, son tan arbitrarios, que los naturales están en estado de revuelta. Hasta aquí me he fijado principalmente en el comercio de exportación de esas colonias, que goza de todas las ventajas de fácil transporte por el Paraguay y otros grandes ríos que son navegables centenares de millas desde Buenos Aires. Estas ventajas son también aplicables á la importación de manufacturas de la Gran Bretaña, y cuando consideramos que cuando menos seis millones de habitantes están al alcance de un tal surtido, me atrevo á someteros si aun un estímulo temporario a nuestros pueblos manufactureros, no será suficiente para justificar la tentativa que ahora se agita, aun bajo menos favorables esperanzas de buen éxito. (...)
Un eminente comerciante de la ciudad de Londres, me informó (...) que Montevideo estaba muy indefenso, que mil hombres obtendrían fácilmente posesión de la plaza y de Buenos Aires, que es un pueblo abierto; que después que las tropas españolas se separen del país, los naturales conservarían fácilmente posesión de él, mediante las mejoras de sus derechos de exportación e importación, y de otros impuestos pesados y opresivos (...).
Hay también un inglés, (…) que ha residido ocho años en Buenos Aires, dos de los cuales ha sido intérprete en la Aduana; sus noticias con respecto á Montevideo son idénticas a las de la persona precedente, y mucho más positivas con respecto a Buenos Aires, que es un puerto abierto. Él asegura que nunca ha habido en Buenos Aires mil soldados de línea, mientras que ha estado allí; que en este momento no concibe que pueda haber seiscientos en ambas Plazas; y que la disposición de los habitantes es tan adversa al gobierno existente, que ayudarán materialmente a la conquista de la Plaza.