Nuevas embarcaciones polares y inversiones en la Antártida
Como ARGENTINA, cuyo rompehielos Irízar debe volver a la actividad en el verano de 2016-17, también otras naciones están atualizando sus buques polares.
2016 – CHINA está construyendo, con sus propios medios, un rompehielos que desplazará 8.000t, tendrá 122m de eslora y casco de clase polar PC 3. Más centrado en la investigación, el nuevo buque tendrá mayor capacidad polar que el Xue Long, de función más logística. Su diseño fue desarrollado por la Aker finlandesa y se espera completar la construcción este año. Se estima que va a cuestar US$ 300 millones:
2017 – PERÚ recibirá el buque oceanográfico polar BAP Carrasco, con desplazamiento de 6.000t, 97m de eslora y casco reforzado clase PC 7. Botado en el 05 de mayo del 2016, se encuentra en construcción en los astilleros Paulino Freire, de Vigo, España y costará US$ 88 millones:
2017 – CHILE deberá haber completado su Karpuj, lancha científica antártica de 105t de desplazamiento y 24,5m de eslora, que tuvo problemas de estabilidad luego de la puesta en marcha el pasado verano:
2017 – FRANCIA va a sustituir el L'Astrolabe por un buque logístico polar del mismo nombre, con capacidad de carga de 1.200t y eslora de 72m. Será construído por el astillero francés Piriou (el casco, certificado por BV como rompehielos 5, es responsabilidad del astillero polaco CRIST), a un costo de € 50 millones:
2017 – NORUEGA va a recibir el buque de investigación polar Kronprins Haakon, que desplazará 9.000t y tendrá 100m de eslora y casco Polar 10 (DNV). Será dotado de
moon pool,
ROV y
AUV. Diseñado por Rolls Royce Marine y construido en los astilleros Fincantieri de Italia y Noruega (VARD), costará € 175 millones (NOK 1,4 mil millones):
2019 - El REINO UNIDO debe recibir el buque de investigación polar Sir David Attenborough, diseñado por Rolls-Royce. Equipado con una
moon pool y vehículos submarinos, desplazará 12.790t y tendrá 128m de eslora, y su capacidad polar será más alta que las de los actuales dos barcos de
BAS,
British Antarctic Survey (a los cuales sustituirá). El trabajo será realizado por el astillero inglés Cammel Laird a un costo de £ 200 millones (equivalente a US$ 280 millones):
2020 - AUSTRALIA también reemplazará el Aurora Australis, a un costo total de A$ 1.909 millones (lo equivalente a aproximadamente US$ 1.404 millones) –de estos, A$ 529 millones (US$ 389 millones) són el precio del buque y A$ 1.380 millones (US$ 1.015 millones) serán destinados para el mantenimiento y operaciones a lo largo de sus 30 años de vida útil. El contrato fué firmado a finales de abril del 2016, y establece que el funcionamiento del buque es tarea de la empresa australiana DMS Maritime, mientras que su construcción será responsabilidad del astillero holandés Damen, que también lo diseñó. El nuevo rompehielos, todavía sin nombre, va a deslocar 23.400t y tendrá 156m de eslora, siendo dotado de
moon pool, vehículos sumergibles y otros equipos avanzados. Es un diseño personalizado para las necesidades de la
AAD (
Australian Antarctic Division), con hangar para dos helicopteros médios o cuatro pequeños y con casco aún más fortalecido que de la nave actual:
2021 – CHILE desea reemplazar Almirante Viel por un nuevo rompehielos de desplazamiento mucho más elevado (13.000t, con eslora de 125m). Con proyecto de Vard Marine (Fincantieri) y construcción a ser efetuada en el astillero chileno Asmar, va a costar de entre US$ 120 y 200 millones:
Otros países también tienden a actuar en el medio plazo. INDIA anunció que adquirirá un rompehielos en los próximos años, con el fin de abastecer sus tres estaciones polares (dos en la Antártida y una en el Ártico). Los EUA dependen demasiado del Polar Star y del Healy, pertenecientes a la Guardia Costera, y se posponen durante años la compra de nuevos rompehielos. La ALEMANIA tiene intención de reemplazar el Polarstern, de 1982, pero todavía no hay nada definido, excepto que la compañía naviera alemana F. Laeisz va a operar el próximo rompehielos de AWI (Alfred Wegener Institute).
Como se ve, el panorama general es la renovación de una flota polar envejecida. Algunos Estados importantes en el ámbito del Tratado Antártico, por otra parte, tienen sus necesidades cubiertas adecuadamente en ese momento. Es el caso de RUSIA, siempre muy bien servida en tal asunto, y también de JAPÓN (con el Shirase, 20.000t, de 2009), COREA DEL SUR (Araon, 6.950t, de 2009) y ÁFRICA DEL SUR (S.A. Agulhas II, 12.900t, de 2012).
También se prevee inversiones en instalaciones en tierra. En 2017 la presencia CHINA en Antártida se expandirá a través de su quinta estación en el continente, a ser construída en Tierra de Victoria, en la Isla Inexpressible:
Desde el 2006, BELARÚS ha utilizado las instalaciones rusas de Monte Vechernyaya (a 27km de la estación cerrada Molodezhnaya, en la Tierra de Enderby) durante el verano. En la vecindad, el país comenzó la construcción de su propia base, con la instalación del primer módulo en 2015-16. Será un proyecto en dos fases, con nuevas secciones que se añaden anualmente a la estación. En la primera etapa, que debe durar al menos cinco años, van a ser instalados entre ocho y diez módulos. En ese momento, la base funcionará durante el verano, albergando cinco o seis personas, y Monte Vechernyaya permanecerá ocupada. En el 2020, la expedición antártica de Belarús hará su primera invernada. Será la segunda fase de la construcción, cuando la estación operará durante todo el año, con capacidad para diez hasta doce personas. En total, la base será compuesta de catorce a dieciocho módulos.
En los próximos años, ARGENTINA quiere convertir la estación Petrel en permanente, mientras que CHILE anuncia su intención de instalar un telescopio en el Monte Vinson hasta el 2020, a ser controlado desde su base de verano en Glaciar Unión (montes Ellsworth). PERÚ y ECUADOR también planean operar sus bases durante todo el año, y COLOMBIA anunció la construcción de su propia estación antártica en el 2025. SUIZA creó su instituto polar en abril de 2016 y deberá aumentar su relevancia en el sistema del Tratado Antártico, en lo cual actualmente no tiene estatus consultivo. La INDIA tiene planes para renovar la base Maitri (en la Costa de la Princesa Astrid, Tierra de la Reina Maud), y JAPÓN evalúa la construcción de una nueva estación de investigación. CHINA, que recientemente comenzó a operar aeronaves de ala fija en la Antártida (Basler BT-67), va a construir un campo de aviación cerca de la base Zhongshan (Colinas Larsemann, Bahía Prydz, Territorio Antártico Australiano). Y también países sin tradición en el circuito polar, pero dotados de recursos económicos y de la voluntad de asumir papel destacado en el escenario antártico, como IRÁN y TURQUIA, pueden llegar a establecerse en el continente austral en un futuro próximo.
Nuevos actores van a emerger a medida que nos acercamos al año 2048 –cuando se discutirá el final de la moratoria a la minería impuesta por el Protocolo de Madrid de 1991. Si en el futuro hay condiciones climáticas, logísticas y tecnológicas para la extracción de las reservas minerales del continente, parece seguro que las presiónes sobre un eventual reparto de la Antártida van a aumentar.