Ahora se viene San Pablo ????
Se viene el Brexit brasileño, los paulistas quieren separarse de Brasil
Movimientos independentistas de diversas regiones brasileñas promueven iniciativas para que el estado de San Pablo y la región Sur se separen de la federación del gigante sudamericano
La velocidad y el éxito del “Brexit”, la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, más los ejemplos separatistas de Escocia o Cataluña y la crisis política y económica de Brasil, han impulsado a movimientos independentistas de diversas regiones brasileñas a promover iniciativas para que el estado de San Pablo o la región Sur se separen de la federación del gigante sudamericano.
Los movimientos han llamado a plebiscitos informales en San Pablo y los estados sureños de Santa Catarina, Paraná y Rio Grande do Sul el 2 de octubre, en coincidencia con la primera vuelta de las elecciones municipales de este año.
“No es oportunismo por la crisis; es que el modelo económico y político montado en Brasil no sirve más. Lo ideal es cerrar este proyecto y comenzar un país de nuevo, con nueva política e instituciones, cohesionado socialmente, un país más chico. Tenemos todo para ser un país del primer mundo”, dijo a Télam Flavio Rebello, presidente del grupo Sao Paulo Livre (SPL).
Lo mismo ocurre con el movimiento “El Sur es Nuestro País” que proclama la independencia de la región sur, comprendida por los estados de Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul, una zona que limita con Paraguay, Argentina y Uruguay y siempre ha sido campo de batalla para iniciativas secesionistas a lo largo de la historia de la construcción brasileña.
“Estamos siendo maltratados por el poder central de Brasilia, por la forma de distribución de impuestos; no somos mejores ni peores que los nordestinos, los del norte o los del centro oeste. De todo lo que producimos Brasilia nos devuelve la migaja del 20% en coparticipación federal”, afirmó por su parte Anidria Rocha, de 46 años, pequeña empresaria dirigente de “El Sur es Nuestro País”.
El movimiento separatista de los “gaúchos”, paranaenses y catarinenses fue enterrado por el entonces Imperio de Brasil con la derrota, en 1845, de la Revolución Farroupilha, originada por los estancieros que no querían someterse al sistema impositivo de la corona de Río de Janeiro.
Incluso la zona sur, tras el fin de la intentona separatista, fue valorizada por la corona de Río de Janeiro como parte de la federación con la población militar fronteriza en el marco de la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay.
La coincidencia con el tablero político de 2014 –en el cual varios analistas interpretaron que el país se partió en dos- deja evidencia de estos movimientos: en San Pablo y la región sur de Brasil es donde se produjo la menor votación del Partido de los Trabajadores (PT) en favor de Rousseff, que venció por la fuerza del nordeste, el norte amazónico y Minas Gerais.
Desde que venció la salida de Gran Bretaña de la UE, incluso sectores del Nordeste, la región más pobre del país, también lanzaron en Facebook iniciativas para separarse de Brasil, aunque sin la organización histórica de los paulistas y los sureños.
Sin embargo, llamativas, estas iniciativas están asociadas con grupos elitistas y ultraconservadores y por ahora no cuentan con respaldo popular amplio.
Encuentra, también, trabas en la justicia, ya que el separatismo es anticonstitucional.
El tribunal electoral de Santa Catarina, en Florianópolis, prohibió la realización del plebiscito informal (mesas ubicadas a 100 metros de los lugares de votación en las municipales) por considerar que buscar separarse de Brasil es un delito contra la Constitución federal de 1988, que es la base de la nueva democracia brasileña.
El movimiento de los sureños apunta a reunir firmas del 5% del padrón, lo que significa un millón de electores. Y la fuerza radica en las redes sociales, con 650 grupos de Whatsapp y 900 grupos en Facebook.
El objetivo de “El Sur es mi país” es reunir firmas para enviarlo a la ONU y llamar la atención para realizar un plebiscito oficial.
Los tres estados sureños tienen 29 millones de habitantes. Y el estado de San Pablo 44 millones.
El paulista Rebello sostiene que en la idea de separatismo no existe “elitismo ni racismo”, como apuntan sus críticos. “San Pablo es un lugar donde se encuentran los paulistas, los nordestinos, los sureños, los bolivianos, los haitianos, esta capacidad para recibir gente y hacer de San Pablo un lugar único, una tierra de inmigrantes que marcó la formación del pueblo paulista”, comentó el dirigente.
Y puso como ejemplo que “si no fuera por San Pablo y los bandeirantes (milicias conquistadoras que lucharon contra los indígenas), hoy Brasil sería una franja costera, como Chile”, además de citar que los paulistas siempre resistieron y tuvieron más autonomía de la corona portuguesa, que luego se trasladó a Rio de Janeiro en 1808 hasta la independencia en 1822.
San Pablo es la locomotora industrial de Brasil, concentra un tercio del Producto Interno Bruto y es el estado que más sufre con la crisis, ya que el desempleo siempre se ubica en este estado 3 o 4 puntos por arriba del promedio del país.
“No queremos supremacía de nadie; producimos materias primas, tenemos 10.000 fábricas, todos los residentes, incluso extranjeros, serán paulistas y no vamos a sacar a los nordestinos ni a nadie. Brasil será un país hermano y un socio consumidor para hacer buenos negocios”, dijo el dirigente separatista, que le puso al plebiscito el nombre de “SampaAdeus”.
En términos ideológicos, interpretó que San Pablo, que tiene el 22% de la población brasileña sufre la "injusticia" de tener una representación igualitaria a otros estados en el Congreso Nacional.
“San Pablo, por su composición, sería un país de centroderecha incrustado en un país mayor de centroizquierda. Escocia, por ejemplo, es básicamente de centroizquierda, masacrado históricamente por políticas de derechas de Londres”, comparó.
Sabado 30 de Julio de 2016
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