El Gobierno asignó a Arsat más de $1.300 M de un fondo activo desde 2000 pero que nunca se había usado
Forma parte del plan para conectar a 891 localidades del país donde no hay conectividad o es ineficiente. Ya hay más de 80 pueblos alcanzados. Una vez finalizada la iniciativa, se verán beneficiados más de 15 millones de habitantes del país
La empresa estatal Arsat recibirá
$1.329 millones del
Fondo Fiduciario de Servicio Universal (SU) para financiar el proyecto de conectividad y acceso a las nuevas tecnologías de la información en
891 localidades alejadas de los centros urbanos del país. Esto permitirá que en aquellos pueblos en donde el
acceso a internet era
caro y lento se pase a tener un servicio que, por el mismo precio, sea de mucha más
velocidad. Una vez finalizada la iniciativa, se verán beneficiados más de
15 millones de habitantes del país.
Que
Arsat llegue con su
Red Federal de Fibra Optica (REFEFO) a distintas localidades permitirá que las empresas locales que brindan el servicio de acceso al hogar puedan interconectarse a esa red troncal a
u$s 18 el MB, un precio muy por debajo de los
u$s200 que en promedio les cobraban otras empresas de telecomunicaciones, tal como venía ocurriendo en el NOA, señalaron a
iProfesional fuentes de la industria.
"Que los proveedores de internet locales hayan conseguido un precio 10 veces menor para interconectarse no se traducirá en una baja de precio para el abono que pagan los usuarios residenciales. Pero sí en una
mayor velocidad de conexión", agregó la fuente.
Es la manera en que suele funcionar el
esquema de precios de este mercado. Los precios se mantienen pero, a cambio, se otorga a los clientes velocidades más altas de acceso, valor que en la Argentina se encuentra retrasado en comparación con países de la región como
Uruguay y Chile, y que es mucho más notorio en las provincias y, dentro de ellas, en las localidades más alejadas de los conglomerados urbanos.
Así lo decidió el Gobierno que publicó hoy la
resolución 5.410 en el Boletín Oficial mediante el cual tomó la decisión de que comiencen a usarse los fondos del SU compuesto por el
1% de la facturación de todas las empresas de telecomunicaciones con el fin de llegar con los servicios a los pueblos más alejados, en donde la oferta suele ser o
inexistente o
escasa o
mala por falta de competencia.
Ese fondo, que hoy supera
los $3.500 millones está activo desde el año
2000, cuando se abrió el mercado de las telecomunicaciones en la Argentina. Pero hasta ahora nunca se habían tomado decisiones respecto de lo que se haría con ese dinero, básicamente por
negligencia de la administración anterior y la consiguiente falta de presentación de proyectos.
En la resolución se mencionó que el proyecto tiene como objetivo "
fomentar la igualdad y universalización del acceso a los servicios de TIC en todo el territorio nacional, federalizar el ecosistema de la banda ancha, mediante la implementación de una estrategia integral de conectividad en todo el país, disminuir las desigualdades regionales en la generación y uso de los servicios de TIC, fortalecer la inclusión digital, mejora la calidad de acceso a los servicios de TIC y promover la competencia del sector".
Pese a que hoy se oficializó el destino de los fondos de SU para que sean ejecutados por Arsat, la compañía estatal ya venía realizando la tarea de conectar a esas localidades más alejadas. Cuando
Rodrigo de Loredo, presidente de Arsat, asumió la conducción de la compañía "habían
17 pueblos conectados razón por la que una de las primeras decisiones que se tomó fue seguir con esa tarea aunque a un ritmo mucho mayor. Hoy ya hay más de 80 poblados conectados", dijeron fuentes del sector.
El objetivo es darle a internet a esas 891 localidades en un plazo de dos años, tal como lo manifestó en mayo pasado el presidente
Mauricio Macri, cuando anunció el plan, con motivo de la celebración del día mundial de
internet.
En ese sentido, la resolución 5.410 establece que Arsat deberá poner en servicio
120 nodos de distribución. Es decir, puntos mediante los cuales se van interconectando las distintas redes existentes en los diversos pueblos.
En la resolución se explicó que la puesta en servicio de cada uno de esos nodos de distribución, sumados a los existentes, impactará sobre los potenciales usuarios finales de cada localidad. Así, grafica que, por ejemplo, en el caso de las 280 localidades de menos de
500 habitantes a cubrir con esta iniciativa, se verán beneficiados casi
58.000 habitantes. En el otro extremo, cuando se alcancen las 32 localidades de más de 100.000 personas, el impacto se traducirá en una mejora para más de
9,4 millones de ciudadanos.
También determinó que la
Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y la
Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) tendrán que auditar, contrato mediante, el proyecto a partir de 2017 y por un período de 10 años. Agregó que los contratos para realizar estas auditorías no podrán exceder el
0,5% de los fondos asignados a Arsat para la ejecución total del proyecto.