Más que nada hablaban de la potencia del motor. Por experiencia en combate, difícil que el Cheetah igualara en aceleración y velocidad a un avión como el Mig-23 por ejemplo.
En tiempo de guerra los MIG-23 volaban en misiones de reconocimiento a gran altura y velocidad, con la tranquilidad de saber que ni los Mirage III con Atar 09C, como los F-1 con 9K-50 podían siquiera hacerles sombra.
Ni hablar que llegó un momento en que la SAAF evitó la confrontación directa con los MIG-23.
No por nada la USAF desplegó en Tyndall (Florida) dos escuadrones de F-15 cuando Cuba recibió los MiG 23. Algo similar sucedió en Alemania Oriental, los F-4E y F-15 eran los únicos que podían estar mano a mano con los MiG 23 de la URSS basados en Alemania Oriental. Israel también recurrió a los F-4 y luego a los F-15A para mantener en raya a los Flogger sirios.
El MiG 23 tenía muy buena velocidad final, pero era muy poco maniobrable y con un radio de acción muy limitado. Recién en las últimas series (ML y MLD) mejoró la maniobrabilidad y algo el alcance.