ÁMBITO FINANCIERO
Fábrica de Aviones: un año y sin despegue a la vista
Inexplicable demora en la firma de contratos condiciona la actividad de la planta militar de fabricación de aeronaves.
Por Edgardo Aguilera
El 7 de abril de 2016 el empresario lácteo cordobés Ércole Felippa asumió la presidencia de la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA). Se cumple un año y aún la planta estatal no puede funcionar con la cadencia que se espera de una fábrica estratégica para el país. FAdeA es una sociedad anónima de capital estatal creada en diciembre de 2009, luego de que Cristina de Kirchner dispuso que el Estado Nacional adquiriera el paquete accionario (Defensa 99 % y Fabricaciones Militares el 1% restante) de Lockheed Martin Aircraft Argentina SA, hasta ese momento titular de la concesión.
En soledad, sin una política industrial aeronáutica clara, Felippa, casi un fungible en la misión, trajina despachos de Defensa y de la jefatura de Gabinete clamando por recursos para funcionamiento.
El martes pasado, por caso, pidió y tuvo una media palabra del ministro Julio Martínez sobre el pronto envío de unos 40 millones de pesos de adelanto destinados a mitigar deudas con proveedores. Los pagos a empresas nacionales e internacionales que abastecen de partes y conjuntos la línea de fabricación del único producto con potencial de mercado, el jet entrenador IA-63 Pampa, están congelados. Se atienden con cuentagotas ad referendum de los datos que proporciona Deloitte, el auditor externo contratado por FAdeA para ordenar los números y, obvio, de la liberación de partidas que autoriza la jefatura de Gabinete. La burocracia no ayuda. FAdeA subsiste con dos unidades de negocios, fabricación y mantenimiento. Los dos contratos mayores cuyo único cliente es la Fuerza Aérea Argentina, el de producción del Pampa III y el de mantenimiento de las aeronaves de la fuerza, llevan dos meses de idas y vueltas entre oficinas de FAdeA, legales de la fuerza y la secretaría de Ciencia, Tecnología y Producción del ministerio a cargo de Héctor Lostri. La parsimonia provinciana que caracteriza la gestión de Defensa se confunde con inacción ante el mandato de resultados concretos que pidió Mauricio Macri a Felippa en aquella reunión coronada por la frase memorable: "fabricá algo aunque sean caramelos pero fabricá".
Hay problemas operativos no resueltos entre ellos el faltante de 1.807 piezas del stock de la línea de fabricación del Pampa. La novedad podría alterar el cronograma de fabricación de los tres aparatos previstos para 2017. Claro, siempre que no se cuente en esa serie al primero, matrícula EX04, que voló
en marzo de 2016 que venía en producción del gobierno anterior. Contar con esas partes y conjuntos faltantes tiene un problema adicional, la industria aeronáutica no fabrica piezas unitarias, se piden en cantidad, la reposición agregará un costo mayor en un contexto de torniquete fiscal.
La empresa creó el área de Desarrollo de Negocios que busca expandir el mercado de potenciales clientes para no depender de la billetera del Estado. La iniciativa parece haber quedado en el papel. Felippa no asistió al encuentro con el secretario general de Defensa de Italia, Carlo Magrassi, quien visitó el país la semana pasada con el propósito de avanzar en la cooperación bilateral. Puertas adentro de FAdeA se dice que Felippa reparte su tiempo con las obligaciones que demanda su otro yo en el negocio lácteo. La reunión de Magrassi con altas autoridades de la defensa criolla y una posterior con empresarios pretendía fomentar el acercamiento en particular con la industria orientada a la defensa.
Repasar la historia del sector muestra que la brasileña Embraer creció de la mano del primer empujón dado en la década del 70 tras un acuerdo con Italia por el que se construyeron y vendieron 180 aviones jet entrenadores MB 326 Aermacchi, denominados Xavante en Brasil. Más el apoyo de una ley de offset, compensaciones comerciales, industriales o tecnológicas que dinamizó las industrias proveedoras de Embraer. Se sabe que el ministro Martínez instruyó al secretario de Logística Walter Ceballos para que elabore un proyecto de ley de offset que aún no vio la luz. El único proyecto en trámite es el del
diputado nacional salteño Alfredo Olmedo, lo presentó la semana pasada en la Comisión de Defensa de la Cámara Baja.
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