Realmente era necesario meter tremenda red de fibra óptica para llegar a poblados abandonados o a algunas escuelitas rurales... no se podría haber solucionado metiendo torres de telefonía (o subsidiando a las empresas para que las pongan)? Una pregunta honesta formulada desde el desconocimiento del tema.
Las radiobases móviles, a partir de 4G, están conectadas por fibra. Una cosa no reemplaza la otra: la antena irradia para dar cobertura, la fibra da conexión a la red. Durante muchos años la conectividad se daba mediante radioenlaces (en distancias largas, son saltos de sucesivos radios). Es una conexión de capacidad limitada, que fue quedando atrás con el aumento del ancho de banda y del consumo de telecomunicaciones.
allá las empresas invierten por voluntad propia acá el gobierno las tiene que perseguir con un látigo y un batallón de abogados para que cumplan los contratos a media marcha.
En ambas regiones ("allá" y "acá") los operadores invierten por negocios y por obligaciones. Será que "allá" tienen menos trabas del propio Estado (nacional, provincial o municipal) a la hora de licitar y asignar el espectro, de liberarlo y de permitir la instalación de infraestructura (básicamente, antenas).
Lo de las antenas es cierto, todo el mundo quiere servicio pero nadie quiere ver las torres, la solución fue montar los arreglos de antenas en los edificios como en el resto del mundo
La instalación en azoteas es algo que viene ocurriendo desde los albores de la telefonía móvil en la Argentina. Cuando nació Movicom, con 9 o 10 estructuras cubría toda su zona de servicio (el AMBA), para todos sus clientes (que eran pocos, y que se limitaban a hablar por teléfono). Obviamente, el parque de clientes creció (sus pretensiones de servicio y cobertura también), y también la cantidad y variedad de servicios. En zonas urbanas, si no se pudiera instalar en azoteas el servicio sería directamente inviable. No fue un invento moderno, sino que se lleva adelante hace mucho. Igualmente, eso no resolvió las quejas e inquietudes vecinales.
Hernan, es como el debate de la energia nuclear.. hay detractores y financistas....
El tema de las torres, el problema no cae en quienes viven en el edificio debajo de la antena, sino para quienes estan enfrente...por el tipo de ondas. Yo solo te digo... comprate un Eme Spy 140 / 200 para medir la exposicion a la radiofrecuencia y ponete de frente a una antena.... y despues hablamos...
La medición de campos electromagnéticos está regulada en la Argentina básicamente por la Res. 3690/2004. Entre otras cosas, hay que ser matriculado, y contar con equipos homologados y calibrados. Desconozco si el Eme Spy cumple con eso. Las mediciones sobre radiobases móviles en la Argentina (y me animaría a decir en cualquier parte del mundo civilizado) están cientos de veces por debajo de los límites máximos.
Estaria muy bueno realizar una peticion al congreso para que las empresas de telecomunicaciones tengan que informar cual es la tasa de radiacion Ionizante que tienen las antenas en nuestro pais... por que no se sabe...
En primer lugar, las radiofrecuencias de telefonía móvil generan Radiaciones NO Ionizantes (RNI). Las radiaciones ionizantes son, básicamente, los rayos X y los rayos Gamma.
En segundo lugar, el control sobre el espectro radioeléctrico en la Argentina es potestad del Estado Nacional, actualmente realizado a través del ENACOM (antes AFTIC, antes CNC). Tanto los operadores de telecomunicaciones móviles como el propio Estado realizan mediciones constantes sobre los sitios. Muchas veces se hacen también mediciones a pedido, ante inquietudes vecinales. Como el poder de policía sobre el espectro es del Estado (varias provincias hacen a su vez sus propias mediciones), a quienes debería pedirse información es al organismo de control.
De todas formas, la tecnología que se usa en la Argentina (Nokia, Huawei, Ericsson) es la misma que se usa en cualquier parte del mundo. El estándar tecnológico también. Las radiobases irradian en un rango determinado de potencia porque funcionan dentro de una red -justamente- celular (formada por celdas): si se pasaran de rosca en las emisiones, interferirían en la celda contigua y perjudicarían las comunicaciones.
La naturaleza del servicio móvil, en este aspecto, es que se trata de una comunicación bidireccional: de la antena al equipo terminal, y del equipo a la antena. Por eso es necesaria la cercanía. No ocurre lo mismo con las radios (AM y FM), que solamente emiten (y que suelen ser las que se exceden en los límites de emisión).
En cuanto a los estudios sobre si el celular causa cancer o no, o si las ondas RF causan algun tipo de problema a la salud, te digo que no creas ni en los que dicen que si, ni en los que dicen que no, por que la realidad marca que hasta el dia de la fecha no hay ningun estudio realmente abarcativo tomando en cuenta todos los factores. A todos les falta algo, como por ejemplo la contemplacion del uso del telefono en zonas de baja intensidad de señal, que es cuando el telefono eleva la emision en casi un 40%.. Tampoco hay estudios con niños o ancianos que son los mas propensos o sensibles a las variaciones o campos electromagneticos en todos sus espectros...
Hay investigaciones constantes, como con cualquier elemento que se juzgue pueda afectar a la salud. El estudio Interphone, por caso, llevó unos seis años de trabajo de campo (y otro tanto de análisis). Efectivamente, no hay hasta el momento pruebas concluyentes que vinculen a las ondas de las antenas con casos de cáncer. ¿Qué se hace en estos casos? Se sigue investigando.
Hace unos años, se clasificó a los equipos móviles (no las antenas) como "posiblemente cancerígenos" (por debajo de los "cancerígenos" y los "probablemente cancerígenos"). Dicha categoría (la 2B) incluye al café, a la industria textil y al diesel, entre otros. Vale la pena aclarar que en la categoría más peligrosa está la luz solar... O sea, más allá de las facilidades que tienen determinados elementos para generar (o no) cáncer, todo depende también de la cantidad e intensidad de exposición a esos elementos. Si aplicamos un poco de sentido común, de seguir la línea de razonamiento de los anti-antenas, los habitantes de ciudades como Tokio o Nueva York (por cantidad de radiobases y densidad de población) estarían hace rato incinerados.