https://www.lanacion.com.ar/politic...-para-actuar-en-seguridad-interior-nid2309196
Reforzarán la restricción a las FF.AA. para actuar en seguridad interior
a política que espera desplegar el gobierno de
Alberto Fernández en materia de
defensa ya tiene dos premisas definidas: más recursos para el
equipamiento militar, a partir de los $14.000 millones que se obtendrían en 2020 con el
Fondo Nacional de la Defensa, y la idea de volver a limitar la posibilidad de que las
Fuerzas Armadas puedan intervenir ante agresiones extranjeras y actuar en seguridad interior.
Según pudo saber
LA NACION, en ambas líneas vienen trabajando cerca del diputado nacional
Agustín Rossi, quien -como todo parece indicar- dejará la presidencia del bloque del Frente para la Victoria para volver a ser ministro de Defensa, función que desempeñó en los últimos dos años y medio del gobierno de Cristina Kirchner.
PUBLICIDAD
inRead invented by Teads
En momentos en que varios países de la región atraviesan situaciones de tensión, en el Frente de Todos perciben la política militar como un instrumento sensible. A esa visión apunta la intención de reflotar el decreto 727/2006, promulgado por Néstor Kirchner y derogado por Mauricio Macri en 2018, como parte de la reglamentación de la ley de defensa nacional.
"Nuestro espacio político mantiene la postura de absoluto desacuerdo con que las Fuerzas Armadas trabajen y tengan injerencia en seguridad interior. Seguramente se va a rever el decreto de Macri", confió una fuente del Frente de Todos.
Con el decreto 727/2006, Kirchner reglamentó la ley de defensa nacional y estableció que las Fuerzas Armadas "serán empleadas ante agresiones de origen externo perpetradas por fuerzas armadas pertenecientes a otros Estados". Dejaba de lado, así, otras opciones, como posibles agresiones de organizaciones terroristas o nuevas amenazas.
Macri, en cambio, dictó el decreto 683/2018, que dispuso emplear a los militares "ante agresiones externas contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política, o ante cualquier otra forma de agresión externa incompatible con la Carta de las Naciones Unidas".
Más allá de acompañar esta marcha atrás en la directiva militar, Rossi ya transmitió a sus colaboradores que en el caso de ser designado ministro no llegará con preconceptos.
Respecto del plan de inversiones que permitirá el fondo que impulsó el propio Rossi en el Congreso -y cuya creación debe pasar aún el trámite legislativo en el Senado-, la idea es monitorear hasta dónde se avanzó en los últimos cuatro años y en qué instancia se encuentran las gestiones para incorporar los patrulleros oceánicos negociados con Francia, los aviones Super Étendard que se compraron para la Armada -sospechan que no comenzaron a usarse por dificultades para reemplazar y poner a punto los asientos eyectores - y el estado de los aviones Texan, los Pucará -ya desprogramados- y los Hércules C 130 de la Fuerza Aérea.
Por el momento, transición no hay. En el despacho del todavía jefe de bloque kirchnerista explican que aún no fue designado, por lo que no tomó contacto con el ministro Oscar Aguad.
Así y todo, se esfuerzan por transmitir que no deben esperarse grandes purgas en la conducción de las Fuerzas Armadas. "En todas ellas se va produciendo un recambio natural. No hay influencias de [César] Milani, ni de otros exjefes militares", indicaron fuentes del peronismo que conocen el área de Defensa.
"Lo que está bien seguirá adelante. Lo que no se revisará", anticiparon a
LA NACION cerca de Rossi.
En cuanto al plan de reestructuración que anunció Aguad y que podría derivar en el cierre o fusión de unidades militares, cerca del exministro que volvería a Defensa ya transmitieron una posición. "Entendemos que hay que racionalizar recursos, pero nuestra mirada apunta al desarrollo de la defensa. No va a estar definida o condicionada por el ajuste", prometen.
Las expectativas salariales de la comunidad militar, sin embargo, quedarán sujetas a la situación económica general. Difícilmente se esperen medidas inmediatas para revertir el retraso de los haberes militares respecto de las remuneraciones de las fuerzas de seguridad.
Una de las claves que Rossi ya conversó con Fernández es "volver a potenciar la alianza con el Invap, para desarrollar una capacidad científica y tecnológica en beneficio de las Fuerzas Armadas". En su gestión anterior se avanzó en un acuerdo para la construcción de drones para uso militar en vigilancia marítima y zonas de frontera. "La idea es profundizarlo", se explicó.
La mirada regional
La postura del Frente de Todos para el área de Defensa contempla un decidido alineamiento con los países de la región, más que un acercamiento al gobierno de Donald Trump. A quien finalmente ocupe el Ministerio de Defensa no lo desvelará profundizar lazos con el Comando Sur, el organismo de las Fuerzas Armadas de EE.UU. que vela por la seguridad de su país en nuestro hemisferio.
En contraste con esa mirada, Aguad recibió en junio de este año al jefe del Comando Sur, almirante Craig Faller, a lo que se sumó la reunión que Macri mantuvo con el jefe del Pentágono, James Mattis, en agosto de 2018.
"Nosotros privilegiamos la relación con los países de la Unasur", recordaron a
LA NACION cerca de Rossi, al aclarar que eso no implica tratos diferenciales según la ideología de los gobiernos.
La conducción del área de Defensa, sin embargo, tendrá claro el posicionamiento de Alberto Fernández sobre los conflictos que aún conmueven a la región. "Las Fuerzas Armadas tuvieron un rol de participación política que acá en la Argentina, afortunadamente, no tienen", se explicó.
Pero trabajan convencidos de que "un militar de alto rango le dio la estocada final a Evo Morales" y de que las Fuerzas Armadas gravitaron en la crisis en Perú, sin dejar de observar "el rol que cumplen los militares" en el gobierno de Jair Bolsonaro, en Brasil.
Por:
Mariano De Vedia