El día jueves 31 de diciembre 2020, mi suegra de 73 años, cayó de una escalera. Al llevarla a la urgencia del hospital público, la diagnosticaron con unas leves contusiones, nos dijeron que no tenían habitaciones ni especialistas hasta por lo menos el día lunes, siguiente. La dejaron en un pasillo oscuro y lúgubre, en una camilla solo tapada con una frazada. Se alcanzaba a ver como los funcionarios en una habitación se encontraban en una especie de celebración de fin de año. A que mentir tenían una fiesta, con comida y todo. Salió una señorita, mal agestada, diciéndonos que el día lunes podrían ingresarla para exámenes mas exhaustivos, pero al parecer se encontraba bien y si no presentaba complicaciones debería mantenerse en ese pasillo hasta el lunes, mientras tanto continuaban llegando funcionarios de todo el hospital a la fiesta.
Mi señora la sacó y la llevó a una clínica privada, nos recibieron dos enfermeras muy bien vestidas en una silla de ruedas y la llevaron a que comenzara a hacer los exámenes.
Bueno, venía sangrando hasta por la vagina.
Aquí no había fiesta de fin de año, y si habían habitaciones y profesionales que le dedicaron toda la atención que el caso merecía.
Nos endeudamos si, todavía estamos pagando si, pero atendieron a una anciana como se debe, mientras en el hospital público todavía deben seguir con la fiestonga...