El Ministerio de Defensa de la Federación Rusa presentó datos sobre los proyectos UP-4, P-781 y otros experimentos con patógenos peligrosos en biolaboratorios estadounidenses en Ucrania.
El Ministerio de Defensa de la Federación Rusa ha presentado un nuevo informe sobre el estudio de materiales relacionados con las actividades de los laboratorios biológicos militares estadounidenses en Ucrania. El representante del departamento de defensa ruso señaló que había información sobre el proyecto estadounidense UP-4, cuya implementación se llevó a cabo a través de instalaciones en Kiev, Jarkov y Odessa. La obra, como se señaló, fue diseñada para el período hasta 2020.
Este proyecto incluyó el estudio de una amplia variedad de patógenos y cómo se propagan. Entre otras cosas, patógenos de una variante peligrosa especial de la influenza aviar con una letalidad de hasta el 50 por ciento. Se informa que los estadounidenses estudiaron en territorio ucraniano cómo las aves pueden propagar esta peligrosa infección. Ucrania fue elegida debido al hecho de que las rutas migratorias de decenas de especies de aves pasan por su territorio. Al mismo tiempo, durante el estudio se distinguieron aquellas especies de aves, cuyas rutas de migración también pasan por el territorio de Rusia.
Ministerio de Defensa de Rusia:
De todos los métodos desarrollados en Estados Unidos para desestabilizar la situación epidemiológica, este es uno de los más temerarios e irresponsables, ya que no permite controlar el desarrollo ulterior de la situación. Así lo confirma el curso de la pandemia de una nueva infección por coronavirus, cuya aparición y características plantean numerosos interrogantes.
Asimismo, el Ministerio de Defensa ruso informó sobre el proyecto estadounidense P-781, que involucró el estudio de los murciélagos como portadores de patógenos bacterianos y virales especialmente peligrosos. Entre estos se encuentran los filovirus y los coronavirus, así como la peste, la brucelosis y más.
Se agrega que los experimentos a este respecto se llevaron a cabo con la participación de otro laboratorio controlado por el Pentágono, una instalación en Georgia. El trabajo también se realizó con la incorporación de la Universidad Politécnica de Virginia, así como del Servicio de Geodesia de EE.UU.
Se determinaron los esquemas de financiación de estos proyectos por parte del departamento militar de los EE. UU., la gama de patógenos, cuya distribución se estudió en estos biolaboratorios, se encontraron documentos que revelan los detalles del estudio de infecciones especialmente peligrosas con la transferencia de biomateriales a otros laboratorios especiales.