La UE se ha puesto como objetivo reducir en dos tercios de la dependencia energética de Rusia para este año.
actualidad.rt.com
El gigante químico alemán BASF alerta de las severas consecuencias para el sector si se interrumpe el suministro de gas ruso
Publicado:1 abr 2022 18:51 GMT
La UE se ha puesto como objetivo reducir en dos tercios de la dependencia energética de Rusia para este año.
La multinacional química alemana BASF advierte de las drásticas consecuencias que tendría la interrupción del suministro de gas procedente de Rusia,
informa el diario alemán Frankfurter Allgemeine.
Si el suministro de gas se redujera a la mitad, la planta de
Ludwigshafen —el mayor productor químico del mundo con casi
40.000 empleados— tendría que cerrar, alerta Michael Vassiliadis, miembro de la junta directiva de BASF y presidente de un sindicato químico, citado por el medio.
Si el suministro de gas se situara por debajo del 50 %, el centro no podría seguir funcionando de forma estable y tendría que se clausurado por completo, lo que traería consigo la pérdida de "
cientos de miles de puestos de trabajo en un periodo de tiempo relativamente corto" y afectaría el mercado de la industria química.
El director general de BASF, Martin Brudermüller, declaró con anterioridad que
no hay forma de sustituir el gas ruso a corto plazo, si bien el grupo está trabajando intensamente para reducir su dependencia de este suministrador.
Frankfurter Allgemeine señala que
la industria química no puede funcionar sin petróleo y gas y alerta que sin este sector se detendrá la economía, ya que los ciudadanos dependen en gran medida de esa industria en su vida cotidiana.
Los productos petroquímicos representan el 20% de las
prendas de vestir, el 40% de los productos
cosméticos e incluso el 35% de las
aspirinas, imprescindibles en el botiquín de la mayoría de las familias.
La UE obtiene, aproximadamente, el
40% de sus
importaciones de gas natural de Rusia. Sin embargo, a raíz de la operación militar rusa en Ucrania, el bloque se comprometió a reducir su dependencia de la energía rusa en
dos tercios para este año y de forma completa para
antes de 2030, sustituyéndola con suministros de otros proveedores y con energías renovables.
El Gobierno alemán cerró recientemente un acuerdo de gas con
Catar, uno de los tres mayores exportadores de
gas natural licuado del mundo. Sin embargo, el ministro de Energía de Catar, Saad Sherida al Kaabi,
declaró la semana pasada que ningún proveedor será capaz de sustituir totalmente el gas ruso en Europa a corto plazo.
Moscú y la UE mantienen actualmente posturas encontradas sobre el pago de las futuras entregas de gas, ya que Bruselas se niega a pagar en la moneda rusa. El Kremlin afirma que monedas como el dólar y el euro se han visto comprometidas por las sanciones, pues Occidente ha congelado unos
300.000 millones de dólares en activos internacionales rusos, y subrayó que Rusia no entregará el gas gratuitamente.