Antes de la cita con Biden, EE.UU. busca acercar posiciones con las Fuerzas Armadas argentina por el avance de China
En vísperas de la reunión en la Casa Blanca entre los presidentes Alberto Fernández y Joe Biden, Estados Unidos busca acercar posiciones con la Argentina en su agenda de Defensa con un ojo puesto en China y su expansión militar en la región. A mediados de abril, se espera el contacto con una importante delegación china que incluirá representantes de empresas y una vasta agenda que comprende, entre otros capítulos, uno reservado a la modernización del equipamiento de las fuerzas armadas.Hace unas semanas, cuando el embajador Jorge Argüello ultimaba los detalles de la cita en la Casa Blanca antes de que se oficialice, su par en la Argentina, el embajador Marc Stanley, mantuvo una reunión con el ministro Jorge Taiana como parte de su nutrida agenda de contactos con actores políticos y sociales. Hoy ambos representantes se encuentran en Washington coordinando la cita entre sus presidentes.
Fuerzas Armadas: el plan del Gobierno para reforzar las agregadurías militare La agenda que llevó al diplomático al Edificio Libertador tenía una serie de tópicos claves para el vínculo bilateral. Dos de ellos, por lo menos, tienen que ver con equipamiento militar, tal como El Cronista ya ha anticipado en el pasado. Estados Unidos ve un adversario geopolítico en China en este campo, no solo en la Argentina sino en Latinoamérica, y juega fuerte para evitarlo.
Por caso, Stanley confirmó que la posibilidad de acceder a los aviones F-16 a través de Dinamarca sigue avanzando y que solo faltan últimos detalles. Ya el agregado para asuntos de la Defensa le había anticipado unos días antes a al secretario de Relaciones Internacionales del ministerio, Francisco Cafiero, esa noticia. Pero Argüello relativizó esa posibilidad en las últimas horas.
El problema es el veto británico a toda venta de equipamiento militar que contenga elementos de su origen, tal como ya sucedió con compras frustradas previas. "No puedo saber si van a hablar de eso -dijo ayer Argüello en diálogo con El Destape-pero a esa operación le cabe la generales de la ley. Si esos F-16 dinamarqueses tienen componentes británicos, vamos a tener el mismo problema".
Desde Defensa ya han insistido, ante diferentes interlocutores del Pentágono y la Casa Blanca, que incidan para eliminar esta política británica que se remonta a la época de la guerra de Malvinas.
La disputa con China
Entre el 10 y el 13 de abril está en agenda el encuentro con una nutrida delegación de China con citas con funcionarios y representantes de varias empresas de aquel país. La meta es dialogar sobre diversos puntos de cooperación bilateral, entre ellos, la agenda militar. Nadie en el Gobierno duda que Beijing insistirá con su propuesta de venta de aviones supersónicos.Washington no quiere que la Argentina se incline por los JF-17 de China como opción para dotar de capacidad supersónica a la Fuerza Aérea. Es un tema que enciende las alarmas en la Casa Blanca y el Pentágono pese a que hoy el equipamiento chino no involucra a más de unos compradores puntuales en la región y en productos específicos: Perú, Venezuela, Bolivia y algo en Brasil.
El riesgo que advierten desde la Casa Blanca es que un despliegue de esas armas en Argentina pueda funcionar como showroom y el país termine oficiando de plataforma para un desembarco más grande en el futuro a partir del interés de otros países.
"En Argentina, lo único chino que tenemos son los Norinco, de los 90s, afectados a la Fuerza Binacional Cruz del Sur. Eso y la tela de los uniformes. Pará de contar", comentó a El Cronista una fuente vinculada a la agenda estratégica argentina. Así y todo, las "advertencias" desde el norte no cesan: la generala Laura Richardson, jefa del Comando Sur, viene previniendo sobre la expansión china y la riqueza mineral, como el litio, en América del Sur.
Un funcionario extranjero habituado a lidiar con la agenda del Pentágono lee en las palabras de Richardson un mensaje hacia adentro de su gobierno y del Capitolio más que una mirada ambiciosa hacia el Sur. "Maneja el comando con menor presupuesto. Al fin de cuenta, dice esas cosas porque demanda más recursos", señala. ¿Recursos para qué?, sería la pregunta obligada.
El grueso del equipamiento militar en la Argentina es de origen occidental, mayormente europeo, aclaran fuentes castrenses. También disponen de helicópteros Mi-171, dos solamente, si bien en algún momento hubo interés en adquirir más. De origen ruso, ambas aeronaves son imprescindibles para las campañas antárticas. No obstante, desde que se desató la guerra en 2022 y se cortaron los lazos de cooperación con Moscú en este plano, la Argentina no pudo completar el service de media vida que demanda su funcionamiento.
Oficialmente, en el caso de los JF-17 y los F-16, en el Gobierno se sientan con todas las partes y las escuchan. Forma parte de la estrategia de negociación a dos bandas, para ir consiguiendo mejores condiciones de financiamiento, pero también de operabilidad de esos vehículos. "Son adquisiciones de largo plazo, no es algo que compremos todos los años", explican a El Cronista.
Desde el Gobierno detallan que, entre otros factores que se ponderan, analizan qué tecnología le ofrecen desde ambos países -si de efectivamente de última generación o no- y el sostén logístico de esos vehículos. En otras palabras, cuántos países los operan porque de eso puede dependen, en el futuro, su mantenimiento.
Anfibios para el Ejército
Otra de las compras que el Gobierno espera concretar antes del final del mandato es la de los anfibios para el Ejército. Aunque las conversaciones están avanzadas con Brasil para concretar el acuerdo por los Guaraní de Iveco -con plantas en Minas Gerais y la provincia de Córdoba-, Washington sigue insistiendo con los vehículos Striker como alternativa. Ahora con una nueva carta sobre la mesa.Un mes antes de la reunión con Stanley, representantes de la firma General Dynamics pasaron por Buenos aires con una idea: abrir una planta en el país. La oferta va en línea con lo que la Argentina demanda desde el establecimiento del Fondo Nacional para la Defensa (FONDEF) que es avanzar en acuerdos comerciales que aseguren una cuota de transferencia tecnológica al país.
En Defensa, sin embargo, reconocen que por más interesante que suene la propuesta, no tiene consistencia. Desde General Dynamics no presentaron una carpeta con números de inversión o plazos de construcción para el establecimiento de esa fábrica. En cambio, Iveco ya está instalada produciendo los componentes para el Guaraní.
El 23 de enero pasado, cuando Lula da Silva vino a la Argentina junto a una importante comitiva de sus ministros, el canciller Mauro Vieira firmó con Taiana una carta de intención para impulsar la negociación del contrato entre el Ejército e IVECO Defence por 156 unidades del "Guaraní 6x6".
Poco más de un mes más tarde, el ministro de Defensa viajó a Brasil junto con el Jefe del Estado Mayor del Ejército, el Teniente General Guillermo Pereda, y se reunieron con el director del BNDES Nelson Barbosa para gestionar el financiamiento.
A diferencia de los Guaraní, donde todo parece mucho más encaminado, en el capítulo de los aviones, afirman, todavía se sigue reuniendo información. Eventualmente, será el Presidente Alberto Fernández quien tome la decisión geopolítica de quien será el socio de la Argentina. Hasta ese momento, Estados Unidos y China hacen lo propio para inclinar la balanza.
EE.UU. busca acercar posiciones con las Fuerzas Armadas argentinas por el avance de China
En vísperas de la reunión en la Casa Blanca entre los presidentes Alberto Fernández y Joe Biden, Washington quiere reforzar su vínculo militar para contrabalancear el avance de Beijing. Ofertas de equipamiento y avances en las negociaciones
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