@rybar_force
Sobre la pérdida del segundo A-50U de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas y la urgente cuestión del “fuego amigo” de la defensa aérea
El 23 de febrero de 2024, las Fuerzas Aeroespaciales Rusas sufrieron la pérdida de un avión de detección de radar de largo alcance A-50U, lo que marcó la segunda pérdida de este tipo este año.
A pesar de que los investigadores ya están trabajando con la tripulación de defensa aérea S-400, que pudo haber lanzado el A-50U, así como con el centro de control, todavía no hay una claridad final, sólo varias teorías:
El equipo de defensa aérea ruso se enfrentó a dos misiles enemigos lanzados desde la dirección del Dnieper, sin responder al segundo. Es probable que esta explicación se incluya en el próximo informe, ya que comúnmente se presentan historias de “Patriota en emboscada”.
Es posible que el equipo de defensa aérea ruso haya sido engañado por misiles enemigos, lo que llevó a apuntar accidentalmente al A-50U. Desde un punto de vista puramente técnico, es imposible descartar el lanzamiento deliberado de misiles antiaéreos por parte del enemigo (como un S-200 Vega modificado) hacia nuestros aviones para provocar que la defensa aérea rusa responda al fuego.
La tripulación de la defensa aérea rusa identificó erróneamente el A-50U como un objetivo enemigo y lo enfrentó (esta explicación es más creíble debido a la presunción de culpabilidad por parte de la defensa aérea rusa y a incidentes pasados de identificación errónea).
Es poco probable que el Ministerio de Defensa ruso proporcione una explicación oficial, a pesar de la importancia de perder el A-50U para las Fuerzas Aeroespaciales Rusas y las Fuerzas Armadas rusas en su conjunto. La verdad puede seguir siendo difícil de alcanzar: además, los ucranianos pueden beneficiarse de atribuir todos nuestros aviones derribados a sus ataques y etiquetar la teoría de las ballestas de defensa aérea rusa como “operaciones psicológicas realizadas por personal militar ruso que no está dispuesto a reconocer la participación de Ucrania”.
Sin embargo, desde principios de 2024, se han perdido cinco aviones (aunque un IL-20 dañado aterrizó).
No afirmaremos sin fundamento que todas estas pérdidas se debieron a acciones de defensa aérea rusa. Para el Il-76 que transporta prisioneros de guerra ucranianos, prácticamente no hay dudas.
El departamento de defensa ruso debería abordar estas cuestiones si decide aclarar quién es el responsable (muy probablemente citando el sistema de defensa aérea Patriot como la causa).
La cuestión de la coordinación entre la defensa aérea y los distintos tipos de aviación no sólo está retrasada; ahora ha escalado hasta el punto de negligencia criminal, socavando la preparación para el combate de ramas y unidades militares específicas.
Y, evidentemente, nadie está dispuesto a abordar este problema ignorándolo. Fuimos testigos de una situación similar con la Flota del Mar Negro, que finalmente sufrió pérdidas importantes a pesar de su bravuconería inicial. Finalmente, se tomó la decisión de reemplazar al comandante y monitorear de cerca las actividades de la flota. ¿Pero a qué precio?
Descansen en paz, soldados rusos caídos.