Futuros marinos mercantes fluviales navegan en la fragata ARA “Libertad”
Son pilotines de la Escuela Nacional Fluvial y transitan el último año de las especialidades Cubierta y Máquinas.
viernes 16, agosto 2024
En navegación- A bordo de la fragata ARA “Libertad”, y en el marco del 52° Viaje de Instrucción, los pilotines Mateo Leonelli y Valentín Nahuel Barroso experimentan la navegación más importante de sus carreras previo a su egreso de la Escuela Nacional Fluvial “Comodoro Antonio Somellera” (ESNF), donde obtendrán los títulos de Capitán Fluvial y Conductor Superior de Máquinas Navales respectivamente, otorgados por la Armada Argentina.
Su viaje culminará en noviembre cuando el buque escuela regrese al Apostadero Naval Buenos Aires, su amarradero natural en el puerto metropolitano de Buenos Aires, del que partieron el pasado 20 de julio.
En cada Viaje de Instrucción, la fragata cuenta con invitados provenientes de las distintas Fuerzas Armadas y de Seguridad del país, de distintas Marinas del mundo, y alumnos pertenecientes a los establecimientos educativos navales.
Por sus promedios dentro de sus respectivas especialidades, ambos jóvenes fueron seleccionados para representar a la ESNF, dependiente de la Dirección General de Educación de la Armada (DGED). Esta institución educativa apunta a alcanzar el nivel de idoneidad profesional del personal embarcado, brindando conocimiento, capacidad y valores de conducta, conforme al ámbito de la navegación fluvial, lacustre y portuaria.
Desde que soltaron amarras ambos pilotines iniciaron junto con los Guardiamarinas en Comisión las clases académicas y pasajes por los cargos, además de interiorizarse acerca de las maniobras de vela en la cubierta principal. Además de instruirse, tienen la posibilidad de relacionarse con la tripulación, con oficiales de otros países alrededor del mundo y de aprender sobre otras Fuerzas. Para los dos, arribar a los puertos extranjeros y conocer otras culturas implica sumar nociones enriquecedoras para su futuro profesional.
Leonelli y Barroso cursan el tercer y último año de sus carreras y a bordo de la fragata llevan a cabo sus prácticas profesionales de pilotinaje. Como requisito, deben concretar 180 días de navegación para poder egresar, de los cuales 105 los completarán a bordo mientras que los 75 restantes los efectuarán en un buque mercante.
Durante los 2 primeros años en la ESNF cursaron sólo materias teóricas, mientras que en el transcurso del pasado semestre llevaron a cabo los cursos exigidos por la Organización Marítima Internacional (OMI) para el personal embarcado como el STCW-95 (Normas de Capacitación, Certificación y Guardia), entre otros, y seminarios sobre buques específicos, a los que deben sumar 6 meses de prácticas en el mar.
Una vez que finalicen su navegación en la Embajadora de los Mares, deberán entregar una carpeta como acreditación de determinada experiencia a bordo, equivalente a una tesis, que incluye participar de maniobras de fondeo y de amarre, realizar guardias en el Puente de Comando e incorporar datos del buque; respecto a máquinas, deberá incluir todo lo relacionado a motores, entre otros puntos.
Una vez aprobada la entrega, los cursantes obtendrán el título y podrán gestionar la libreta de embarco para desempeñarse en la Marina Mercante Argentina en los empleos de oficiales fluviales y de conductores de máquinas navales, en cumplimiento con la legislación nacional vigente y las normas establecidas por la OMI.
Los pilotines
Nacido en Villa Mercedes, San Luis, el Pilotín de Máquinas Valentín Nahuel Barroso comentó que “es algo único que voy a hacer en mi vida, así que estoy disfrutando y aprovechando para absorber los mejores conocimientos posibles a bordo”.
Demostrando una gran felicidad, remarcó además que esta experiencia es muy diferente a lo que ha experimentado en otros buques, resaltando entre ellas el manejo del personal, la documentación del cargo Máquinas y la camaradería.
Respecto a sus planes a futuro para completar los días de embarco necesarios para la titulación, el Pilotín Barroso aclaró: “Yo apunto a la parte de petroleros porque cuentan con más sistemas de gestión y equipos que me van a servir profesionalmente”.
Por su especialidad como maquinista, Barroso realizó un recorrido general en el sector de motores, auxiliares y sistemas de refrigeración, además de asistir a las maniobras de máquinas, la puesta en marcha paralela de los generadores, el paso bandera que se realiza cuando se navega a vela y es necesario posicionar la hélice para que no produzca resistencia en el agua. “Hay varias maniobras que me pide la carpeta para ser entregada y aprobada. La estoy armando, recopilando todos esos datos”, explicó. Una vez egresado estará habilitado para la operación y el mantenimiento de las máquinas principales y auxiliares, y el sistema eléctrico de los buques mercantes.
Mientras la “Libertad” navega por el Atlántico, el Pilotín de Cubierta Mateo Leonelli, oriundo de Pergamino en la provincia de Buenos Aires, disfruta el día a día en la fragata. Al igual que Barroso, apunta a cumplir los días restantes en un petrolero porque “son los buques más complejos, donde hay muchas más ordenanzas. Son más exigentes”.
Leonelli aspira a contar con la certificación de conocimiento de zona para facilitar su inserción laboral como oficial fluvial y luego podrá decidir si obtiene además la titulación como baqueano, que es aquella persona que efectúa diez viajes en un determinado río, de ida y vuelta, para luego realizar un examen y, una vez aprobado, trabajar en esa zona que conoce como la palma de su mano. Los buques con una tripulación que no conoce el espacio, necesitan de su conocimiento para poder navegar por allí, por lo que en determinadas partes se exige la experiencia de un baqueano a bordo.
Créditos: Gaceta Marinera Digital