Relata el por entonces capitán Carlos "Talo" Moreno: "Debimos despegar a las 7:45para una misión de cobertura aérea sobre Malvinas; la configuración era de tres tanques de combustible y dos misiles aire- aire Shafrir, más cañones.
A las 7:45 estabamos en cabecera con el teniente Héctor Ricardo Volponi, largamos frenos para nuestra primera misión de combate, la meteorología era bastante mala, estaba lloviendo y los techos bajos. Nuestro indicativo era 'Toro'.
Aproximadamente a las 8:25 estuvimos en contacto con el radar de Malvinas, encontrándonos a unas 50 millas de Puerto Argentino. El operador de radar nos informó que estaban atacando en ese momento al aeropuerto y que caía envuelto en llamas, un Harrier en la zona del puerto.
Nos pusimos muy contentos con Ricardo y gritamos un '¡Viva la Patria!'. Al mismo tiempo que nos informaban que teníamos dos pichones para nosotros. Le pregunté cuál era la posición y nos contestó que estaban a 120 millas náuticas de nosotros. -020º firme- contesté y ordené pleno gas seco al teniente; él venía formando a mi izquierda, unos 500 metros laterales y 10º atrás.
-Rumbo 030º- ordenó el radar -¡los enemigos se encuentran a 30 millas en recíproco!- Le pregunté que era recíproco, pues o no lo había escuchado nunca o en ese momento no me acordaba lo que era. -De frente pibe, están de frente!- dijo. Ahora sí entendí, le pedí al radar que me ponga de costado, porque sabía que ellos podían disparar de frente el misil AIM-9L Sidewinder y nosotros no.
- Ahora los tienen a 9 millas, de frente y a una milla al costado derecho!- Ordené eyectar los tanques externos y nos quedamos con el central para aprovechar el combustible que nos quedaba en ese tanque. Le pedí al operador que durante el combate nos vaya preguntando el combustible porque no creía que nos acordáramos en esos momentos, para poder volver al continente.
Cuando dijo que estábamos cruzándonos eyectamos el último tanque, pusimos post combustión y cerramos fuerte hacia el lado de cruce. Los tanques pasaron muy cerca de los Harrier, que creyeron que eran misiles. Nosotros teníamos 22.000 pies y ellos 18.000, según nos decía el radar. Comenzamos a evolucionar en círculos para tratar de verlos y le pedía al radar que nos dijera donde estaban. Nos contestó - ¡en un círculo, los cuatro juntos y no podría diferenciarlos!
Buscábamos con desesperación a los Sea Harrier pero no los podíamos ver; en ese momento Ricardo me preguntó si yo había tirado un misil, le contesté que no y me dijo que vio pasar un misil blanco entre su avión y el mío.
Mientras tanto el radar nos preguntaba a cada ratito por nuestro combustible y en un momento nos dijo que estábamos nosotros atrás de ellos, pero al segundo siguiente ya estaban de frente, evolucionaban muy rápido.
No sé cuanto tiempo había pasado, pero no creo que más de dos minutos, aunque me pareció una eternidad, cuando tuvimos 2450 litros (mínimo para volver), ordené que con post combustión ascendiera con rumbo a casa en viraje fuerte.
El operador nos dijo que también ellos se alejaban en ese momento. Ascendimos a 37000 pies Volponi y a 36000 yo pues no estaba a la vista. El radar nos daba nuestra posición con respecto a Puerto Argentino, del que estábamos a 5 millas de distancia. Comenzamos a hacer cálculos pues estábamos lejos de la base y con mínimo combustible, pero había poco viento en contra y casi al límite, íbamos a llegar. Aterrizamos sin novedad".