El siguiente artículo corresponde al Organo de Difusión del Complejo Industrial Naval Argentino
"Noticias de CINAR" Nº2 de Mayo/Junio 2010
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Es el primer emprendimiento industrial binacional de Defensa junto al vecino país de Chile. En el segundo semestre de 2010 se comenzarán a construir en el Complejo Industrial Naval Argentino cuatro patrulleros oceánicos multipropósito (POM) que serán gemelos -salvo algunos detalles- de los que ya navegan en aquel país. Los POM patrullarán el mar argentino y tendrán misiones conjuntas con los chilenos para rescates en la Antártida.
En el marco de la política de recuperación de la industria nacional, el Complejo Industrial Naval Argentino (CINAR) tiene previsto firmar con la Armada Argentina un contrato para la concreción de un antiguo y ambicioso proyecto: la construcción de cuatro patrulleros oceánicos multipropósito (POM). El acuerdo implicará una inversión del Estado por 670 millones de pesos a lo largo de los próximos cuatro años, plazo en el que los buques ya estarían listos para salir a recorrer y custodiar el extenso litoral marítimo nacional.
El proyecto será realizado en los astilleros Tandanor y Almirante Storni y tiene carácter binacional, la Armada chilena viene construyendo una serie de naves gemelas en su astillero ASMAR Talcahuano, con el objetivo de realizar la Patrulla Anual Antártica Combinada entre ambos países.
En el marco de la recuperación de la industria naval, es el primer proyecto de envergadura de los últimos 20 años en el rubro construcciones. Los primeros resultados del emprendimiento comenzarán a verse a fines del año próximo con la botadura de la primera nave en los astilleros Tandanor. Esa primera unidad quedaría lista para su uso un año después, ya que la Armada Argentina tendrá que completar su construcción con el alistamiento del buque.
La concreción del proyecto fue anunciada por la ministra de Defensa, Nilda Garré, durante el acto de celebración de los 130 años de vida de los Astilleros Tandanor. "La Presidenta decidió otorgar el presupuesto plurianual para la construcción en el CINAR de cuatro patrulleros oceánicos multipropósitos" dijo la funcionaría, quien destacó la envergadura de la iniciativa al afirmar que "representa la mayor inversión argentina de la década en equipamiento naval para la defensa"
Ahora, la pregunta surge: ¿qué es un POM? ". Como su sigla lo dice, se trata de buques destinados a realizar diversas tareas. Una de ellas, tal vez la esencial, es el patrullaje del litoral marítimo y de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) argentina.. Pero también pueden cumplir otros propósitos, como operaciones combinadas con otras Marinas y misiones de apoyo naval o de rescate en alta mar, como ocurrió con los Avisos de la Armada durante la guerra de Malvinas y el hundimiento del Crucero General Belgrano. De hecho, los POM llegarán para reemplazar a los Avisos que, en muchos casos, llevan más de sesenta años de servicio en la marina de guerra.
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La capacidad de estas naves también las hace útiles para otras funciones, como el remolque en alta mar de buques averiados o el apoyo en operaciones importantes, como el control de derrames, buceo de inspección, sanitario y de investigaciones científicas.
El modelo elegido por las Marinas de Argentina y Chile es una nave de licencia alemana creada por la
firma alemana Fassmer y que, salvo algunos detalles, tendrán el mismo equipamiento en ambos países.
Se trata de naves de un porte importante, 80 metros de eslora y 13 de manga, con un desplazamiento de 1.850 toneladas que pueden alcanzar los 21 nudos de velocidad máxima, con un alcance de 10.000 millas marinas a 12 nudos, y una autonomía de navegación de hasta 30 días sin la necesidad de hacer puerto.
Una vez en alta mar, estos buques contarán con una dotación de 34 tripulantes fijos, con la posibilidad de cobijar a otros 14 en determinadas circunstancias, como podría ser en el rescate de una nave siniestrada.
Como una de sus misiones principales es el control del mar soberano argentino, estarán equipados con un cañón en la cubierta de proa y un hangar y una plataforma de aterrizaje para un helicóptero mediano en la zona de popa. Si bien la licencia de los POM es de procedencia alemana, el desarrollo y construcción de las tres naves previsto por la Armada, tendrá un cien por cien de mano de obra argentina que será aportada por los astilleros Tandanor y, sobre todo, el Almirante Storni, que hoy trabaja a pleno en la reparación de media vida del submarino ARA San Juan. "Para el Complejo Industrial Naval Argentino y para el Storni en particular, el proyecto implica la consolidación de una nueva capacidad, que es la capacidad de construcción ya que este astillero siempre fue de reparación" explicaron en Tandanor.
Un largo camino
Según explica el almirante Gustavo Leprón, el de los POM es un "viejo proyecto de la Marina" en su pretensión de reemplazar a los Avisos y su ya dilatada trayectoria en la Armada Argentina. Para tener una idea del largo camino recorrido, el almirante cuenta que la primera iniciativa data de 1993, pero que recién empezó a cobrar forma, con su inclusión en el Presupuesto Nacional, diez años después.
A partir de ahí, aunque a paso lento, el proyecto no hizo más que avanzar. En ese sentido, fue clave una reunión de las Marinas de la región celebrada en Lima. Allí, argentinos y chilenos descubrieron que ambos tenían proyectos y necesidades similares para la renovación de sus flotas de mar, en particular, la relacionada con la custodia de sus litorales marítimos.
A partir de ese momento, sólo fue cuestión de coordinar ideas y consensuar el modelo de nave que mejor se adaptara a sus necesidades. Fue así como, de una lista de cinco, surgió el acuerdo para comprar la licencia de la alemana Fassmer.
El razonamiento fue sencillo: con diseños similares, ambos países contarán con los mismos componentes básicos de propulsión y navegación que les permitirá generar y establecer una red de soporte común que producirá beneficios y ventajas, de manera fundamental rebajando costos de logística y de mantenimiento.
La elección del diseño estuvo fundamentado en las excepcionales características marineras y de tenida en alta mar de la nave. El diseño "sigiloso" (stealth) del casco permite reducir al mínimo su perfil de detección por radar. El especial diseño de la cubierta cuenta con una grúa y pescantes compensados de oscilación para 2 gomones rígidos. También poseen lugar para almacenamiento de contenedores y una zona especial de rescate.
Todo un desafío
Todo este desarrollo tecnológico implica un importante desafío para los astilleros del CINAR. El proyecto demandará una inversión de 670 millones de pesos, que ya comenzó a plasmarse en los primeros 19 millones incluidos en el Presupuesto Nacional para el presente año. La misma suma se invertirá el año próximo, que es para cuando el CINAR prevé terminada la tecnología de detalle del primero de los tres buques.
La previsión de Tandanor es que el primer buque será botado para finales de 2011 y entregado a la
Armada a fines de 2012. A partir de ahí, el astillero entregaría uno por año. La importancia estratégica de estas naves queda demostrada por un simple dato. "Argentina tiene casi tres millones de kilómetros cuadrados de Zona Económica Exclusiva" cuenta Leprón. Ese importante espacio soberano nacional será el ámbito en el que desenvolverán su misión los POM una vez que estén en servicio activo. En un principio, los POM iban a construirse en los Astilleros Río Santiago, pero el Gobierno argentino decidió encomendar la tarea al CINAR como parte de su política de impulso a la industria naval argentina y, en particular, a los astilleros Tandanor y Almirante Storni.
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El adiós para los Avisos de la Armada
Los patrulleros oceánicos multipropósito (POM) que construirá el Complejo Industrial Naval Argentina (CINAR) tendrán la misión de reemplazar a los ya históricos y confiables Avisos de la Armada, que en la mayoría de sus casos llevan más de sesenta años en funciones, y más de treinta en el control de la zona económica exclusiva y de la plataforma continental de la Argentina.
En la actualidad hay cuatro de esas naves en servicio y ninguna fue construida en el país, como sí ocurrirá con los POM que los astilleros Tandanor y Almirante Storni le proveerán a la Marina en los próximos cuatro años.
Como se desprende de los años que llevan en servicio, tienen una larga historia navegando las aguas soberanas argentinas, participando en cientos de misiones. Una de las más importantes, y también dolorosas, fue el rescate de la tripulación del Crucero "General Belgrano" hundido durante la guerra de Malvinas.
El más conocido de todos es el "Alférez Sobral"que combatió en el conflicto del Atlántico sur, sufriendo graves daños pero superando la dura prueba. Este barco fue construido en Levingston, Orange, Estados Unidos, en septiembre de 1944 y fue transferido a la Armada en 1973. De agosto de 1944 es el "Suboficial Castillo"aunque cumple funciones para la Marina desde 1993. La lista la completan el Aviso Francisco de Gurruchaga" botado en 1945 en Charleston, Estados Unidos,y sirviendo a la Armada desde 1975;y el más moderno de todos, que es el "Teniente Olivieri" botado también en Norteamérica en 1981.
En todos los casos, se trata de buques de porte considerablemente menor que los POM que construirá el CINAR,ya que no superan los 60 metros de eslora, mientras que los futuros patrulleros tendrán 80 metros de proa a popa. Esto implica, además, que cada uno de ellos tiene menor capacidad de transporte de tripulación, no superan las 20 personas, de velocidad y de autonomía de navegación sin tocar puerto, que en promedio no superan las 12.000 millas.
Misiones conjuntas con Chile
Una vez en funciones, los patrulleros oceánicos multipropósitos (POM) serán protagonistas de la Patrulla Anual Naval Combinada (PANC) que las armadas de Argentina y Chile realizan de manera conjunta desde 1988 por las aguas que circundan al continente antártico.
El trabajo mancomunado de ambas fuerzas armadas está orientada a salvaguardar la vida humana en el mar, una actividad que cobró más importancia con el auge del turismo en el continente blanco; el control y combate de la contaminación y el apoyo mutuo para enfrentar emergencias marítimas, que se realiza en cuatro fases que se cumplen, de manera alternada, por un buque chileno y por otro argentino.
Por el momento, la patrulla antártica es realizada por uno de los avisos de la Armada Argentina. Pero también participan otros cinco buques con el objetivo de prestar apoyo logístico llevando combustible, insumos y repuestos para las bases antárticas argentinas. También se realizan trabajos científicos, como la investigación oceanográfica destinada a establecer la extensión de la zona marítima nacional que la Argentina presentó ante la ONU. Pero sin dudas que una de las principales misiones de estos buques es la de mantener, junto con el Ejército, la presencia argentina en el continente antártico, que ya lleva más de 106 años en uno de los territorios que el mundo ahora mira con mayor atención.
El siguiente artículo corresponde al Organo de Difusión del Complejo Industrial Naval Argentino
"Noticias de CINAR" Nº2 de Mayo/Junio 2010
Digitalizado y editado por Marcelo R.Cimino
Interdefensa militar Argentina