Desmienten a Reuters sobre la reunión USA y Rousseff.
Rafale: una batalla de rumores hace furor alrededor de la licitación brasileña.
La intención de Brasil de comprar 36 aviones de combate da lugar a una "pequeña guerra" psicológica entre los tres países que pugnan por esta licitación, Francia, Suecia y los Estados Unidos.
Por falta de informaciones nuevas sobre la futura elección del gobierno de Dilma Rousseff, los medios brasileños, o basados en Brasil, se hacen periódicamente eco de rumores ampliamente alimentados por una voluntad "de intoxicación" en detrimento de los otros competidores en carrera.
Según el último de estos rumores, informado por la agencia Reuters, la presidenta brasileña habría dado a conocer el lunes 7 de febrero al secretario norteamericano del Tesoro, Timothy Geithner, que consideraba al F-18 de Boeing como el mejor de los tres aparatos en pugna.
Transferencias de tecnología.
Sus dos rivales son el Rafale francés de Dassault y el Gripen sueco de Saab. La señora Rousseff le habría hecho esta confidencia a Geithner durante una reunión en Brasilia. Habría añadido que esperaba solamente garantías de Washington en cuanto a las transferencias de tecnología exigidas por su gobierno. El secretario del Tesoro se encontraba en Brasil para preparar la visita oficial de Barack Obama a este país en marzo.
Informado sobre las supuestas declaraciones de Dilma Rousseff, el Ministro de Defensa, Nelson Jobim, desmintió el martes 8 de febrero al periódico Estado de Sao Paulo que la presidenta haya emitido alguna opinión sobre la futura elección brasileña.
Él recordó que el expediente se encuentra en instancias de reexamen por Rousseff y que la decisión de abrir " negociaciones exclusivas" con uno de los tres constructores sería tomada sólo después de la reunión del Consejo de Defensa, entre los que forman parte varios ministros y miembros del estado mayor de las fuerzas armadas.
En el pasado, tanto Jobim como el ex presidente Lula se mostraron favorables al Rafale, aunque fuera el más caro, arguyendo que sólo Francia había propuesto a Brasil una transferencia integral de tecnología. Un compromiso que la administración norteamericana no había podido tomar, porque depende ampliamente del consentimiento del Congreso.
Del lado francés, subrayamos que no hay ningún elemento nuevo en la competencia en curso. El portavoz del gobierno, François Baroin, declaró el miércoles que Francia se mantenía "confiada", añadiendo: "No escapa a nosotros que los rumores han sido desmentidos tanto por el Ministro de Defensa brasileño como por los consejeros de la presidencia. La posición de Francia no cambia. Estamos convencidos de la calidad de la oferta francesa y estamos confiados en los equipos de esta competencia".
Un contrato de 6.000 millones de dólares.
El mismo parecer tiene Dassault, constructor del Rafale: "Nada se ha perdido, nada se ha ganado, la licitación está en curso y no hay anuncio oficial del gobierno brasileño, subrayó un portavoz de la empresa de aviación. El expediente es complejo, porque en este tipo de negociaciones, todo es muy complejo. "Dassault recuerda que está dispuesto a transferir el 100 % de la tecnología civil y militar del Rafale.
El 7 de septiembre de 2009, Sarkozy, de visita en Brasilia, había deslizado cuatro líneas cruciales en un comunicado al cabo de una noche de discusiones: en estas líneas, Lula anunciaba la decisión de su país "de entrar en negociaciones" para la compra del Rafale.
Esta elección no habría gustado a los jefes de la Fuerza Aérea brasileña que, además, no apreciaron haber sido puestos en cortocircuito por Lula antes de haber entregado su informe técnico. En este documento, ellos decían preferir al Gripen, el más barato de los tres aviones. El Rafale fue confinado a la tercera posición.
Una elección dejada como herencia a Rousseff.
Bajo la presión del ministro Jobim, la Fuerza Aérea habría visto nuevamente su informe y dado carta blanca al gobierno que, entre tanto, había dado marcha atrás en su promesa, anunciando que la competencia permanecía totalmente abierta. Siendo política la decisión final, la última palabra la tenía Lula. Una elección que prefirió dejarle como herencia a Dilma Rousseff.
Ésta dio a conocer que se tomaría su tiempo, por lo menos unos meses, para reexaminar el expediente. Esta nueva prórroga da evidentemente la ocasión a los gobiernos comprometidos en este contrato de cerca de 6.000 millones de dólares de jugar un poco más a los viajantes de comercio y de desplegar maniobras mitad diplomáticas y mitad comerciales que son de buena guerra en circunstancias iguales.
Muy a la ofensiva, Saab debería arrancar desde este trimestre, cualquiera sea el resultado de la licitación, la instalación de un centro de investigación en Sao Bernardo Campo, en las afueras de Sao Paulo para elaborar proyectos en materia de seguridad civil y militar: sensores, radares, aeronáutica, tecnología ambiental y desarrollo sostenible. Dassault también tiene proyectos en esta ciudad, el alcalde de la misma se encuentra esta semana en Francia para volar a bordo del Rafale.
Los competidores del avión francés nunca bajaron los brazos, hasta cuando parecían estar en desventaja. Protestaron discretamente contra la decisión de Lula de privilegiar al Rafale, que consideraban prematura, hasta incluso desleal, y obtuvieron finalmente que diera marcha atrás. Es previsible que, en este asunto, la batalla de los rumores se intensificará hasta el anuncio de la elección brasileña.
Fuente: Desde Río de Janeiro, corresponsal Jean-Pierre Langellier pour Le Monde 09.02.2011
Traducción propia.
Rafale: une bataille de rumeurs fait rage autour de l'appel d'offres brésilien.
L'intention du Brésil d'acheter 36 avions de combat donne lieu à une "petite guerre" psychologique entre les trois pays concernés par cet appel d'offres, la France, la Suède et les Etats-Unis.
Faute d'informations nouvelles sur le futur choix du gouvernement de Dilma Rousseff, les médias brésiliens, ou basés au Brésil, se font périodiquement l'écho de rumeurs largement nourries par une volonté "d'intoxication" au détriment des autres concurrents en lice.
Selon la dernière en date de ces rumeurs, rapportée par l'agence Reuters, la présidente brésilienne aurait fait savoir lundi 7 février au secrétaire américain au Trésor, Timothy Geithner, qu'elle considérait le F-18 de Boeing comme le meilleur des trois appareils en lice.
Transferts de technologie.
Ses deux rivaux sont le Rafale français de Dassault et le Gripen du suédois Saab. Mme Rousseff aurait fait cette confidence à M. Geithner lors d'un entretien à Brasilia. Elle aurait ajouté qu'elle attendait seulement des garanties de Washington quant aux transferts de technologie exigés par son gouvernement. Le secrétaire au Trésor se trouvait au Brésil pour préparer la visite officielle de Barack Obama dans ce pays en mars.
Informé des propos prêtés à Dilma Rousseff, le ministre de la défense, Nelson Jobim, a démenti mardi 8 février au journal Estado de Sao Paulo que la présidente ait émis la moindre opinion quant au futur choix brésilien.
Il a rappelé que le dossier restait en instance d'examen par Mme Rousseff et que la décision d'ouvrir des "négociations exclusives" avec l'un des trois constructeurs ne serait prise qu'après la réunion du Conseil de défense, dont font partie plusieurs ministres et membres de l'état-major des armées.
Dans le passé, M. Jobim s'est montré, comme l'ex-président Lula, favorable au Rafale, bien qu'il soit le plus cher, en arguant que seule la France avait d'emblée proposé au Brésil un transfert intégral de technologie. Un engagement que l'administration américaine n'avait pu prendre, car il dépend largement du bon vouloir du Congrès.
Côté français, on souligne qu'il n'y a aucun élément nouveau dans la compétition en cours. Le porte-parole du gouvernement, François Baroin, a déclaré mercredi que la France restait "confiante", ajoutant: "Il ne nous a pas échappé que les rumeurs ont été démenties à la fois par le ministre de la défense brésilien et par les conseillers de la présidence. La position de la France est inchangée. Nous sommes convaincus de la qualité de l'offre française et nous sommes donc confiants sur les suites de cette compétition".
Un contrat de 6 milliard de dollars.
Même son de cloche chez Dassault, constructeur du Rafale: "Rien n'est perdu, rien n'est gagné, l'appel d'offres est en cours et il n'y a pas d'annonce officielle du gouvernement brésilien, a souligné un porte-parole de l'avionneur. Le dossier reste complexe, parce que dans ce genre de négociations, tout est très complexe." Dassault rappelle qu'il est prêt à transférer 100% de la technologie civile et militaire du Rafale.
Le 7 septembre 2009, M. Sarkozy, en visite à Brasilia, avait décroché quatre lignes cruciales dans un communiqué au bout d'une nuit de discussions : dans ces lignes, Lula annonçait la décision de son pays "d'entrer en négociations" pour l'achat des Rafale.
Ce choix n'avait pas plu aux chefs de l'armée de l'air qui, en outre, n'ont pas apprécié d'avoir été court-circuités par Lula avant d'avoir rendu leur rapport technique. Dans ce document, ils disaient préférer le Gripen, le moins cher des trois avions. Le Rafale était relégué en troisième position.
Un choix laissé en héritage à Mme Rousseff.
Sous la pression de M. Jobim, l'armée de l'air avait revu sa copie et donné carte blanche au gouvernement qui, entre-temps, était revenu sur sa promesse, en annonçant que la compétition demeurait totalement ouverte. La décision finale étant politique, le dernier mot revenait à Lula. Un choix qu'il a préféré laisser en héritage à Mme Rousseff.
Celle-ci a fait savoir qu'elle prendrait son temps – au moins quelques mois - pour réexaminer le dossier. Ce nouveau sursis donne évidemment l'occasion aux gouvernements concernés par ce contrat d'environ 6 milliards de dollars de jouer un peu plus les commis voyageurs et de déployer les manœuvres mi-diplomatiques, mi-commerciales qui sont de bonne guerre en pareille circonstance.
Très offensif, Saab devrait démarrer dès ce trimestre – et quel que soit, donc, le résultat de l'appel d'offres – l'installation d'un centre de recherche à Sao Bernardo Campo, dans la banlieue de Sao Paulo pour élaborer des projets en matière de sécurité civile et militaire: senseurs, radars, aéronautique, technologie environnementale et développement durable. Dassault a également des projets dans cette ville, dont le maire se trouvait cette semaine en France pour voler à bord du Rafale.
Les concurrents de l'avion français n'ont jamais baissé les bras, même lorsqu'ils semblaient en mauvaise posture. Ils ont protesté discrètement contre la décision de Lula de privilégier le Rafale, qu'ils jugeaient prématurée – voire un rien déloyale –, et ont finalement obtenu qu'il fasse machine arrière. Il est prévisible que, dans cette affaire, la bataille des rumeurs s'intensifiera jusqu'à l'annonce de son choix par le Brésil.
Rio de Janeiro, correspondant Jean-Pierre Langellier pour Le Monde.09.02.2011