Para cuando llego el mes de Junio, ya estábamos muy acostumbrados a operar en el impredecible clima del Atlántico Sur, y a la rutina de las navegaciones en transito desde y hacia las islas para nuestras estaciones de CAP (Combat Air Patrol - Patrulla Aerea de Combate). Las oportunidades de combatir contra pilotos de la Fuerza Aérea Argentina o de la Aviación Naval se habían hecho cada vez menos frecuentes. Pero no habia ni un momento para relajarse durante las CAP, ya que el enemigo no se daba por vencido. Todo lo contrario, todavía mantenían una seria de puntos estratégicos críticos en las islas, y pese a que los hombres de Jeremy Moore ya habían desembarcado todavía no estaban en posición para desplazar a las fuerzas invasoras.
Inteligencia recogida de varios lugares indicaban que a Puerto Argentino todavía llegaban vuelos de Hércules todas las noches con provisiones, y que el mismo avión utilizaba en forma regular la pista semi preparada de Fox Bay, soportando los esfuerzos logísticos. Sin un radar que tuviese la capacidad de "mirar-abajo" sobre el terreno, habia poco que nosotros podíamos hacer para interceptar esos vuelos de reaprovisionamiento, en especial con nuestro Grupo de Tareas entre 200 y 230 millas náuticas al Este del estrecho de San Carlos.
El esfuerzo de los Sea Harrier durante el dia seguía puesto en mantener estaciones de CAP al rededor de la cabecera de playa. A tanta distancia de nuestros portaaviones, nuestro tiempo en la CAP se habia limitado a 25 minutos sobre el estrecho (y eso era demasiado). Sin embargo, era un esfuerzo bien valia la pena y la constante presencia de los SHAR al oeste del Area del Grupo Anfivio de desembarco era una forma de prevenir y arruinar las tareas de ataque del enemigo.
El 01 de Junio mi seccion fue lanzada apenas amanecio, y llevamos a cabo nuestras tareas de CAP sobre el estrecho de San Carlos sin ninguna señal del enemigo. Todo parecia tranquilo en los cielos al este cuando nuestros dos aviones comenzaron a trepar hacia el norte de San Carlos en ruta hacia el portaaviones. Nuestra navegacion de regreso seria a 35.000 pies, y durante el ascenso Steve mantuvo su avion en una prolija formacion de combate a mi derecha.
HMS Minerva era el Buque de Control de Área Local y todavía no habíamos salido de su frecuencia. El norte de la costa de la Isla del Este estaba bajo nosotros cuando los auriculares de mi casco cobraron vida con un mensaje del Minerva.
"Acabo de tener un contacto intermitente hacia el noroeste de ustedes a 40 millas. Solamente tuve 3 barridos del radar sobre el contacto y desaparecio, Quieren Investigar? Cambio" Podia deducir por el tono de voz del controlador que pensaba que tenia algo interesante, pero que no quería que perdiésemos nuestro tiempo si llegaba a estar equivocado. Después de todo, 40 millas náuticas es un largo camino en la dirección equivocada cuando nuestros aviones podrían estar bajos de combustible.
El controlador no tenia nada de que preocuparse; ni yo ni Steve hubiésemos soñado con rechazar la menor posibilidad de cruzarnos con el enemigo. Antes de que finalizase su comunicación, yo ya habia comenzado un rápido giro a la izquierda con Steve siguiéndome por detras. Mi avion era el 006 y su radar era de los mejores.
Durante el giro y utilizando el control del radar, baje la altura a la cual la antena del radar escaneaba apenas por encima de la linea del horizonte, y en cuanto nivelamos en un rumbo noroeste, ahi apareció nuestro objetivo. El puntito verde sobresalió en el centro de mi pantalla de radar apenas mas cerca de las 40 millas.
"Judy, Contacto a 38 millas, Investigando" Esta era una oportunidad que no íbamos a perder.
Decidi tratar de enganchar el objetivo con mi radar para poder asi obtener información precisa de altura. El radar lo engancho fácilmente, indicándome que de la forma facil en que lo hizo tendría que ser un contacto grande y me dio la información que yo quería saber, una diferencia de alturas de 4.000 pies. Yo me encontraba a 12.000, por lo que el objetivo estaba a 8.000. Rompí el enganche para no alertar al objetivo (ellos estarían escuchando en su alertador de radar) y aumentamos la velocidad a 500 nudos en un leve descenso. El rango con respecto al objetivo disminuyo rápidamente a 34 millas, 30 millas y después pareció detenerse. Habia una sola posible razón para ello.
"Steve, creo que esta escapando en dirección contraria. Esta 10º a nuestra derecha a 28 millas. 4000 mas abajo"
"Copiado, Contacto" Bien! Steve ya tenia al objetivo en su radar.
Volví a enganchar el objetivo. Todavía 4.000 pies mas abajo, pero nosotros ya habíamos pasado los 10.000 pies en descenso.
"Definitivamente esta escapando en sentido contrario, nos debe haber visto" El radar terrestre de las Fuerzas Argentinas deben haber estado monitoreando el comienzo de nuestra intercepción y le deben haber pasado la información al objetivo.
Ahora era una carrera contra el tiempo y el combustible. El Invencible estaba a mas de 200 millas y ya deberíamos estar regresando a el. Pero habia una alternativa fácil. Llame al Minerva por la radio.
"Hay posibilidades que nos quedemos muy cortos de combustible para regresar hasta Madre después de esto. Pueden avisar a los buques de asalto que se preparen para recibirnos a bordo en San Carlos?"
Hubo una breve pausa antes de el Minerva contestara "Tenemos plataformas listas para recibirlos en caso de que lo necesiten"
"Copiado. Por favor verifiquen que las armas esten "seguras" en la zona de misiles en caso de que les hagamos una visita" Sabia que no era necesario recordarle al minerva esto, pero mas vale prevenir que curar.
"Copiado. No hay problema". El controlador a bordo de Minerva se dedico a partir de ese momento a monitorear la persecución. Si destruíamos al objetivo todo iba a ser gracias a su capacidad de verlo en el radar en solo tres barridos y a su concentración.
Habiendo sacado el problema del combustible de mi mente, le pude dar total atención a seguir al objetivo, el cual ya estaba volando con rumbo Oeste y habia descendido por debajo del nivel de nubes. Nosotros todavía estábamos sobre el techo de nubes, con un sol brillante. Verifique las perillas de mis misiles y cañones. Los seguros estaban levantados y estaba todo listo para salir.
El estado del mar era marcadamente violento y mientras seguíamos acortando distancias con nuestro objetivo desde arriba, deseaba que los encargados del portaaviones estuviesen conmigo en la cabina para ser testigos de lo bien que estaba funcionando el radar en estas condiciones de "mirar para abajo" El radar mantenía el contacto enganchado en cada barrido.
Nos estábamos acercando a los techos de nubes en los 6.000 pies y agarrando al objetivo. Para tener alguna chance de sobrevivir, el objetivo mas lento debería intentar quedarse entre las nubes y tratar de evadirnos con maniobras agresivas. Pero habia pocas chances de que eso funcionara ya que tenia un montón de practica contra objetivos grandes tratando de evadirse en las nubes durante dia o noche.
"Steve, mejor quedate por encima de las nubes hasta que tenga en visual al objetivo abajo" Si decidía salir por encima de las nubes, Steve lo veria.
"Copiado. Todavía tengo un buen contacto a 9 millas"
Descendí por entre el colchón de nubes, saliendo del mismo a 1.800 pies. Todavía tenia al enemigo en mi pantalla de radar; un gran punto a 6 millas y acercándose rápidamente. Mire hacia adelante y ahi estaba, 20º a mi izquierda un Hércules dirigiéndose al continente tan rápido como podía. Estaba a una altura de 300 pies sobre las olas.
"Lo tengo en visual, es un Hércules! Veni para abajo Steve"
Me acerque al transporte cuatrimotor bastante rápido y cuando sentí que estaba dentro del rango de misil y tenia una buena señal de la cabeza buscadora, dispare mi primer Sidewinder. Como pasaba siempre, pareció una eternidad desde que salio de su soporte y acelero hacia el objetivo. Había enganchado el misil en el par izquierdo de motores. La fina estela de humo blanco desapareció cuando el motor se apago, mientras el misil continuaba rumbo al ala izquierda del Hércules. Estaba seguro que iba a llegar, pero a último momento llego corto al objetivo, explotando contra la superficie del mar.
No habría error en el segundo misil. Enganche el misil en los motores de la derecha, escuchando el tono de adquisición y dispare bien dentro de 1 1/4 de milla. Dejo su soporte con su característico ruido y volo inevitablemente rumbo al ala derecha del Hércules, impactando entre los dos motores. Inmediatamente los dos motores y parte de la superficie entre ellos explotaron en una llamarada.
Nuestro nivel de combustible remanente era marginal, por decir lo menos. El trabajo tenia que ser finalizado, y rápidamente. De otra manera el avión Argentino podría volar hasta su base y escapar. Sabia que el Hércules tenia un excelente sistema de supresión de fuego en las alas, y no lo podía dejar escapar ahora.
Todavía tenia una velocidad de 100nudos mayor a la de el cuando me acerque a rango de cañones y aprete del gatillo. El punto de impacto que tome como referencia era la puerta trasera y el estabilizador vertical y los 240 cartuchos de munición altamente explosiva de 30mm pegaron en su marca. No hubo impactos en el mar.
Mientras terminaba de disparar y con su elevador y cola completamente arrancados, el gran transporte se inclino lentamente por derecha y choco de frente contra el mar. No podría haber habido sobrevivientes.
Saliendo fuertemente del objetivo hacia la izquierda, llame al Minerva.
"Derribado un Hércules! Buen trabajo descubriéndolo!"
Mientras la excitada voz del controlador volvió con su respuesta, podía oír en el fondo los gritos en el Cuarto de Operaciones . Ellos también sabían que los Hércules habían estado llevando provisiones a Stanley a diario, usualmente de noche y a muy baja altitud. Para nuestras tropas en tierra, eran blancos muy prioritarios. Este Hércules hacia cometido el error de haberse elevado hasta los 8.000 pies y había pagado el precio.
"Bien!" Era el controlador del Minerva. "Quieren aterrizar en San Carlos" Nos gustaría poder verlos a los dos"
"Copiado, Un segundo. Steve. chequeo de combustible"
"21 mil" fue la respuesta.
Yo tenia un par de cientos menos y el portaaviones estaba a 230 millas. No podíamos rearmar los aviones a bordo de los buques de asalto, y pense que podíamos llegar con lo justo al Invencible, decidí declinar la oferta del Minerva.
"Perdón, pero llegamos justo de vuelta a Madre, asi que mejor hacemos eso. Gracias de todos modos por estar ahí"
Ya estábamos en ascenso y en menos de 30 minutos estábamos aterrizando en la plataforma. Tuvimos viento de cola que nos permitió llegar con un remanente de 400 libras de combustible en los tanques, mas de lo que había esperado.
Durante las semanas siguientes hubo muchas charlas en nuestro cuarto de pilotos relacionadas a derribar un Hércules o algún avión de transporte similar. Dada la oportunidad, todos favorecen el volar formado con el avión e indicarle a la tripulación que salten. No sentíamos animosidad en contra de los pilotos argentinos, ellos estaban haciendo lo que debían hacer y de haber podido salvar vidas, lo hubiésemos hecho. Tristemente, no hubo tiempo para tal caballerosidad en esta ocasión. De haberles dado esa oportunidad, nos hubiésemos quedado sin combustible. Las circunstancias, y en particular el estado de combustible remanente, dictaron lo que termino pasando. No perdí el sueño por ello, pero si desee que hubiésemos tenido mas tiempo.