Ex altos cargos militares de Rusia critican reciente operación contra Georgia.
Varios expertos que ocuparon en el pasado cargos de alto nivel en el estamento militar de Rusia critican la actuación de su país en la llamada operación de coerción a la paz contra Georgia, constata hoy Nezavisimaya Gazeta.
El general en retiro Leonid Ivashov - en el pasado, responsable de cooperación internacional en Defensa y, hoy en día, presidente de la Academia de Geopolítica - piensa que Moscú se anticipó con el cese de la operación contra Georgia y el inicio del diálogo con mediadores europeos.
"La victoria sobre Georgia la cedimos a Nicolas Sarkozy quien ya cambió las cláusulas del arreglo. Con toda seguridad, ello tendrá repercusiones muy negativas sobre los intereses geopolíticos de Rusia", afirmó Ivashov.
Otro general retirado, Yuri Netkachev, subjefe del Grupo de tropas rusas en la región transcaucásica en 1993-2000, opina que
Rusia fue extremadamente ineficiente a la hora de liquidar los objetivos militares en Georgia.
Moscú, a su juicio, tenía derecho de extender el embargo naval a la totalidad de la costa georgiana, no solamente al litoral de Abjasia, y debía haberse planteado asimismo la posibilidad de imponer un bloqueo aéreo para impedir que Georgia recibiera ayuda militar desde el extranjero.
El experto calificó la actuación del Gobierno ruso como "medias tintas". "No hemos destruido la maquinaria bélica de Georgia y, al aceptar el cese el fuego, hemos limitado en grado considerable nuestra acción de castigo al agresor", dijo.
Un general próximo a la cúpula de Defensa, Majmut Garéyev, antiguo subjefe del Estado Mayor del Ejército ruso y, actualmente, presidente de la Academia de Ciencia Militares, cree que la agresión georgiana "puso de manifiesto una serie de deficiencias álgidas en lo que concierne a la preparación de las tropas rusas y el control de las fuerzas y los recursos, tanto directamente en el campo de la batalla como en lo relativo a la tecnología de toma de decisiones en período militar".
Uno de los principales errores, en su opinión, se cometió al nivel de los servicios de inteligencia y espionaje militar que "
no pudieron descubrir a tiempo los planes pérfidos de Georgia". Garéyev atribuye a estos desaciertos la confusión inicial, las numerosas bajas civiles y militares y la pérdida de varios aviones, incluido un bombardero estratégico Tu-22.
Los bombardeos de bases aéreas georgianas le parecen "justificados" aunque se realizaron "con mucho retraso". "Cuando hablan los cañones o, en este caso, lanzamisiles múltiples Grad georgianos, es tarde para esperar órdenes de superiores. Hay que asestar urgentes golpes demoledores contra las bases y las posiciones de fuego enemigas. Es el abecedario de la guerra", comentó.
El general Anatoli Kornukov, ex jefe de la Fuerza Aérea de Rusia, afirmó por su parte que
a los pilotos del Tu-22 derribado en el territorio de Georgia "los enviaron a una muerte segura", pues no se había detectado a tiempo el arsenal georgiano de defensa antiaérea. "¿Qué sentido tenía mandar un bombardero de largo alcance a Georgia, si tiene frontera con Rusia?", inquirió.
Fuente RIA Novosti