El homenaje a San Martín, sin granaderos por la presencia de Julio Cobos

Derruido

Colaborador
El manoseo de la patria
Jorge Fernández Díaz
LA NACION

Los últimos ochenta granaderos entraron silenciosamente en la ciudad y, como si se tratara de guerreros vencidos y no de magníficos centauros de la victoria, fueron entregando uno a uno sus sables en la Casa de Gobierno. Era 1826, y el general José de San Martín había partido al exilio y se había convertido en mala palabra para los señores porteños. "No queda un solo español armado en la América", declaró a viva voz el oficial de mayor rango de la columna a las autoridades nacionales, que los recibían en Buenos Aires con sospecha y recelo. De inmediato se desarmó el glorioso regimiento que había formado San Martín, que había fundado la caballería profesional en las Provincias Unidas y que había vivido triunfos y derrotas, aventuras y amargas proezas por medio continente, y que había estado a la vanguardia de la guerra de la independencia.

El actual regimiento, recreado en 1903, no es sino un homenaje más o menos formal de aquel verdadero grupo de comandos, que San Martín convirtió en una escuela de honor y en una máquina de guerra. Aquellos primeros granaderos, lejos de la imagen pasteurizada que nos venden los manuales escolares y la historia oficial, eran en realidad feroces soldados profesionales que temían más a su líder que al enemigo.

La épica de los granaderos fue utilizada políticamente por liberales y nacionalistas, y capturada por dictaduras militares. Pero sobrevivieron a esas manipulaciones y mantienen, con justicia, un halo de heroísmo ejemplar e intocable. Mi generación jugaba de chico con soldaditos de plástico de vaqueros y granaderos a caballo. Y no hay escuela que no desee tener un granadero en un acto patrio. Este regimiento de homenaje y fanfarria, que está a cargo lateralmente de la custodia presidencial, mantiene el glamour de las viejas glorias. Un país que no puede rendirles culto a sus héroes es un país errático y descompuesto destinado al eterno fracaso.

Tiene la presidenta de la Nación, como comandante en jefa del Ejército, toda la autoridad para disponer del regimiento, como lo hizo ayer. Sin embargo, una cosa es la legalidad y otra muy distinta la legitimidad. Retirar a los granaderos de un ritual histórico y cultural a raíz de una interna política es algo infame que repugnaría a San Martín y que pondría a los granaderos originales al borde del odio.

Un presidente de la República no está habilitado para hacer cualquier cosa con los granaderos. Por ejemplo, ni Néstor ni Cristina podrían hacerlos desfilar en El Calafate para una reunión familiar. Y no estoy dando ideas. La jefatura del comando tiene sus reglas. Lo otro sería no distinguir entre gobierno y Estado, desliz madrugador que los Kirchner cometen a diario y pecado mortal que San Martín no se hubiera permitido. ¿Castigar a un vicepresidente de la Nación sin reparar en los mínimos rituales simbólicos de la patria y la memoria? ¿Por qué tanta desesperación, por qué vale todo?

El hijo célebre de Yapeyú tenía una frase bastante gráfica para explicar las mezquindades desesperadas en las que suelen caer quienes sienten que están perdiendo el poder. El Gran Capitán decía: "El que se ahoga no repara en lo que se agarra".
 

Derruido

Colaborador
Aguante la democracia.:yonofui:
Saludos.

Con gente como ésta, solo Demosgracias..........

Querida, encogí a los granaderos
Por primera vez en la historia, no hubo granaderos en el acto realizado en la ciudad natal de San Martín. Los reemplazaron con chicos disfrazados.

Granaderitos. Cobos y Colombi aplaudieron en Yapeyú el paso de los escolares vestidos con el uniforme sanmartiniano.

La pelea entre los Kirchner y Julio Cobos transitó ayer un territorio novedoso: el de la historia de la patria. El Gobierno y el vicepresidente tironearon, cada uno para su lado, de la figura del general José de San Martín. Y lo hicieron desde dos escenarios: en Yapeyú, Cobos, encabezó un homenaje sin los granaderos que custodian en forma permanente la casa natal del prócer, por una inédita decisión del Gobierno. Para el vice, la movida K fue “desafortunada, un desacierto”, consideró. En Buenos Aires discurrió la celebración oficial, en el Regimiento de Granaderos a Caballo del barrio porteño de Palermo, y allí estuvieron los 22 soldados que faltaron en Yapeyú. “Conmemoramos a nuestro héroe en la sede del regimiento que fue su máxima creación”, justificó la jugada la ministra de Defensa Nilda Garré cuando abrió ese acto.

Los homenajes a San Martín sucedieron casi en simultáneo. En el acto oficialista, se impuso el protocolo y la sobriedad. En el de Yapeyú, campeó el tono opositor del intendente radical local, Gustavo Gaya, y del gobernador Arturo Colombi, ex radical K, hoy cobista.

Con puntualidad marcial, Garré llegó a la arbolada sede de Palermo antes de las 11 de la mañana. La acompañó toda la jefatura del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, incluido el nuevo jefe del Ejército, Luis Pozzi. Se cumplió con rigurosidad el rito militar: se cantó el Himno; se recordó al sargento Cabral –“¡soldado heroico!”, le dedicaron los 200 granaderos al unísono– y no faltó la invocación católica del capellán del Ejército.

La ministra de Defensa ofrendó flores al busto del prócer en su nombre y en el de la Presidenta de la Nación. Los granaderos desfilaron con las réplicas del sable y la bandera de San Martín. Cuando pasaban, un hombre viejo, vestido de civil pero con porte militar, apareció de golpe y gritó: “¡Qué vivan los granaderos heroicos de Yapeyú, carajo!”, en el único episodio de desobediencia ante tanta formalidad.

Después de justificar la decisión de retirar a los granaderos de Yapeyú, la ministra incursionó en una descripción optimista de la situación política del país y del mundo. “Ustedes, granaderos, saben”, prologó ante la mirada de los 200 militares de poco más de 20 años, y explicó que “entre la caída del Muro de Berlín, hace menos de 20 años y, ahora, la caída del otro muro, el de la codicia y la desregulación irresponsables de Wall Street, se abre un horizonte de posibilidades para los ideales de independencia, desarrollo y justicia”. :puke:

En alusión a la obra de San Martín, Garré analizó que “patria grande o patria chica era entonces, como ahora, el dilema político y militar” y remató diciendo que no sabía “si una oportunidad como ésta se repetirá en el orden mundial”. Sus palabras sonaron como una arenga frente a los soldados que, vestidos de azul, rojo y blanco, se lucieron en la coreografía militar y con el bombo, la trompeta, la tuba y demás instrumentos de viento.

Casi en simultáneo, en Yapeyú, en el templete que alberga la casa donde nació el prócer hace 231 años, Cobos se enorgulleció de su origen mendocino: “Fue mi tierra la que tuvo el honor de cobijarlo como gobernador”, recordó. El vice consiguió rescatar la figura de San Martín en clave anti-K cuando propuso “recuperar su legado de construcción de metas colectivas, convicciones republicanas y utopías olvidadas”.

Los 22 granaderos, que desde 1990 se mantienen firmes en la sede de Yapeyú, se perdieron la alocución de Cobos. Un grupo de niños vestidos de granaderos los reemplazaron. Entre el público, pudieron verse carteles que rezaban: “Viva San Martín, los muertos son los K”. También hubo apoyos al radical: “Cristina: Cobos es el vicepresidente, no tu empleado”.

El gobernador Ricardo Colombi, anti-K desde 2008 y cercano al vicepresidente –tanto que puso a su disposición un avión de la gobernación para el mendocino–, también actualizó la figura del General. “Hoy necesitamos asumir su ejemplo porque estamos heridos de pequeñez y de mezquindad”, consideró, en un mensaje directo a la Casa Rosada.

Antes y después del homenaje, Cobos repudió más explícitamente la importación de granaderos de Yapeyú a Palermo. “Es una falta de consideración hacia su figura”, denunció el vice y reclamó que la custodia “sea restituida pronto”. Gaya, intendente de Yapeyú, se preguntó si “era necesario llegar al extremo de este agravio a nuestro héroe”.
Desde el kirchnerismo correntino, el senador y candidato a gobernador, Fabián Ríos, suavizó la decisión porque, dijo, “yo no lo hubiera hecho, pero es un dato secundario”. A esa altura, no quedaban dudas de que la interna en el Gobierno había llegado hasta los años en los que a nadie se le ocurría hablar siquiera de la República Argentina..


Por mezquindades políticas, se llega hasta el punto de agraviar al Padre de la Patria.:banghead:

De seguir así pierdan cuidado, que tarde o temprano haciendo honor al juramente. La Patria los Demandará.

Salute
Derru
 

pabloeldido

Forista cervecero.
Colaborador
Es fácil si no haces lo que ellos quieren te rajan o te hacen la vida difícil encima se llenan la boca hablando de la democracia y son mas dictadores que Mussolini.
Saludos.
 

Procer

Colaborador
Pablo, eso no es exclusividad de este gobierno, si vieras...En mi trabajo, en el Juzgado desde el año 2000, al asumir los radicales me querían echar porque decian que yo era peronista, al asumir estos últimos, me intentaron sacar porque alegaban que yo era radical!!!!!...lo mejor es que no soy afiliado a ningún partido, pero si no sos de ellos, sos del otro....este pais es increible...no interesa la capacidad, sino la afiliacion.
 

pabloeldido

Forista cervecero.
Colaborador
Pablo, eso no es exclusividad de este gobierno, si vieras...En mi trabajo, en el Juzgado desde el año 2000, al asumir los radicales me querían echar porque decian que yo era peronista, al asumir estos últimos, me intentaron sacar porque alegaban que yo era radical!!!!!...lo mejor es que no soy afiliado a ningún partido, pero si no sos de ellos, sos del otro....este pais es increible...no interesa la capacidad, sino la afiliacion.

Ojo no te confundas no soy de ningún partido todos los que estuvieron en este país gobernándolo actuó de la misma forma sea peronista , radical o militar yo critico a este gobierno por lo mal que están gobernando de la misma forma que criticaría a los radicales si gobernaran este país y lo hicieran mal no tengo nada en contra de los peronista por mí que gobierne cualquier partido mientras lo haga correctamente .
Saludos.
 

pabloeldido

Forista cervecero.
Colaborador
Estoy de acuerdo con vos lamentablemente ser político en este país significa llenarse de plata a uno mismo y a los amigos que gobernar para el bien de todo el país sea de cualquier partido el político argentino se caga en el país solo quiere llenar sus bolsillo si importar que el pueblo se muera de hambre y lo peor es que quieren ocultar todo por medio de la manipulación y censura de cualquier medio , persona o hasta el propio INDEC y lo peor de todo que quieren gobernar con el pasado sentándose con las madres de plaza de mayo para hacer caripela no me preocupo en octubre se le termina la joda.
Saludos.
 

tanoarg

Miembro del Staff
Moderador
y al final... los granaderos estuvieron...
 
ojala esos chicos , futuros hombres , recuerden con orgullo el dia que el padre de la patria solicito sus servicios, el resto mañana se olvida ,somos capitulares , mañana se divorcia Moria y alli estaremos, pero es mi deseo que a esos pibes jamas se le borre el haber vestido el uniforme de los que dieron su vida por la patria , salud por ellos!!! y a los que sumisos miramos como se ofende la dignidad espero una mirada de perdon del Don Jose
 
la ministra incursionó en una descripción optimista de la situación política del país y del mundo. “Ustedes, granaderos, saben”, prologó ante la mirada de los 200 militares de poco más de 20 años, y explicó que “entre la caída del Muro de Berlín, hace menos de 20 años y, ahora, la caída del otro muro, el de la codicia y la desregulación irresponsables de Wall Street, se abre un horizonte de posibilidades para los ideales de independencia, desarrollo y justicia”.

Disculpen pero, por favor, que pelotudez.. Algun dia tendremos gente capaz, seria, responsable que no continue con la linea de estos mamarrachos?
 
Cobos la esta haciendo bien,todo suma,espero que despues no se vallan como lo hicieron la Alianza en el el 2001. Desde ahi que no creo en las alianzas.

Saludos
 
Arriba