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3-A-202
Se trata del primer teniente (post-mortem) Jorge Casco, fallecido durante el Conflicto del Atlántico Sur. Sus restos fueron sepultados en el Cementerio de Darwin
El viernes de 6 de marzo, los restos del primer teniente (post-mortem) Jorge Eduardo Casco fueron entregados a sus familiares en una emotiva ceremonia realizada en la Aeroestación Militar del Aeroparque Jorge Newbery.
El acto fue presidido por la ministra de Defensa, Dra. Nilda Garré, acompañada por el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, brigadier general Jorge Chevalier; el jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea, brigadier general Normando Costantino; altas autoridades de los ministerios de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto y de Defensa, como así también personal militar de las Fuerzas Armadas.
En la ceremonia se transfirió la custodia de la urna con los restos de Casco al Cuerpo de Cadetes de la Escuela de Aviación Militar, quienes procedieron a embarcar la misma a bordo de un avión Hércules C-130, que partió hacia Comodoro Rivadavia una vez finalizado el acto.
Al día siguiente, los restos del piloto fueron trasladados en un vuelo especial a las Islas Malvinas y acompañados por sus familiares más cercanos, un fotógrafo y un intérprete, para ser sepultados en el cementerio de Darwin, en una ceremonia que incluyó responso religioso y rendición de honores militares.
Por primera vez el cuerpo de un piloto argentino, veterano del Conflicto del Atlántico Sur, volvió a las Islas para ser sepultado allí con honras de las Fuerzas Británicas, donde sus representantes lucían una faja de luto en su brazo izquierdo.
El ministerio de Defensa Británico envió una sección de fusileros de ceremonial y honores de la Royal Air Force, quienes dispararon sus armas al aire como manda el reglamento previsto para veteranos.
Al término de la ceremonia, el brigadier Gordon Moulds, comandante de las British Forces South Atlantic Islands, invitó a almorzar a la familia del primer teniente (post mortem) Jorge Eduardo Casco.
UN PILOTO, UN HÉROE
El domingo 9 de mayo de 1982, una escuadrilla de cuatro aviones Skyhawk A4-C, perteneciente a la Fuerza Aérea Argentina, despegó en horas de la tarde desde la Base Aérea de San Julián rumbo a las Islas Malvinas. El tiempo estaba desmejorado y por fallas técnicas, dos aviones volvieron al continente.
Pero los dos restantes, tripulados por el primer teniente Jorge Casco y el primer teniente Jorge Farías, comenzaron a descender sobre el agua, hasta rozar las alas con la cresta de las olas. Sin embargo, pese a las malas condiciones meteorológicas imperantes, por la decisión inclaudicable de ambos pilotos en cumplir con el deber, continuaron volando en condiciones absolutamente marginales hasta que se estrellaron contra los acantilados de las Islas Sebaldes. De esta manera, encontraron el camino hacia la inmortalidad, dejando en nuestra memoria una huella que jamás será borrada.
fuente: http://www.noticiasenvuelo.faa.mil.ar/
El viernes de 6 de marzo, los restos del primer teniente (post-mortem) Jorge Eduardo Casco fueron entregados a sus familiares en una emotiva ceremonia realizada en la Aeroestación Militar del Aeroparque Jorge Newbery.
El acto fue presidido por la ministra de Defensa, Dra. Nilda Garré, acompañada por el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, brigadier general Jorge Chevalier; el jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea, brigadier general Normando Costantino; altas autoridades de los ministerios de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto y de Defensa, como así también personal militar de las Fuerzas Armadas.
En la ceremonia se transfirió la custodia de la urna con los restos de Casco al Cuerpo de Cadetes de la Escuela de Aviación Militar, quienes procedieron a embarcar la misma a bordo de un avión Hércules C-130, que partió hacia Comodoro Rivadavia una vez finalizado el acto.
Al día siguiente, los restos del piloto fueron trasladados en un vuelo especial a las Islas Malvinas y acompañados por sus familiares más cercanos, un fotógrafo y un intérprete, para ser sepultados en el cementerio de Darwin, en una ceremonia que incluyó responso religioso y rendición de honores militares.
Por primera vez el cuerpo de un piloto argentino, veterano del Conflicto del Atlántico Sur, volvió a las Islas para ser sepultado allí con honras de las Fuerzas Británicas, donde sus representantes lucían una faja de luto en su brazo izquierdo.
El ministerio de Defensa Británico envió una sección de fusileros de ceremonial y honores de la Royal Air Force, quienes dispararon sus armas al aire como manda el reglamento previsto para veteranos.
Al término de la ceremonia, el brigadier Gordon Moulds, comandante de las British Forces South Atlantic Islands, invitó a almorzar a la familia del primer teniente (post mortem) Jorge Eduardo Casco.
UN PILOTO, UN HÉROE
El domingo 9 de mayo de 1982, una escuadrilla de cuatro aviones Skyhawk A4-C, perteneciente a la Fuerza Aérea Argentina, despegó en horas de la tarde desde la Base Aérea de San Julián rumbo a las Islas Malvinas. El tiempo estaba desmejorado y por fallas técnicas, dos aviones volvieron al continente.
Pero los dos restantes, tripulados por el primer teniente Jorge Casco y el primer teniente Jorge Farías, comenzaron a descender sobre el agua, hasta rozar las alas con la cresta de las olas. Sin embargo, pese a las malas condiciones meteorológicas imperantes, por la decisión inclaudicable de ambos pilotos en cumplir con el deber, continuaron volando en condiciones absolutamente marginales hasta que se estrellaron contra los acantilados de las Islas Sebaldes. De esta manera, encontraron el camino hacia la inmortalidad, dejando en nuestra memoria una huella que jamás será borrada.
fuente: http://www.noticiasenvuelo.faa.mil.ar/