paulo
Forista Sancionado o Expulsado
Nueva política de defensa será preservada de cortes presupuestarios, dice Jobim
Daniel Rittner, de Brasilia
En medio de la fuerte caída de la recaudación tributaria en los primeros meses del año, el ministro de la Defensa, Nelson Jobim, necesitará de habilidad para contornar los riesgos de retraso en los planos de reaparelhamento de las Fuerzas Armadas. Él admitió ayer que "evidentemente necesitamos ajustar todo a los acontecimientos derivados de la crisis", aunque haya dejado claro que los principios de la estrategia Nacional de Defensa, lanzada en diciembre, no serán afectados. "Allí estamos tratando del mediano y largo plazos", dijo
De los R$ 11,2 mil millones inicialmente previstos en 2009, el contingenciamento presupuestario redujo para R$ 8,5 mil millones el valor disponible para Ejército, Marina y aeronáutica. Como al menos mitad de eso es destinado a gastos de costeo, la caída de los recursos dirigidos la inversiones obligará Jobim la definir prioridades. El ministro listou tres áreas que él deberá ahorrar de cualquier corte: las adquisiciones de helicópteros y submarinos convencionales franceses (por sean acuerdos internacionales), el desarrollo del proyecto Aramar (que culminará en la construcción del primer submarino nuclear brasileño, con tecnología nacional, al fin de la década) y el programa Amazonia Protegida (que ampliará de 23 para 51 el número de pelotones de frontera, en especial en la Región Norte).
"Vamos a preservar los programas básicos", dijo Jobim. El ministro participó del seminario "Estrategia de Defensa Nacional y la Industria Brasileña", organizado por el Valor y por la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional de Cámara de los Diputados. Él fue cuestionado sobre los ajustes en las inversiones de las Fuerzas Armadas tras la caída de 12,4% en la recaudación federal, sólo en el primer bimestre de 2009.
La crisis ya había llevado el ministerio a reducir de 80 mil para 40 mil el número de reclutas incorporados anualmente al servicio militar. Jobim atribuyó ese secamiento al aumento de la remuneración dada a los reclutas, que era de R$ 207 y subió para R$ 475. "Tuvimos un crecimiento sustancial de los gastos", dijo.
En tesis, el proyecto F-X2 deberá ser mantenido sin cambios en el cronograma, ya que los desembolsos son progresivos y pueden empezar sólo en 2010. En la pasada semana, equipos de la aeronáutica iniciaron visitas técnicas a las tres empresas seleccionadas para la última fase de la competencia que definirá el proveedor de 36 cazas de múltiplo empleo. Están en la recta final la francesa Dassault, la sueca Gripen y la americana Boeing. Las tres deberán entregar una oferta revisada y definitiva el inicio de mayo y después de eso la FAB estará lista para encaminar su elección al Ministerio de la Defensa y al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, a quien cabrá la última palabra.
Cuestionado, el ministro reconoció la posibilidad de reexaminar la propuesta rusa de venta de las cazas Su-35 de la Sukhoi, descalificados en la primera selección hecha por la aeronáutica. Jobim dijo haber sido buscado por representantes del país, pero dio poca esperanza a la Sukhoi de recolocarla en la lista de competidores, aunque no haya descartado la hipótesis. "Los rusos me pidieron para reexaminar (la oferta). Estamos mirando los documentos, pero la dificultad de ellos es con la trasferencia de tecnología, que es la condición básica", esclareció.
El presidente de la Asociación de las Industrias Aeroespaciales de Brasil (Aiab), Walter Bartels, considera indispensable la negociación por la FAB de la apertura del software operacional de las cazas que hayan sido adquiridos. Eso permitirá, según él, que evoluciones tecnológicas y actualizaciones de los equipamientos seamos hechas por la industria nacional. Es lo que está ocurriendo, recordó Bartels, con la modernización de los aviones AM-X por la Embraer. Ellos están recibiendo, por ejemplo, nuevos radares. "Eso sólo es posible con el dominio del software", afirmó.
Para el presidente de la asociación, no es una tarea fácil. Él citó el caso de Israel, que no habría conseguido la apertura del código-fuente de los cazas F-16 negociados con Estados Unidos. Bartels elogió, sin embargo, la postura de la aeronáutica en las discusiones con los proveedores. "El gobierno brasileño está actuando mucho fuertemente en esa cuestión", evaluó.
Daniel Rittner, de Brasilia
En medio de la fuerte caída de la recaudación tributaria en los primeros meses del año, el ministro de la Defensa, Nelson Jobim, necesitará de habilidad para contornar los riesgos de retraso en los planos de reaparelhamento de las Fuerzas Armadas. Él admitió ayer que "evidentemente necesitamos ajustar todo a los acontecimientos derivados de la crisis", aunque haya dejado claro que los principios de la estrategia Nacional de Defensa, lanzada en diciembre, no serán afectados. "Allí estamos tratando del mediano y largo plazos", dijo
De los R$ 11,2 mil millones inicialmente previstos en 2009, el contingenciamento presupuestario redujo para R$ 8,5 mil millones el valor disponible para Ejército, Marina y aeronáutica. Como al menos mitad de eso es destinado a gastos de costeo, la caída de los recursos dirigidos la inversiones obligará Jobim la definir prioridades. El ministro listou tres áreas que él deberá ahorrar de cualquier corte: las adquisiciones de helicópteros y submarinos convencionales franceses (por sean acuerdos internacionales), el desarrollo del proyecto Aramar (que culminará en la construcción del primer submarino nuclear brasileño, con tecnología nacional, al fin de la década) y el programa Amazonia Protegida (que ampliará de 23 para 51 el número de pelotones de frontera, en especial en la Región Norte).
"Vamos a preservar los programas básicos", dijo Jobim. El ministro participó del seminario "Estrategia de Defensa Nacional y la Industria Brasileña", organizado por el Valor y por la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional de Cámara de los Diputados. Él fue cuestionado sobre los ajustes en las inversiones de las Fuerzas Armadas tras la caída de 12,4% en la recaudación federal, sólo en el primer bimestre de 2009.
La crisis ya había llevado el ministerio a reducir de 80 mil para 40 mil el número de reclutas incorporados anualmente al servicio militar. Jobim atribuyó ese secamiento al aumento de la remuneración dada a los reclutas, que era de R$ 207 y subió para R$ 475. "Tuvimos un crecimiento sustancial de los gastos", dijo.
En tesis, el proyecto F-X2 deberá ser mantenido sin cambios en el cronograma, ya que los desembolsos son progresivos y pueden empezar sólo en 2010. En la pasada semana, equipos de la aeronáutica iniciaron visitas técnicas a las tres empresas seleccionadas para la última fase de la competencia que definirá el proveedor de 36 cazas de múltiplo empleo. Están en la recta final la francesa Dassault, la sueca Gripen y la americana Boeing. Las tres deberán entregar una oferta revisada y definitiva el inicio de mayo y después de eso la FAB estará lista para encaminar su elección al Ministerio de la Defensa y al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, a quien cabrá la última palabra.
Cuestionado, el ministro reconoció la posibilidad de reexaminar la propuesta rusa de venta de las cazas Su-35 de la Sukhoi, descalificados en la primera selección hecha por la aeronáutica. Jobim dijo haber sido buscado por representantes del país, pero dio poca esperanza a la Sukhoi de recolocarla en la lista de competidores, aunque no haya descartado la hipótesis. "Los rusos me pidieron para reexaminar (la oferta). Estamos mirando los documentos, pero la dificultad de ellos es con la trasferencia de tecnología, que es la condición básica", esclareció.
El presidente de la Asociación de las Industrias Aeroespaciales de Brasil (Aiab), Walter Bartels, considera indispensable la negociación por la FAB de la apertura del software operacional de las cazas que hayan sido adquiridos. Eso permitirá, según él, que evoluciones tecnológicas y actualizaciones de los equipamientos seamos hechas por la industria nacional. Es lo que está ocurriendo, recordó Bartels, con la modernización de los aviones AM-X por la Embraer. Ellos están recibiendo, por ejemplo, nuevos radares. "Eso sólo es posible con el dominio del software", afirmó.
Para el presidente de la asociación, no es una tarea fácil. Él citó el caso de Israel, que no habría conseguido la apertura del código-fuente de los cazas F-16 negociados con Estados Unidos. Bartels elogió, sin embargo, la postura de la aeronáutica en las discusiones con los proveedores. "El gobierno brasileño está actuando mucho fuertemente en esa cuestión", evaluó.
