Yo no quiero que nadie lo tome a mal, mucho menos Gabino que es una persona a la que le debemos respeto y honor.
A mi no me parece una mala pelicula. Cuenta exactamente o no, la vivencia de muchos (o si quieren de algunos) y esta basada en un libro, no dice que fue asi tal cual se muestra, aun asi con una mano en el corazon todos sabemos que estaqueos existieron, en la colimba (corre, limpia, barre, se acuerdan?) muchas veces al soldado no se lo trataba bien, por lo que a mi no me suena extraño el trato humillante que pudo haber recibido alguien durante la guerra, mas viniendo de gente como los craneos que nos dirigian. Yo no creo que este mal mostrar eso, al contrario.
Wolve: Te mando algo que escribi hace mucho tiempo sobre el SMO y como veía angustiado esa parte del proceso.
EL RECLUTAMIENTO
Como dijimos, éste era un día especial en la vida de un ciudadano y que difícilmente lo olvidara.
Tenemos que hacer una composición de la situación para que los lectores puedan entender que era lo que sucedía o mejor dicho para que el lector pueda encontrar sus propias respuestas.
Los Distritos Militares eran Unidades del Ejército al sólo efecto de la incorporación de las Clases al Servicio Militar Obligatorio. Su estructura era variable, pero al menos tenía un cuadro de organización. A estos distritos se convocaba a las clases en dos oportunidades, una para el Reconocimiento Médico y otra para la Incorporación. En resumen, Tareas Administrativas dedicadas a completar los cuadros de organización de las Unidades de Combate y otras que no vienen al caso.
Desde las Unidades de Combate, los instructores nos preguntábamos ¿qué nos entregará el Distrito Militar éste año?, refiriéndonos a la calidad de los soldados que recibiríamos. Normalmente es igual todos los años, una mezcla de etnias, cariñosamente pelilargos, con la peor ropa que poseían en sus armarios. Verdaderamente un desastre, en apariencias, comparándolo con lo que teníamos que obtener después del período de instrucción.
El Distrito Militar, el peor enemigo del instructor.
Conviene analizar que sucede con el hombre cuando comienza el proceso de reclutamiento. En principio algo que no debería ser traumático, lo es por excelencia.
Imaginen un edificio de oficinas con grandes patios, jardines y playas de estacionamiento algunos bancos, no más de diez. A las siete de la mañana comienza a recibir mil personas a las cuales va a albergar por unas horas. Piensen en las comodidades que este Distrito Militar puede brindarle a los ciudadanos que generosamente van a ofrecer un año de su vida. Como hay que ver todo, para poder analizar todo; estamos comenzando el verano, es decir sol, temperatura, calor. Agua, si claro ahí tiene una canilla, pero no hay vaso. Esa mañana esta persona, como todas las mañanas de su vida uso un vaso para beber, como corresponde a un ser humano. Pero hoy no. Ante la necesidad de un baño, Si como no allí tiene el baño. Tan diferente al de su casa o al de su club. Aunque este baño esté en las mejores condiciones de higiene, su aspecto es como la noche y el día comparándolo con otros.
Mil personas que deben esperar horas para ser “atendidos” generan un problema cuando las estructuras no están adecuadas a las necesidades de las personas. Jóvenes, inquietos, curiosos y ansiosos. La mejor manera que encontraban algunos militares era que la gente estuviera sentada. Recuerdan 10 bancos, mil personas. Claro la mejor solución es sentado en el piso.
En los peores casos nadie podía moverse y para poder hacerlo debían pedir permiso a algún personaje vestido de militar. Quiero explicar esto, que no es un ataque a los militares o a la Institución que amo. No somos perfectos y podemos equivocarnos, pero el sistema de control permanente que posee el Ejército, en este caso, no pudo fallar tanto. Alguien tuvo que haberse dado cuenta de lo que sucedía.
La función del Distrito Militar era importantísima, desde la detección de enfermedades, confección de estadísticas de uso en la medicina, detección de drogadictos, etc, etc. Pero además es el pasaje de la civilidad a lo castrense. Y este hecho no puede ni debe ser traumático. Por qué?. En las Unidades esperan a estas personas para instruirlas y formarlas. No pueden llegar con una idea equivocada de lo que les espera. Esto representa más trabajo para los Instructores y en algunos casos puntuales, jamás se recuperan o tienen períodos extensamente largos para adaptarse a la vida militar en la medida de lo necesario.
Arriba puse “atendidos” aunque esa no es la palabra que puede describir lo que allí sucede, en realidad no encuentro en mi vocabulario una que se ajuste adecuadamente. Allí normalmente no se le brinda ninguna atención a nadie.
Este es el primer escollo en la vida militar. Pero no es tan solo para los soldados, recordando mi incorporación al Colegio Militar de la Nación, el proceso fue bastante similar para no decir que fue exactamente igual.
Nunca encontré una explicación lógica o más bien dicho una justificación lógica ya que explicaciones tengo varias.
Normalmente aquellos militares, por los que trabajan en un Distrito Militar, que no poseen tropas a su mando anhelan poder ejercer algo de mando o mejor dicho el comando. Aquí pudo aparecer una persona habida de comando que lo ejerce sin una adecuada preparación y sin criterio. Desconociendo los problemas que está causando.
Pregúntenle a cualquier persona o busquen en su recuerdo a aquel Gordo ***, el Sargento García que no nos dejaba ir baño. Pueden pasar 10, 20 o toda una vida, pero García no pasará al olvido. Esto es bueno para la Institución?.
No, me niego rotundamente a aceptar como normales casos de ésta naturaleza. Siempre hablando del Distrito Militar, porque en las Unidades todo es distinto. Y no porque no lo dejen usar un baño sino porque existen bases lógicas. Por supuesto no para todo lo que allí sucede, pues hay casos y siempre los habrá, como los hay en todos lados.
Los jóvenes llegan a las Unidades con su peor ropa, y esto es por experiencia de otro que los aconsejó. Analicemos juntos: Pleno verano, calor, sudor, ropa; ropa embebida en sudor que va a parar por un año a un bolsón impermeable, por supuesto sin previo lavado.
Esto no está escrito en ningún reglamento y por lo tanto no es ley. Se hace por costumbre. Ahora bien hay buenas y malas costumbres. Usted dígame, año tras año, década tras década, nadie se dio cuenta?.
Al momento de la Baja el soldado recupera su ropa civil con la que tiene que regresar a su casa pues entrega el uniforme. Todo esto un año después. Los más gordos con menos kilos y los más flacos con más kilos. En fin un verdadero desastre. Al que era gordo la ropa le queda grande y al que era flaco la ropa no le entra y, por supuesto ni hablemos del perfume.
Que me importa ya esta, ya terminó y ya se va. Y,.... el año que viene?
Y lo que le hemos enseñado durante un año, lo que quisimos demostrarles de nuestra profesionalidad, que?, fue un engaño?
Un detalle simple, sencillo, de fácil solución.
En la guerra, un detalle, es la diferencia entre la vida y la muerte, simplemente un detalle. Y no importa si este detalle participa o no en la guerra, lo importante es "la costumbre de observar los detalles nos protege de morir como un tonto en la guerra".
Les dejo un abrazo.
Gabino