Minas: una ratificación podría ser clave
Hernando Salazar
BBC Mundo, Colombia
Colombia, Afganistán y Camboya concentraron el 38% de las víctimas por minas antipersonales en 2007.
En medio de las preocupaciones por los daños que cada año les siguen ocasionando las minas terrestres a más de 25.000 personas, una cumbre por un Mundo libre de Minas realizada en Cartagena de Indias logró un anuncio de Polonia y generó una esperanza por parte de Estados Unidos.
Los representantes de Polonia dijeron que el gobierno de ese país impulsará la ratificación la Convención de Otawa, que en 1997 prohibió la fabricación y almacenamiento de minas antipersonales.
"Polonia anunció que ratificará la Convención", declaró telefónicamente a BBC Mundo, desde Cartagena, Richard Hartill, del Mines Advisory Group, de Manchester, Inglaterra.
De la Convención de Otawa ya hacen parte 156 estados, pero varios países no la han firmado, como EE.UU., Rusia, China, Israel, Pakistán, Suráfrica, Corea del Norte, Corea del Sur y varios de Europa del Este.
Esperanzas con EE.UU.
La actitud de EE.UU. hacia la Convención de Otawa se ve positivamente, así por ahora ese país solo esté participando en estas conferencias como observador
Sin embargo, la presencia en Cartagena de una delegación de EE.UU. —el principal fabricante de minas terrestres en el mundo— avivó las esperanzas de que este país se adhiera y ratifique la Convención, agregó Hartill.
La delegación estadounidense destacó que el gobierno de su país ha destinado más de 1.500 millones de dólares para contribuir a labores de desminado humanitario en 47 países, entre ellos Colombia.
Colombia, Afganistán y Camboya concentraron el 38% de las víctimas por minas antipersonales en 2007, que superaron las 5.426, según el Landmine Monitor.
"La decisión de la administración de atender esta conferencia para revisar la Convención es el resultado de una revisión comprensiva de la política de EE.UU. sobre minas antipersonales, iniciada bajo la dirección del presidente (Barack) Obama", señala una declaración emitida por la delegación de Washington.
No obstante, sus participantes anticiparon que la revisión "tardará un tiempo" en completarse, debido a que ese país tiene que examinar posibles alternativas para "garantizar la protección de las tropas de EE.UU. y de los civiles que ellas protegen alrededor del mundo".
Xabier Hernández, asesor de paz de la gobernación de Nariño
"Este año tuvimos la experiencia de una comunidad que logró que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) quitara 35 minas que había sembrado en una zona específica"
"La actitud de EE.UU. hacia la Convención de Otawa se ve positivamente, así por ahora ese país solo esté participando en estas conferencias como observador", opinó Hartill.
La Cumbre de Cartagena para un Mundo Libre de Minas es la segunda Conferencia de Revisión del Tratado para la Prohibición de las Minas, que entró en vigor hace diez años.
No sólo los estados
No obstante el anuncio de Polonia y las esperanzas en EE.UU., el problema frente a las minas terrestres no solo radica en los estados que las siguen fabricando y almacenando, sino en los grupos armados irregulares que las usan y que las producen de manera artesanal, anotó Hartill.
Ese es un grave problema donde hay conflictos armados internos. En Colombia las guerrillas de izquierda fabrican minas de manera artesanal, que no son descubiertas fácilmente por los instrumentos de detección, diseñados para encontrar artefactos producidos de manera industrial.
"Dada la ausencia de campos minados convencionales con patrones de siembra de minas antipersonal, y la fabricación artesanal de estos artefactos con una constante innovación en los materiales y las tecnologías utilizadas, las labores de localización y destrucción son especialmente complejas", reconoció Andrés Dávila, que coordina el programa gubernamental contra las minas.
Pero, además, hay quejas por los resultados. En Nariño, en el suroeste de Colombia, "el gobierno gastó más de US$1 millón en un desminado que solo logró desactivar tres artefactos", le dijo a BBC Mundo Xabier Hernández, asesor de paz de la gobernación regional.
Hernández insistió en que es más efectivo que las comunidades afectadas logren convencer a los actores armados de que no siembren minas.
"Este año tuvimos la experiencia de una comunidad que logró que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) quitara 35 minas que había sembrado en una zona específica", relató Hernández.
Pero eso no es todo. Las autoridades admiten que muchas veces los grupos armados irregulares vuelven a sembrar minas antipersonales en lugares que habían sido desminados.
Desde 1990, Colombia acumula más de 8.000 víctimas a raíz de accidentes ocurridos en 700 de los 1.100 municipios del país.