Castro: "El enemigo está activo"
Castro dijo que el contratista estadounidense llegó a Cuba con una misión clandestina.
El presidente cubano, Raúl Castro, confirmó la detención de un ciudadano de Estados Unidos que fue capturado mientras entregaba equipamiento a los disidentes. "El enemigo está tan activo como siempre", expresó el mandatario.
Al parecer, éste llegó a Cuba como turista pero con la misión clandestina de repartir entre la oposición interna equipos de comunicación satelital y computadoras, que Washington envía para promover el cambio de gobierno en la isla.
Se trata de un "contratista" que trabaja para una empresa estadounidense que trabaja a su vez para Development Alternatives Inc., cuyos directivos aseguran tenerun contrato federal para respaldar el "gobierno justo y democrático en Cuba".
La referencia de Castro fue parte del discurso pronunciado en la reunión del Parlamento cubano que sesionó este domingo en La Habana. Lo mencionó para demostrar que en Washington "mantienen intactos los instrumentos de la política de agresión a Cuba".
Millones para la disidencia
Castro explicó que ese dinero es parte del presupuesto federal que "incluye una partida pública de casi US$55 millones para el apoyo de una supuesta democracia, la defensa de los derechos humanos y la agresión radial y televisiva contra Cuba".
En el pasado, los gobiernos de Estados Unidos utilizaban a los grupos anticastristas de Miami para canalizar ese dinero, pero varios escándalos revelaron que la mayor parte no llegaba nunca a los disidentes cubanos.
La Fundación Cubano-Americana (FNCA) reconoció que en el exilio se queda el 83% de la ayuda, la Oficina de Fiscalización del Congreso los acusó de desviar recursos y uno de los directivos del "Centro por una Cuba Libre" se robó US$600.000.
¿Campaña anticubana?
Raúl Castro se quejó también de que en Washington tratan de desprestigiar a Cuba, asegurando que "se ha desplegado una concertada campaña anticubana orquestada por el establishment norteamericano con el concurso de los grandes medios de comunicación".
Sostuvo que "para ello organizan e incitan a sus antipatrióticos asalariados a que incrementen la actividad provocadora en nuestras calles", dijo el presidente en referencia a cuatro intentos de manifestación realizados por la disidencia.
Remarcó que las protestas opositoras estaban acompañadas "por la prensa internacional y funcionarios diplomáticos en abierto desafío a las convenciones internacionales en la materia" y recordó que la televisión los mostró en el lugar.
Posteriormente, varios embajadores o representantes diplomáticos fueron citados a la cancillería para advertirles sobre estas actividades. Los diplomáticos se defienden afirmando que sólo estaban en el lugar como "observadores".
Diálogo sin imposiciones
El mandatario sostuvo que "nos agreden y nos reclaman que nos quedemos con los brazos cruzados", pero recalcó "que aquí hay un pueblo dispuesto a proteger, a cualquier precio, las conquistas de la Revolución".
Sin embargo, volvió a ratificar "la sincera voluntad de Cuba de solucionar definitivamente el diferendo con Estados Unidos, a partir de un diálogo respetuoso, entre iguales, sobre cualquier asunto, sin menoscabo para nuestra independencia, soberanía y autodeterminación".
También se dirigió a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, para responderle que si realmente quiere una solución al conflicto bilateral debe "dejar atrás los condicionamientos de orden interno que pretende imponernos y que sólo a los cubanos compete decidir".
Castro dijo que el contratista estadounidense llegó a Cuba con una misión clandestina.
El presidente cubano, Raúl Castro, confirmó la detención de un ciudadano de Estados Unidos que fue capturado mientras entregaba equipamiento a los disidentes. "El enemigo está tan activo como siempre", expresó el mandatario.
Al parecer, éste llegó a Cuba como turista pero con la misión clandestina de repartir entre la oposición interna equipos de comunicación satelital y computadoras, que Washington envía para promover el cambio de gobierno en la isla.
Se trata de un "contratista" que trabaja para una empresa estadounidense que trabaja a su vez para Development Alternatives Inc., cuyos directivos aseguran tenerun contrato federal para respaldar el "gobierno justo y democrático en Cuba".
La referencia de Castro fue parte del discurso pronunciado en la reunión del Parlamento cubano que sesionó este domingo en La Habana. Lo mencionó para demostrar que en Washington "mantienen intactos los instrumentos de la política de agresión a Cuba".
Millones para la disidencia
Castro explicó que ese dinero es parte del presupuesto federal que "incluye una partida pública de casi US$55 millones para el apoyo de una supuesta democracia, la defensa de los derechos humanos y la agresión radial y televisiva contra Cuba".
En el pasado, los gobiernos de Estados Unidos utilizaban a los grupos anticastristas de Miami para canalizar ese dinero, pero varios escándalos revelaron que la mayor parte no llegaba nunca a los disidentes cubanos.
La Fundación Cubano-Americana (FNCA) reconoció que en el exilio se queda el 83% de la ayuda, la Oficina de Fiscalización del Congreso los acusó de desviar recursos y uno de los directivos del "Centro por una Cuba Libre" se robó US$600.000.
¿Campaña anticubana?
Raúl Castro se quejó también de que en Washington tratan de desprestigiar a Cuba, asegurando que "se ha desplegado una concertada campaña anticubana orquestada por el establishment norteamericano con el concurso de los grandes medios de comunicación".
Sostuvo que "para ello organizan e incitan a sus antipatrióticos asalariados a que incrementen la actividad provocadora en nuestras calles", dijo el presidente en referencia a cuatro intentos de manifestación realizados por la disidencia.
Remarcó que las protestas opositoras estaban acompañadas "por la prensa internacional y funcionarios diplomáticos en abierto desafío a las convenciones internacionales en la materia" y recordó que la televisión los mostró en el lugar.
Posteriormente, varios embajadores o representantes diplomáticos fueron citados a la cancillería para advertirles sobre estas actividades. Los diplomáticos se defienden afirmando que sólo estaban en el lugar como "observadores".
Diálogo sin imposiciones
El mandatario sostuvo que "nos agreden y nos reclaman que nos quedemos con los brazos cruzados", pero recalcó "que aquí hay un pueblo dispuesto a proteger, a cualquier precio, las conquistas de la Revolución".
Sin embargo, volvió a ratificar "la sincera voluntad de Cuba de solucionar definitivamente el diferendo con Estados Unidos, a partir de un diálogo respetuoso, entre iguales, sobre cualquier asunto, sin menoscabo para nuestra independencia, soberanía y autodeterminación".
También se dirigió a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, para responderle que si realmente quiere una solución al conflicto bilateral debe "dejar atrás los condicionamientos de orden interno que pretende imponernos y que sólo a los cubanos compete decidir".