A la caza de aviones stealth
10:00 | 03/ 07/ 2007
Yuri Záitsev, asesor científico de la Academia de Ingeniería, para RIA Novosti. Militares bielorrusos han creado un nuevo radar para detectar objetivos aéreos. Se trata de una instalación digital móvil de onda métrica destinada a reemplazar los radares de esa misma onda adoptados en 1971, o sea, aún durante los tiempos de la Unión Soviética.
El radio de vigilancia del novísimo radar Vostok alcanza 360 kilómetros. La detección y el seguimiento de los objetivos se efectúan en modo automático. Pueden ser seguidos 120 objetivos a la vez. Así, la distancia de detección con una probabilidad de 0,9 tratándose del bombardero estratégico B-52 en una altura de 10.000 m sería 255 km; del caza F-16, 133 km; y del avión F-117A con tecnología de baja observabilidad o stealth, 72 km.
El radar se caracteriza por un alto grado de resistencia a las interferencias y un funcionamiento sigiloso gracias al empleo de dispositivos especiales, como el compensador automático de las interferencias activas y el sistema de separación de la señal.
La instalación va montada en dos vehículos todoterreno. En uno se encuentran la antena y los aparatos; y en el otro, el sistema de alimentación eléctrica y el puesto de mando.
La dotación consta de dos personas: es suficiente para poner el radar en modo operacional en los 9 minutos reglamentarios. Una de las unidades de Vostok ha estado ensayándose durante un año y medio en las tropas. Todas las pruebas deberán concluir hasta el fin del verano.
Varios países ya muestran interés por el nuevo radar bielorruso. En primer término ello se debe a que en longitudes de onda métrica, la superficie efectiva de la dispersión de los blancos aéreos supera notablemente ese indicador en longitudes de onda centimétrica y decimétrica. Ese aspecto es importante sobre todo en el caso de aviones que utilizan la tecnología stealth.
10:00 | 03/ 07/ 2007
Yuri Záitsev, asesor científico de la Academia de Ingeniería, para RIA Novosti. Militares bielorrusos han creado un nuevo radar para detectar objetivos aéreos. Se trata de una instalación digital móvil de onda métrica destinada a reemplazar los radares de esa misma onda adoptados en 1971, o sea, aún durante los tiempos de la Unión Soviética.
El radio de vigilancia del novísimo radar Vostok alcanza 360 kilómetros. La detección y el seguimiento de los objetivos se efectúan en modo automático. Pueden ser seguidos 120 objetivos a la vez. Así, la distancia de detección con una probabilidad de 0,9 tratándose del bombardero estratégico B-52 en una altura de 10.000 m sería 255 km; del caza F-16, 133 km; y del avión F-117A con tecnología de baja observabilidad o stealth, 72 km.
El radar se caracteriza por un alto grado de resistencia a las interferencias y un funcionamiento sigiloso gracias al empleo de dispositivos especiales, como el compensador automático de las interferencias activas y el sistema de separación de la señal.
La instalación va montada en dos vehículos todoterreno. En uno se encuentran la antena y los aparatos; y en el otro, el sistema de alimentación eléctrica y el puesto de mando.
La dotación consta de dos personas: es suficiente para poner el radar en modo operacional en los 9 minutos reglamentarios. Una de las unidades de Vostok ha estado ensayándose durante un año y medio en las tropas. Todas las pruebas deberán concluir hasta el fin del verano.
Varios países ya muestran interés por el nuevo radar bielorruso. En primer término ello se debe a que en longitudes de onda métrica, la superficie efectiva de la dispersión de los blancos aéreos supera notablemente ese indicador en longitudes de onda centimétrica y decimétrica. Ese aspecto es importante sobre todo en el caso de aviones que utilizan la tecnología stealth.