Nadie puede negar que Airbus ha creado una maravilla tecnológica con el enorme A380, sin embargo los problemas que está generando también son enormes. Al margen de la viabilidad técnica de la aeronave, en el mundo de la aviación son los números los que condenan un modelo tanto al éxito como al fracaso. Si en los balances son azules, no hay inconvenientes, pero si son rojos…todo se complica:
* Airbus lleva invertido 12.000 millones de dólares en el desarrollo del A380.
* En la primera postergación de la puesta en servicio se perdieron 1.500 millones de dólares.
* En la segunda postergación, EADS perdió 2.600 millones de dólares.
* El día del anuncio de la segunda postergación, las acciones cayeron abruptamente provocando que el capital social se redujera en un solo día en 7.000 millones de dólares.
* Las consecuencias de la postergación por 6 meses repercutirán durante los próximos 4 años.
* Hace un año que no hay nuevos pedidos del A380. Prácticamente están estancados en los 159 ejemplares en firma y en 70 opciones. Un tercio de los pedidos, corresponden a aerolíneas de Medio Oriente (Emirates, Etihad y Qatar Airways) El resto se lo reparten 10 aerolíneas, dos transportistas de paquetes (UPS y FedEX) y una empresa de leasing.
* El margen de rentabilidad se estimó en 225/250 aeronaves con un gasto de desarrollo de 12.000 millones de dólares. Hoy ésa cifra trepó a más de 16.000 millones con lo cual se deberán vender como mínimo 300 A380 para que aparezca el primer Euro de ganancia.
A esta altura el A380 no puede ser cancelado y todo el mundo ya sabe que deberán ser los contribuyentes de los países que participan el programa -quienes con sus impuestos- permitirán que el gran “elefante blanco” sobreviva. Sin embargo la situación financiera ya está resentida, se mencionan algunos problemas en la posibilidad que el KC-330 se ensamble en EEUU y si ello no es posible, el Pentágono nunca autorizará la compra de éste cisterna. El programa A400M avanza pero no al ritmo deseado, su desarrollo obligó a postergar al entrenador supersónico Mako-ST, y aunque no está en la misma bolsa –pero más unidos de lo pensado- el traspié del A350 también ha generado la desconfianza de los inversores.
Sin poner en debate las capacidades del A380, son los "número rojos" que está generando, lo que preocupa y mucho.
* Airbus lleva invertido 12.000 millones de dólares en el desarrollo del A380.
* En la primera postergación de la puesta en servicio se perdieron 1.500 millones de dólares.
* En la segunda postergación, EADS perdió 2.600 millones de dólares.
* El día del anuncio de la segunda postergación, las acciones cayeron abruptamente provocando que el capital social se redujera en un solo día en 7.000 millones de dólares.
* Las consecuencias de la postergación por 6 meses repercutirán durante los próximos 4 años.
* Hace un año que no hay nuevos pedidos del A380. Prácticamente están estancados en los 159 ejemplares en firma y en 70 opciones. Un tercio de los pedidos, corresponden a aerolíneas de Medio Oriente (Emirates, Etihad y Qatar Airways) El resto se lo reparten 10 aerolíneas, dos transportistas de paquetes (UPS y FedEX) y una empresa de leasing.
* El margen de rentabilidad se estimó en 225/250 aeronaves con un gasto de desarrollo de 12.000 millones de dólares. Hoy ésa cifra trepó a más de 16.000 millones con lo cual se deberán vender como mínimo 300 A380 para que aparezca el primer Euro de ganancia.
A esta altura el A380 no puede ser cancelado y todo el mundo ya sabe que deberán ser los contribuyentes de los países que participan el programa -quienes con sus impuestos- permitirán que el gran “elefante blanco” sobreviva. Sin embargo la situación financiera ya está resentida, se mencionan algunos problemas en la posibilidad que el KC-330 se ensamble en EEUU y si ello no es posible, el Pentágono nunca autorizará la compra de éste cisterna. El programa A400M avanza pero no al ritmo deseado, su desarrollo obligó a postergar al entrenador supersónico Mako-ST, y aunque no está en la misma bolsa –pero más unidos de lo pensado- el traspié del A350 también ha generado la desconfianza de los inversores.
Sin poner en debate las capacidades del A380, son los "número rojos" que está generando, lo que preocupa y mucho.