Cinco puntos para entender la estación espacial china en Neuquén
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diez acuerdos firmados con el gigante asiático.
Uno de ellos, en el que
ambos países se comprometen a cooperar en actividades espaciales, llega
menos de un año después de que la Agencia Estatal China de Lanzamiento, Seguimiento y Control General de Satélites (CLTC, por sus siglas en inglés)
comenzara a construir una estación espacial en la provincia de Neuquén.
La obra ya
tiene la aprobación del Senado de la Nación y será finalizada en 2016. Las claves de un proyecto que
despierta dudas y polémica en la oposición, entre otras cosas, por la
sospecha de la utilización de la base con fines militares por parte del Ejército chino.
1. La estación espacial
En 2012, la agencia estatal china firmó dos acuerdos de cooperación con la Argentina:
uno con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y
otro con ésta y la provincia de Neuquén. Ambos sirvieron para determinar que la
base espacial (la cual contendrá una “antena de espacio lejano” de 35 metros de diámetro)
fuese construida en la localidad de Bajada del Agrio.
El objetivo exclusivo que inició el proyecto fue “apoyar
actividades tales como la exploración interplanetaria, la observación astronómica, el seguimiento y control de satélites en órbita y la adquisición de datos”, reza uno de los convenios entre la CONAE y el organismo chino. En ellos se estableció, además, que la cesión en
comodato de las tierras neuquinas a CLTC fuera por 50 años, a cambio de que
la CONAE tuviera acceso al uso del 10% por año del tiempo de la antena.
Durante una reunión celebrada en septiembre de 2014, las autoridades de la agencia estatal
anunciaron al ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, que la estación para observación estará finalizada en 2016 e implicará una
inversión de 300 millones de dólares.
2. El acuerdo con media sanción
El Senado de la Nación aprobó en julio de 2014 un
proyecto que avala el acuerdo entre el Gobierno y la República Popular China firmado a mediados del año último cuando el canciller, Wang Yi, estuvo de visita en el país. Aunque resta que la Cámara de Diputados haga lo propio, sus
puntos centrales son:
-Tanto la empresa constructora (China Harbour Engineering Company Ltd. -CHEC-) como
la agencia que opere la base estarán eximidas de pagar el IVA, los derechos aduaneros y los impuestos internos, entre otros,
por el tiempo que dure la concesión (50 años);
-Los
empleados de China que trabajen en Neuquén
se regirán bajo la legislación de China;
-Y el gobierno de ese país “mantendrá indemne a la Argentina de toda obligación que surgiere de reclamos de cualquier naturaleza”.
En octubre de 2014, el Poder Ejecutivo de Neuquén adoptó una medida tributaria similar eximiendo a los agentes que operen en esa zona de pagar el Impuesto a los Sellos a través del
Decreto 2.336/14. La exención abarca los contratos, no solo de personal sino de obras, empresas, etcétera.
3. Críticas de la oposición
La oposición cuestiona la iniciativa por tratarse de una “cesión de soberanía” e incluso se mostraron
preocupados por el eventual uso militar del área.
Juan Carlos Marino, senador por la Unión Cívica Radical (UCR),
apuntó hacia el primero de estos temas, al denunciar que “el personal estará bajo las leyes de ese país”, algo correcto como se mencionó más arriba.
Sobre la segunda crítica, el senador Fernando
“Pino” Solanas señaló que la tecnología utilizada es “sensible y de uso dual, civil/militar, ya que China tiene integrados estos programas y se utiliza también para el tracking [seguimiento] de la actividad aeroespacial y misilística”.
Diego Laje, periodista especializado en Asia de la CNN,
agregó que “la
agencia espacial china depende directamente del Ejército Popular de Liberación”.
Efectivamente, la CLTC depende del Departamento General de Armamentos del Ejército Popular de Liberación (GAD, por sus siglas en inglés). Al ser consultado por
Chequeado sobre este tema, el coordinador del observatorio Asia-Pacífico de la Universidad Nacional de La Matanza, Gustavo Girado, confirmó que
varios de los integrantes de la CLTC son militares, pero que eso también sucede en otros organismos del mundo que se vinculan con la investigación del espacio celeste.
“En general, todos los organismos de estudio del espacio tienen algún grado de relación con el aparato militar, como con la industria”, respondió Girado. “Por esto,
es probable que personal militar pueda participar dentro de la instalación, pero esto no significa que se considere una base militar china. La estación a construir es similar a la de la Unión Europea [N. de la R.: ver punto 4], y pensar que una pueda llegar a tener uso militar es pensar que la otra también podría tener ese uso”, concluyó.
Diego Guelar, ex embajador argentino en Estados Unidos durante la década del ‘90 y actual secretario de Relaciones Internacionales del PRO,
destacó que este proyecto “es una base de apoyatura de la base de observación china para el viaje lunar donde, en el año 2016, está proyectado que tres astronautas chinos pisen por primera vez la luna”. Además, aseguró que no tendrá uso militar.
4. Antecedentes: estación de Malargüe
Ante las críticas, la
CONAE se defendió diciendo que el proyecto tiene fines exclusivamente pacíficos e incluso señaló que el convenio es
similar a otro que ya se firmó con la Agencia Espacial Europea (ESA), para la instalación de una base en la localidad mendocina de Malargüe.
Efectivamente
existe en Mendoza una base de seguimiento de satélites de la ESA, que se inauguró en 2012 luego de distintos convenios firmados desde 2009.
Al igual que en el caso chino, la concesión se realizó por 50 años, implicó una inversión por parte de la ESA de 45 millones de euros, y las instituciones argentinas pueden
utilizar hasta un 10% del tiempo disponible de las antenas.
5. Acceso a la información
Varias de las
críticas al proyecto se fundamentan en la existencia de supuestas cláusulas y anexos secretos que avalarían el uso militar de la estación, además de otras condiciones para el acuerdo. El jefe de Gabinete de Ministros,
Jorge Capitanich, fue consultado por la oposición sobre esta posibilidad y negó que haya anexos privados.
Chequeado realizó un pedido de acceso a la información tanto a la Jefatura de Gabinete de Ministros como al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, para acceder a una
copia del acuerdo, “incluyendo todas las cláusulas y anexos que lo compongan”.
De acuerdo con el
Decreto 1172/03, ambas dependencias
tiene un plazo no mayor a diez días hábiles para proveer la información solicitada. Una vez recibida, la respuesta será incluída dentro de esta nota.
Agradecemos a los lectores que nos sugirieron esta nota.
Actualización 15-12-2015
Luego de la publicación del artículo,
Chequeado recibió las respuestas a los pedidos de acceso a la información que había realizado a la Jefatura de Gabinete de Ministros y al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, para acceder a una copia del acuerdo, “incluyendo todas las cláusulas y anexos que lo compongan”.
Estas dos dependencias, junto a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) por pedido de la Jefatura de Gabinete, señalaron que el texto completo del acuerdo es este, sin señalar ningún otro agregado, por lo que
se desprende que no existen cláusulas o anexos ocultos en torno al proyecto de construcción de la base espacial.
Acá, las respuestas completas a los pedidos de acceso:
Respuesta del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto
https://flic.kr/p/23742781526
Respuesta de la Jefatura de Gabinete de Ministros
https://flic.kr/p/23400957659
Respuesta de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE)
http://chequeado.com/el-explicador/cinco-puntos-para-entender-la-estacion-espacial-china-en-neuquen/