Defensa
Abastecer la Antártida con los Hércules, el desafío más inmediato de Rossi
Puricelli no pudo utilizar ninguno de los cuatro aviones disponibles en la campaña que se frustró
Por
Aurelio Tomás | Para LA NACION
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Serán necesarios cinco vuelos mensuales para completar el abastecimiento de combustible
a las bases de la Antártida. Y hay dudas de que pueda lograrse, debido a las fallas frecuentes que presentan las cuatro aeronaves C-130H, las únicas de las Fuerzas Armadas capaces de realizar el vuelo y aterrizar en la pista de 800 metros de largo en la Base Marambio.
Se trata de uno de los principales desafíos
que la gestión del nuevo ministro de Defensa, Agustín Rossi, hereda de Arturo Puricelli, que mañana pasará a conducir la cartera de Seguridad.
Los aviones deberán transportar al continente blanco los 1500 barriles de combustible que no pudo entregar el barco holandés Timca, contratado por los retrasos en las reparaciones del rompehielos Irizar, a pesar de que no está preparado para navegar entre hielos.
En principio, según estiman en la Armada, debería haber cuatro aeronaves disponibles. Adquiridas en 1971, las cuatro "chanchas" -como se las conoce en la Fuerza Aérea- fueron sometidas a un proceso de modernización entre 2007 y 2010 en la Fábrica Argentina de Aviones. Pese a que en el Ministerio de Defensa aseguraron que están operativas, y tres de ellas "desfilaron" en su base de El Palomar el 1° de mayo, LA NACION pudo saber que sólo dos de ellas están en condiciones para la operación. El pasado 15 de mayo se debió recurrir a un Hércules del gobierno de Uruguay, en una operación de emergencia, porque no había ninguna nave disponible en la Armada.
"Tienen fallas frecuentes, sobre todo en los sistemas de arranques y los alternadores, por lo que no están en condiciones de realizar el puente aéreo que, en condiciones normales, requeriría un mínimo de ocho aviones para garantizar los cinco vuelos mensuales", informó una fuente del área de Defensa que pidió anonimato.
Las aeronaves tienen otras misiones que cumplir, como el traslado de tropas a misiones en el exterior y la movilización de gendarmes dentro del país.
El 26 de junio del año pasado, un accidente vial terminó con la vida de nueve gendarmes enviados al yacimiento Cerro Dragón, en Comodoro Rivadavia, ante una protesta sindical. Esta misión debía ser realizada con un Hércules C-130, pero no hubo ninguna unidad disponible. En diciembre, se debió recurrir a los aviones de Aerolíneas Argentinas para trasladar gendarmes a Bariloche por la ola de saqueos.
Voces castrenses coinciden en que la gestión de Puricelli deja una carencia logística, que se suma al estado terminal en el que se encuentra la mayoría de los medios aéreos de combate de las Fuerzas Armadas. Así lo muestra, también, un informe realizado por el diputado nacional Julio César Martínez (UCR), miembro de la Comisión de Defensa en la Cámara baja, quien recuerda que se registraron 76 accidentes aéreos en los últimos 20 años. El último de ellos ocurrió el 14 de febrero en Santiago del Estero, cuando se accidentó una de las ocho aeronaves A4-AR, las únicas unidades incorporadas en los últimos veinte años.
Los errores de planeamiento de contratos del Ministerio de Defensa, advertidos por distintas fuentes, implicarán una operación de alto costo, que muchos creen que será imposible de concretar. Como ya informó LA NACION, la reparación del rompehielos Irízar, inactivo a raíz de un incendio en 2007, lleva ya un gasto de $ 581 millones, a lo que se suman otros $ 413 millones (US$ 75 millones) por el alquiler de buques internacionales que lo sustituyeron en las campañas antárticas.
El panorama se presenta complicado para quienes ocupan las bases y deben enfrentar un invierno con temperaturas que alcanzan 50 grados bajo cero. En las redes sociales ya han surgido diversos testimonios sobre los inconvenientes que deben enfrentar quienes se encuentran en las bases argentinas.
Pese a que el ex ministro Puricelli atribuyó las dificultades para el abastecimiento de las bases antárticas a la compañía contratada, el Gobierno no completó aún el proceso necesario para desplegar dos helicópteros, que podrían haber evitado la emergencia actual.
El ex ministro de Defensa había asegurado el 20 de mayo que la última campaña antártica "ha garantizado el normal desempeño de las seis bases permanentes y siete transitorias". Sin embargo, la capacidad de esta cartera de responder al desafío logístico que presenta el envío del combustible para la normal operación fue puesto en duda por varias fuentes castrenses consultadas por LA NACION.
El familiar del ministro
El director general de Inmuebles e Infraestructura del Ministerio de Defensa, Sergio Aníbal Rossi, es primo hermano del nuevo ministro Agustín Rossi y no hermano, como publicó ayer LA NACION. La información del parentesco había sido brindada, ante una consulta de este diario, por la Dirección de Comunicación Social del ministerio que hasta mañana conducirá Arturo Puricelli..
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