El pelado siempre hace buenos videos.
El B-29 Superfortress, un fracaso de diseño, un éxito operacional.
El programa salió más caro que la bomba atómica y el B-29 mató más tripulaciones que los derribos japoneses. Casi el doble de pérdidas por incendios.
Los motores el principal problema. Mal diseñadas las aletas de refrigeración de los cilindros, malas válvulas, mal diseño del sistema de escapes mal diseñadas los flaps de apertura de refrigeración al punto que de abrirlos para que funcionen, la resistencia del aire frenaba el avión y reducía el alcance.
Los cilindros tenían alto contenido de magnesio, los motores duraban alrededor de 200 horas, los que funcionaban. Casi todos los vuelos terminaban en incendio.
Debido a lo cerrado de las nacelas del motor y la mala refrigeración, la dilatación excesiva hacía que las válvulas se las tragaran los cilindros, reventaba todo y el incendio posterior causaba la combustión del magnesio. Tales temperaturas derretían la barra estructural principal del ala y colapsaban.
En su despliegue en el pacífico, si los pilotos no despegaban en X tiempo los motores combustían espontáneamente debido al calor. Debían apurarse a subir donde las corrientes de aire frío pudieran enfriarlos.
Nota de color, la copia soviética no tuvo esos problemas por basar el motor en otro modelo.
Al final el B-29 resolvió los problemas del motor gracias a los estudios realizados por NACA (luego NASA) descubriendo las deficientes de ingería y reformando los motores, reduciendo los incendios, accidentes e incrementando las prestaciones del avión un 38% solo reformando los cilindros, escape y apertura de entrada de aire.