Rafale, una disyuntiva franco-brasileña con impacto argentino
Brasil se encuentra a punto de tomar una decisión sobre equipamiento de su Fuerza Aérea que podría tener consecuencias directas sobre la Argentina. En cualquier caso, cabe preguntarse cómo es la custodia de los cielos domésticos.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El Dassault Rafale (ráfaga, en francés) es un caza polivalente, bimotor, diseñado y construido en Francia por la compañía Avions Marcel Dassault-Bréguet Aviation, o Dassault Aviation, que reemplazó al caza ligero monomotor Mirage 2000.
El Rafale es el caza más moderno fabricado en Francia cuyo prototipo llamado A realizó su 1er. decolaje hace 25 años: el 4 de julio de 1986 (ese modelo dejó de volar en 1991), y con sucesivas versiones entró en servicio activo en 2000.
El Rafale tiene 12 puntos externos de fijación (pilones de carga) para cargas de todo tipo.
Entonces puede llevar, por ejemplo:
> 1 misil nuclear de corto alcance ASMP de 900 kg, de 100 a 150 kilotones (modo de ataque).
> 8 misiles aire-aire MICA (Missile d’Interception de Combat et d’Autodéfense) de alcance corto o 6 MICA con 2 tanques de combustible adicionales (modo de intercepción).
> O bombas de 250 kg de caída libre o retardada, 2 MICA y 2 tanques de combustible;
> o 2 dispensadores de armas tipo APACHE, 2 MICA y 2 tanques de combustible;
> o 2 bombas de 400 kg BLG 400 guiadas por láser, 2 misiles supersónicos AS.30L guiados por láser, 2 MICA, 1 tanque de combustible, 1 tanque FLIR y 1 señalizador láser ATLIS II (modo de ataque a tierra);
> o 2 misiles antibuque AM.39 Exocet, 4 MICA y 3 tanques de combustible para aumentar su alcance (modo antibuque), y Pod de información que son pequeños contenedores en forma de vaina aerodinámica para transportar equipo electrónico adicional, que van colgados en los pilones de carga de armas.
"También puede lanzar el misil MBDA Exocet, en forma similar alas misiones de combate del bombardero Dassault-Breguet Super Étendard, que revolucionó el combate naval moderno en la guerra de las Malvinas", recuerda Wikipedia.
Etc.etc.
Hay 3 versiones:
> Rafale C, monoplaza de despegue y aterrizaje convencional, operado por la Armée de l'Air (fuerza aérea francesa), y comercializado en el mercado;
> modelo biplaza, denominado Rafale B, que iba a ser solo para entrenamiento pero entre la 1ra. Guerra del Golfo y la Guerra de Kosovo, se afirmó como concepto; y
> modelo Rafale M, diseñado para operar desde portaaviones.
Diferentes países han mostrado interés por el Rafale. Brasil estudia su adquisición para su programa FX-2 de reemplazo de los Dassault Mirage 2000 de su Fuerza Aérea.
El Rafale compite con el Saab 39 Gripen sueco y al Boeing F/A-18 Super Hornet estadounidense.
El acuerdo inicial pasaría por la capacidad y autonomía que se le permita a la industria militar brasileña para fabricar bajo licencia sus propias unidades y venderlas a otros países sudamericanos que necesitan modernizar su fuerzas aéreas antes de 2015.
¿La Fuerza Aérea argentina podría tener en el futuro Rafale fabricados en Brasil? Si Brasil intenta producir ese avión en la región, sin duda que su socio principal en el Mercosur será un cliente potencial, en especial cuando la Argentina también debe renovar sus máquinas aéreas.
El acuerdo sería para 36 aeronaves, 21 aunque posteriormente podría ampliarse a 100 unidades.
Francia ofrece la posibilidad de añadir algunas unidades de Rafale M para el futuro portaaviones de la Marina Brasileña que sustituya y/o complemente al NAe São Paulo.
En septiembre de 2009 diferentes periódicos anunciaron un acuerdo estratégico de Brasil con Francia, que incluiría la elección del Rafale, a cambio de la adquisición por parte de Francia de 10 aviones de transporte táctico Embraer KC-390.
Sin embargo, tal acuerdo no fue confirmado oficialmente.
En enero de 2010 se publicó que el informe de la Fuerza Aérea Brasileña era favorable al Gripen, quedando el Rafale en 3er. lugar.
En diciembre de 2010, el entonces presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, anunció que dejaría la decisión final para su sucesora, Dilma Rousseff.
Chico Otávio, del diario O Globo, de Río de Janeiro, fue invitado a Bordeaux, Francia, por Dassault, y aqui su informe:
En el patio que separa las 2 unidades de la Dassault Aviation en Bordeaux, la bandera de Brasil flamea al lado de la francesa. El 2do. ejecutivo en la jerarquía de la empresa recibe al visitante con una gran sonrisa. A pocos metros de allí, los empleados están armando 6 ejemplares más de las más poderosas y versátiles máquinas de guerra del planeta. Pero no hay secretos o límites para el visitante, que todo ve, escucha y hasta toca, al punto de sentarse en el asiento del piloto y manosear los joysticks que manejan el aparato y disparan bombas y misiles.
Como toda empresa que disputa una competencia, Dassault se esmera para fundamentar que su producto es el mejor de todos los que compiten –en este caso, los estadounidenses de Boeing y los suecos de Saab-. Aún para quien no es un estudioso de la guerra moderna, como el visitante brasileño, es difícil no impresionarse con Rafale, la última generación de cazas franceses, armados en Bordeaux y ofertado al gobierno brasileño.
Rafale no participa de una competencia de rutina. Comenzado hace casi 2 décadas, habiendo atravesado 4 gobiernos y 1 bombardeo de polémicas, intrigas y teorías conspirativas, el proceso de elección de los cazas que protegerán los cielos brasileños, llamado programa FX-2 (comenzó como FX), representa para la Dassault mucho más que un buen negocio.
Para los franceses, está en juego una tradición de 6 décadas de construcción de aviones de combate, que puede llegar a su fin cuando despegue de su fábrica, en Bordeaux, el último de los 300 cazas Rafale encomendados por el gobierno francés, único cliente del consorcio formado para producir el avión.
La tecnología empleada en el avión, un destructor prácticamente indestructible que fue lanzado por la Dassault y sus 2 socios en el consorcio, Snecma (fabricante de motores) y Thales (sistemas electrónicos), es una paradoja. Por ser tan complejo y versátil, pudiendo operar en pistas terrestres y portaaviones, llevando más de 10 toneladas de armamentos, el caza jubilará a los demás aviones de combate en operación en las Fuerza Armadas francesas: de los actuales 700 aviones, seran 300 (Rafale), sin perder la capacidad de combate: menos aviones, más poder de fuego.
Además del potencial bélico, asegurado por la parafernalia de radares y sensores que carga, el avión, cuyas alas son hechas de compuestos de carbono, fue concebido para durar 4 décadas, tiempo suficiente para el desarrollo del avión del futuro (que será invisible a los radares y eximirá de la necesidad de pilotos).
Para no parar la línea de producción, el consorcio liderado por Dassault necesita abrir nuevos mercados. Y las 3 empresas (del consorcio) están convencidas de que la salida está en 2 integrantes del BRIC (grupo de países emergentes que incluye Brasil, India, China y Rusia), tal vez los únicos que reúnen las condiciones y necesidad de contar con la aeronave: India y Brasil, donde el Rafale fue seleccionado para disputar la última etapa del proceso de elección del Caza de soberanía aérea.
Suerte para el reportero brasileño que conoció el programa y recibió de 2 ingenieros -de Dassault y de Thales-, la invitación de los fabricantes, accediendo a informaciones que, en los tiempos en que la OTAN enfrentaba la Guerra Fría, ni el mejor espía ruso sería capaz de obtener.
De hecho, esa es la diferencia que Dassault quiere marcar frente a sus competidores en la oferta a Brasil: la disposición manifiesta de llevarle a los brasileños toda la tecnología que el país quiera, aún en cuestiones vitales, como aviónica, administración de blancos por radares y empleo de fibras de carbono en la construcción de alas y otras partes de aeronaves, militares o civiles.
Pero, a su vez, los franceses tienen preguntas para hacer. Quieren saber qué puede suceder con el FX-2 en el gobierno de Dilma. No ocultan la frustración con el gobierno de Lula, cuando esperaban que la visita del presidente Nicolás Sarkozy a Brasil, en 2009, hubiese defiido la disputa.
Dassault tiene prisa. De los 300 cazas encomendados por el gobierno francés, 100 ya fueron entregados. Faltan 2/3 de la compra y después terminaría la producción de esa línea.
2 años después de la selección de los 3 aviones finalistas en Brasil, no hay señales de preferencia sobre uno u otro.
La pelea por el negocio, que en el pasado pesó más para el lado de los franceses, ahora pareciera estar más equilibrada.
El sueco Gripen, de la empresa Saab, con solo 1 motor, es el más barato de los 3 (alrededor de US$ 30 millones la unidad). Su debilidad es la poca autonomía para operar en las dimensiones continentales de Brasil.
El estadounidense F-18, de la empresa Boeing (con 2 motores), es el avión con la más eficiente hoja de servicios prestados en el combate aéreo. Pero los especialistas no lo clasifican como de última generación. Y los estadounidenses son los que están menos dispuestos a transmitir tecnología a los brasileños.
¿Y Rafale? El mayor obstáculo, sin duda, es el precio. Cada uno de los 36 cazas que FAB pretende comprar no saldría menos de US$ 80 millones, lo que vuelve al avión el más caro de los 3.
Todo el negocio, incluido el suministro de armamentos y de soporte técnico, llega a US$ 8.000 millones, monto considerable para ser desembolsado por un país cuya guerra en marcha es contra la pobreza.
Para hacer que los brasileños cedan, Dassault garantiza que, además de que no se opondrá a la transmisión de tecnología, cuenta con la palabra de Sarkozy, de que tendrá el aval del gobierno francés para el financiamiento del programa.
Otro punto a favor es la sociedad de Thales y la empresa brasileña Omnisys, de São Bernardo do Campo, en el área de radares, tráfico y vigilancia aérea.
La visita del reportero brasileño a la sombra de la bandera nacional es una manifestación más del interés francés por el programa. Días antes, a una delegación de parlamentarios de Brasilia les habrían dado igual atención.
urgente 24