Brunner
Forista Sancionado o Expulsado
Para combatir el narcotráfico en el Caribe-Enviarán dos barcos argentinos a Haití-Se sumarán a la escuadra naval comandada por la ONU; es necesaria la aprobación del Congreso
La Argentina aumentará su compromiso en Haití. El Gobierno decidió enviar dos barcos a la isla caribeña para combatir el narcotráfico. Así se lo comunicó en los últimos días la ministra de Defensa, Nilda Garré, a su par chileno José Goñi Carrasco. La intención oficial es sumarse a una escuadra naval sudamericana de 12 naves, que operará en la zona antes de fin de año.
La zona sur de Haití está señalada como un puente del tráfico de drogas a los Estados Unidos. Frente a una situación social casi controlada en la seguridad en las calles, la fuerza internacional bajo mandato de las Naciones Unidas buscará ahora bloquear el flujo marítimo de mercancías de las bandas de narcotraficantes y contrabandistas.
Los buques de la Armada no participan de misiones internacionales reales, ni ejercicios, desde el despliegue de dos fragatas en la guerra en el golfo Pérsico, en 1990.
Más allá de la promesa dada por el Gobierno a la ONU, la nueva misión en Haití deberá contar con la aprobación en el Congreso para permitir la salida de más tropas. "La decisión política ya está tomada", aseguraron en el Ministerio de Defensa.
La misión de los cascos azules se encuadra en el capítulo 7 de la Carta de la ONU [imposición de la paz]. Comenzó en 2004 para detener la incipiente guerra civil en Haití, y casi desde el inicio participaron los militares argentinos, destacados en Gonaives. Allí hay un batallón combinado, de algo más de 500 hombres. En Puerto Príncipe, la capital haitiana, está el hospital desplegable de la Fuerza Aérea y la base de dos helicópteros.
A comienzos de este mes se analizó en Buenos Aires la misión en Haití, en una reunión de representantes de Defensa y de Cancillería de la Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú y Uruguay. La posición argentina fue impulsar una mayor ayuda económica internacional para afrontar las crisis sociales.
Desde el comienzo de la misión, los países sudamericanos, encabezados por Chile, Brasil y la Argentina, aceptaron asumir el mayor peso en el control de la seguridad haitiana, a cambio de que las naciones con superior poderío económico hicieran su aporte en ese rubro, algo que todavía no se vio en Haití.
Con la propuesta de una especie de bloqueo naval al narcotráfico, los casos azules sudamericanos aumentarán visiblemente su involucramiento en la región. Estados Unidos lidera una tarea de similares características en la zona del Caribe, con frecuentes intercepciones de buques con drogas. Aunque varios países participan activamente en ese trabajo antidrogas, la Argentina sólo aporta una colaboración simbólica con observadores militares. En esta propuesta, el Gobierno aceptó meterse de lleno en la lucha contra el narcotráfico en el Caribe.
Aquellos que estuvieron en los últimos meses en Haití reseñaron que en la zona custodiada por la Argentina hay un bajo nivel de conflicto, con tiroteos provocados por delincuentes comunes. Cuentan que las tropas brasileñas estuvieron más expuestas a combates callejeros en Puerto Príncipe, lograron controlar los barrios más peligrosos, hasta detener a cabecillas de organizaciones armadas.
Las tropas argentinas desarrollan en Gonaives patrullajes y controles de rutas, aunque en los últimos meses los arrestos son realizados por la reconstruida fuerza de seguridad local y por los policías de Pakistán, que actúan con la cobertura de los militares argentinos, con 12 tanquetas Panhard. En estos tres años, el batallón argentino sólo sufrió un herido de bala en enfrentamientos con bandoleros.
Por Daniel Gallo
De la Redacción de LA NACION
La Argentina aumentará su compromiso en Haití. El Gobierno decidió enviar dos barcos a la isla caribeña para combatir el narcotráfico. Así se lo comunicó en los últimos días la ministra de Defensa, Nilda Garré, a su par chileno José Goñi Carrasco. La intención oficial es sumarse a una escuadra naval sudamericana de 12 naves, que operará en la zona antes de fin de año.
La zona sur de Haití está señalada como un puente del tráfico de drogas a los Estados Unidos. Frente a una situación social casi controlada en la seguridad en las calles, la fuerza internacional bajo mandato de las Naciones Unidas buscará ahora bloquear el flujo marítimo de mercancías de las bandas de narcotraficantes y contrabandistas.
Los buques de la Armada no participan de misiones internacionales reales, ni ejercicios, desde el despliegue de dos fragatas en la guerra en el golfo Pérsico, en 1990.
Más allá de la promesa dada por el Gobierno a la ONU, la nueva misión en Haití deberá contar con la aprobación en el Congreso para permitir la salida de más tropas. "La decisión política ya está tomada", aseguraron en el Ministerio de Defensa.
La misión de los cascos azules se encuadra en el capítulo 7 de la Carta de la ONU [imposición de la paz]. Comenzó en 2004 para detener la incipiente guerra civil en Haití, y casi desde el inicio participaron los militares argentinos, destacados en Gonaives. Allí hay un batallón combinado, de algo más de 500 hombres. En Puerto Príncipe, la capital haitiana, está el hospital desplegable de la Fuerza Aérea y la base de dos helicópteros.
A comienzos de este mes se analizó en Buenos Aires la misión en Haití, en una reunión de representantes de Defensa y de Cancillería de la Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú y Uruguay. La posición argentina fue impulsar una mayor ayuda económica internacional para afrontar las crisis sociales.
Desde el comienzo de la misión, los países sudamericanos, encabezados por Chile, Brasil y la Argentina, aceptaron asumir el mayor peso en el control de la seguridad haitiana, a cambio de que las naciones con superior poderío económico hicieran su aporte en ese rubro, algo que todavía no se vio en Haití.
Con la propuesta de una especie de bloqueo naval al narcotráfico, los casos azules sudamericanos aumentarán visiblemente su involucramiento en la región. Estados Unidos lidera una tarea de similares características en la zona del Caribe, con frecuentes intercepciones de buques con drogas. Aunque varios países participan activamente en ese trabajo antidrogas, la Argentina sólo aporta una colaboración simbólica con observadores militares. En esta propuesta, el Gobierno aceptó meterse de lleno en la lucha contra el narcotráfico en el Caribe.
Aquellos que estuvieron en los últimos meses en Haití reseñaron que en la zona custodiada por la Argentina hay un bajo nivel de conflicto, con tiroteos provocados por delincuentes comunes. Cuentan que las tropas brasileñas estuvieron más expuestas a combates callejeros en Puerto Príncipe, lograron controlar los barrios más peligrosos, hasta detener a cabecillas de organizaciones armadas.
Las tropas argentinas desarrollan en Gonaives patrullajes y controles de rutas, aunque en los últimos meses los arrestos son realizados por la reconstruida fuerza de seguridad local y por los policías de Pakistán, que actúan con la cobertura de los militares argentinos, con 12 tanquetas Panhard. En estos tres años, el batallón argentino sólo sufrió un herido de bala en enfrentamientos con bandoleros.
Por Daniel Gallo
De la Redacción de LA NACION