La OF 2258 imponia a un cuatrimotor Hercules la tarea de realizar exploracion y reconocimiento una 30 millas nauticas al norte de las Islas Malvinas. Operacion para la cual, evidentemente, no habia sido diseñado, pero no existia otro avion que se adaptara mejor a esta necesidad de la FAS ante lo que los argentinos consideraban una actitud intolerable por parte del Reino Unido, empeñado irracionalmente en retomar el archipielago a cualquier costo. Esta nueva operacion se habia comenzado a realizar en dia 27 de mayo al desaparecer los buques de la bahia de San Carlos. Se habia repetido los dias 28 y 29 de este mes, todos ellos ante el riesgo creciente de hallarse a un enemigo inteligente y a plena luz del dia.
Los pilotos de los Heriles se preguntaban que harian ellos si fuesen pilotos de un Harrier y se encontrasen ante un C-130 enemigo. Las respuestas no eran necesariamente objetivas. ¿Cómo no ofrecer la oportunidad que todo cazador, por despiadado que sea, es capaz de darle a su presa? El C-130 es un avion de considerables dimensiones, pesado, poco maniobrable, no lleva armamento alguno ni para defenderse ni para atacar, no posee asientos eyectables quen en caso de ser alcanzado por las armas de un interceptor enemigo permitan a sus tripulantes salvar sus vida; su velocidad es la mitad de la de cualquier avion a reaccion, y la tripulacion no lleva paracaidas...Resultaba as que en esa hipotetica composicion mental, la unica forma de derribar a un Hercules con un moderno avion de combate, y al mismo tiempo ser fiel a una forma de sentir, de pensar y de ser, seria provocando al aparato un daño que impidiese al enemigo su empleo en el futuro, y concediendo a la tripulacion una chance para salvar sus vidas o qu hiciesen un llamado de auxilio, intentando un aterrizaje de emergencia en el mar.
Ese dia se hallaba de patrulla el jefe del Escuadron 801 de la Royal Nnavy capitan Ward, con otro piloto, cuando fueron avisados por la fragata Minerva de l presencia de un eco al norte de las islas, que por su velocidad podia ser un C-130 argentino. El constante ir y venir de los pesados cuatrimotores que "osaban" burlar la Zona de Exclusion dictada por el Reino Unido sin que ni uno solo de ellos hubiese podido ser interceptado por las PAC's britanicas, era una cuestion que pertubaba el orgullo de los pilotos de Sea Harrier, que se vanagloriaba de la cantidad de aviones enemigos derribados en "combate" en el aire. Siendo las 11:40hs el C-130 TC-63 indicativo TIZA procuraba modestamente tratar de cumplir una tarea para la cual no se hallaba diseñado, cuando su equipo identificador amigo-enemigo indico que estaban siendo iluminados por un radar hostil, clara señal que los aviones enemigos lo habian detectado. Inicio maniobras evasivas para alejarse del lugar, pero dos Se Harrier fueron vectoreados en direccion al corpulento cuatrimotor. Lo tuvieron a la vista ya cuando les quedaba muy poco combustible para regresar con seguridad a su plataforma. Tal vez por eso los misiles de uno de ellos fueron disparados fuera de distancia y cayeron al mar. Pero un tercer Sidewinder alcanzo al Hercules en su ala derecha, entre los motores N° 3 y 4 donde produjo un incendio.
Su comandante -el capitan Martel- alcanzo a radiar que se halla en emergencia, pero no pudo dar muchos mas detalles de lo que le estaba sucediendo. El jefe de la PAC, al ver que su presa continuaba volando y pese a que con e2l daño inflingido con seguridad no podria regresar a su base, se lanzo en persecucion para atacarlo con sus cañones de 30 mm. Cuando lo tuvo en la mira, haciendo punteria con absoluta comodidad apreto el disparador y no lo solto hasta ver qcomo el Hercules se despedazaba sobre la superficia del mar.
Habia lanzado sus 240 proyectiles en la corrida de tiro. El capitan Ward habia dejado escapar una gran oportunidad de vivir en paz con su conciencia, a la hora de la reflexion. Tuvo la suerte de producir al C-130 un daño que lo hubiese inhabilitado para seguir volando, con lo cual su mision quedaba largamente cumplida, pero ello no le resulto suficiente.
Ward fue distinguido por el gobierno de su majestad con la cruz de servicion distinguido.
Por suerte, aquella tradicion de caballeros del aire, que fundaron hombres de la talla de Hans Rudel, Pierre Clostermann y Douglas Bader merced a la cual enaltecieron a la condicion humana con su valor, dignidad y respeto por la vida del adversario, aun no se ha perdido y otros sabran mantenerla, pese a los embates de una sociedad pragmatica, exitista, permisiva y violenta. El mentado profesionalismo moderno no nos debe hacer olvidar que hay una profesion universal, que es la de ser hombre, con todo su eminente significado de dignidad y trascendencia.
El capitan de corbeta Nigel Ward pudo volar tan alto como las aguilas, pero prefirio no hacerlo, pidio el retiro del servicion activo poco despues del conflicto.
La tripulacion de Hercules se perdio integramente en este lamentable episodio. Fueron ellos: Vcom. Meisner, Cap. Martel y Krause, Sub. Prinp. Lastra, Sub. Ay. Albelos, los cabos principales Cardone y Cantezano que ofrendaron su vida por su Patria.
Fuente: La Guerra Inaudita de Oscar Moro
Los pilotos de los Heriles se preguntaban que harian ellos si fuesen pilotos de un Harrier y se encontrasen ante un C-130 enemigo. Las respuestas no eran necesariamente objetivas. ¿Cómo no ofrecer la oportunidad que todo cazador, por despiadado que sea, es capaz de darle a su presa? El C-130 es un avion de considerables dimensiones, pesado, poco maniobrable, no lleva armamento alguno ni para defenderse ni para atacar, no posee asientos eyectables quen en caso de ser alcanzado por las armas de un interceptor enemigo permitan a sus tripulantes salvar sus vida; su velocidad es la mitad de la de cualquier avion a reaccion, y la tripulacion no lleva paracaidas...Resultaba as que en esa hipotetica composicion mental, la unica forma de derribar a un Hercules con un moderno avion de combate, y al mismo tiempo ser fiel a una forma de sentir, de pensar y de ser, seria provocando al aparato un daño que impidiese al enemigo su empleo en el futuro, y concediendo a la tripulacion una chance para salvar sus vidas o qu hiciesen un llamado de auxilio, intentando un aterrizaje de emergencia en el mar.
Ese dia se hallaba de patrulla el jefe del Escuadron 801 de la Royal Nnavy capitan Ward, con otro piloto, cuando fueron avisados por la fragata Minerva de l presencia de un eco al norte de las islas, que por su velocidad podia ser un C-130 argentino. El constante ir y venir de los pesados cuatrimotores que "osaban" burlar la Zona de Exclusion dictada por el Reino Unido sin que ni uno solo de ellos hubiese podido ser interceptado por las PAC's britanicas, era una cuestion que pertubaba el orgullo de los pilotos de Sea Harrier, que se vanagloriaba de la cantidad de aviones enemigos derribados en "combate" en el aire. Siendo las 11:40hs el C-130 TC-63 indicativo TIZA procuraba modestamente tratar de cumplir una tarea para la cual no se hallaba diseñado, cuando su equipo identificador amigo-enemigo indico que estaban siendo iluminados por un radar hostil, clara señal que los aviones enemigos lo habian detectado. Inicio maniobras evasivas para alejarse del lugar, pero dos Se Harrier fueron vectoreados en direccion al corpulento cuatrimotor. Lo tuvieron a la vista ya cuando les quedaba muy poco combustible para regresar con seguridad a su plataforma. Tal vez por eso los misiles de uno de ellos fueron disparados fuera de distancia y cayeron al mar. Pero un tercer Sidewinder alcanzo al Hercules en su ala derecha, entre los motores N° 3 y 4 donde produjo un incendio.
Su comandante -el capitan Martel- alcanzo a radiar que se halla en emergencia, pero no pudo dar muchos mas detalles de lo que le estaba sucediendo. El jefe de la PAC, al ver que su presa continuaba volando y pese a que con e2l daño inflingido con seguridad no podria regresar a su base, se lanzo en persecucion para atacarlo con sus cañones de 30 mm. Cuando lo tuvo en la mira, haciendo punteria con absoluta comodidad apreto el disparador y no lo solto hasta ver qcomo el Hercules se despedazaba sobre la superficia del mar.
Habia lanzado sus 240 proyectiles en la corrida de tiro. El capitan Ward habia dejado escapar una gran oportunidad de vivir en paz con su conciencia, a la hora de la reflexion. Tuvo la suerte de producir al C-130 un daño que lo hubiese inhabilitado para seguir volando, con lo cual su mision quedaba largamente cumplida, pero ello no le resulto suficiente.
Ward fue distinguido por el gobierno de su majestad con la cruz de servicion distinguido.
Por suerte, aquella tradicion de caballeros del aire, que fundaron hombres de la talla de Hans Rudel, Pierre Clostermann y Douglas Bader merced a la cual enaltecieron a la condicion humana con su valor, dignidad y respeto por la vida del adversario, aun no se ha perdido y otros sabran mantenerla, pese a los embates de una sociedad pragmatica, exitista, permisiva y violenta. El mentado profesionalismo moderno no nos debe hacer olvidar que hay una profesion universal, que es la de ser hombre, con todo su eminente significado de dignidad y trascendencia.
El capitan de corbeta Nigel Ward pudo volar tan alto como las aguilas, pero prefirio no hacerlo, pidio el retiro del servicion activo poco despues del conflicto.
La tripulacion de Hercules se perdio integramente en este lamentable episodio. Fueron ellos: Vcom. Meisner, Cap. Martel y Krause, Sub. Prinp. Lastra, Sub. Ay. Albelos, los cabos principales Cardone y Cantezano que ofrendaron su vida por su Patria.
Fuente: La Guerra Inaudita de Oscar Moro