Una vez finalizada la batalla por Malvinas supuse que por mucho tiempo no volveríamos a tener fuerzas armadas ni poco ni medianamente modernas y homogéneas como en los ochenta... Y lamento no haberme equivocado, puesto que después de dos décadas y muchos sueños frustrados, el reequipamiento exponencial al que se referían muchos especialistas foráneos respecto a la Argentina no ha sucedido, y temo que no sucederá del modo en que nosotros lo deseamos. Supongo que no todo tiene que ver con una decisión política o la buena economía que podamos tener a futuro, sino porque los hilos que creemos manejar ni remotamente nos pertenecen... La Entidad política y económica tras Malvinas simplemente no permitirían que contáramos con fuerzas dignas y modernas, aunque los cerebros del país se devanen el alma en diseños propios. Sin embargo, continúo manteniendo esperanzas en aquellos que siempre reman contra la corriente. Ojalá que sean dignos por quienes no regresaron de las islas... Un salute