"Spycables" una fuga que puede competir con las de Wikileaks, miles de documentos de la inteligencia sudafricana están siendo mostrados a cuentagotas por la cadena qatarí al-Jazeera
Un escándalo que puede llegar a equipararse con las informaciones de Wikileaks fue develado por la cadena qatarí Al-Jazeera y un diario británico
Desde este lunes, Al Jazeera y The Guardian publican documentos que provendrían de la agencia de inteligencia sudafricana, en los cuales están detalladas las artimañas de varios servicios secretos como el Mossad, el MI6 o incluso la CIA.
¿Estamos a comienzos de un escándalo de gran amplitud sobre fondo de espionaje, más resonante aún que el de Wikileaks, después de las revelaciones de Al-Jazeera bautizadas “Spycables”? Aunque sea aún demasiado temprano para juzgar su impacto geopolítico, el contenido de los documentos, publicados desde el lunes por la cadena de información qatarí y el diario británico The Guardian, se revela sin embargo extremadamente sensible en cuanto a las oscuras artimañas de los servicios de inteligencia británicos, israelíes y norteamericanos.
Estos documentos clasificados “secreto de defensa” provendrían de la SSA, la agencia de inteligencia sudafricana, y contienen tanto notas como conversaciones detalladas que esta última mantuvo, entre 2006 y 2014, con sus homólogos del Mossad, del MI6 y de la CIA.
La autenticidad de estas informaciones y sobre todo la procedencia de las fugas son todavía un misterio, pero el asunto comienza a hacer gran ruido en Sudáfrica, donde el gobierno decidió abrir una investigación. El foco está puesto sobre las principales revelaciones.
Los lazos entre Sudáfrica e Irán
Entre la multitud de asuntos evocados por los documentos revelados, las relaciones entre Sudáfrica e Irán ocupan un lugar selecto. Sabemos que los iraníes habrían intentado acercarse el gobierno sudafricano, con el fin de eludir las sanciones y el embargo que les fue infligido por las potencias occidentales. Los “cables-espías” presumen que funcionarios iraníes se habrían reunido con Thabo Mbeki (presidente de la República sudafricana de 1999 a 2008) dos veces en 2005, con el fin de obtener ayuda para su programa nuclear. Así como lo informan nuestros colegas africanos de News24, los documentos hacen mención de un encuentro entre Thabo Mbeki y una delegación iraní, conducida por un tal “Mr Rowhani” (que podría ser el actual presidente iraní Hassan Rohani), en el curso del cual Irán habría pedido apoyo tecnológico y logístico de sus interlocutores.
Otras notas revelan por otra parte cómo el MI6 británico y otros servicios de inteligencia, entre ellos los norteamericanos, habrían ejercido presiones sobre Sudáfrica para impedir la venta, a Irán, de material susceptible de producir misiles balísticos con cabeza nuclear. Estados Unidos también habría forzado a Sudáfrica a espiar las actividades iraníes observadas sobre su territorio. Aunque se negaron a considerar a Irán como una amenaza, los servicios de inteligencia sudafricanos habrían obedecido, elevando una lista detallada de las numerosas coberturas, entre ellas la del comercio de importación de alfombras persas, utilizadas por ciudadanos iraníes identificados como agentes de inteligencia.
Cuando la CIA buscaba contactar a Hamas
Otra revelación y no de las menores, esta sorprendente maniobra de la CIA, que habría intentado en el verano de 2012 contactarse con Hamas, clasificado en la lista de organizaciones terroristas en Estados Unidos desde 1997. Con el fin de contactarse con el “movimiento de resistencia islámica” palestino, que controla la franja de Gaza, la CIA habría solicitado la ayuda de Sudáfrica. Un agente de la Central Intelligence Agency se habría reunido con un oficial de los servicios secretos sudafricanos para darle parte de las intenciones norteamericanas, la de establecer un diálogo con Hamas o reclutar a agentes en el enclave costero de Gaza. La elección de un intermediario sudafricano es cualquier cosa menos anodina, cuando se conocen los estrechos lazos mantenidos por el país y las organizaciones palestinas, el Hamas y Fatah, desde el fin del apartheid.
Los dos agentes se habrían encontrado en Jerusalén oriental, “en medio de violentos enfrentamientos entre Hamas y las fuerzas israelíes”. Según una nota fechada del 29 de junio y enviada a Pretoria, el agente de la CIA estaba listo ya para introducirse en el seno de Hamas y deseaba si era posible la ayuda del SSA. El espía sudafricano también habría precisado que si de casualidad el SSA llegaba a establecer este lazo, podría beneficiarse de él.
Interrogado sobre estas maniobras por The Guardian, un portavoz de la CIA declaró simplemente que la agencia apoyaba “el esfuerzo del gobierno norteamericano para luchar contra el terrorismo internacional gracias a la colecta, el análisis y la difusión de informaciones”. E interesado en añadir que estas actividades fueron realizadas “conforme a la constitución norteamericana”.
Por último, siempre respecto a los informes entre Estados Unidos y los palestinos, una nota de noviembre de 2012 nos revela que el presidente norteamericano Barack Obama habría “amenazado” a Mahmud Abbas por teléfono (no obstante sin precisar la naturaleza de las amenazas), mientras que la Autoridad Palestina estaba a punto de obtener el status de Estado observador en la ONU.
Netanyahu desautorizado por el Mossad en 2012 sobre el tema nuclear iraní
Acuérdese, la imagen había impactado en la Asamblea general de la ONU. El 27 de septiembre de 2012, Benjamín Netanyahu había afirmado, con un esquema surrealista de apoyo, que Irán estaba a punto de dotarse del arma atómica. El primer ministro israelí entonces había asegurado que a partir del verano de 2013, “a más tardar”, Teherán necesitaría sólo “unos meses, incluso unas semanas” antes de “acaparar bastante uranio enriquecido para producir un arma nuclear”. Trazando una simbólica “línea roja” sobre el dibujo de una bomba, representando las diferentes etapas relativas al desarrollo del programa nuclear iraní, Benjamín Netanyahu había justificado su intervención basándose en datos de la Agencia internacional de energía atómica (AIEA). Entonces, si se cree en las revelaciones de Al-Jazeera y de The Guardian, estas afirmaciones estaban lejos de la realidad, el primer ministro incluso habría sido contradicho sobre el asunto por sus propios servicios de inteligencia.
Menos de un mes después de esta intervención en las Naciones Unidas, el Mossad habría concluido en un informe, recibido por los servicios de inteligencia sudafricanos el 22 de octubre de 2012, que los iraníes “no tenían la actividad necesaria” para producir tal bomba y en consecuencia el país no parecía “estar listo para enriquecer el uranio a un nivel suficiente”. Una desautorización por lo menos asombrosa que traiciona, según nuestros colegas del Guardian, la “fosa” que existe entre “la retórica de los hombres políticos israelíes” y las informaciones que disponen los servicios de inteligencia del país. La publicación de este informe secreto ocurre además en un contexto agitado marcado por la llegada a Estados Unidos, el próximo 3 de marzo, de Benjamín Netanyahu, que debe pronunciar un discurso, mayoritariamente centrado sobre Irán, delante del Congreso norteamericano. Se murmura por otra parte, entre las paredes de la Casa Blanca, que esta visita apenas sería del gusto de Barack Obama.
Respecto a todas estas revelaciones que señalan a otros, es evidente que las informaciones divulgadas hacen estremecer aún más el prisma de las relaciones internacionales, y por qué no de ahora en adelante redistribuir las cartas de la geopolítica.
http://analisis-global.blogspot.com.ar/2015/02/un-escandalo-que-puede-llegar.html?spref=tw
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Un escándalo que puede llegar a equipararse con las informaciones de Wikileaks fue develado por la cadena qatarí Al-Jazeera y un diario británico
Desde este lunes, Al Jazeera y The Guardian publican documentos que provendrían de la agencia de inteligencia sudafricana, en los cuales están detalladas las artimañas de varios servicios secretos como el Mossad, el MI6 o incluso la CIA.
¿Estamos a comienzos de un escándalo de gran amplitud sobre fondo de espionaje, más resonante aún que el de Wikileaks, después de las revelaciones de Al-Jazeera bautizadas “Spycables”? Aunque sea aún demasiado temprano para juzgar su impacto geopolítico, el contenido de los documentos, publicados desde el lunes por la cadena de información qatarí y el diario británico The Guardian, se revela sin embargo extremadamente sensible en cuanto a las oscuras artimañas de los servicios de inteligencia británicos, israelíes y norteamericanos.
Estos documentos clasificados “secreto de defensa” provendrían de la SSA, la agencia de inteligencia sudafricana, y contienen tanto notas como conversaciones detalladas que esta última mantuvo, entre 2006 y 2014, con sus homólogos del Mossad, del MI6 y de la CIA.
La autenticidad de estas informaciones y sobre todo la procedencia de las fugas son todavía un misterio, pero el asunto comienza a hacer gran ruido en Sudáfrica, donde el gobierno decidió abrir una investigación. El foco está puesto sobre las principales revelaciones.
Los lazos entre Sudáfrica e Irán
Entre la multitud de asuntos evocados por los documentos revelados, las relaciones entre Sudáfrica e Irán ocupan un lugar selecto. Sabemos que los iraníes habrían intentado acercarse el gobierno sudafricano, con el fin de eludir las sanciones y el embargo que les fue infligido por las potencias occidentales. Los “cables-espías” presumen que funcionarios iraníes se habrían reunido con Thabo Mbeki (presidente de la República sudafricana de 1999 a 2008) dos veces en 2005, con el fin de obtener ayuda para su programa nuclear. Así como lo informan nuestros colegas africanos de News24, los documentos hacen mención de un encuentro entre Thabo Mbeki y una delegación iraní, conducida por un tal “Mr Rowhani” (que podría ser el actual presidente iraní Hassan Rohani), en el curso del cual Irán habría pedido apoyo tecnológico y logístico de sus interlocutores.
Otras notas revelan por otra parte cómo el MI6 británico y otros servicios de inteligencia, entre ellos los norteamericanos, habrían ejercido presiones sobre Sudáfrica para impedir la venta, a Irán, de material susceptible de producir misiles balísticos con cabeza nuclear. Estados Unidos también habría forzado a Sudáfrica a espiar las actividades iraníes observadas sobre su territorio. Aunque se negaron a considerar a Irán como una amenaza, los servicios de inteligencia sudafricanos habrían obedecido, elevando una lista detallada de las numerosas coberturas, entre ellas la del comercio de importación de alfombras persas, utilizadas por ciudadanos iraníes identificados como agentes de inteligencia.
Cuando la CIA buscaba contactar a Hamas
Otra revelación y no de las menores, esta sorprendente maniobra de la CIA, que habría intentado en el verano de 2012 contactarse con Hamas, clasificado en la lista de organizaciones terroristas en Estados Unidos desde 1997. Con el fin de contactarse con el “movimiento de resistencia islámica” palestino, que controla la franja de Gaza, la CIA habría solicitado la ayuda de Sudáfrica. Un agente de la Central Intelligence Agency se habría reunido con un oficial de los servicios secretos sudafricanos para darle parte de las intenciones norteamericanas, la de establecer un diálogo con Hamas o reclutar a agentes en el enclave costero de Gaza. La elección de un intermediario sudafricano es cualquier cosa menos anodina, cuando se conocen los estrechos lazos mantenidos por el país y las organizaciones palestinas, el Hamas y Fatah, desde el fin del apartheid.
Los dos agentes se habrían encontrado en Jerusalén oriental, “en medio de violentos enfrentamientos entre Hamas y las fuerzas israelíes”. Según una nota fechada del 29 de junio y enviada a Pretoria, el agente de la CIA estaba listo ya para introducirse en el seno de Hamas y deseaba si era posible la ayuda del SSA. El espía sudafricano también habría precisado que si de casualidad el SSA llegaba a establecer este lazo, podría beneficiarse de él.
Interrogado sobre estas maniobras por The Guardian, un portavoz de la CIA declaró simplemente que la agencia apoyaba “el esfuerzo del gobierno norteamericano para luchar contra el terrorismo internacional gracias a la colecta, el análisis y la difusión de informaciones”. E interesado en añadir que estas actividades fueron realizadas “conforme a la constitución norteamericana”.
Por último, siempre respecto a los informes entre Estados Unidos y los palestinos, una nota de noviembre de 2012 nos revela que el presidente norteamericano Barack Obama habría “amenazado” a Mahmud Abbas por teléfono (no obstante sin precisar la naturaleza de las amenazas), mientras que la Autoridad Palestina estaba a punto de obtener el status de Estado observador en la ONU.
Netanyahu desautorizado por el Mossad en 2012 sobre el tema nuclear iraní
Acuérdese, la imagen había impactado en la Asamblea general de la ONU. El 27 de septiembre de 2012, Benjamín Netanyahu había afirmado, con un esquema surrealista de apoyo, que Irán estaba a punto de dotarse del arma atómica. El primer ministro israelí entonces había asegurado que a partir del verano de 2013, “a más tardar”, Teherán necesitaría sólo “unos meses, incluso unas semanas” antes de “acaparar bastante uranio enriquecido para producir un arma nuclear”. Trazando una simbólica “línea roja” sobre el dibujo de una bomba, representando las diferentes etapas relativas al desarrollo del programa nuclear iraní, Benjamín Netanyahu había justificado su intervención basándose en datos de la Agencia internacional de energía atómica (AIEA). Entonces, si se cree en las revelaciones de Al-Jazeera y de The Guardian, estas afirmaciones estaban lejos de la realidad, el primer ministro incluso habría sido contradicho sobre el asunto por sus propios servicios de inteligencia.
Menos de un mes después de esta intervención en las Naciones Unidas, el Mossad habría concluido en un informe, recibido por los servicios de inteligencia sudafricanos el 22 de octubre de 2012, que los iraníes “no tenían la actividad necesaria” para producir tal bomba y en consecuencia el país no parecía “estar listo para enriquecer el uranio a un nivel suficiente”. Una desautorización por lo menos asombrosa que traiciona, según nuestros colegas del Guardian, la “fosa” que existe entre “la retórica de los hombres políticos israelíes” y las informaciones que disponen los servicios de inteligencia del país. La publicación de este informe secreto ocurre además en un contexto agitado marcado por la llegada a Estados Unidos, el próximo 3 de marzo, de Benjamín Netanyahu, que debe pronunciar un discurso, mayoritariamente centrado sobre Irán, delante del Congreso norteamericano. Se murmura por otra parte, entre las paredes de la Casa Blanca, que esta visita apenas sería del gusto de Barack Obama.
Respecto a todas estas revelaciones que señalan a otros, es evidente que las informaciones divulgadas hacen estremecer aún más el prisma de las relaciones internacionales, y por qué no de ahora en adelante redistribuir las cartas de la geopolítica.
http://analisis-global.blogspot.com.ar/2015/02/un-escandalo-que-puede-llegar.html?spref=tw
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