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<blockquote data-quote="Nicolas Kasanzew" data-source="post: 2746779" data-attributes="member: 6939">En Rio Grande la espera se les hacía interminable a los Halcones del Escuadrón Avutardas Salvajes. Una noche el teniente Pedro Bean, le confiesa al capitán Roberto Janett: &quot;Jefe, quiero salir, aunque no vuelva, pués ya no doy mas...&quot; Las bromas ayudaban a aflojar tensiones. El Jote Luna, que fuera derribado por el misil de un Harrier, decía jocosamente qué todos tiran al blanco, pero como él era Negro, no tenía temores, hasta que le tocó un inglés daltónico y lo derribó.El 21 de mayo Janett, Rohde y Bean fueron los primeros en salir y los primeros de atacar San Carlos desde el continente. Volaban en total silencio de radio. Lo cual era bueno, - cuenta Janett, jefe de la escuadrilla Huemul, - pués uno está en el confort de su habitat natural, el cockpit de un caza, en silencio con nuestra Madre a bordo, bajo la advocación de la Virgen de Loreto”. Tiempo atras, en el Sinai, el instructor israelí de los aviones Mirage V Dagger, Shlomo Eretz (quien luego se presentara como voluntario para pelear del lado argentino en Malvinas) le decía: «¡No entiendo! ¡Virgen en avión hecho para matar..!” Pero los pilotos hacían abstracción de eso, pués sus objetivos eran buques, no seres humanos.Ese día a Janett le tiran un misil, y logra eludirlo. Escucha que Bean es alcanzado por otro y ve que este se eyecta: nunca más se supo del joven teniente. Bean quería salir aunque no volviera, y no volvió. Al comienzo de la guerra Roberto Janett tenía 31 años. Hoy cumple algunos más… ¡Larga y feliz vida, Halcón!</blockquote>

[QUOTE="Nicolas Kasanzew, post: 2746779, member: 6939"] En Rio Grande la espera se les hacía interminable a los Halcones del Escuadrón Avutardas Salvajes. Una noche el teniente Pedro Bean, le confiesa al capitán Roberto Janett: "Jefe, quiero salir, aunque no vuelva, pués ya no doy mas..." Las bromas ayudaban a aflojar tensiones. El Jote Luna, que fuera derribado por el misil de un Harrier, decía jocosamente qué todos tiran al blanco, pero como él era Negro, no tenía temores, hasta que le tocó un inglés daltónico y lo derribó. El 21 de mayo Janett, Rohde y Bean fueron los primeros en salir y los primeros de atacar San Carlos desde el continente. Volaban en total silencio de radio. Lo cual era bueno, - cuenta Janett, jefe de la escuadrilla Huemul, - pués uno está en el confort de su habitat natural, el cockpit de un caza, en silencio con nuestra Madre a bordo, bajo la advocación de la Virgen de Loreto”. Tiempo atras, en el Sinai, el instructor israelí de los aviones Mirage V Dagger, Shlomo Eretz (quien luego se presentara como voluntario para pelear del lado argentino en Malvinas) le decía: «¡No entiendo! ¡Virgen en avión hecho para matar..!” Pero los pilotos hacían abstracción de eso, pués sus objetivos eran buques, no seres humanos. Ese día a Janett le tiran un misil, y logra eludirlo. Escucha que Bean es alcanzado por otro y ve que este se eyecta: nunca más se supo del joven teniente. Bean quería salir aunque no volviera, y no volvió. Al comienzo de la guerra Roberto Janett tenía 31 años. Hoy cumple algunos más… ¡Larga y feliz vida, Halcón! [/QUOTE]

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